sábado, 21 de junio de 2014

JORGE CARRIGAN [11.984]


Jorge Carrigan

Nació en La Habana, CUBA en 1953. Estudió dramaturgia y dirección teatral en la Escuela Nacional de Arte en Cuba, y participó en una decena de Talleres Literarios y de Dramaturgia, entre los que se destacan el Taller Rolando Ferrer, conducido por Gerardo Fulleda, el Taller Bertolt Brecht, bajo la dirección de Fredy Artiles y el Taller de Creación Escénica. 

Durante treinta años ha mantenido una labor continua como escritor. Es autor de una docena de piezas de teatro, trabajo al que ha dedicado la mayor parte de su tiempo, además de escribir poesía y narrativa. Desde 1994 reside en Canadá donde fundó una compañía de teatro con la cual trabajó durante dos años y ha continuado su faena literaria. 

En 1999 apareció su libro de narraciones y poemas Cascabeles en la Punta y en 2002 apareció la antología Teatro de Segunda Mano, que recoge las piezas teatrales escritas en colaboración con otros escritores. En 2003 impartió un taller de escritura dramática a través de Internet en el que participaron estudiantes de España y Canadá. En 2009 publicó algunas de sus piezas de teatro más recientes en una Colección Mínima de Ediciones Versio.

Su novela Bailar con la más fea ha salido a la luz en junio de 2010 y en julio de este mismo año la Editorial Sociedarte, de República Dominicana ha publicado Teatro Desnudo, recopilación de sus tres piezas de teatro más recientes. 

Trabajos suyos han aparecido en numerosas antologías y revistas. Trabaja, además como traductor.





De rinocerontes

Soy un percance
la creación mis ojos
detrás de lo indiviso
lo siniestro
obsesión vertical que contraría
maquinación concéntrica
contubernio de luz
frondosidades.

La estrella que me toca
la injuria
espécimen de ajena condición
cruza el fatuo bregar de las distancias
franqueo la soledad
anulo sutilezas
perífrasis
materia templada
a la que falta un semejante
vidrio que enciende sin ser astro de luz
espacio
sumidero.

Libro
el inconveniente que arruina mi dibujo
pesadilla de asombro
frontal
siempre frontal
¿por qué frontal?.

No hay de qué preocuparse
algún rinoceronte
va a infinitar los templos







Fuero interno

La luz de esa mujer que se desviste
reprocha el sortilegio
la juerga de los iluminados
hierática avenencia de retratoantiguo
que se empeña en mostrar la misma escena.

En lo recóndito permanece la gracia de sus manos
la virtud de su boca al no reír
aunque sonría
el misterio de alguna canción
y la razón de estrella que adereza su lengua
en el discreto idioma del encanto.

Las palabras de un cántico
que nunca entonaremos

crujen a confesión
a siesta y a cañada







Percepción

Me acerco sin notarlo
no es que no te frecuente
me he colado en tus grutas
tus grietas y aberturas me conocen
he asistido a tu profundidad
advierto tus escollos y tus ondulaciones
podría encontrar en ti ecos y resonancias
un mar tranquilo
un pozo iluminado
estaría dispuesto a declarar
en el dialecto mínimo del coito
que eres el lapso de las lápidas
atajo que conduce a todas las orillas
vuelo franco de las simulaciones
pero el minuto próximo descifra
que
de existir
serías
garbo y distancia
furor inmóvil
Subterfugio






Oficio Perpetuo

Gozaba la rutina de encajar favores

sobre el mostrador cándido
justo entre la emoción y el aguacero

ropajes desplegados
pulcros
de intensidad flameante

ilusión de sus hijos
herederos de asuetos
y de celebraciones.
La mansa reflexión de los ramajes

el repetido toque
no es igual.
Ahora perturba el tiempo
tamborileantes son los dedos

desolado el taburete que se abruma
estar de píe sobre sus cuatro patas

no es oficio perpetuo

Un latir subterráneo
expiración sentida

que colma el exorcismo de las aves

ronda en torno al complicado código
prohibido a los labios.
Quien percibió
en tiempos de la vida

el desfile ante un vetusto signo

cabeza cuello y tronco del teorema

quien lo miró como se mira el cielo
habrá visto al artero flotante
que escupía desprecios
desde la ingravidez de su tribuna

hábito de atravesar limosnas

tablero inmaculado que ojea las efemérides

fechas de hierro cuando no de plomo

el lema oscuro.

Recuerda al animal variable en su remanso

disperso hipocondríaco
quemándose en un sol insuficiente

mil débitos mugrientos le pesan en la espalda.

No hay salida del ruedo
y varias bestias saltan a la vez
del lunetario
el que gane se llevará la tarde.







Hoy te vas

Llegas
te escurres

por el despeñadero de mi apremio
la luna ya no queda
en el mismo lugar

a la vera del ruido

los jugos multiplican en tu vientre

tus pies descalzos que cruzan sobre mi
vertiginosos

escapan de una demora extraña.
Te asesto el primer beso

sobre la comisura del encanto

y palpo más al sur

un sonido
un arroyo que se desborda en ti
no es necesario andar con disimulo
en este azar

el alma

no late

ni escarmienta.
Colocas algún gesto sobre el lecho del cielo

te tragas todo el aire

tus piernas se entrelazan

a mis piernas

la intrepidez reptil y el instinto
te elevan

desde el fango vicioso

del que emerge

la oración que tú y yo
sabemos de memoria.
Gemidos inaudibles

claman junto a mi empeño

Hoy te vas pero mañana no

hoy vacilas

pero luego habrá canto
y vagido
cutícula

presencia
motín de las paredes

certidumbre impasible.







V

Agraciado invernal vuela aquel pájaro

disimula su piel de asombro
hay miradas diurnas

sobre el ardiente bloque
de amenazantes alas

tela púrpura
crimen al detalle

paciencia que hace correr los ríos,

nuca que viste el mismo cuello
mientras de noche vuelan otros pájaros.


La utopía se muda en aflicción.

hoy no es quien era
si hay razón de reír será mañana
dicen

hoy triunfará el irascible
cultivador de lapsos y epopeyas




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