Gonzalo de Berceo
(Berceo, Logroño, hacia 1195 - Monasterio de San Millán de la Cogolla, hacia 1268) Escritor medieval que fue el primer poeta en lengua castellana con nombre conocido.
Fue clérigo y vivió en el monasterio de San Millán de la Cogolla (Logroño), donde se ordenó sacerdote, y en el de Santo Domingo de Silos (Burgos). En el monasterio de San Millán de la Cogolla ofició como clérigo secular, y llegó a ocupar los cargos de diácono (hacia 1120) y presbítero (hacia 1237).
Es el primer representante del llamado «mester de clerecía», escuela medieval de hombres de letras (una calificación que en aquella época casi coincidía con la de sacerdote) cuya principal aportación fue la difusión de la cultura latina. Berceo inauguró la senda de la poesía erudita, en contraposición con la desarrollada por la poesía épica popular y la de los juglares.
Sus obras, escritas en cuaderna vía (estrofa de cuatro versos alejandrinos monorrimos) como era habitual en el «mester», son estrictamente religiosas y se suelen clasificar en tres grupos: vidas de santos, obras marianas y obras de temática religiosa más amplia, de tipo doctrinal. Los poemas hagiográficos, sobre santos locales (Vida de San Millán, Vida de Santo Domingo de Silos y Vida de Santa Oria), se basan en fuentes latinas y en tradiciones del propio monasterio.
Las dos primeras siguen una idéntica estructura tripartita: la primera parte cuenta la vida del santo, la segunda relata los milagros que el santo realizó en vida y la tercera los realizados tras su muerte a personas que rogaron su favor. No hay duda de que, además de la finalidad moral del conjunto, las terceras partes obedecían al propósito de atraer peregrinos a los monasterios de San Millán de la Cogolla y de Santo Domingo de Silos, donde se hallaban enterrados los santos.
El grupo de obras marianas cuenta con tres títulos fundamentales: Loores de Nuestra Señora, Milagros de Nuestra Señora y Duelo de la Virgen. Los poemas religiosos de naturaleza doctrinal son El martirio de San Lorenzo, El sacrificio de la misa y Los signos que aparecerán antes del Juicio.
Destaca entre sus obras los Milagros de Nuestra Señora, llena de notas folclóricas y detalles cómicos. Inspirada por una colección de milagros en latín, está compuesta por una introducción alegórica y veinticinco poemas que cuentan milagros atribuidos a la Virgen, descrita como un personaje cercano que ampara a los fieles. Berceo, en su ánimo de acercarse al pueblo, se hizo portavoz de una religiosidad emotiva y llena de sucesos con la que fácilmente podían identificarse sus oyentes, alejándose así de la aridez teológica propia de los tratados latinos.
Probablemente difundida de forma oral por los juglares, su obra tiene un claro objetivo didáctico y moral, y se caracteriza por un tratamiento sencillo y popular del lenguaje. A menudo Berceo hace referencia a sus propios avatares biográficos y da muestras, con su expresión realista y auténtica, de su gusto por la recreación de detalles pintorescos y cotidianos. Su forma de narrar los sucesos religiosos y de intentar acercarlos al pueblo mediante un estilo y una forma de sentir humilde y sencilla hizo de Berceo un autor de gran valor simbólico para la Generación del 98.
Milagros de Nuestra Señora
Gonzalo de Berceo
[Nota preliminar: edición digital a partir de la de Florencio Janer, en Biblioteca de Autores Españoles, vol. 57, pp. 103-131 (Madrid, Real Academia, 1852), cotejada con las ediciones críticas de Antonio García Solalinde (Madrid, Espasa Calpe, 1964, reimpresión), Daniel Devoto (Valencia, Castalia, 1967) y Michael Gerli (Madrid, Cátedra, 1997). Asumimos la numeración de las cuadernas propuesta por Gerli.]
1 Amigos e vassallos de Dios omnipotent,
si vos me escuchássedes por vuestro consiment,
querríavos contar un buen aveniment:
terrédeslo en cabo por bueno verament.
2 Yo maestro Gonçalvo de Verceo nomnado,
yendo en romería caeçí en un prado,
verde e bien sençido, de flores bien poblado,
logar cobdiçiaduero pora omne cansado.
3 Davan olor sovejo las flores bien olientes,
refrescavan en omne las carnes e las mientes;
manavan cada canto fuentes claras corrientes,
en verano bien frías, en ivierno calientes.
4 Avién y grand abondo de buenas arboledas,
milgranos e figueras, peros e mazanedas,
e muchas otras fructas de diversas monedas,
mas non avié ningunas podridas nin azedas.
5 La verdura del prado, la olor de las flores,
las sombras de los árbores de temprados savores,
resfrescáronme todo e perdí los sudores:
podrié vevir el omne con aquellos olores.
6 Nunqua trobé en sieglo logar tan deleitoso,
nin sombra tan temprada nin olor tan sabroso;
descargué mi ropiella por yazer más viçioso,
poséme a la sombra de un árbor fermoso.
7 Yaziendo a la sombra perdí todos cuidados,
odí sonos de aves, dulces e modulados:
nunqua udieron omnes órganos más temprados,
nin que formar pudiessen sones más acordados.
8 Unas tenién la quinta, e las otras doblavan,
otras tenién el punto, errar no las dexavan:
al posar e al mover, todas se esperavan,
aves torpes nin roncas non se acostavan.
9 Non serié organista nin serié vïolero,
nin giga nin salterio nin mano de rotero,
nin estrument nin lengua nin tan claro vocero
cuyo canto valiesse con esto un dinero.
10 Peroque nos dissiemos todas estas bondades,
non contamos las diezmas, esto bien lo creades:
que avié de noblezas tantas diversidades
que no las contarien priores nin abbades.
11 El prado que vos digo avié otra bondat:
por calor nin por frío non perdié su beltat,
siempre estava verde en su entegredat,
non perdié la verdura por nulla tempestat.
12 Manamano que fui en tierra acostado,
de todo el lazerio fui luego folgado;
oblidé toda cuita e lazerio passado:
¡Qui allí se morasse serié bienventurado!
13 Los omnes e las aves, quantos acaecién,
levavan de las flores quantas levar querién,
mas mengua en el prado ninguna non façién:
por una que levavan tres e quatro nacién.
14 Semeja esti prado egual de Paraíso,
en qui Dios tan grand graçia, tan grand bendiçión miso;
él que crió tal cosa maestro fue anviso:
omne que ý morasse nunqua perdrié el viso.
15 El fructo de los árbores era dulz e sabrido,
si don Adám oviesse de tal fructo comido,
de tan mala manera non serié decibido,
ni tomarién tal danno Eva nin so marido.
16 Sennores e amigos, lo que dicho avemos
palavra es oscura, esponerla queremos:
tolgamos la corteza, al meollo entremos,
prendamos lo de dentro, lo de fuera dessemos.
17 Todos quantos vevimos, que en piedes andamos,
siquiere en presión o en lecho yagamos,
todos somos romeos que camino pasamos,
San Peidro lo diz esto, por él vos lo provamos.
18 Quanto aquí vivimos en ageno moramos;
la ficança durable suso la esperamos;
la nuestra romería estonz la acabamos,
quando a Paraíso las álmas envïamos.
19 En esta romería avemos un buen prado
en qui trova repaire tot romeo cansado:
la Virgin Glorïosa, madre del buen Criado,
del qual otro ninguno egual non fue trobado.
20 Esti prado fue siempre verde en onestat,
ca nunca ovo mácula la su virginidat,
post partum et in partu fue virgin de verdat,
illesa, incorrupta en su entegredat.
21 Las quatro fuentes claras que del prado manavan,
los quatro evangelios, esso significavan,
ca los evangelistas quatro que los dictavan,
quando los escrivién, con ella se fablavan.
22 Quanto escrivién ellos, ella lo emendava,
esso era bien firme lo que ella laudava;
parece que el riego todo d'ella manava
quando a menos d'ella nada non se guiava.
23 La sombra de los árbores, buena, dulz e sanía,
en qui ave repaire toda la romería,
sí son las oraciones que faz Santa María
que por los peccadores ruega noch e día.
24 Quantos que son en mundo, justos e peccadores,
coronados e legos, reys e emperadores,
allí corremos todos, vassallos e sennores,
todos a la su sombra imos coger las flores.
25 Los árbores que facen sombra dulz e donosa
son los santos miraclos que faz la Glorïosa,
ca son mucho más dulzes que azúcar sabrosa,
la que dan al enfermo en la cuita raviosa.
26 Las aves que organan entre essos fructales,
que han las dulzes vozes, dizen cantos leales,
estos son Agustino, Gregorio, otros tales,
quantos que escrivieron los sos fechos reales.
27 Estos avién con ella amor e atenencia,
en laudar los sos fechos metién toda femencia;
todos fablavan d'ella, cascuno su sentencia,
pero tenién por todo todos una creencia.
28 El rosennor que canta por fin maestría,
siquiere la calandria que faz grand melodía,
mucho cantó mejor el barón Isaía
e los otros prophetas, onrrada compannía.
29 Cantaron los apóstolos muedo muy natural,
confessores e mártires facién otro tal;
las vírgenes siguieron la gran Madre caudal,
cantan delante d'ella canto bien festival.
30 Por todas las eglesias, esto es cada día,
cantan laudes ant ella toda la clerecía:
todos li façen cort a la Virgo María;
estos son rossennoles de gran placentería.
31 Tornemos ennas flores que componen el prado,
que lo façen fermoso, apuesto e temprado;
las flores son los nomnes que li da el dictado
a la Virgo María, madre del buen Criado.
32 La benedicta Virgen es estrella clamada,
estrella de los mares, guïona deseada,
es de los marineros en las cuitas guardada,
ca quando éssa veden es la nave guiada.
33 Es clamada, y éslo de los cielos, reína,
tiemplo de Jesu Christo, estrella matutina,
sennora natural, pïadosa vezina,
de cuerpos e de almas salud e medicina.
34 Ella es vellocino que fue de Gedeón,
en qui vino la pluvia, una grand vissïón;
ella es dicha fonda de David el varón
con la qual confondió al gigant tan fellón.
35 Ella es dicha fuent de qui todos bevemos,
ella nos dio el cevo de qui todos comemos;
ella es dicha puerto a qui todos corremos,
e puerta por la qual entrada atendemos.
36 Ella es dicha puerta en sí bien encerrada,
pora nos es abierta pora darnos la entrada;
ella es la palomba de fiel bien esmerada,
en qui non cae ira, siempre está pagada.
37 Ella con grand derecho es clamada Sïón,
ca es nuestra talaya, nuestra defensïón:
ella es dicha trono del reï Salomón,
reï de grand justicia, sabio por mirazón.
38 Non es nomne ninguno que bien derecho venga
que en alguna guisa a ella non avenga;
non ha tal que raíz en ella no la tenga,
nin Sancho nin Domingo, nin Sancha nin Domenga.
39 Es dicha vid, es uva, almendra, malgranada,
que de granos de graçia está toda calcada,
oliva, cedro, bálssamo, palma bien ajumada,
piértega en que sovo la serpiente alzada.
40 El fust que Moïsés enna mano portava
que confondió los sabios que Faraón preciava,
el que abrió los mares e depués los cerrava,
si non a la Gloriosa ál non significava.
41 Si metiéremos mientes en ell otro bastón
que partió la contienda que fue por Aarón,
ál non significava, como diz la lectión,
si non a la Gloriosa, esto bien con razón.
42 Sennores e amigos, en vano contendemos,
entramos en grand pozo, fondo no'l trovaremos;
más serién los sus nomnes que nos d'ella leemos
que las flores del campo, del más grand que savemos.
43 Desuso lo dissiemos que eran los fructales
en qui facién las aves los cantos generales,
los sus sanctos miraclos, grandes e principales,
los quales organamos ennas fiestas caubdales.
44 Quiero dexar con tanto las aves cantadores,
las sombras e las aguas, las devantdichas flores;
quiero d'estos fructales tan plenos de dulzores
fer unos pocos viessos, amigos e sennores.
45 Quiero en estos árbores un ratiello sobir
e de los sos miraclos algunos escrivir;
la Gloriosa me guíe que lo pueda complir,
ca yo non me trevría en ello a venir.
46 Terrélo por miráculo que lo faz la Gloriosa
si guiarme quisiere a mí en esta cosa;
Madre, plena de gracia, reína poderosa,
tú me guía en ello, ca eres pïadosa.
- I -
La casulla de san Ildefonso
47 En España cobdicio de luego empezar,
en Toledo la magna, un famado logar,
ca non sé de qual cabo empieze a contar
ca más son que arenas en riba de la mar.
48 En Toledo la buena, essa villa real,
que yaze sobre Tajo, essa agua cabdal,
ovo un arzobispo, coronado leal,
que fue de la Gloriosa amigo natural.
49 Diziénli Ildefonsso, dizlo la escriptura,
pastor que a su grey dava buena pastura,
omne de sancta vida que trasco grand cordura,
que nos mucho digamos, so fecho lo mestura.
50 Siempre con la Gloriosa ovo su atenencia,
nunqua varón en duenna metió mayor querencia;
en buscarli servicio metié toda femencia,
facié en ello seso e buena providencia.
51 Sin los otros servicios, muchos e muy granados,
dos yazen en escripto, éstos son más notados,
fizo d'ella un libro de dichos colorados
de su virginidat contra tres renegados.
52 Fizo'l otro servicio el leal coronado,
fízoli una fiesta en deciembre mediado.
La que cae en marzo, día muy sennalado,
quando Gabrïel vino con el rico mandado,
53 Quando Gabrïel vino con la messagería,
quando sabrosamientre disso «Ave María»,
e díssoli por nuevas que parrié a Messía
estando tan entrega como era al día.
54 Estonz cae un tiempo, esto por connocía,
non canta la eglesia canto de alegría,
non lieva so derecho tan sennalado día.
Si bien lo comediéremos, fizo grand cortesía.
55 Fizo grand providencia el amigo leal,
que puso essa festa cerca de la Natal;
asentó buena vinna cerca de buen parral,
la Madre con el Fijo, par que non á egual.
56 Tiempo de quaresma es de afflictión,
nin cantan «Aleluya» nin facen processión;
todo esto asmava el anviso varón,
ovo luego por ello onrrado gualardón.
57 Sennor sant Illefonsso, coronado leal,
fazié a la Gloriosa festa muy general;
fincaron en Toledo pocos en su ostal
que non fueron a Missa a la sied obispal.
58 El sancto arzobispo, un leal coronado,
por entrar a la Missa estava aguisado,
en su preciosa cátedra se sedié asentado;
adusso la Gloriosa un present muy onrrado.
59 Apareció'l la Madre del Rey de Magestat,
con un libro en mano de muy grand claridat:
el que él avié fecho de la virginidat;
plogo'l a Illefonsso de toda voluntat.
60 Fízoli otra gracia qual nunqua fue oída:
dioli una casulla sin aguja cosida;
obra era angélica, non de omne texida,
fablóli pocos vierbos, razón buena, complida.
61 «Amigo, -dísso'l- sepas que só de ti pagada,
ásme buscada onrra non simple, ca doblada:
fecist de mí buen libro, ásme bien alavada,
fecístme nueva festa que non era usada.
62 A la tu Missa nueva d'esta festividat,
adúgote ofrenda de grand auctoridat:
cassulla con que cantes, preciosa de verdat,
oy en el día sancto de Navidat.
63 De seer en la cátedra que tú estás posado,
al tu cuerpo sennero es esto condonado;
de vestir esta alva a ti es otorgado,
otro que la vistiere non será bien hallado.»
64 Dichas estas palabras, la Madre glorïosa
tollióseli de ojos, non vío nulla cosa;
acabó su officio la persona preciosa
de la Madre de Christo, crïada e esposa.
65 Esta festa preciosa que avemos contada
en general concilio fue luego confirmada:
es por muchas eglesias fecha e celebrada,
mientre el sieglo fuere non será oblidada.
66 Quando plogo a Christo, al celestial Sennor,
finó Sant Illefonsso, precioso confessor;
onrrólo la Gloriosa, Madre del Crïador,
dio'l gran onrra al cuerpo, a la alma muy mejor.
67 Alzaron arzobispo un calonge lozano,
era muy sovervio e de seso liviano;
quiso eguar al otro, fue en ello villano,
por bien non gelo tovo el pueblo toledano.
68 Posóse enna cátedra del su antecessor,
demandó la cassulla que'l dio el Crïador;
disso palabras locas el torpe peccador,
pesaron a la Madre de Dios Nuestro Sennor.
69 Disso unas palavras de muy grand liviandat:
«Nunqua fue Illefonsso de mayor dignidat,
tan bien so consegrado como él por verdat,
todos somos eguales enna umanidat.»
70 Si non fuesse Sïagrio tan adelante ido,
si oviesse su lengua un poco retenido,
non serié enna ira del Crïador caído,
ond dubdamos que es ¡mal peccado! perdido.
71 Mandó a los ministros la casulla traer
por entrar a la Missa, la confessión fazer,
mas non li fo sofrido ni ovo él poder,
ca lo que Dios non quiere nunqua puede seer.
72 Pero que ampla era la sancta vestidura,
issióli a Sïagrio angosta sin mesura:
prísoli la garganta como cadena dura,
fue luego enfogado por la su grand locura.
73 La Virgen glorïosa, estrella de la mar,
sabe a sus amigos gualardón bueno dar:
bien sabe a los buenos el bien gualardonar,
a los que la dessierven sábelos mal curar.
74 Amigos, a tal Madre aguardarla devemos:
si a ella sirviéremos nuestra pro buscaremos,
onrraremos los cuerpos, las almas salvaremos,
por pocco de servicio grand gualardón prendremos.
- II -
El sacristán fornicario
75 Amigos, si quisiéssedes un pocco esperar,
aun otro miraclo vos querría contar,
que por Sancta María dennó Dios demostrar,
de cuya lege quiso con su boca mamar.
76 Un monge beneíto fue en una mongía,
el logar no lo leo, decir no lo sabría,
querié de corazón bien a Sancta María,
facié a la su statua el enclín cada día.
77 Facié a la su statua el enclín cada día,
fincava los enojos, dicié: «Ave María»;
el abbat de la casa dio'l la sacristanía,
ca teniélo por cuerdo e quito de follía.
78 El enemigo malo, de Belzebud vicario,
que siempre fue e éslo de los buenos contrario,
tanto pudió bullir el sotil aversario
que corrompió al monge, fízolo fornicario.
79 Priso un uso malo el locco peccador,
de noche, quando era echado el prior,
issié por la eglesia fuera del dormitor,
corrié el entorpado a la mala lavor.
80 Siquier a la exida, siquier a la entrada,
delante del altar li cadié la passada;
el enclín e la Ave teniéla bien usada,
non se li oblidava en ninguna vegada.
81 Corrié un río bono de la mongía,
aviélo de passar el monge todavía;
do se vinié el loco de complir su follía,
cadió e enfogóse fuera de la freiría.
82 Quando vino la ora de matines cantar,
non avié sacristano que podiesse sonar:
levantáronse todos, quisque de su logar;
fueron a la eglesia al fraire despertar.
83 Abrieron la eglesia como mejor sopieron,
buscaron al clavero, trobar no lo podieron;
buscando suso e yuso atanto andidieron,
do yazié enfogado, allá lo enfirieron.
84 Qué podrié seer esto no lo podién asmar,
si's murió o'l mataron no lo sabién judgar;
era muy grand la basca e mayor el pesar,
ca cadié en mal precio por esto el logar.
85 Mientre yazié en vanno el cuerpo en el río,
digamos de la alma en qual pleito se vío:
vinieron de dïablos por ella grand gentío,
por levarla al váratro, de deleit bien vazío.
86 Mientre que los dïablos la trayén com a pella,
vidiéronla los ángeles, descendieron a ella,
ficieron los dïablos luego muy grand querella,
que suya era quita, que se partiessen d'ella.
87 Non ovieron los ángeles razón de vozealla,
ca ovo la fin mala e asín sin falla;
tirar no lis podieron valient una agalla,
ovieron a partirse tristes de la vatalla.
88 Acorrió'l la Gloriosa, reína general,
ca tenién los dïablos mientes a todo mal;
mandólis atender, non osaron fer ál,
moviólis pletesía firme e muy cabdal.
89 Propuso la Gloriosa palabra colorada,
«Con esta alma, foles, -diz- non avedes nada;
mientre fue en el cuerpo fue mi acomendada,
agora prendrié tuerto por ir desamparada.»
90 De la otra partida recudió el vozero,
un savidor dïablo, sotil e muy puntero:
«Madre eres de Fijo, alcalde derechero,
que no'l plaze la fuerza nin es end plazentero.
91 Escripto es que el omne allí do es fallado
o en bien o en mal, por ello es judgado:
si esti tal decreto por ti fuere falssado,
el pleit del Evangelio todo es descuiado.»
92 «Fablas -diz la Gloriosa- a guis de cosa nescia,
non te riepto, ca eres una cativa bestia;
quando ixió de casa, de mí priso licencia,
el peccado que fizo yo'l daré penitencia.
93 Serié en fervos fuerza non buena parecencia;
mas apello a Christo, a la su audïencia,
el que es poderoso, pleno de sapiencia,
de la su boca quiero oír esta sentencia.»
94 El Reï de los Cielos, alcalde savidor,
partió esta contienda, non vidiestes mejor:
mandó tornar la alma al cuerpo el Sennor,
dessent qual mereciesse, recibrié tal onor.
95 Estava el convento triste e desarrado,
por esti mal exiemplo que lis era uviado;
resuscitó el fraire que era ya passado,
espantáronse todos ca era aguisado.
96 Fablólis el buen omne, díssolis: «Companneros,
muerto fui e so vivo, d'esto seet bien certeros,
¡Grado a la Gloriosa que salva sos obreros,
que me libró de manos de los malos guerreros!»
97 Contólis por su lengua toda la ledanía,
qué dizien los dïablos e qué Sancta María;
cómo lo quitó ella de su podestadía,
si por ella non fuesse, serié en negro día.
98 Rendieron a Dios gracias de buena boluntat,
a la sancta reína, madre de pïadat,
que fizo tal miraclo por su benignidat,
por qui está más firme toda la christiandat.
99 Confessóse el monge e fizo penitencia,
mejoróse de toda su mala contenencia,
sirvió a la Gloriosa mientre ovo potencia,
finó quando Dios quiso sin mala repindencia,
requiescat in pace cum divina clemencia.
100 Muchos tales miraclos e muchos más granados
fizo Sancta María sobre sos aclamados;
non serién los millésimos por nul omne contados,
mas de lo que sopiéremos, seed nuestros pagados.
- III -
El clérigo y la flor
101 Leemos de un clérigo que era tiestherido,
ennos vicios seglares ferament embevido;
peroque era locco, avié un buen sentido,
amava la Gloriosa de corazón complido.
102 Comoquiere que era en ál malcostumnado,
en saludar a ella era bien acordado;
nin irié a la eglesia nin a ningún mandado,
que el su nomne ante non fuesse aclamado.
103 Dezir no lo sabría sobre quál ocasión
ca nos no lo sabemos si lo buscó o non,
diéronli enemigos salto a est varón,
ovieron a matarlo: ¡Domne Dios lo perdón!
104 Los omnes de la villa e los sus companneros
esto como cuntiera com non eran certeros,
defuera de la villa entre unos riberos,
allá lo soterraron, non entre los dezmeros.
105 Pesó'l a la Gloriosa con est enterramiento,
que yazié el su siervo fuera de su conviento;
apareció'l a un clérigo de buen entendimiento,
díssoli que fizieran en ello fallimiento.
106 Bien avié treinta días que era soterrado:
en término tan luengo podié seer dannado;
dísso'l Sancta María: «Fiziestes desguissado,
que yaz el mi notario de vos tan apartado.
107 Mándote que lo digas: que el mi cancellario
non merecié seer echado del sagrario;
dilis que no lo dexen ý otro trentanario,
métanlo con los otros en el buen fossalario.»
108 Demandóli el clérigo que yazié dormitado,
«¿Quí eres tú que fablas? Dime de ti mandado,
ca quando lo dissiero seráme demandado
quí es el querelloso o quí el soterrado».
109 Díssoli la Gloriosa: «Yo so Sancta María
madre de Jesu Christo que mamó leche mía;
el que vos desechastes de vuestra compannía,
por cancellario mío yo a éssi tenía.
110 El que vos soterrastes luenne del cimiterio,
al que vos non quisiestes fazer nul ministerio,
yo por ésti te fago todo est reguncerio:
si bien no lo recabdas, tente por en lazerio.»
111 El dicho de la duenna fue luego recabdado,
abrieron el sepulcro apriesa e privado;
vidieron un miraclo non simple ca doblado,
el uno e el otro, fue luego bien notado.
112 Issiéli por la boca una fermosa flor
de muy grand fermosura, de muy fresca color;
inchié toda la plaza de sabrosa olor,
que non sentién del cuerpo un punto de pudor.
113 Trobáronli la lengua tan fresca e tan sana
qual parece de dentro la fermosa mazana;
no la tenié más fresca a la meredïana
quando sedié fablando en media la quintana.
114 Vidieron que viniera esto por la Gloriosa,
ca otri non podrié fazer tamanna cosa;
transladaron el cuerpo, cantando «Specïosa»,
aprés de la eglesia en tumba más preciosa.
115 Todo omne del mundo fará grand cortesía
qui fiziere servicio a la Virgo María;
mientre que fuere vivo verá plazentería,
e salvará la alma al postremero día.
- IV -
El galardón de la virgen
116 D'un clérigo otro nos diz la escriptura
que de Sancta María amava su figura:
siempre se inclinava contra la su pintura,
avié muy grand vergüenza de la su catadura.
117 Amava al so Fijo e amava a ella,
tenié por sol al Fijo, la Madre por estrella;
querié bien al Fijuelo, e bien a la ponzella,
porquelos servié poco estava con grant querella.
118 Apriso cinco motes, motes de alegría
que fablan de los gozos de la Virgo María;
diziégelos el clérigo delante cada día,
avié ella con ellos muy grand placentería.
119 «Gozo ayas, María, que el ángel credist,
gozo ayas, María, que virgo conçebist;
gozo ayas, María, que a Christo parist,
la ley vieja çerresti e la nueva abrist.»
120 Quantas fueron las plagas que el Fijo sufrió,
dizié él tantos gozos a la que lo parió;
sí bono fo el clérigo e bien lo mereció,
ovo gualardón bueno, buen grado reçibió.
121 Por estos cinco gozos devemos ál catar:
cinco sesos del cuerpo que nos facen peccar,
el ver, el oír, el oler, el gostar,
el prender de las manos que dizimos tastar.
122 Si estos cinco gozos que dichos vos avemos
a la Madre gloriosa bien gelos ofrecemos,
del yerro que por estos cinco sesos facemos,
por el so sancto ruego grand perdón ganaremos.
123 Enfermó esti clérigo de muy fuert manera,
que li querién los ojos essir de la mollera;
tenié que era toda complida la carrera,
e que li venié cerca la ora postremera.
124 Aparació'l la Madre del Reï celestial
que en misericordia nunqua ovo egual;
«Amigo -dísso'l- sálvete el Sennor spirital,
de cuya Madre fust tú amigo leal.
125 Afuérzate, non temas, non seas desmarrido,
sepas serás aína d'esti dolor guarido;
tente con Dios aúna por de cuita essido,
ca dizlo el tu pulso que es bueno complido.
126 Yo cerca ti estando, tú non ayas pavor,
tente por mejorado de toda la dolor;
recebí de ti siempre servicio e amor,
darte quiero el precio de essa tu lavor».
127 Bien se cuidó el clérigo del lecho levantar,
e que podrié por campo en sos piedes andar,
mas ha grand diferencia de saver a cuidar:
óvose otra guisa esto a terminar.
128 Bien se cuidó el clérigo de la presón essir
e con sus connocientes deportar e reír;
mas non podió la alma tal plazo reçebir,
desamparó el cuerpo, ovo end a essir.
129 Prísola la Gloriosa, de los cielos Reína,
fuese la afijada con la buena madrina;
prisiéronla los ángeles con la gracia divina,
leváronla al Cielo do el bien nunqua fina.
130 La Madre glorïosa lo que li prometió,
benedicta sea ella que bien gelo cumplió;
como lo dizié ella él no lo entendió,
mas en quanto que disso verdadera issió.
131 Quantos la voz udieron e vidieron la cosa,
todos tenién que fizo miráculo la Gloriosa;
tenién que fue el clérigo de ventura donosa,
glorificavan todos a la Virgo preciosa.
- V -
El pobre caritativo
132 Era un omne pobre que vivié de raziones,
non avié otras rendas nin otras furcïones
fuera quando lavrava, esto poccas sazones:
tenié en su alzado bien poccos pepïones.
133 Por ganar la Gloriosa que él mucho amava,
partiélo con los pobres todo quanto ganava;
en esto contendié e en esto punnava,
por aver la su gracia su mengua oblidava.
134 Quando ovo est pobre d'est mundo a passar,
fablóli muy sabroso, queriélo falagar,
udieron la palavra todos los del logar.
135 «Tú mucho cobdiciest la nuestra compannía,
sopist pora ganarla bien buena maestría,
ca partiés tus almosnas, diziés 'Ave María',
por qué lo faziés todo yo bien lo entendía.
136 Sepas que es tu cosa toda bien acabada,
ésta es en que somos la cabera jornada;
el 'Ite missa est', conta que es cantada,
venida es la ora de prender la soldada.
137 Yo so aquí venida por levarte comigo,
al regno de mi Fijo que es bien tu amigo,
do se ceban los ángeles del buen candïal trigo;
a las Sanctas Virtutes plazerlis há contigo.»
138 Quando ovo la Gloriosa el sermón acabado,
desamparó la alma al cuerpo venturado,
prisiéronla de ángeles, un convento onrrado,
leváronla al Cielo, ¡Dios sea end laudado!
139 Los omnes que avién la voz ante oída,
tan aína vidieron la promesa complida;
a la Madre gloriosa que es tan comedida,
todos li rendién gracias, quisque de su partida.
140 Qui tal cosa udiesse serié malventurado
si de Sancta María non fuesse muy pagado,
si más no la onrrasse serié desmesurado,
qui de ella se parte es muy mal engannado.
141 Aun más adelante queremos aguijar:
tal razón como ésta non es de destajar,
ca éstos son los árbores do devemos folgar,
en cuya sombra suelen las aves organar.
- VI -
El ladrón devoto
142 Era un ladrón malo que más querié furtar
que ir a la eglesia nin a puentes alzar;
sabié de mal porcalzo su casa governar,
uso malo que priso, no lo podié dexar.
143 Si facié otros males, esto no lo leemos,
serié mal condempnarlo por lo que non savemos,
mas abóndenos esto que dicho vos a vemos,
si ál fizo, perdóneli Christus en qui creemos.
144 Entre las otras malas, avié una bondat
que li vahó en cabo e dioli salvedat;
credié en la Gloriosa de toda voluntat,
saludávala siempre contra la su magestat.
145 Si fuesse a furtar, o a otra locura,
siempre se inclinava contra la su figura,
dizié «Ave María» e más de escriptura,
tenié su voluntad con esto más segura.
146 Como qui en mal anda en mal á a caer,
oviéronlo con furto est ladrón a prender;
non ovo nul consejo con qué se defender,
judgaron que lo fuessen en la forca poner.
147 Levólo la justicia pora la crucejada,
do estava la forca por concejo alzada;
prisiéronli los ojos con toca bien atada,
alzáronlo de tierra con soga bien tirada.
148 Alzáronlo de tierra quanto alzar quisieron,
quantos cerca estavan por muerto lo tovieron:
si ante lo sopiessen lo que depués sopieron,
no li ovieran fecho esso que li fizieron.
149 La Madre glorïosa, duecha de acorrer,
que suele a sus siervos ennas cuitas valer,
a esti condempnado quísoli pro tener,
membróli del servicio que li solié fer.
150 Metióli so los piedes do estava colgado
las sus manos preciosas, tóvolo alleviado:
non se sintió de cosa ninguna embargado,
non sovo plus vicioso nunqua nin más pagado.
151 Ende al día terzero vinieron los parientes,
vinieron los amigos e los sus connocientes,
vinién por descolgallo rascados e dolientes,
sedié mejor la cosa que metién ellos mientes.
152 Trobáronlo con alma alegre e sin danno,
non serié tan vicioso si yoguiesse en vanno;
dizié que so los piedes tenié un tal escanno,
non sintrié mal ninguno si colgasse un anno.
153 Quando lo entendieron los que lo enforcaron,
tovieron que el lazo falsso gelo dexaron;
fueron mal rependidos que no lo degollaron,
tanto gozarién d'esso quanto depués gozaron.
154 Fueron en un acuerdo toda essa mesnada,
que fueron engannados enna mala lazada,
mas que lo degollassen con foz o con espada;
por un ladrón non fuesse tal villa afontada.
155 Fueron por degollarlo los mancebos más livianos,
con buenos seraniles grandes e adïanos;
metió Sancta María entre medio las manos,
fincaron los gorgueros de la golliella sanos.
156 Quando esto vidieron que no'l podién nocir,
que la Madre gloriosa lo querié encobrir,
oviéronse con tanto del pleito a partir,
hasta que Dios quisiesse dexáronlo vevir.
157 Dexáronlo en paz que se fuesse su vía,
ca ellos non querién ir contra Sancta María,
mejoró en su vida, partióse de follía:
quando cumplió so corso murióse de su día.
158 Madre tan pïadosa, de tal benignidat,
que en buenos e en malos face su pïadat,
devemos bendicirla de toda voluntat:
los que la bendissieron ganaron grand rictat.
159 Las mannas de la Madre con las d'El que parió
semejan bien calannas qui bien las connoció;
Él por bonos e malos, por todos descendió,
Ella, si la rogaron, a todos acorrió.
- VII -
San Pedro y el monje mal ordenado
160 En Colonna la rica, cabeza de regnado,
avié un monesterio de Sant Peidro clamado;
avié en él un monge assaz mal ordenado,
de lo que diz la regla avié pocco cuidado.
161 Era de pocco seso, facié mucha locura,
porque lo castigavan non avié nulla cura;
cuntió'l en est comedio muy grand desaventura:
parió una bagassa d'él una creatura.
162 Por salud de su cuerpo e por vevir más sano,
usava lectüarios apriesa e cutiano,
en ivierno calientes, e fríos en verano,
devrié andar devoto e andava lozano.
163 Vivié en esta vida en grand tribulación,
murió por sus peccados por fiera ocasión,
nin priso Corpus Dómini nin fizo confessión,
levaron los dïablos la alma en presón.
164 San Peidro el apóstol ovo d'él compassión,
ca en su monesterio fiziera professión:
rogó a Jesu Christo con grand devoción
de su misericordia que'l ficiesse ración.
165 Dísso'l Jesu Christo: «Peidro, el mi amado,
bien sabes tú qué disso David en su dictado,
que essi folgarié en el monte sagrado
que entró sin mançiella e quito de peccado.
166 Essi por qui tú ruegas, fincada tu rodiella,
nin obrava justicia nin vivié sin manciella;
por la su compannía non valió más la ciella:
¿En quál él mereció posara en tal siella?»
167 Rogó a las Vertutes Sant Peidro celestiales,
que rogassen al Padre de los penitenciales,
que quitassen est omne de los lazos mortales,
recudióli palavras como las otras tales.
168 Tornó en la Gloriosa, Madre del Nuestro Don,
e en las otras vírgenes que de su casa son;
fueron ellas a Christo con gran suplicación,
por la alma del monge ficieron oración.
169 Quando vío don Christo la Madre glorïosa,
e de las sus amigas processión tan preciosa,
issió a recebirlas de manera fermosa:
¡Alma que lo vidiesse serié bien venturosa!
170 «Madre -dixo don Christo- yo saberlo querría,
¿qué negocio vos trae con esta compannía?»
«Fijo -disso la Madre- a rogarvos venía
por alma de un monge de fulana mongía.»
171 «Madre -dixo el Fijo- non serié derechura,
tal alma de tal omne entrar en tal folgura:
serié menoscabada toda la escriptura;
mas por el vuestro ruego faremos ý mesura.
172 Quiero fazer atanto por el vuestro amor:
torne aún al cuerpo en qui fo morador;
faga su penitencia como faz peccador,
e puede seer salvo por manera mejor.»
173 Quando udió Sant Peidro esti tan dulz mandado,
vío que su negocio era bien recabdado;
tornó a los dïablos, concejo enconado:
la alma que levavan, tolliógela sin grado.
174 Diógela a dos ninnos de muy grant claridat,
creaturas angélicas de muy grant sanctidat;
diógela en comienda de toda voluntat
por tornarla al cuerpo con grand seguridat.
175 Diérongela los ninnos a un fradre onrrado
que fuera en su orden de chiquinez criado;
levóla él al cuerpo que yaçié mortajado,
resuscitó el monge, ¡Dios sea end laudado!
176 A la alma del monge díxoli la su guía,
el fraire, omne bueno, que ante vos dizía:
«Yo te ruego por Dios e por Sancta María,
que tengas un clamor tú por mí cada día.
177 Otra cosa te ruego: que la mi sepultura
que yaz toda cubierta de suso de vasura,
tú la hagas varrer por tu buena mesura;
tú lo cumpli, ¡sí Dios te dé buena ventura!»
178 Resuscitó el monge, el que era transido,
pero por un grand día sovo fuert estordido;
maguer tornó en cabo en todo so sentido,
regunzó al convento por qué avié trocido.
179 Rendieron a Dios gracias, a la Virgo real,
e al sancto apóstolo, clavero celestial
que por salvar su monge sufrió porfazo tal;
non fue esti miraclo de precio sivuelqual.
180 Non aya nadi dubda entre su corazón
nin diga esta cosa podrié seer o non;
ponga enna Gloriosa bien su entencïón,
entendrá que non viene esto contra razón.
181 Como es la Gloriosa plena de bendición,
es plena de gracia, e quita de dicïón;
no'l serié negada ninguna petición,
no li diçrié tal Fijo a tal Madre de non.
- VIII -
El romero engañado por el enemigo malo
182 Sennores e amigos, por Dios e caridat,
oíd otro miraclo, fermoso por verdat;
Sant Ugo lo escripso, de Grunniego abbat,
que cuntió a un monge de su socïedat.
183 Un fraire de su casa, Guiralt era clamado,
ante que fuesse monge era non bien senado:
facié a las debeces follía e peccado,
como omne soltero que non es apremiado.
184 Víno'l en corazón do se sedié un día
al apóstol de Espanna de ir en romería;
aguisó su facienda, buscó su compannía,
destajaron el término cómo fuessen su vía.
185 Quando a essir ovieron fizo una nemiga:
en logar de vigilia yogó con su amiga.
Non tomó penitencia como la ley prediga,
metióse al camino con su mala hortiga.
186 Pocco avié andado aún de la carrera,
avés podrié seer la jornada tercera,
ovo un encontrado cabo una carrera,
mostrávase por bueno, en berdat no lo era.
187 El dïablo antigo siempre fo traïdor,
es de toda nemiga maestro sabidor;
semeja a las vezes ángel del Crïador
e es dïablo fino, de mal sosacador.
188 Transformóse el falso en ángel verdadero,
paróseli delante en medio un sendero:
«Bien seas tú venido -díssoli al romero-
seméjasme cossiella simple como cordero.
189 Essisti de tu casa por venir a la mía;
quando essir quisisti fizist una follía:
cuidas sin penitencia complir tal romería;
non te lo gradirá esto Sancta María.»
190 «¿Quién sodes vos, sennor?» díssoli el romero;
Recudió'l: «Yo so Jácobo, fijo de Zebedeo;
sépaslo bien, amigo, andas en devaneo,
semeja que non aves de salvarte deseo.»
191 Disso Guirald: «Sennor, pues vos ¿qué me mandades?
Complirlo quiero todo, quequier que me digades,
ca veo lo que fizi, grandes iniquitades,
non prisi el castigo que diçen los abbades.»
192 Disso el falso Jácob: «Esti es el judicio:
que te cortes los miembros que facen el fornicio;
dessent que te degüelles: farás a Dios servicio,
que de tu carne misma li farás sacrificio.»
193 Crediólo el astroso, locco e desessado,
sacó su cuchellijo que tenié amolado;
cortó sus genitales, el fol malventurado:
dessende degollóse, murió descomulgado.
194 Quando los companneros que con elli isieron
plegaron a Guiraldo e tal lo vidieron,
fueron en fiera cuita en qual nunqua sovieron;
esto cómo avino asmar no lo pudieron.
195 Vidién que de ladrones non era degollado,
ca no'l tollieran nada ni'l avién ren robado;
non era de ninguno omne desafïado,
non sabién de quál guisa fuera ocasionado.
196 Fussieron luego todos e fueron derramados,
teniénse d'esta muerte que serién sospechados;
porque ellos non eran enna cosa culpados,
que serién por ventura presos e achacados.
197 El que dio el consejo con sus atenedores,
los grandes e los chicos, menudos e mayores,
travaron de la alma los falsos traïdores,
levávanla al fuego, a los malos suores.
198 Ellos que la levavan non de buena manera,
víolo Sanctïago cuyo romeo era;
issiólis a grand priessa luego a la carrera,
paróselis delante enna az delantera.
199 «Dessad -disso- maliellos la preda que levades,
non vos yaz tan en salvo como vos lo cuidades;
tenedla a derecho, fuerza no li fagades,
creo que non podredes, maguer que lo querades.»
200 Recudióli un dïablo, paróseli refacio:
«Yago, ¿quiéreste fer de todos nos escarnio?
¿A la razón derecha quieres venir contrario?
¡Traes mala cubierta so el escapulario!
201 Guirald fizo nemiga, matóse con su mano,
deve seer judgado por de Judas ermano;
es por todas las guisas nuestro parroquïano;
¡Non quieras contra nos, Yago, seer villano!»
202 Díssoli Sanctïago: «¡Don traïdor palavrero!
Non vos puet vuestra parla valer un mal dinero;
trayendo la mi voz como falsso vozero,
disti consejo malo, matest al mi romero.
203 Si tú no li dissiesses que Sanctïago eras,
tú no li demostrasses sennal de mis veneras,
non dannarié su cuerpo con sus mismes tiseras,
nin yazdrié como yaze fuera por las carreras.
204 Prisi muy grand superbia de la vuestra partida,
tengo que la mi forma es de vos escarnida,
matastes mi romeo, con mentira sabida,
demás veo agora la alma maltraída.
205 Seedme a judicio de la Virgo María,
yo a ella me clamo en esta pleitesía;
otra guisa de vos yo non me quitaría,
ca veo que traedes muy grand alevosía.»
206 Propusieron sus vozes ante la Glorïosa;
fo bien de cada parte afincada la cosa;
entendió las razones la reína preciosa,
terminó la varaja de manera sabrosa:
207 «El enganno que priso, pro li devié tener,
elli a Sanctïago cuidó obedecer,
ca tenié que por esso podrié salvo seer;
más el engannador lo devié padeçer.»
208 Disso: «Yo esto mando e dólo por sentencia:
la alma sobre quien avedes la entencia,
que torne en el cuerpo, faga su penitencia,
desend qual mereciere, avrá tal audïencia.»
209 Valió esta sentencia, fue de Dios otorgada,
fue la alma mesquina en el cuerpo tornada,
que pesó al dïablo, a toda su mesnada,
a tornar fo la alma a la vieja posada.
210 Levantóse el cuerpo que yazié trastornado,
alimpiava su cara Guirald el degollado;
estido un ratiello como qui descordado,
como omne que duerme e despierta irado.
211 La plaga que oviera de la degolladura
abés parecié d'ella la sobresanadura;
perdió él la dolor e toda la cochura,
todos dizién: «Est omne fue de buena ventura.»
212 Era de lo ál todo sano e mejorado,
fuera de un filiello que tenié travesado;
mas lo de la natura quanto que fo cortado,
non li creció un punto, fincó en su estado.
213 De todo era sano, todo bien encorado,
pora verter su agua fincóli el forado;
requirió su repuesto, lo que trayé trossado,
pensó de ir su vía alegre e pagado.
214 Rendió gracias a Dios e a Sancta María,
e al sancto apóstolo do va la romería;
cueitóse de andar, trobó la compannía,
avién esti miraclo por solaz cada día.
215 Sonó por Compostela esta grand maravilla,
viniénlo a veer todos los de la villa;
dicién: «Esta tal cosa, deviemos escrivilla;
los que son por venir, plazrális de oílla.»
216 Quando fo en su tierra, la carrera complida,
e udieron la cosa que avié contecida,
tenié grandes clamores, era la gent movida
por veer esti Lázaro dado de muert a vida.
217 Metió en su facienda esti romeo mientes,
cómo lo quitó Dios de maleítos dientes;
desemparó el mundo, amigos e parientes,
metióse en Grunniego, vistió pannos punientes.
218 Don Ugo, omne bueno, de Grunniego abbat
varón religïoso, de muy grand sanctidat,
contava est miraclo que cuntió en verdat,
metiólo en escripto, fizo grand onestat.
219 Guirad finó en orden vida buena faciendo,
en dichos e en fechos al Criador sirviendo,
en bien perseverando, del mal se repindiendo,
el enemigo malo non se fo d'él ridiendo.
De quanto que peccara, dio a Dios buen emiendo.
- IX -
El clérigo simple
220 Era un simple clérigo, pobre de clerecía
dicié cutiano missa de la Sancta María;
non sabié decir otra, diciéla cada día,
más la sabié por uso que por sabiduría.
221 Fo est missacantano al bispo acusado,
que era idïota, mal clérigo provado;
«Salve Sancta Parens» sólo tenié usado,
non sabié otra missa el torpe embargado.
222 Fo durament movido el obispo a sanna,
dicié: «Nunqua de preste oí atal hazanna.»
Disso: «Diçit al fijo de la mala putanna
que venga ante mí, no lo pare por manna.»
223 Vino ante el obispo el preste peccador,
avié con el grand miedo perdida la color,
non podíe de vergüenza catar contra'l sennor,
nunqua fo el mesquino en tan mala sudor.
224 Díssoli el obispo: «Preste, dime la verdat,
si es tal como dizen la tu necïedat.»
Díssoli el buen omne, «Sennor, por caridat,
si disiesse que non, dizría falsedat».
225 Díssoli el obispo: «Quando non as cïencia
de cantar otra missa nin as sen nin potencia,
viédote que non cantes, métote en sentencia,
vivi como merezes por otra agudencia.»
226 Fo el preste su vía triste e dessarrado,
avié muy grand vergüenza, el danno muy granado;
tornó en la Gloriosa, ploroso e quesado,
que li diesse consejo ca era aterrado.
227 La madre pïadosa que nunqua falleció
a qui de corazón a piedes li cadió,
el ruego del su clérigo luego gelo udió:
no lo metió por plazo, luego li acorrió.
228 La Virgo glorïosa, madre sin dicïón,
apareció'l al obispo luego en visïon;
díxoli fuertes dichos, un brabiello sermón,
descubrióli en ello todo su corazón.
229 Díxoli brabamientre: «Don obispo lozano,
¿contra mí por qué fust tan fuert e tan villano?
Yo nunqua te tollí valía de un grano,
e tú ásme tollido a mí un capellano.
230 El que a mí cantava la missa cada día,
tú tovist que facié yerro de eresía;
judguéstilo por bestia e por cosa radía,
tollisteli la orden de la capellanía.
231 Si tú no li mandares decir la missa mía
como solié decirla, grand querella avría,
e tú serás finado hasta el trenteno día,
¡Desend verás qué vale la sanna de María!»
232 Fo con estas menazas el bispo espantado,
mandó envïar luego por el preste vedado;
rogó'l que'l perdonasse lo que avié errado,
ca fo él en su pleito durament engannado.
233 Mandólo que cantasse como solié cantar,
fuesse de la Gloriosa siervo del su altar;
si algo li menguasse en vestir o calzar,
él gelo mandarié del suyo mismo dar.
234 Tornó el omne bueno en su capellanía,
sirvió a la Gloriosa, madre Sancta María;
finó en su oficio de fin qual yo querría,
fue la alma a gloria a la dulz cofradría.
235 Non podriemos nos tanto escrivir nin rezar,
aun porque podiéssemos muchos annos durar,
que los diezmos miraclos podiéssemos contar,
los que por la Gloriosa denna Dios demostrar.
- X -
Los dos hermanos
236 Enna villa de Roma, essa noble cibdat,
maestra e sennora de toda christiandat,
avié ý dos ermanos de grant auctoridat,
el uno era clérigo, el otro podestat.
237 Peidro'l dizién al clérigo, avié nomne atal,
varón sabio e noble, del papa cardenal;
entre las otras mannas avié una sin sal,
avié grand avaricia, un peccado mortal.
238 Estevan avié nomne el secundo ermano,
entre los senadores non avié más lozano;
era muy poderoso en el pueblo romano,
avié en «prendo prendis» bien usada la mano.
239 Era muy cobdicioso, querié mucho prender,
falssava los judizios por gana de aver;
tolliélis a los omnes lo que lis podié toller,
más preciava dineros que justicia tener.
240 Con sus judicios falsos de los sus paladares,
a Sant Laurent el mártir tollióli tres casares;
perdió Sancta Agnés por él bonos logares,
un uerto que valié de sueldos muchos pares.
241 Murió el cardenal don Peidro el onrrado,
fo a los purgatorios, do merecié seer levado;
ante de poccos días fo Estevan finado,
atendié tal judizio qual él lo avié dado.
242 Víolo San Laurencio, católo feamientre,
primió'l en el brazo tres vezes duramientre;
quessóse don Estevan bien entro en el bientre,
no'l primiren tenazas de fierro tan fuertmientre.
243 Vío'l Sancta Agnés a qui tollió el uerto,
tornóli las espaldas, cató'l con rostro tuerto;
estonz dixo Estevan: «Esto es mal confuerto,
toda nuestra ganancia ixiónos a mal puerto.»
244 Dios el nuestro Sennor, alcalde derechero,
al que non se encubre bodega nin cellero,
dixo que esti omne fuera mal ballestero,
cegó a muchos omnes, non a uno sennero:
245 «Deseredó a muchos por mala vozería,
siempre por sus peccados asmó alevosía.
Non mereze entrar en nuestra compannía,
¡vaya yacer con Judas en essa fermería!»
246 Prisiéronlo por tienllas los guerreros antigos
los que siempre nos fueron mortales enemigos,
dávanli por pitanza non mazanas nin figos,
mas fumo e vinagre, feridas e pelcigos.
247 Vío a su ermano con otros peccadores,
do sedié el mesquino en muy malos sudores;
metié vozes e gritos, lágrimas e plangores,
avié grand abundancia de malos servidores.
248 Aviénla ya levada cerca de la posada,
do nunqua verié cosa de que fuesse pagada,
nin verié sol ni luna nin buena rucïada,
e serié en tiniebra como emparedada.
249 Díxo'l: «Decit, ermano, preguntárvoslo quiero,
¿por quál culpa yaçedes, en lazerio tan fiero?
ca si Dios lo quisiere e yo ferlo podiero,
buscarvos é acorro en quanto que sopiero.»
250 Dixo Peidro: «En vida trasqui grand avaricia,
óvila por amiga abueltas con cobdicia;
por esso so agora puesto en tan mala tristicia;
qui tal faze, tal prenda, fuero es e justicia.
251 Mas si el apostóligo con la su clerecía
cantasse por mí missa solamientre un día,
fío en la Gloriosa, madre Sancta María,
que me darié Dios luego alguna mejoría.»
252 D'est varón don Estevan de qui fablamos tanto,
porque muchas maldades trayé so el su manto,
avié una bondat, amava a un sancto,
tanto que non podriémos demostrarvos nos quanto.
253 Amava a Proyecto, mártir de grand valor,
guardava'l bien la festa como al Buen Sennor,
facié'l rico officio e muy grand onor,
de pobres e de clérigos, quanto podié mejor.
254 Laurencio e Agnés, maguer que despechados,
porque los ovo elli ante deseredados,
moviólos pïadad e fueron amanssados,
cataron más a Dios que a los sos peccados.
255 Fueron pora Proyecto, fuera cuyo rendido,
dissiéronli: Proyecto, non seas adormido,
piensa del tu Estevan que anda escarnido,
réndili gualardón ca óvote servido.»
256 Fue pora la Gloriosa que luz más que estrella,
movióla con grand ruego, fue ante Dios con ella,
rogó por esta alma que trayén como a pella,
que non fuesse judgada secundo la querella.
257 Disso a esti ruego Dios el nuestro Sennor:
«Faré tanta de gracia por el vuestro amor;
torne aún al cuerpo la alma peccador,
desend qual mereciere, recibrá tal onor.
258 Aya tanto de plazo hasta los treynta días,
que pueda mejorar todas sus malfetrías;
mas bien gelo afirmo par las palavras mías,
ý serán rematadas todas sus maestrías.»
259 Rendieron «Gratias multas» a Dios los rogadores,
porque empïadava a los sos peccadores,
que libró esta alma de manos de traïdores,
que son de los fideles siempre engannadores.
260 Quando lo entendió la gent adïablada,
quitóse de la alma, que tenié legada;
prísola Sant Proyecto que la avié ganada,
guïóla pora'l cuerpo, a essa su posada.
261 Díssoli la Gloriosa, madre del Crïador,
«Estevan, rendi gracias a Dios el buen Sennor:
gran gracia te á fecha que non podrié mayor;
del mal, si non te guardas, caerás en peor.
262 Estevan, un consejo te quiero aún dar,
Estevan, es consejo que deves tú tomar:
mándote cada día un salmo recitar,
«Beati inmaculati...» bien bueno de rezar.
263 Si tú cada mannana esti salmo rezares,
e tú a las eglesias los tuertos enmendares,
ganará la tu alma Gloria quando finares,
escusarás las penas e los graves logares».
264 Resuscitó Estevan, ¡grado a Jesu Christo!
Regunzóli al Papa quanto que avié visto,
lo que li disso Peidro, su ermano bienquisto,
que yazié en grand pena, lazrado e muy tristo.
265 Demostrava el brazo que tenié livorado,
en el que Sant Laurent lo ovo apretado,
pidié merced al Papa con el cuerpo prostrado,
que cantasse la missa por Peidro el lazrado.
266 Por ferlis bien creencia, por seer bien creído,
disso que a los treynta días serié transido;
dissieron todos: «Esto signo es connocido,
si diz verdat o non será bien entendido.»
267 Entregó ricamientre a los deseredados,
a los que tuerto tovo fízolos bien pagados,
confessóse al preste de todos sos peccados,
de quantos avié fechos e dichos e asmados.
268 Ya andava en cabo de las quatro semanas,
hasta los treynta días avié poccas mannanas,
despidióse Estevan de las yentes romanas,
sabié que las palabras de Dios non serién vanas.
269 En el día trenteno fizo su confessión,
recibió Corpus Dómini con grand devocïón;
echóse en su lecho, fizo su oración,
tendió a Dios la alma, finó con bendición.
- XI -
El labrador avaro
270 Era en una tierra un omne labrador
que usava la reja más que otra lavor;
más amava la tierra que non al Crïador,
era de muchas guisas omne revolvedor.
271 Fazié una nemiga, suziela por verdat,
cambiava los mojones por ganar eredat,
façié a todas guisas tuerto e falsedat,
avié mal testimonio entre su vecindat.
272 Querié, peroque malo, bien a Sancta María,
udié los sus miráculos, dávalis acogía;
saludávala siempre, diciéli cada día:
«Ave gratïa plena que parist a Messía.»
273 Finó el rastrapaja de tierra bien cargado,
en soga de dïablos fue luego cativado,
rastrávanlo por tienllas, de cozes bien sovado,
pechávanli a duplo el pan que dio mudado.
274 Doliéronse los ángeles d'esta alma mesquina,
por quanto la levavan dïablos en rapina;
quisieron acorrelli, ganarla por vecina,
mas pora fer tal pasta menguavalis farina.
275 Si lis dizién los ángeles de bien una razón,
ciento dicién los otros, malas que buenas non;
los malos a los bonos teniénlos en rencón,
la alma por peccados non issié de presón.
276 Levantóse un ángel, disso: «Yo so testigo,
verdat es, non mentira esto que yo vos digo:
el cuerpo, el que trasco esta alma consigo,
fue de Sancta María vassallo e amigo.
277 Siempre la ementava a yantar e a cena,
diziéli tres palabras: 'Ave gratïa plena';
la boca por qui essié tan sancta cantilena
non merecié yazer en tan mala cadena.»
278 Luego que esti nomne de la Sancta Reína
udieron los dïablos cogieron's de ý aína;
derramáronse todos como una neblina,
desampararon todos a la alma mesquina.
279 Vidiéronla los ángeles seer desemparada,
de piedes e de manos con sogas bien atada;
sedié como oveja que yaze ensarzada,
fueron e adussiéronla pora la su majada.
280 Nomne tan adonado e de vertut atanta,
que a los enemigos seguda e espanta,
non nos deve doler nin lengua nin garganta
que non digamos todos: «Salve Regina Sancta.»
- XII -
El prior de san Salvador y el sacristán Uberto
281 En una villa bona que la claman Pavía,
cibdat de grand facienda, yaze en Lombardía,
avié dentro en ella una rica mongía,
de muy bonos omnes, muy sancta compannía.
282 Era el monesterio alzado en onor
del que salvó el mundo, sennor Sant Salvador;
avié por aventura en elli un prior
que non querié vevir si non a su sabor.
283 Avié el bon omne una lengua errada,
dizié mucha orrura de la regla vedada;
fazié una tal vida non mucho ordenada,
pero dicié sus oras en manera temprada.
284 Avié una costumne que li ovo provecho,
dizié todas sus oras como monge derecho,
a las de la Gloriosa siempre sedié erecho,
aviéli el dïablo por ello grand despecho.
285 Peroque semejava en unas cosas boto
e como vos dissiemos que era bocarroto,
en amar la Gloriosa era muy devoto,
dizié el su oficio de suo corde toto.
286 Ovo quando Dios quiso est prior a finar,
cadió en un exilio, en un áspero logar,
non vos podrié nul omne el lazerio contar
que el prior levava, ni lo podrié asmar.
287 Avié un sacristano en essa abadía
que guardava las cosas de la sacristanía;
Uberto avié nomne, cuerdo e sin follía,
valié más ca non menos por elli la mongía.
288 Ante de los matines, una grand madrugada,
levantóse est monge rezar la matinada,
tanner a los matines, despertar la mesnada,
enderezar las lámpadas, allumnar la posada.
289 El prior de la casa, de suso ementado,
anno avié complido deque fuera finado,
pero fue el su pleito en cabo rezentado,
tan bien como al día quando fo soterrado.
290 El monge de la casa que sacristano era,
ante que empezasse tanner la monedera,
alimpiava las lámpadas por fer mejor lumnera,
priso un grand espanto de estranna manera.
291 Udió una voz d'omne, flaquiella e cansada,
disso: «Fraire Ubert», non sola una vegada;
connocióla Ubert e non dubdó en nada
que la del prior era; priso grand espantada.
292 Salió de la eglesia, fo a la fermería,
non levava de miedo la voluntat vazía,
non irié tan apriesa yendo en romería,
¡don Bildur lo levava par la cabeza mía!
293 Estando de tal guisa fuera de las vertudes,
udió «Ubert, Ubert, ¿por qué me non recudes?
Cata, non ayas miedo, por ren non te demudes,
piensa cómo me fables e cómo me pescudes».
294 Estonz dixo Ubert: «Prior, ¡fe que devedes!
de vos como estades, vos me lo regunzedes,
que sepa el cabildo de vos como seedes,
en quál estado sodes o quál lo atendedes.»
295 Díssoli el prior: «Ubert, el mió crïado,
sepas hasta aquí mal á de mi estado;
cadí en un exilio crudo e destemprado:
el príncep de la tierra Smirna era clamado.
296 Sufrí mucho lazerio, passé mucho mal día,
el mal que he passado contar no lo podría,
mas ovo a passar por ý Sancta María,
ovo pesar e duelo del mal que yo sufría.
297 Prísome por la mano e levóme consigo,
levóme al logar temprado e abrigo;
tollióme de la premia del mortal enemigo,
púsome en logar do vivré sin peligro.
298 ¡Grado a la Gloriosa que es de gracia plena!
fuera só del lazerio, essido só de pena;
caí en dulz vergel cerca de dulz colmena,
do nunqua veré mengua de yantar nin de cena.»
299 Calló la voz con tanto, despertó el conviento,
fueron a la eglesia todos de buen taliento;
dissieron los matines, ficieron complimiento,
de guisa que podrié Dios aver pagamiento.
300 Los matines cantados, esclareció el día,
dissieron luego prima, desend la ledanía,
fueron a su capítulo la sancta compannía,
ca esto es de regla, costumne de mongía.
301 Estando en capítulo, leída la lectión,
fizo el sacristano su genuflexïón;
contólis al conviento toda la visïón,
plorando de los ojos a muy grant missïón.
302 Rendieron todos gracias a la Madre gloriosa,
que sobre sos vassallos es siempre pïadosa;
fueron a la eglesia cantando rica prosa,
fizieron en escripto meter toda la cosa.
303 End a poco de tiempo murió el sacristano,
murió de fin qual dé Dios a tot christiano,
issió de mal ivierno, entró en buen verano,
fo pora paraíso do será siempre sano.
304 Esto es sumum bonum servir atal Sennora,
que save a sus siervos acorrer en tal ora;
ésta es buena tienda, ésta buena pastora,
que bale a tot omne que de buen cor la ora.
305 Quantos que la udieron esta tal visïón
cogieron en sus almas mayor devocïón,
en amar la Gloriosa de mayor corazón,
aclamarse a ella en su tribulación.
- XIII -
El nuevo obispo de Pavía
306 En essa misme cibdat avié un buen christiano,
avié nombre Jerónimo, era missacantano;
fazié a la Gloriosa servicio muy cutiano,
los días e las noches, ivierno e verano.
307 Finó por aventura el bispo del logar,
non se podién por nada en otro acordar;
tovieron tridüano, querién a Dios rogar,
que Elli lis mostrasse quál deviessen alzar.
308 A un omne católico, bien de religïón,
fablóli la Gloriosa, disso'l en visïón:
«¿Varón, por qué estades en tal dissensïón?
Dad al mi creendero esta electïón.»
309 Disso'l el omne bono por seer bien certero:
«¿Quí eres tú qui fablas o quí el creendero?»
«Yo so -li disso ella- la Madre de Dios vero,
Jerónimo li dizen a essi mi clavero.
310 Seï mi mensagero, lieba esti mandado,
yo te mando que sea aína recabdado;
si ál faz el cabillo será mal engannado,
non será el mi Fijo del su fecho pagado.»
311 Díssolo e crediéronlo esto los electores,
mas quí era Jerónimo non eran sabidores;
metieron por la villa omnes barruntadores,
darién buen alvrizia a los demostradores.
312 Trobaron a Jerónimo preste parroquïal,
omne sin grandes nuevas, sabié pocco de mal,
leváronlo por mano a la siet catedral,
diéronli por pitanza la siella obispal.
313 Siguiendo el message, él de Sancta María,
ficiéronlo obispo e sennor de Pavía;
ovieron ende todos savor e alegría,
qua vidién que la cosa vinié por buena vía.
314 Fue muy buen obispo e pastor derechero,
león pora los bravos, a los mansos cordero;
guïava bien su grei non como soldadero
mas como pastor firme que está bien façero.
315 Guïóli su fazienda Dios nuestro Sennor,
fizo buena la vida, la fin mucho mejor;
quando issió d'est sieglo fue al otro mayor,
guïólo la Gloriosa, madre del Crïador.
316 Madre tan pïadosa siempre sea laudada,
siempre sea bendicha e siempre adorada,
que pone sus amigos en onrra tan granada,
la su misericordia nunqua serié asmada.
- XIV -
La imagen respetada por el incendio
317 San Miguel de la Tumba es un grand monesterio,
el mar lo cerca todo, elli yaze en medio,
el logar perigloso do sufren grand lazerio
los monges que ý viven en essi cimiterio.
318 En esti monesterio que avemos nomnado,
avié de buenos monges buen convento provado,
altar de la Gloriosa rico e muy onrrado,
en él rica imagen de precio muy granado.
319 Estava la imagen en su trono posada,
so fijo en sus brazos, cosa es costumnada,
los reïs redor ella, sedié bien compannada,
como rica reína de Dios santificada.
320 Tenié rica corona como rica reína,
de suso rica impla en logar de cortina,
era bien entallada, de lavor muy fina,
valié más essi pueblo que la avié vezina.
321 Colgava delant ella un buen aventadero,
en el seglar lenguaje dízenli moscadero;
de alas de pavones lo fizo el obrero,
luzié como estrellas, semejant de luzero.
322 Cadió rayo del cielo por los graves peccados,
encendió la eglesia de todos quatro cabos,
quemó todos los libros e los pannos sagrados,
por pocco que los monges que non foron quemados.
323 Ardieron los armarios e todos los frontales,
las vigas, las gateras, los cabrios, los cumbrales,
ardieron las ampollas, cálizes e ciriales,
sufrió Dios essa cosa como faz otras tales.
324 Maguer que fue el fuego tan fuert e tan quemant,
nin plegó a la duenna nin plegó al ifant,
nin plegó al flabello que colgava delant,
ni li fizo de danno un dinero pesant.
325 Nin ardió la imagen nin ardió el flabello,
nin prisieron de danno quanto val un cabello;
solamiente el fumo non se llegó a ello,
ni'l nució más que nuzo yo al obispo don Tello.
326 Continens e contentu fue todo astragado
tornó todo carbones, fo todo asolado,
mas redor de la imagen, quanto es un estado,
non fizo mal el fuego ca non era osado.
327 Esto tovieron todos por fiera maravella,
que nin fumo nin fuego non se llegó a ella,
que sedié el flabello más claro que estrella,
el ninno muy fermoso, fermosa la ponzella.
328 El precioso miraclo non cadió en oblido,
fue luego bien dictado, en escripto metido;
mientre el mundo sea será él retraído;
algún malo por ello fo a bien combertido.
329 La Virgo benedicta, reína general,
como libró su toca de esti fuego tal,
asín libra sus siervos del fuego perennal,
liévalos a la Gloria do nunqua vean mal.
- XV -
El novio y la virgen
330 Enna villa de Pisa, cibdat bien cabdalera,
en puerto de mar yaze rica de grand manera,
avié ý un calonge de buena alcavera,
dizién Sant Cassïán ond el calonge era.
331 Como fizieron otros que de suso contamos,
que de Sancta María fueron sos capellanos,
ésti amóla mucho, más que muchos christianos,
e faziéli servicio de piedes e de manos.
332 Non avié essi tiempo uso la clerecía
dezir ningunas oras a ti, Virgo María,
pero elli diziélas siempre e cada día,
avié en la Gloriosa sabor e alegría.
333 Avién los sos parientes esti fijo sennero,
quando ellos finassen era buen eredero;
dessávanli de mueble assaz rico cellero,
tenié buen casamiento, assaz cobdiziadero.
334 El padre e la madre quando fueron finados,
vinieron los parientes tristes e desarrados:
diziénli que fiziesse algunos engendrados,
que non fincassen yermos logares tan preciados.
335 Cambióse del propósito, del que ante tenié,
moviólo la ley del sieglo, dixo que lo farié;
buscáronli esposa qual a él convenié,
destajaron el día que las bodas farié.
336 Quando vino el día de las bodas correr,
iva con sos parientes la esposa prender;
tan bien en la Gloriosa non podié entender,
como lo solié ante otro tiempo fazer.
337 Yendo por la carrera a complir el so depuerto,
membró'l de la Gloriosa, que li yazié en tuerto,
tóvose por errado e tóvose por muerto,
asmó bien esta cosa que'l istrié a mal puerto.
338 Asmando esta cosa de corazón cambiado,
halló una eglesia, lugar a Dios sagrado,
dessó las otras yentes fuera del portegado,
entró fer oración el novio refrescado.
339 Entró en la eglesia al cabero rencón,
inclinó los enojos fazié su oración,
vínoli la Gloriosa, plena de bendición,
como qui sannosamientre, dissoli tal razón:
340 «Don fol malastrugado, torpe e enloquido,
¿en qué roídos andas? ¿en qué eres caído?
Semejas ervolado, que as yervas bevido,
o que eres del blago de Sant Martín tannido.
341 Assaz eras varón bien casado comigo,
yo mucho te quería como a buen amigo;
mas tú andas buscando mejor de pan de trigo,
non valdrás más por esso quanto vale un figo.
342 Si tú a mí quisieres escuchar e creer,
de la vida primera non te querrás toller:
a mí non dessarás por con otra tener,
si non, avrás la lenna a cuestas a traer.»
343 Issió de la eglesia el novio maestrado,
todos avién querella que avié tardado,
fueron cabadelante recabdar su mandado,
fo todo el negocio aína recabdado.
344 Fizieron ricas bodas, la esposa ganada,
ca serié lo ál fonta si fuesse desdennada;
era con esti novio la novia bien pagada,
mas non entendié ella do yazié la celada.
345 Supo bien encobrirse el de suso varón,
la lengua poridat tovo al corazón;
ridié e deportava todo bien por razón,
mas aviélo turrado mucho la visïón.
346 Ovieron ricas bodas e muy grand alegría,
nunqua mayor siquiere ovieron en un día;
mas echó la redmanga por ý Sancta María
e fizo en sequero una grand pesquería.
347 Quando veno la noche, la ora que dormiessen,
fizieron a los novios lecho en que yoguiessen;
ante que entre sí ningún solaz oviessen,
los brazos de la novia non tenién qué prisiessen.
348 Issióseli de manos, fússoli el marido,
nunqua saber podieron omnes dó fo caído,
sópolo la Gloriosa tener bien escondido,
no lo consintió ella que fuesse corrompido.
349 Dessó mugier fermosa e muy grand posesión,
lo que farién bien poccos de los que oï son;
nunqua lo entendieron do cadió, o do non:
qui por Dios tanto faze, aya su bendición.
350 Creemos e asmamos que esti buen varón
buscó algún lugar de grand religïón,
y sovo escondido faciendo oración,
por ond ganó la alma de Dios buen gualardón.
351 Bien devemos creer que la Madre gloriosa,
porque fizo est omne esta tamanna cosa,
no lo oblidarié, como es pïadosa,
bien allá lo farié posar do ella posa.
- XVI -
El judezno
352 Enna villa de Borges una cibdat estranna,
cuntió en essi tiempo una buena hazanna;
sonada es en Francia, sí faz en Alemanna,
bien es de los miraclos semejant e calanna.
353 Un monge la escripso, omne bien verdadero,
de Sant Miguel era de la Clusa claustero,
era en essi tiempo en Borges ostalero,
Peidro era su nomne, fo ende bien certero.
354 Tenié en essa villa, ca era menester,
un clérigo escuela de cantar e leer;
tenié muchos crïados a letras aprender,
fijos de bonos omnes que querién más valer.
355 Venié un judezno, natural del logar,
por savor de los ninnos, por con ellos jogar;
acogiénlo los otros, no li fazién pesar,
avién con él todos savor de deportar.
356 En el día de Pascua, domingo grand mannana,
quando van Corpus Dómini prender la yent christiana,
priso'l al judezno de comulgar grand gana,
comulgó con los otros el cordero sin lana.
357 Mientre que comulgavan a muy grand presura
el ninno judezno alzó la catadura,
vío sobre'l altar una bella figura,
una fermosa duenna con genta creatura.
358 Vío que esta duenna que posada estava,
a grandes e a chicos ella los comulgava;
pagóse d'ella mucho, quando más la catava
de la su fermosura más se enamorava.
359 Issió de la eglesia alegre e pagado,
fue luego a su casa como era vezado,
menazólo el padre porque avié tardado,
que mereciente era de seer fostigado.
360 «Padre -dixo el ninno- non vos negaré nada,
ca con los christianiellos fui grand madurgada;
con ellos odí missa ricamientre cantada,
e comulgué con ellos de la ostia sagrada.»
361 Pesóli esto mucho al malaventurado,
como si lo toviesse muerto o degollado;
non sabié con grand ira qué fer el dïablado,
fazié figuras malas como demonïado.
362 Avié dentro en casa esti can traïdor
un forno grand e fiero que fazié grand pavor;
fízolo encender el locco peccador,
de guisa que echava sovejo grand calor.
363 Priso esti ninnuelo el falso descreído,
asín como estava, calzado e vestido,
dio con él en el fuego bravament encendido:
¡mal venga a tal padre que tal faze a fijo!
364 Metió la madre vozes e grandes carpellidas,
tenié con sus onçejas las massiellas rompidas,
ovo muchas de yentes en un rato venidas,
de tan fiera quessa estavan estordidas.
365 El fuego porque bravo fue de grand cosiment,
no li nuzió nin punto, mostróli buen talent;
el ninnuelo del fuego estorció bien gent,
fizo un grand miraclo el Rey omnipotent.
366 Yazié en paz el ninno en media la fornaz,
en brazos de su madre non yazrié más en paz,
non preciava el fuego más que a un rapaz,
ca'l fazié la Gloriosa companna e solaz.
367 Issió de la foguera sin toda lissïón,
non sintió calentura más que otra sazón;
non priso nulla tacha, nulla tribulación,
ca pusiera en elli Dios la su bendición.
368 Preguntáronli todos, judíos e christianos
cómo podió venzer fuegos tan sobranzanos,
quando él non mandava los piedes ni las manos
quí lo cabtenié entro, fiziésselos certanos.
369 Recudiólis el ninno palavra sennalada:
«La duenna que estava enna siella orada
con su fijo en brazos sobre'l altar posada,
éssa me defendié que non sintié nada.»
370 Entendieron que era Sancta María ésta,
que lo defendió ella de tan fiera tempesta;
cantaron grandes laudes, fizieron rica festa,
metieron esti miraclo entre la otra gesta.
371 Prisieron al judío, al falsso desleal,
al que a su fijuelo fiziera tan grand mal,
legáronli las manos con un fuerte dogal,
dieron con elli entro en el fuego cabdal.
372 Quanto contarié omne poccos de pipïones,
en tanto fo tornado cenisa e carbones,
non dizién por su alma salmos nin oraciones,
mas dizién denosteos e grandes maldiziones.
373 Diziénli mal oficio, faciénli mala ofrenda,
dizién por «Pater noster», «Qual fizo, atal prenda».
De la comunicanda Domni Dios nos defenda,
pora'l dïablo sea tan maleíta renda.
374 Tal es Sancta María que es de gracia plena,
por servicio da Gloria, por deservicio pena;
a los bonos da trigo, a los malos avena,
los unos van en Gloria, los otros en cadena.
375 Qui servicio li faze es de buena ventura,
qui'l fizo deservicio nació en ora dura,
los unos ganan gracia e los otros rencura,
a bonos e a malos so fecho los mestura.
376 Los que tuerto li tienen o que la desirvieron,
d'ella mercet ganaron si bien gela pidieron;
nunca repoyó ella a los que la quisieron,
ni lis dio en refierta el mal que li fizieron.
377 Por provar esta cosa que dicha vos avemos,
digamos un exiemplo fermoso que leemos;
quando fuere contado mejor lo creeremos,
de buscarli pesar más nos aguardaremos.
- XVII -
La iglesia de la Gloriosa profanada
378 Tres cavalleros eran de una atenencia,
con otro so veçino avién grant malquerencia;
matariénlo de grado si oviessen potencia,
en buscarli muerte mala metién toda femencia.
379 Tanto podieron ellos rebolver e buscar,
oviéronlo un día solo a varruntar;
echáronli celada ca queriénlo matar,
más lo querién tener que grand aver ganar.
380 Entendiólos el otro que lo querién matar,
non se osó por nada con ellos acampar,
empezó a foír qua querié escapar,
movieron luego ellos, fuéronlo encalzar.
381 El que iva fuyendo con muy grand pavor,
trovó una eglesia, ovo end grand savor,
era de la Gloriosa, fecha en su onor,
escondióse en ella, mesquino peccador.
382 Los que lo segudavan que lo querién matar,
non ovieron vergüenza del sagrado logar;
quísolo la Gloriosa e Dios desamparar,
oviéronli la alma del cuerpo a sacar.
383 Dentro enna eglesia de la Virgo sagrada,
ý fue esta persona muerta e livorada:
tóvose la Gloriosa mucho por afontada,
los que la afontaron non ganaron ý nada.
384 La Reína de Gloria tóvose por prendada,
porque la su eglesia fincava vïolada;
pesó'l de corazón, fo ende despechada,
demostrógelo luego que lis era irada.
385 Embïó Dios en ellos un fuego infernal,
non ardié e quemaya como el de San Marzal,
quemávalis los miembros de manera mortal,
dizién a grandes voces: «¡Sancta María, val!»
386 Con esta majadura eran muy maltrechos,
perdién piedes e manos e fincavan contrechos,
las piernas e los brazos bien cerca de los pechos,
iva Sancta María prendiendo sus derechos.
387 Entendiénlo los pueblos, ellos no lo negavan,
que ellos merecieron, por ond tanto lazravan
las virtudes sannosas que ellas los majavan
no lo asmavan ellos quando las vïolavan.
388 Los sanctos ni las sanctas no lis querién valer,
peoravan cutiano a muy grant poder;
prisieron un consejo, ante fuera a prender,
tornar enna Gloriosa que los fazié arder.
389 Cadiéronli a prezes delant el su altar,
plorando de sus ojos quanto podién plorar,
dizién: «Madre gloriosa, dénnanos perdonar,
ca non trobamos otro que nos pueda prestar.
390 Si nos mal mereciemos, ricament lo lazramos,
bien nos verrá emiente mientre vivos seamos;
Madre, si nos perdonas bien te lo otorgamos
que enna tu eglesia fuerza nunqua fagamos.
391 Madre, dánte buen preçio que eres pïadosa,
siempre pïadat traes maguer eres sannosa;
Madre plena de gracia, perdona esta cosa,
dános buena respuesta, temprada e sabrosa.
392 Madre, repisos somos del yerro que fiziemos,
erramos duramiente, grand locura trasquiemos,
prisiemos grand quebranto, mayor lo mereciemos,
pechado lo avemos el escot que comiemos.
393 Madre, si non nos vales, de ti non nos partremos,
si tú non nos perdonas d'aquende nos iremos,
si tú non nos acorres a nada nos tenemos,
sin ti d'esta fiebre terminar non podremos.»
394 La Madre glorïosa, solaz de los cuitados,
non desdennó los gémitos de los omnes lazrados;
non cató al su mérito nin a los sus peccados,
mas cató su mesura, valió a los quemados.
395 La duenna pïadosa que fue ante irada
fue perdiendo la ira e fue más amansada;
perdonólis la sanna que lis tenié alzada,
toda la malatía fue luego acabada.
396 Amansaron los fuegos que los fazién arder,
avién mayor remedio que non solién aver,
sintién que la Gloriosa pro lis querié tener,
ploravan con grand gozo, non se savién qué fer.
397 Amansaron los fuegos, perdieron los dolores,
mas nunqua de los miembros non fueron bien sennores,
siempre fueron contrechos, siempre mendigadores,
siempre se aclamavan por mucho peccadores.
398 Con esta mejoría que Dios lis quiso dar,
fueron luego al bispo absolución ganar;
fizieron confessión como la devién far,
plorando de los ojos, mostrando grand pesar.
399 Maestrólos el bispo, udió su confessión,
entendió que vinién con buena contrición,
diólis su penitencia e la absolución,
todo lo ál passado, diólis su bendición.
400 Sin muchas romerías que lis mandó andar,
sin muchas oraciones que lis mandó rezar,
las armas con que fueron la eglesia quebrantar,
mandógelas por siempre a sus cuestas levar.
401 Estos penitenciales quando fueron maestrados
e fueron absolvidos de todos sos peccados,
departiéronse luego tristes e desarrados,
fueron a sendas partes de sus armas cargados.
402 A sendas partes fueron, en uno non tovieron,
como es mi creencia nunqua más se vidieron,
nunqua más so un techo todos tres non yoguieron,
lo que mandó el bispo bien e gent lo cumplieron.
403 Si en fer la nemiga fueron bien denodados,
en fer la penitencia fueron bien aspirados,
no lis dolién los miembros, andavan bien lazrados,
prendiendo malas noches e días denegrados.
404 Si en fer el peccado fueron ciegos e botos,
fueron en emendarlo firmes e muy devotos;
quantos días visquieron, fueron muchos o poccos,
dieron sobre sos carnes lazerio e corrotos.
405 De todos tres el uno, flaco e muy lazrado,
vino en Anifridi como diz el dictado,
alvergó enna villa, diéronli ospedado
con una sancta femna do fue bien albergado.
406 Contólis a los uéspedes toda su aventura,
cómo enna eglesia fizieron desmesura,
cómo Sancta María ovo d'ellos rencura,
e cómo se perdieron de mala calentura.
407 Teniendo que su dicho no li serié creído,
delante muchos omnes tollióse el vestido,
demostrólis un fierro que trayé escondido,
cinto a la carona, correón desabrido.
408 Podié aver en ancho quanto media palmada,
era cerca del fierro la carne muy inchada;
la que yazié de yuso era toda quemada,
fuése end otro día de buena madurgada.
409 Fiziéronse los omnes todos maravillados,
ca udién fuertes dichos, vedién miembros dannados,
doquier que se juntavan mancebos o casados,
d'esso fablavan todos, mozos e ajumados.
410 Fue luego est miraclo escripto e notado,
por amor que non fuesse en oblido echado,
cogieron muchos miedo de facer tal peccado,
de quebrantar eglesia e logar consegrado.
411 Tal es Sancta María qual entender podedes,
a los que en mal andan échalis malas redes;
sobre los convertidos faze grandes mercedes,
muchos son los exiemplos que d'esto trovaredes.
412 Tantos son los exiemplos que non serién contados,
ca crecen cada día, dízenlo los dictados.
éstos con ciento tantos diezmos serién echados,
ella ruegue a Christo por los pueblos errados.
- XVIII -
Cristo y los judíos de Toledo
413 En Toledo la noble, que es arzobispado,
un día de grand festa por agosto mediado,
festa de la Gloriosa, Madre del buen Criado,
conteció un miraclo grand e muy sennalado.
414 Sedié el arzobispo, un leal coronado,
en medio de la missa sobre'l altar sagrado,
udiéndola grand pueblo, pueblo bien adobado,
la eglesia bien plena, el coro bien poblado.
415 Las gentes muy devotas sedién en oración,
como omnes que quieren ganar de Dios perdón,
udieron una voz de grand tribulación,
por ond fo perturbada toda la processión.
416 Fablólis voz del cielo, dolient e querellosa,
«Oíd -dixo- christianos una estranna cosa,
la gent de judaísmo, sorda e cegajosa,
nunqua contra don Christo non fo más porfïosa.
417 Secundo que nos dizen las sanctas escripturas,
fizieron en don Christo muy grandes travesuras;
tajava essa cuita a mí las assaduras,
mas en ellos quebraron todas las sus locuras.
418 Nin se dolién del Fijo que mal non merecié,
nin de la Madre suya que tal cuita vidié:
pueblo tan descosido, que tal mal comedié,
qui ál tal li fiziesse nul tuerto non farié.
419 Los que mala nazieron, falssos e traïdores,
agora me renuevan los antigos dolores;
en grand priesa me tienen e en malos sudores,
en cruz está mi Fijo, luz de los peccadores.
420 Otra vez crucifigan al mi caro Fijuelo,
non entendrié ninguno quant grand es el mi duelo,
críase en Toledo un amargo majuelo,
non se crïó tan malo nunqua en esti suelo».
421 Udieron esta voz toda la clereçía,
e muchos de los legos de la mozaravía;
entendieron que era voz de Sancta María,
que façién contra ella los judíos follía.
422 Fabló el arzobispo que la missa cantava,
escuchólo el pueblo que cerca li estava,
«Creed -disso- concejo que la voz que fablava
prende muy grand superbia, por en se querellava.
423 Sepades que judíos fazen alguna cosa
en contra Jesu Christo, Fijo de la Gloriosa,
por essa cuita anda la Madre querellosa,
non es esta querella baldrera nin mintrosa.
424 Conviento e concejo, quantos aquí seedes,
meted mientes en esto e no lo desdennedes,
si la cosa buscáredes, batuda hallaredes,
d'esta malfetría derecho tomaredes.
425 Vayamos a las casas, esto no lo tardemos,
de los rabís mayores ca algo hallaremos;
desemos las yantares ca bien las cobraremos,
si non, de la Gloriosa mal rebtados seremos».
426 Moviéronse los pueblos, toda la clereçía,
fueron a muy grand priessa pora la judería;
guïólos Jesu Christo e la Virgo María,
fo luego escubierta la su alevosía.
427 Fallaron enna casa del raví más onrado
un grand cuerpo de cera como omne formado,
como don Christo sovo, sedié crucifigado,
con grandes clavos preso, grand plaga al costado.
428 Quanta fonta fizieron en el nuestro Sennor
allí la fazién toda por nuestra desonor,
recabdáronlos luego, mas non con grand savor,
qual fazién tal prisieron, ¡grado al Criador!
429 Fueron bien recabdados los que prender podieron,
diéronlis yantar mala qual ellos merecieron,
ý fizieron «Tu autem», mala muerte prisieron,
depués lo entendieron que mal seso fiçieron.
430 Qui a Sancta María quisiere afontar,
como estos ganaron assín deven ganar;
mas pensémosla nos de servir e onrrar,
ca nos á el su ruego en cabo a prestar.
- XIX -
El parto maravilloso
431 De un otro miraclo vos queremos contar
que cuntió otro tiempo en un puerto de mar;
estonz lo entendredes e podredes jurar
la virtud de María que es cada logar.
432 Entendredes en ello cómo es la Gloriosa,
en mar e en terreno, por todo poderosa,
cómo vale aína, ca non es perezosa,
e nunqua trovó omne madre tan pïadosa.
433 Cerca una marisma, Tumba era clamada,
faziése una isla cavo la orellada;
fazié la mar por ella essida e tornada,
dos vezes en el día o tres a la vegada.
434 Bien dentro enna isla, de las ondas cerquiella,
de Sant Miguel era, avié una capiella;
cuntién grandes virtutes siempre en essa ciella,
mas era la entrada un pocco asperiella.
435 Quando querié el mar contra fuera essir,
isié a fiera priessa, non se savié sofrir;
omne maguer ligero no li podrié foír,
si ante non issiesse, ý avrié a perir,
436 El día de la festa del arcángel precioso,
era el mar más quedo, yazié más espacioso,
udié el pueblo missa non a son vagaroso,
fuyén luego a salvo a corso presuroso.
437 Un día por ventura, con la otra mesnada,
metióse una femna flaquiella e prennada,
non podió aguardarse tan bien a la tornada,
tóvose por repisa porque era entrada.
438 Las ondas vinién cerca, las gentes alongadas,
avié con el desarro las piernas embargadas;
las compannas non eran de valerli osadas,
en poquiello de término yazién muchas jornadas.
439 Quando ál non podién las gentes con ardura,
«¡Válasli Sancta María!» dizién a grand pressura;
la prennada mesquina, cargada de rencura,
fincó entre las ondas en fiera angostura.
440 Los que eran essidos, como non vedién nada,
cuidavan bien sin dubda que era enfogada;
dizién: «Esta mesquina fue desaventurada,
sos peccados toviéronli una mala celada.»
441 Ellos esto diziendo, encogióse la mar,
en pocco de ratiello tornó en su logar;
quísolis don Christo grand miraclo demostrar,
por ond de la su Madre oviessen qué fablar.
442 Ellos que se querién todos ir su carrera,
estendieron los ojos cataron a la glera,
vidieron que vinié una mugier sennera,
con so fijo en brazos en contra la ribera.
443 Fiziéronse las gentes todas maravilladas,
tenién que fantasía las avié engannadas,
pero a pocca d'ora fueron certifigadas,
rendién gracias a Christo todas manos alzadas.
444 Dissieron: «Dezit, duenna, por Dios e caridat,
por Dios vos conjuramos, dezitnos la verdat;
dezitnos de la cosa toda certenedat,
e cómo vos livrastes de vuestra prennedat.
445 Por Dios avino esto, en ello non dubdamos,
e por Sancta María a la que nos rogamos,
e por Sant Miguel en cuya voz andamos,
es esti tal miraclo bien que lo escrivamos.»
446 «Oíd -disso la duenna- la mi buena companna,
creo que non udiestes nunqua mejor hazanna,
será bien retraída por la tierra estranna,
en Grecia e en Africa e en toda Espanna.
447 Quando vi que de muert estorcer non podía,
que de las fieras ondas circundada sedía,
comendéme a Christo e a Sancta María,
ca pora mí consejo otro non entendía.
448 Yo en esto estando, vino Sancta María,
cubrióme con la manga de la su almexía;
non sentía nul periglo más que quando dormía,
si yoguiesse en vanno más leida non sería.
449 Sin cuita e sin pena, sin ninguna dolor,
parí esti fijuelo, ¡grado al Criador!
Ovi buena madrina, non podría mejor,
fizo misericordia sobre mí, peccador.
450 Fizo en mí grand gracia, non una ca doblada,
si por ella non fuesse, sería enfogada,
valióme en el parto, si non, sería dannada,
nunqua mugier non ovo madrina tan onrrada.
451 Assín fo mi façienda como yo vos predigo,
fizo Sancta María grand pïadat comigo,
onde todos devemos prender ende castigo,
pregarla que nos libre del mortal enemigo.»
452 Ovieron del miraclo todos grand alegría,
tendieron a Dios gracias e a Sancta María,
ficieron un buen cántico toda la confradía,
podriélo en la eglesia cantar la clerecía:
453 Christo, sennor e padre, del mundo redentor,
que por salvar el mundo sofrist muert e dolor,
tú seas beneíto ca eres buen sennor,
nunca te priso asco del omne peccador.
454 Tú librest a Jonás del vientre del pescado,
que lo tovo tres días en el vientre cerrado,
non priso lisïón ca fue de ti guardado,
el miráculo viejo oï es renovado.
455 Fijos de Isrraël quando la mar passaron,
que por tu mandamiento tras Moïsés guïaron,
yaciendo so las ondas nul danno non tomaron,
mas los persecutores todos se enfogaron.
456 Los antigos miraclos, preciosos e onrrados,
por ojo los veemos agora renovados;
Sennor, los tos amigos en el mar fallan vados,
a los otros en seco los troban enfogados.
457 Sennor, la tu potentia, grand e marabillosa,
éssa salvó a Peidro enna mar periglosa;
Sennor, que encarnesti enna Virgo gloriosa,
en ti sólo fiamos ca non en otra cosa.
458 Sennor, benedicta sea la tu virtut sagrada,
benedicta la tu Madre, reína coronada,
tú seas bendicto, ella sea laudada,
Sennor, ovist en ella benedicta posada.
459 Sennor, que sin fin eres e sin empezamiento,
en cuya mano yazen los mares e el viento,
denna tu bendición dar en esti conviento,
que laudarte podamos todos de un taliento.
460 Varones e mugieres, quantos aquí estamos,
todos en ti creemos, e a ti adoramos,
e ti e a tu Madre todos glorificamos,
cantemos en tu nomne el «Te Deüm laudamus».
- XX -
El monje embriagado
461 De un otro miraclo vos querría contar
que cuntió en un monge de ábito reglar;
quísolo el dïablo durament espantar,
mas la Madre gloriosa sópogelo vedar.
462 Deque fo enna orden, bien deque fo novicio,
amó a la Gloriosa siempre facer servicio;
guardóse de follía, de fablar en fornicio,
pero ovo en cabo de caer en un vicio.
463 Entró enna bodega un día por ventura,
bebió mucho del vino, esto fo sin mesura,
embebdóse el locco, issió de su cordura,
yogó hasta las viésperas sobre la tierra dura.
464 Bien a ora de viésperas, el sol bien enflaquido,
recordó malamientre, andava estordido,
issió contra la claustra hascas sin nul sentido,
entendiéngelo todos que bien avié bevido.
465 Peroque en sus piedes non se podié tener,
iva a la eglesia como solié facer;
quísoli el dïablo zancajada poner,
ca bien se lo cuidava rehezmientre vencer.
466 En figura de toro que es escalentado,
cavando con los piedes, el cejo demudado,
con fiera cornadura, sannoso e irado,
paróseli delante el traïdor provado.
467 Faciéli gestos malos la cosa dïablada,
que li metrié los cuernos por media la corada;
priso el omne bueno muy mala espantada,
mas valió'l la Gloriosa, reína coronada.
468 Vino Sancta María con ábito onrrado,
tal que de omne vivo non serié apreciado,
metióselis en medio a él e al Peccado,
el toro tan superbio fue luego amansado.
469 Menazóli la duenna con la falda del manto,
esto fo pora elli un muy mal quebranto;
fusso e desterróse faziendo muy grand planto,
fincó en paz el monge ¡gracias al Padre Sancto!
470 Luego a poco rato, a pocas de passadas,
ante que empezasse a sobir ennas gradas,
cometiólo de cabo con figuras pesadas,
en manera de can firiendo colmelladas.
471 Vinié de mala guisa, los dientes regannados,
el cejo muy turbio, los ojos remellados,
por ferlo todo pieças, espaldas e costados,
«Mesiello -dizié elli- graves son mis peccados».
472 Vien se cuidó el monge seer despedaçado,
sedié en fiera cueta, era mal desarrado,
mas valió'l la Gloriosa, ess cuerpo adonado,
como fizo el toro fo el can segudado.
473 Entrante de la eglesia enna somera grada,
cometiólo de cabo la tercera vegada,
en forma de león, una bestia dubdada,
que trayé tal fereza que non serié asmada.
474 Allí cuidó el monge que era devorado,
ca vidié por verdat un fiero encontrado:
peor li era esto que todo lo passado,
entre su voluntat maldizié al Peccado.
475 Diçié: «Valme, Gloriosa, Madre Sancta María,
válame la tu gracia oï en esti día,
ca só en grand afruento, en mayor non podría,
Madre non pares mientes a la mi grand follía.»
476 Abés podió el monge la palavra complir,
veno Sancta María como solié venir,
con un palo en mano pora'l león ferir,
metióselis delante, empeçó a dezir:
477 «¿Don falso alevoso, non vos escarmentades?
mas yo vos daré oy lo que vos demandades;
ante lo compraredes que d'aquend vos vayades,
con quien volvistes guerra quiero que lo sepades.»
478 Empezóli a dar de grandes palancadas,
non podién las menudas escuchar las granadas,
lazrava el león a buenas dinaradas,
non ovo en sus días las cuestas tan sovadas.
479 Diçié'l la buena duenna: «¡Don falso traïdor,
que siempre en mal andas, eres de mal sennor,
si más aquí te prendo en esti derredor,
de lo que oï prendes, aún prendrás peor!»
480 Desfizo la figura, empezó a foír,
nunqua más fo osado al monge escarnir,
ante passó grand tiempo que podiesse guarir,
plógoli al dïablo quando lo mandó ir.
481 El monge que por todo esto avié pasado,
de la carga del vino non era bien folgado,
que vino e que miedo aviénlo tan sovado
que tornar non podió a su lecho usado.
482 La reína preciosa e de precioso fecho
prísolo por la mano, levólo pora'l lecho,
cubriólo con la manta e con el sobrelecho,
púso'l so la cabeza el cabezal derecho.
483 Demás, quando lo ovo en su lecho echado,
sanctiguó'l con su diestra e fo bien sanctiguado;
«Amigo -dísso'l- fuelga, ca eres muy lazrado,
con un pocco que duermas luego serás folgado.
484 Pero esto te mando, a firmes te lo digo,
cras mannana demanda a fulán mi amigo;
confiéssate con elli e serás bien comigo,
ca es muy buen omne e dart't á buen castigo.
485 Quiero yo que mi vían salvar algún cuitado,
esso es mi delicio, mi officio usado,
tu finca bendicho a Dios acomendado,
mas non se te oblide lo que te é mandado.»
486 Díxo'l el omne bueno: «Duenna, fe que devedes,
vos que en mí fiziestes tan granadas mercedes,
quiero saber quí sodes o qué nomne avedes,
ca yo gano en ello, vos nada non perdedes.»
487 Disso la buena duenna: «Seas bien sabidor,
yo só la que parí al vero Salvador,
que por salvar el mundo sufrió muert e dolor,
al que façen los ángeles servicio e onor.»
488 Disso el omne bono: «Esto es de creer,
de ti podrié, Sennora, esta cosa nacer;
déssateme, Sennora, los tus piedes tanner.
nunqua en esti sieglo veré tan grand plazer.»
489 Contendié el bon omne, queriése levantar,
por fincar los inojos, los piedes li besar;
mas la Virgo gloriosa no'l quiso esperar,
tollióseli de ojos, ovo él grand pesar.
490 No la podié a ella por do iva veer,
mas vedié grandes lumnes redor ella arder;
no la podié por nada de voluntat toller,
facié muy grand derecho ca fízo'l grand placer.
491 Otro día mannana, venida la luz clara,
buscó al omne bono que ella li mandara,
fizo su confessión con umildosa cara,
no li celó un punto de quanto que passara.
492 El maestro al monge, fecha la confessión,
dióli consejo bueno, dióli absolución,
metió Sancta María en él tal bendición
que valió más por elli essa congregación.
493 Si ante fora bono, fo desende mejor;
a la Sancta Reína, Madre del Criador,
amóla siempre mucho, fízo'l siempre onor,
feliz fo él que ella cogió en su amor.
494 El otro omne bono, no'l sabría nomnar,
al que Sancta María lo mandó maestrar,
cogió amor tan firme de tanto la amar
que dessar's ié por ella la cabeza cortar.
495 Todas las otras gentes, legos e coronados,
clérigos e canonges e los escapulados,
fueron de la Gloriosa todos enamorados,
que save acorrer tan bien a los cuitados.
496 Todos la bendiçién e todos la laudavan,
las manos e los ojos a ella los alçavan,
retrayén los sos fechos, las sos laudes cantavan,
los días e las noches en esso los passavan.
497 Sennores e amigos, muévanos esta cosa,
amemos e laudemos todos a la Gloriosa,
non echaremos mano en cosa tan preciosa,
que tan bien nos acorra en ora periglosa.
498 Si nos bien la sirviéremos, quequiere que'l pidamos,
todo lo ganaremos, bien seguros seamos,
aquí lo entendremos bien ante que muramos,
lo que allí metiéremos que bien lo empleamos.
499 Ella nos dé su gracia e su bendición,
guárdenos de peccado e de tribulación,
de nuestras liviandades gánenos remissión,
que non vayan las almas nuestras en perdición.
- XXI -
De cómo una Abbadesa fue prennada et por su conbento fue acusada et después por la virgen librada
500 Sennores e amigos, companna de prestar,
deque Dios se vos quiso traer a est logar,
aún si me quissiéssedes un poco esperar,
en un otro miraclo vos querría fablar.
501 De un otro miraclo vos querría contar,
que fizo la Gloriosa, estrella de la mar,
si oírme quisiéredes bien podedes jurar
que de mejor boccado non podriédes tastar.
502 Ennos tiempos derechos que corrié la verdat,
que non dicién por nada los omnes falsedat,
estonz vivién a buenas, vinién a vegedat,
vedién a sus trasnietos en séptima edat.
503 Facié Dios por los omnes miráculos cutiano,
ca non querié ninguno mentir a su christiano,
avién tiempos derechos ivierno e verano,
semejava el sieglo que todo era plano.
504 Si pecavan los omnes, fazién bien penitencia,
perdonávalis luego Dios toda malquerencia,
avién con Jesu Christo toda su atenencia;
quiérovos dar a esto una buena sentencia.
505 De una abbatissa vos quiero fer conseja,
que peccó en buen punto como a mí semeja,
quissiéronli sus duennas revolver mala ceja,
mas no'l empedecieron valient una erveja.
506 En esta abbadessa yazié mucha bondat,
era de grand recabdo e de grand caridat,
guïava su conviento de toda boluntat,
vivién segund regla en toda onestat.
507 Pero la abbadessa cadió una vegada,
fizo una locura que es mucho vedada;
pisó por su ventura yerva fuert enconada,
quando bien se catido fallóse embargada.
508 Fo'l creciendo el vientre en contra las terniellas,
fuéronseli faciendo peccas ennas masiellas,
las unas eran grandes, las otras más poquiellas,
ca ennas primerizas caen estas cosiellas.
509 Fo de las companneras la cosa entendida,
non se podié celar la flama encendida,
pesava a las unas que era mal caída,
mas plaçiélis sobejo a la otra partida.
510 Apremiávalas mucho, teniélas encerradas,
e non lis consintié fer las cosas vedadas;
querién veerla muerta las locas malfadadas,
cunte a los prelados esto a las vegadas.
511 Vidieron que non era cosa de encobrir,
si non podrié de todas el dïablo reír;
embïaron al bispo por su carta deçir
que non las visitava e deviélo padir.
512 Entendió el bispo enna mesagería
o que avién contienda o fizieron follía;
vino fer su officio, visitar la mongía,
ovo a entender toda la pletesía.
513 Dessemos al obispo folgar en su posada,
finque en paz e duerma elli con su mesnada,
digamos nos qué fizo la duenna embargada,
ca savié que otro día serié porfazada.
514 Cerca de la su cámara do solié albergar,
tenié un apartado, un apuesto logar,
era su oratorio en que solié orar,
de la Gloriosa era vocación el altar.
515 Ý tenié la imagen de la Sancta Reígna,
la que fue para el mundo salut e medicina,
teniéla afeitada de codrada cortina,
ca por todos en cabo éssa fue su madrina.
516 Savié que otro día serié mal porfazada,
non avié nul' escusa a la cosa provada;
tomó un buen consejo la bienaventurada,
esto fue maravilla como fue acordada.
517 Entró al oratorio ella sola, sennera,
non demandó consigo ninguna compannera,
paróse desarrada luego de la primera,
mas Dios e su ventura abriéronli carrera.
518 Devatióse en tierra delante el altar,
cató a la imagen, empeçó de llorar:
«¡Valme -disso- Gloriosa, estrella de la mar,
ca non é nul consejo que me pueda prestar.
519 Madre, bien lo leemos, dízelo la escriptura,
que eres de tal gracia e de tan grant mesura,
que qui de voluntad te dice su rencura,
tú luego li acorres en toda su ardura.
520 Tu accoriste, Sennora, a Theóphilo que era desesperado,
que de su sangre fizo carta con el Peccado,
por el tu buen consejo fue reconcilïado,
onde todos los omnes te lo tienen a grado.
521 Tú acorrist, Sennora, a la Egiptïana,
que fue peccador mucho ca fue muger liviana;
Sennora benedicta, de qui todo bien mana,
dáme algún consejo ante de la mannana.
522 Sennora benedicta, non te podí servir,
pero améte siempre laudar e bendezir;
Sennora, verdat digo e non cuido mentir,
querría seer muerta si podiesse morir.
523 Madre del Rey de Gloria, de los Cielos Reígna
mane de la tu gracia alguna medicina;
libra de mal porfazo una muger mezquina,
esto si tú lo quieres puede seer aína.
524 Madre, por el amor del tu Fijo querido,
Fijo tan sin embargo, tan dulze e tan cumplido,
non finque repoyada, esta merced te pido,
ca veo que me segudan sobre grant apellido.
525 Si non prendes, Sennora, de mí algún consejo,
seo mal aguisada de sallir a concejo;
aquí quiero morir en esti logarejo,
ca si allá salliero ferme án mal trebejo.
526 Reígna coronada, templo de castidat,
fuent de misericordia, torre de salvedat,
fes en aquesta cuita alguna pïadat
en mí non se agote la tu grant pïadat.
527 Quiero contra tu Fijo dar a ti por fianza,
que nunca más non torne en aquesta erranza,
Madre, si fallesciero, fes en mí tal venganza
que todo el mundo fable de la mi malandanza.»
528 Tan afincadamente fizo su oración
que la oyó la Madre llena de bendición;
como qui amodorrida vío grant visïón,
tal que devié en omne façer edifficación.
529 Traspúsose la duenna con la grant cansedat,
Dios lo obrava todo por la su pïadat;
apareció'l la Madre del Rey de magestat,
dos ángeles con ella de muy grant claridat.
530 Ovo pavor la duenna e fo mal espantada,
ca de tal visïón nunqua era usada,
de la grant claridat fo mucho embargada,
pero de la su cuita fo mucho alleviada.
531 Díssoli la Gloriosa: «Aforzad, abbadessa,
bien estades comigo, non vos pongades quessa,
sepades que vos trayo muy buena promessa,
mejor que non querrié la vuestra prioressa.
532 Non ayades nul miedo de caer en porfazo,
bien vos á Dios guardada de caer en ess lazo,
bien lis id a osadas a tenerlis el plazo,
non lazrará por esso el vuestro espinazo.»
533 Al sabor del solaz de la Virgo glorïosa
non sintiendo la madre de dolor nulla cosa,
nació la creatura cosiella muy fermosa,
mandóla a los ángeles prender la Glorïosa.
534 Díssolis a los ángeles: «A vos ambos castigo,
levad esti ninnuelo a fulán mi amigo;
dezidli que'm lo críe, yo asín gelo digo,
ca bien os creerá, luego seed comigo.»
535 Moviéronse los ángeles a muy grand ligereza,
recabdaron la cosa sin ninguna pereza,
plógo'l al ermitanno más que con grand riqueza,
ca de verdad bien era una rica nobleza.
536 Recudió la parida, fízose sanctiguada,
dizié: «¡Valme, Glorïosa, reína coronada!
¿si es esto verdad o si só engannada?
Sennora beneíta ¡val a esta errada!»
537 Palpóse con sus manos quando fo recordada,
por ventre, por costados e por cada ijada,
trobó so vientre llacio, la cinta muy delgada,
como muger que es de tal cosa librada.
538 No lo podié creer por ninguna manera,
cuidava que fo suenno, non cosa verdadera;
palpóse e catóse la begada tercera,
fízose de la dubda en cabo bien certera.
539 Quando se sintió delivre la prennada mesquina,
fo el saco vaçío de la mala farina,
empezó con gran gozo cantar «Salve Regina»
que es de los cuitados solaz e medicina.
540 Plorava de los ojos de muy grand alegría,
dicié laudes preciosas a laVirgo María,
non se temié del bispo nin de su cofradría,
ca terminada era de la fuert malatía.
541 Plorava de los ojos e façié oraciones,
diçié a la Glorïosa laudes e bendiciones,
dicié: «Laudada seas, Madre, todas sazones,
laudarte deben siempre mugieres e barones.
542 Era en fiera cuita e en fiera pavura,
caí a los tos piedes, díssite mi ardura,
acorrióme, Sennora, la tu buena mesura:
deves laudada seer de toda creatura.
543 Madre, yo sobre todos te devo bendezir
laudar, magnificar, adorar e servir,
que de tan grand infamia me dennesti guarir,
que podrié tod el mundo siempre de mí reír.
544 Si esta mi nemiga issiesse a concejo,
de todas las mugieres serié riso sobejo;
quant grand es e quant bono, Madre, el to consejo,
no lo asmarié omne nin grand ni poquellejo.
545 La merced e la gracia que me dennesti fer,
no lo sabría, Madre, yo a ti gradecer
ni lo podrié, Sennora, yo nunqua merecer,
mas non cessaré nunqua gracias a ti render.»
546 Bien fincarié la duenna en su contemplación,
laudando la Glorïosa, faziendo oración,
mas vínoli mandado de la congregación
que fuesse a cabillo facer responsïón.
547 Como en el porfazo non se temié caer,
fo luego a los piedes del obispo seer;
quíso'l besar las manos, ca lo devié fer,
mas él non gelas quiso a ella ofrecer.
548 Empezóla el bispo luego a increpar
que avié fecha cosa por que devié lazrar,
e non devié por nada abadessa estar,
nin entre otras monjas non devié abitar:
549 «Toda monja que façe tan grand desonestat,
que non guarda so cuerpo nin tiene castidat,
devié seer echada de la socïedat,
allá por do quisiere faga tal suciedat.»
550 «Sennor -díssoli ella- ¿por qué me maltraedes?
Non só por aventura tal como vos tenedes.»
«Duenna -disso el bispo- ¿por qué vos lo neguedes?
Non seredes creída ca a provar seredes.»
551 «Duenna -disso el bispo- essit vos al ostal,
nos avremos consejo, depués faremos ál.»
«Sennor -disso la duenna- non decides nul mal,
yo a Dios me acomiendo, al que puede e val.»
552 Issió la abbadessa fuera del consistorio,
como mandó el bispo fo pora'l diversorio;
fizieron su cabillo la ira e el odio,
amasaron su massa de farina de ordio.
553 Díssolis el obispo: «Amigas, non podemos
condepnar esta duenna menos que la provemos.»
Díssoli el conviento: «De lo que bien savemos,
sennor, en otra prueva nos ¿por qué entraremos?»
554 Díssolis el obispo: «Quando fuere vencida,
vos seredes más salvas, ella más confondida,
si non, nuestra sentencia serié mal retraída,
no li puede en cabo prestar nulla guarida.»
555 Envïó de sos clérigos en qui él más fïava,
que provassen la cosa de quál guisa estava;
tolliéronli la saya maguer que li pesava,
falláronla tan secca que tabla semejava.
556 Non trovaron en ella signo de prennedat,
nin leche nin batuda de nulla malveztat;
dissieron: «Non es esto fuera grand vanidat,
nunqua fo lebantada tan fiera falsedat.»
557 Tornaron al obispo, dissiéronli: «Sennor
savet que es culpada de valde la seror;
quiquier que ál vos diga, salva vuestra onor,
dizvos tan grand mentira que non podrié mayor.»
558 Cuidóse el obispo que eran decebidos,
que lis avié la duenna dineros prometidos;
dixo: «Domnos maliellos, non seredes creídos,
ca otra quilma tiene de yuso los vestidos.»
559 Disso: «Non vos lo quiero tan aína creer,
o sodes vergonçosos o prisiestes aver:
yo quiero esta cosa por mis ojos veer,
si non, qui lo apuso lo deve padecer.»
560 Levantóse el bispo onde estava assentado,
fo pora la abbadessa sannoso e irado;
fízoli despujar la cogulla sin grado,
provó que'l aponién crimen falso provado.
561 Tornóse al conviento, bravo e muy fellón,
«Duennas -disso- fiziestes una grand traïción;
pusiestes la sennora en tal mala razón
que es muy despreciada vuestra religïón.
562 Esta cosa non puede sin justicia passar,
la culpa que quissiestes vos a ella echar,
el Decreto lo manda, en vos deve tornar,
que devedes seer echadas d'est logar».
563 Vío la abbadessa las duennas mal judgadas,
que avién a seer de la casa echadas;
sacó apart al bispo, bien a quinze passadas,
«Sennor -disso- las duennas non son mucho culpadas».
564 Díssoli su façienda por que era pasada,
por sos graves peccados cómo fo engannada;
cómo la acorrió la Virgo coronada,
si por ella non fuesse, fuera mal porfazada.
565 E cómo mandó ella el ninnuelo levar,
cómo al ermitanno gelo mandó criar:
-«Sennor, si vos quisiéredes podédeslo provar:
¡Por caridat, non pierdan las duennas el logar!
566 Más quiero yo sennera seer embergonzada
que tanta buena duenna sea desemparada.
Sennor, merced vos pido, parcid esta vegada,
por todas a mí sea la penitencia dada.»
567 Espantóse el bispo, fo todo demudado,
disso: «Duenna, si esto puede seer provado,
veré don Jesu Christo que es vuestro pagado,
yo mientre fuero vivo faré vuestro mandado.»
568 Envïó dos calonges luego al ermitanno,
provar esto si era o verdat o enganno;
trovaron al bon omne con ábito estranno,
teniendo el ninnuelo envuelto en un panno.
569 Mostrólis el infant rezién nado del día,
disso que lo mandara criar Sancta María;
qui en esto dubdasse farié grant bavequía,
ca era verdat pura ca non vallitanía.
570 Tornaron al obispo luego con el mandado,
dissiéronli por nuevas lo que avién provado:
«Sennor -dissieron- d'esto seï certificado,
si non, farás grand yerro, ganarás grand peccado.»
571 Tóvose enna duenna el obispo por errado,
cadióli a los piedes en el suelo postrado,
«Duenna -disso- mercet, ca mucho só errado,
ruégovos que me sea el yerro perdonado».
572 «¡Sennor -disso la duenna- por Dios e la Gloriosa,
catat vuestra mesura, non fagades tal cosa!
Vos sodes omne sancto, yo peccadriz doliosa,
si en ál non tornades seré de vos sannosa.»
573 La duenna con el bispo avié esta entencia,
mas fináronlo todo en buena abenencia.
Jamás ovieron ambos amor e bienquerencia,
encerraron su vida en buena pacïencia.
574 Metió paz el obispo enna congregación,
amató la contienda e la dissensïón,
quand quiso despedirse, diólis su bendición,
fo bona pora todos essa visitación.
575 Embïó sus saludes al sancto ermitanno,
como a buen amigo, a cuempadre fontano,
que criasse el ninno hasta'l seteno anno,
desende él pensarié de ferlo buen christiano.
576 Quando vino el término, los siet annos passados,
envïó de sos clérigos, dos de los más onrrados,
que trasquisiessen el ninno del mont a los poblados;
recabdáronlo ellos como bien castigados.
577 Adussieron el ninno en el yermo criado,
de los días que era, era bien ensennado;
plógoli al obispo, fo ende muy pagado,
mandó'l poner a letras con maestro letrado.
578 Issió muy bon omne en todo mesurado,
parecié bien que fuera de bon amo criado.
Era el pueblo todo d'elli mucho pagado,
quando murió el bispo, diéronli el bispado.
579 Guïólo la Gloriosa que lo dio a criar,
savié su obispado con Dios bien governar;
güiava bien las almas como devié guiar,
sabié en todas cosas mesura bien catar.
580 Amávanlo los pueblos e las sus clerezías,
amávanlo calonges e todas las mongías,
todos por ond estavan rogavan por sos días,
fuera algunos foles que amavan follías.
581 Quando vino el término que ovo de finar,
no lo dessó su ama luengamientre lazrar;
levólo a la gloria, a seguro logar
do ladrón nin merino nunqua puede entrar.
582 A la Virgo gloriosa todos gracias rendamos,
de qui tantos miraclos leemos e provamos;
ella nos dé su gracia que servirla podamos,
e nos guíe fer cosas por ond salvos seamos. (Amen.)
- XXII -
El romero naufragado
583 Sennores, si quisiéssedes mientre dura el día,
d'estos tales miraclos aún más vos dizría;
si vos non vos quessássedes yo non me quessaría,
ca como pozo fondo, tal es Sancta María.
584 Tal es Sancta María como el cabdal río,
que todos beven d'elli, bestias e el gentío,
tan grand es cras como eri, e non es más vazío,
en todo tiempo corre, en caliente e en frío.
585 Siempre acorre ella en todos los lugares,
por valles e por montes, por tierras e por mares;
qui rogarla sopiesse con limpios paladares,
no lo podrién torzones prender a los ijares.
586 Leemos un miraclo de la su santidat
que cuntió a un bispo, omne de caridat,
que fo omne católico de grand autoridat,
víolo por sus ojos, bien sabié la verdat.
587 Assín como lo vío, assín lo escribió,
non menguó d'ello nada, nada non ennadió;
Dios li dé paraíso ca bien lo mereció,
alguna missa disso que tanto no'l valió.
588 Cruzáronse romeos por ir en Ultramar,
saludar el Sepulcro, la Vera Cruz orar;
metiéronse ennas naves pora Acre passar,
si el Padre del Cielo los quisiesse guiar.
589 Ovieron vientos bonos luego de la entrada,
oraje muy sabroso, toda la mar pagada;
avién grand alegría la alegre mesnada:
con tal tiempo aína avrién la mar passada.
590 Avién buena partida de la mar travessada,
que la avrién aína a l'otra part passada,
mas tóvolis su fado una mala celada,
fo la grand alegría en tristicia tornada.
591 Movióse la tempesta, una oriella brava,
desarró el maestro que la nave guïava;
nin a sí nin a otri nul consejo non dava,
toda su maestría non valié una hava.
592 Cuntiólis otra cosa, otra grand ocasión:
rompióselis la nave yuso en el fondón:
vedién entrar grand agua, rompié cada rencón,
avié a ir la cosa toda a perdición.
593 Cerca la mayor nave trayén otra pocaza,
non sé si li dizién galea o pinaza,
que si fuessen cuitados de oriella malvaza,
en ésa estorciessen de la mala pelaza.
594 Fizo el marinero como leal christiano,
a su sennor el bispo tomólo por la mano;
con otros, bonos omnes de pleito más lozano,
metiólos en la barca, priso consejo sano.
595 Un de los peregrinos cuidó seer artero,
dio salto de la nave ca era bien ligero;
cuidó enna galea entrar por compannero,
enfogóse en la agua, murió mas non sennero.
596 Abés podrié seer media ora complida,
quísolo Dios sofrir, fo la nave somida;
de la turma que era entro remanecida,
por medicina uno non escapó a vida.
597 El bispo e los otros que con elli issieron,
issieron a terreno do más cerca podieron;
fizieron muy grand duelo por los que perecieron,
pesávanlis porqué con ellos non murieron.
598 Aviendo de los muertos duelo grand e pesar,
estendieron los ojos, catavan a la mar,
si verién de los muertos algunos arribar,
ca el mar nunqua quiere cosa muerta celar.
599 Catando si algunos muertos podrién veer,
por darlis cimiterio, so tierra los meter,
vidieron palombiellas de so la mar nacer,
quantos fueron los muertos tantas podrién seer.
600 Vidieron palombiellas essir de so la mar,
más blancas que las nieves contra'l cielo volar;
credién que eran almas que querié Dios levar
al sancto paraíso, un glorioso logar.
601 De derecha envidia se querién desquizar,
porque fincaron vivos avién un grand pesar,
ca credién bien afirmes, non era de dubdar
que almas eran d'éssos, los que sumió la mar.
602 Dicién: «¡Aï, romeos! fuestes venturados,
que ya sodes 'per ignem et per aquam' passados;
nos fincamos en yermo como desamparados,
nos velamos, ca vos dormides segurados.
603 Grado al Padre Sancto e a Sancta María,
ya vestides la palma de vuestra romería;
nos somos en tristicia e vos en alegría,
nos cuidamos fer seso e fiziemos follía.»
604 Aviendo grand quebranto del danno que lis vino,
querién prender carrera, entrar en su camino;
vidieron de la mar essir un peregrino,
semejava que era romeruelo mesquino.
605 Quando vino a ellos, que fue en la ribera,
conociéronlo todos que el que salió era;
sanctiguáronse todos: «¿Cómo, por quál manera
fincó en el mar vivo una ora sennera?»
606 Disso el peregrino: «Oídme, ¡sí vivades!
Yo vos faré certeros en esso que dubdades,
cómo escapé vivo quiero que lo sepades,
dizredes 'Deo gratias' luego que lo udades.
607 Quando de la grand nave quisi fuera salir,
ca parecié por ojo que se querié somir,
vedía que de muerte non podía guarir:
'¡Valme Sancta María!' empecé a decir.
608 Dissi esta palabra: '¡Valme Sancta María!'
Non podí más dizir ca vagar non avía;
fue luego ella presta por su placentería,
si non fuesse por ella enfogado sería.
609 Luego fo ella presta, adusso un buen panno,
panno era de precio, nunqua vid su calanno;
echómelo de suso, disso: 'Non prendrás danno,
cuenta que te dormisti o que yoguist en vanno.'
610 Nunqua tan rica obra vío omne carnal.
obra era angélica, ca non materïal;
tan folgado yacía como so un tendal,
o como qui se duerme en un verde pradal.
611 Feliz será la alma e bienaventurada,
que so tan rica sombra fuere asolazada;
nin frío nin calura nin viento nin elada
non li fará enojo que sea embargada.
612 So esti panno folgan, alegres e pagadas,
las vírgenes gloriosas de don Christo amadas,
que cantan a su Madre laudes multiplicadas,
e tienen las coronas preciosas e onrradas.
613 La sombra d'aquel panno trae tal tempradura,
omne con el ardor trova so él fridura;
trova el fridoliento temprada calentura,
¡Dios, qué rico consejo en ora de ardura!
614 Tantas son sus merçedes, tantas sus caridades,
tantas las sus virtudes, tantas las sus vondades,
que non las contarién obispos nin abades,
nin las podrién asmar reïs nin podestades.»
615 El pesar que ovieron de los que periglaron,
con sabor del miraclo todo lo oblidaron;
tendieron a Dios gracias, el «Te Deum» cantaron,
desend «Salve Regina» dulzement la finaron.
616 Cumplieron los romeos desend su romería,
plegaron al Sepulcro con muy grand alegría;
adoraron la Cruz del Fijo de María,
¡Nunqua en esti sieglo vidieron tan buen día!
617 Contaron el miraclo de la Madre gloriosa,
cómo livró al omne de la mar periglosa,
dizién todos que fuera una estranna cosa,
fizieron end escripto, leyenda muy sabrosa.
618 Quantos que la udieron esta sancta razón,
todos a la Gloriosa dizién grant bendición,
avién pora servirla mejor devocïón,
ca esperavan d'ella mercet e gualardón.
619 La fama d'esti fecho voló sobre los mares,
no la retovo viento, pobló muchos solares;
metiéronla en libros por diversos lugares,
ond es oï bendicha de muchos paladares.
620 Quantos que la bendizen a la Madre gloriosa,
¡par el Reï de Gloria facen derecha cosa!
ca por ella issiemos de la cárcel penosa,
en que todos yaziemos, foya muy periglosa.
621 Los que por Eva fuemos en perdición caídos,
por ella recombramos los solares perdidos;
si por ella non fuesse yazriémos amortidos,
mas el so sancto fructo nos ovo redemidos.
622 Por el so sancto fructo que ella concibió,
que por salud del mundo passión e muert sufrió,
issiemos de la foya que Adán nos abrió,
quando sobre deviedo del mal muesso mordió.
623 Desend siempre contiende de valer a cuitados,
governar los mesquinos, revocar los errados,
por tierras e por mares fer miraclos granados,
tales e muy mayores de los que son contados.
624 Ella que es de gracia plena e avondada,
guíe nuestra fazienda, nuestra vida lazrada,
guárdenos en est mundo de mala sorrostrada,
gánenos en el otro con los sanctos posada. (Amen).
- XXIII -
El mercader fiado
625 Amigos, si quissiéssedes un poco atender,
un precioso miraclo vos querría leer;
quando fuere leído avredes grand placer,
preciarlo edes más que mediano comer.
626 Enna cibdat que es de Costantín nomnada,
ca Costantín la ovo otro tiempo poblada,
el que dio a Sant Peidro Roma pora posada,
avié ý un bon omne de fazienda granada.
627 Era esti burgés de muy grand corazón,
por sobir en grand precio fazié grand missïón;
espendié sos averes, dávalos en baldón,
quiquier que li pidiesse él non dizrié de non.
628 Por exaltar su fama, el su precio crecer,
derramava sin duelo quanto podié aver;
si'l menguava lo suyo, aún por más valer
prendié de sus veçinos mudado volunter.
629 Derramava lo suyo largament e sin tiento,
menguava los averes mas non el buen taliento;
siempre trovarié omne en su casa conviento,
quando veinte quando treinta a las vegadas ciento.
630 Como fazié grand gasto, espensa sin mesura,
falleció la pecunia, paróse en ardura;
non trovava mudado nin fallava usura,
ni entre los estrannos ni entre su natura.
631 Entendiéngelo todos que era empobrido,
non trovava mudado nin aver encreído;
era en grand porfazo el bon omne caído,
tenié que lo passado todo era perdido.
632 El varón con grand quessa fo ante los altares,
facié su oración entre los paladares,
«Sennor, que un Dios eres e tres personas pares,
sea tu pïadat e non me desempares.
633 Sennor, hasta agora tú me ás cabtenido,
só ya por mis peccados en falliment caído;
el precio que avía todo lo é perdido.
mucho más me valiera que non fuesse nacido.
634 Sennor, dame consejo por alguna manera,
embíame tu gracia por alguna carrera;
es pora ti tal fecho cosa assaz ligera,
nadé todo el mar, ¿morré enna ribera?».
635 Demientre que orava, quísoli Dios prestar,
ovo un buen consejo el burgés a asmar;
non vino por su seso, mas quísolo guiar
el que el mundo todo ave de gobernar.
636 Un judío bien rico avié enna cibdat,
non avié d'él más rico en essa vezindat:
asmó de ir a elli entre su voluntat,
demandarli consejo por Dios a caridat.
637 Fo luego al judío e fo bien recibido,
demandó'l cómo andava, por qué era venido,
ca de otras sazones lo avié conocido
e todo el su pleito bien lo avié oído.
638 Díssoli su fazienda el burgés al ebreo:
«Don fulán, bien savedes mi pleito como creo,
ganar de vos empresto avría grand deseo,
ca non cuidé veerme en esto que me veo.
639 Quando Dios lo querié, que yo algo avía,
sávenlo mis vezinos, yo a todos valía;
las puertas de mi casa aviertas las tenía,
quanto que Dios me dava con todos lo partía.
640 Querría, si podiesse, en esso contender,
mas só muy decaído, menguado del aver;
mas si tú me quissiesses del tuyo acreer,
bien te lo cuidava a un plazo render.»
641 Díssoli el judío: «Ferlo é de buen grado,
dar't é quanto quisieres de mi aver prestado;
mas dame fïador que sea segurado,
si non, pavor avría de seer engannado.»
642 Díssoli el christiano, fablóli a savor:
«Don fulán, non te puedo dar otro fïador,
mas daréte a Christo, mi Dios e mi Sennor,
Fijo de la Gloriosa, del mundo Salvador.»
643 Díssoli el judío: «Yo creer non podría
que éssi que tú dizes, que nació de María,
que Dios es; mas fo omne cuerdo e sin follía,
profeta verdadero -yo ál non creería.
644 Si él te enfïare, yo por el su amor
acreer't é lo mío sin otro fiador;
mas seméjame cosa esquiva sin color
e seméjasme hascas omne escarnidor.
645 Yo non sé de quál guisa lo podiesse aver,
ca non es en est mundo secúnd el mi creer;
non esperes que venga pora ti acorrer,
onde otro consejo te conviene prender.»
646 Respondió el christiano, díssoli al judío:
«Entiendo que me tienes por loco e sendío,
que non trayo consejo e ando en radío,
mas ál verás tras esto secundo que yo fío.»
647 Díssoli el judío: «Si tal cosa mostrares,
yo te daré empresto quanto tú demandares,
mas por otras pastrijas lo que de mí levares,
non pagarás con ello caçurros nin joglares.»
648 Díssoli el burgés al trufán renegado,
«Sólo que tú comigo vengas al mi sagrado,
mostrar't é a María con el su buen Criado.»
Díssoli el judío: «Facerlo é de grado.»
649 Levólo a la eglesia con Dios e con su guía,
mostróli la imagen, la de Sancta María,
con su Fijo en brazos, la su dulz compannía,
fueron embergonzados los de la judería.
650 Disso el omne bono a los de la aljama:
«Esti es nuestro Sire, e ésta nuestra Dama,
siempre es bien apreso qui a ellos se clama,
qui en ellos non cree bevrá fuego e flama.»
651 Díssoli al judío que era mayoral,
al que li prometió que'l prestarié cabdal:
«Estos son mis sennores e yo su servicial:
éstos sean fianzas ca non puedo fer ál.»
652 Díssoli el judío: «Yo bien los tomaré,
yo otros fiadores non te demandaré;
mas si tú me fallieres a ellos reptaré,
e qual lealtad traes sabiente la faré.»
653 Dióli los fiadores al trufán el christiano,
a Madre e a Fijo metiógelos por mano;
pusieron de su paga su término certano,
recivió la pecunia el burgés cibdadano.
654 Quando el aver ovo el burgés recibido,
ovo grand alegría tóvose por guarido,
tornó a la Gloriosa, fo ý de buen sentido,
fo render a Dios gracias de corazón complido.
655 Abassó los enojos ante la magestat,
erzió a Dios los ojos con grant umilidat:
«Sennor -disso- fezístme mercet e caridat,
ásme oï sacado de muy gran pobredat.
656 Sennor, andava eri pobre e adebdado,
só oï por tu gracia rico e abondado;
a ti di por fiança mas fízilo sin grado,
por mí serié grand tuerto que tú fuesses reptado.
657 Sennor, yo non querría de mi vierbo fallir,
lo que ante ti pusi bien lo querré complir;
pero si non podiero yo al plazo venir,
el aver ante ti lo querré aducir.
658 Sennor si por ventura fuero yo alongado,
que non pueda venir a término tajado,
porrélo ante ti que me ás enfiado,
e tú comoquequiere féslo a él pagado.
659 Reína de los cielos, Madre del pan de trigo,
por que fo confondido el mortal enemigo,
tú eres mi fianza, esso misme te digo,
lo que é regunzado al que tienes contigo.»
660 Quando el burgés ovo fecha su oración,
e con el trufán ovo puesta su condición,
aguissó su facienda e toda su missión,
fo a tierras estrannas a luenga regïón.
661 Fo a tierras estrannas, a Flandes e a Francia,
con grandes mercaduras e fizo grand ganancia;
con Dios e la Gloriosa creció la su substancia,
pujó en grand riqueza e en grand alavancia.
662 Con las grandes façiendas que era façendado
e era de la tierra ferament alongado,
non recudió al término que ovo asentado,
por sus peccados graves aviélo oblidado.
663 Cerca vinié el día que avié a pagar,
más de un día solo non avié a passar,
óvose el burgés del pleit a remembrar,
queriése el bon omne con sus manos matar.
664 Dizié: «Mal so fallido, mesquino peccador,
por nada no li puedo valer al fïador,
será por mí reptado el mi redimidor,
e la su madre sancta, la de Rocamador.
665 Sennor, tú lo entiendes e sabes la verdat,
como só tan pesant entre mi voluntat;
Sennor, dáme consejo por la tu pïadat,
que non sea reptada la tu grand magestat.»
666 Priso el aver todo en un sacco atado,
non fallié de la suma un pujés foradado;
levólo a la isla en sus cuestas troxado,
echólo a las ondas do non avié nul vado.
667 Tornó en Jesu Christo con grand devocïón,
plorando gravemientre fizo su oración:
«Sennor -disso- tú saves toda esta razón,
ca tú eres fiança de nuestra condición.
668 Sennor, quando no puedo yo pagar al marquero,
ca nos yaçe en medio mucho bravo sendero,
Sennor, que eres dicho Salvador verdadero,
tú pon esta pecunia cras en el su cellero.
669 Sennora glorïosa, mienna Sancta María,
tú bien en medio yazes en esta pleitesía;
quando bien la catares tuya es más que mía,
a ti do la pecunia, Sennora tú la guía.
670 Ambos, tú et tu Fijo fuestes en el mercado,
ambos sodes fianzas al trufán renegado;
sea la mercet vuestra e sea cras pagado,
por mal siervo non sea el buen Sennor reptado.
671 Yo a vos lo comiendo, cuento que é pagado,
yo por quito me tengo ca a vos lo é dado;
yo Madre a ti ruego, tú ruega al Criado,
comoquiere, cras sea el trufán entergado.»
672 Plogo a la Gloriosa, al su Fijo querido,
otro día mannana, el sol bien esclarido,
el bassel que levava el aver encreído
nadava a la puerta del trufán descreído.
673 La villa do fazié el judío morada,
el que al burgés ovo la pecunia prestada,
yazié como leemos cerca la mar poblada,
las ondas ennos muros batién a la vegada.
674 En essa matinada, cerca de prima era,
los omnes del judío, compannuela baldera,
issieron deportarse fuera a la ribera,
vidieron est estui nadar sobre la glera.
675 Fueron pora prenderlo mancebiellos livianos,
éstos muchas de vezes fazién ensayos vanos;
encogiése a entro, fuyélis de las manos,
esto vidiénlo muchos, judíos e christianos.
676 Vinieron al roído christianos sabidores,
con grafios, con guizquios, galeas valedores;
todo non valió nada ca eran trufadores,
nunqua omnes vertieron más valderos sudores.
677 Vino por aventura el sennor verdadero,
vínoli a las manos adiesso el tablero;
levólo a so cassa, entro en so cellero,
de oro e de plata fizo una grand rimero.
678 Quando el trufán ovo, el aver recabdado,
el vaso en que vino fo bien escodrinnado;
echólo so su lecho riccament alleviado,
avién todos envidia del trufán renegado.
679 El trufán alevoso, natura cobdiciosa,
non metié el astroso mientes en otra cosa;
tenié que su ventura era maravillosa,
púsoli al burgés nomne 'boca mintrosa'.
680 Reptávalo la aljama, essa mala natura,
que perdió so aver por su mala locura;
nunqua omne non fizo tan loca fiadura,
que priso por fianza una imagen dura.
681 Dessemos al judío, goloso e logrero,
no lo saque Dios ende, aguarde so cellero,
fablemos su vegada del pleit del mercadero,
levémosli las nuevas do ribó el tablero.
682 El burgés de Bizancio vivié con grand pesar,
que non podió al plazo al judío pagar;
non podié el bon omne la cara alegrar,
ni lo podién por nada sos omnes confortar.
683 Andido un gran tiempo, ganó muchos dineros,
comprando e vendiendo a ley de mercaderos;
quando su ora vio dessó essos senderos,
tornó a su provincia con otros companneros.
684 Fo por Constantinopla semnado el roído,
el burgés don Valerio como era venido;
plógoli al judío, tóvose por guarido,
cuydó que doblarié el aver acreído.
685 Fue luego a la casa, ca savié do morava,
púsolo en porfazo porque lo non pagaya;
díssoli el bon omne que locura buscava,
ca nada no'l devié de lo que demandava.
686 Díssoli el judío: «Yo con derecho ando,
ca buenos testes tengo de lo que te demando;
si dices que paguesti, demuestra dó o quándo,
ca en cabo bien creo que non iré cantando.
687 Fié en el tu Christo, un grand galeador,
e en su madreziella que fo poco mejor;
levaré tal derecho qual prisi fiador,
qui más en vos crediere tal prenda o peor.»
688 Díssoli el christiano: «Dizes palabra loca,
buena Madre, buen Fijo, áslis bergüenza poca;
nunqua en esti sieglo tal mugier cubrió toca,
ni nació nunqua ninno de tan donosa boca.
689 El aver que me disti, bien seo segurado,
buenos testigos tengo, bien te lo é pagado;
aún si de non dices, fer't é mayor mercado,
díganlo las fianzas que ovisti tomado.»
690 Fo el trufán alegre, tóvose por guarido,
disso: «Judizio prendo, non serás desmentido.»
Cuidó que la imagen que non avié sentido,
non fablarié palabra por que fuese vencido.
691 Fueron a la eglesia estos ambos guerreros,
facer esta pesquisa quál avié los dineros;
fueron tras ellos muchos e muchos delanteros,
ver si avrién seso de fablar los maderos.
692 Paráronse delante al Ninno coronado,
el que tenié la Madre dulzement abrazado;
díssoli el burgés: «Sennor tan acabado,
departi esti pleito ca só yo mal reptado.
693 De cómo yo lo fizi tú eres sabidor,
si lo ovo o non tú lo sabes, Sennor;
Sennor, fas tanta graçia sobre mí peccador
que digas si lo ovo, ca tú fust fiador.»
694 Fabló el crucifixo, díxoli buen mandado:
«Miente, ca paga priso en el día tajado;
el cesto en que vino el aver bien contado,
so el so lecho misme lo tiene condesado.»
695 Movióse el pueblo todo, como estava plecho,
fuéronli a la casa, fizieron grand derecho;
trovaron el escrinno do yazié so el lecho,
fincó el trufán malo confuso e maltrecho.
696 Si'l pesó o si'l plogo, triste e desmedrido,
ovo del pleito todo a venir connocido,
elli con sus compannas fo luego convertido,
murió enna fe buena, de la mala tollido.
697 Siempre en essi día que cuntió esta cosa,
que fabló la imagen, la su vertud preciosa,
fazien muy alta festa con quirios e con prosa,
con grandes alegrías a Dios e a la Gloriosa.
698 Los pueblos de la villa, páuperes e potentes,
fazién grand alegría todos con instrumentes;
adobavan convivios, davan ad non habentes
sus carnes, sos pescados salpresos e recentes.
699 Andavan las redomas con el vino piment,
conduchos adobados maravillosament;
qui prenderlo quisiese non avrié falliment,
non trayén en su pleito ningún escarniment.
700 Un rico arcidiano, bien de tierras estrannas,
caeció esta festa entre essas compannas;
vío grandes quirolas, processiones tamannas
que nin udió nin vío otras d'ésta calannas.
701 Preguntó esta festa cómo fo levantada,
ca era grand fazienda, noblement celebrada;
díssoli un latino la raíz profundada
e sopiesse que ésta era verdat provada.
702 Plógo'l al arcidiano, tóvolo por grand cosa,
disso: «Laudetur Deus e la Virgo gloriosa.»
Metiólo en escripto la su mano cabosa,
déli Dios paraíso e folganza sabrosa. (Amen.)
- XXIV -
La iglesia despojada
703 Aún otro miraclo vos querría contar,
que fizo la Gloriosa, non es de oblidar,
fuent perenal es Ella de qui mana la mar,
que en sazón ninguna non cessa de manar.
704 Bien creo que qui esti miráculo oyere
no li querrá toller la toca que cubriere,
ni li querrá por fuerça toller lo que toviere,
membrarli deve esto demientre que visquiere.
705 En el tiempo del Rey de la buena ventura,
don Fernando por nomne, sennor de Estremadura,
nieto del rey Alfonso, cuerpo de grand mesura,
cuntió esti miraclo de muy grand apostura.
706 Moviéronse ladrones de parte de León,
de essa bispalía, de essa regïón,
vinieron a Castiella por su grand confusión,
guïólos el dïablo que es un mal guïón.
707 El uno era lego en duro punto nado,
el otro era clérigo del bispo ordenado;
llegaron en Çohinos, guïólos el Peccado,
el que guïó a Judas fazer el mal mercado.
708 Defuera de la villa en una rellanada,
sedié una eglesia non mucho aredrada,
cerca de la eglesia una ciella poblada,
morava en la ciella una tocanegrada.
709 Barruntaron la cosa estos ambos ladrones,
moviéronse de noche con sennos açadones;
desquizaron las puertas, buscaron los rencones,
bien entendién que era la ciella sin varones.
710 Pobre era la freira que mantenié la ciella,
avié magra sustancia, assaz poca ropiella,
pero avié un panno, era cosa boniella,
pora mugier de orden cubierta apostiella.
711 Lo que fue en la ciella fue todo abarrido,
malamient maneado, en un saco metido;
assaz era el lego omne de mal sentido,
mas de peor el clérigo que más avié leído.
712 Quando lo de la ciella todo fue embasado,
todo valdrié bien poco de aver monedado,
asmaron los astrosos, ministros del Peccado,
que yazié el pro todo en la iglesia cerrado.
713 Fue con los azadones la cerraja rancada,
desquizadas las puertas, la eglesia robada,
de quanto que ý era non remaneció nada:
fazién grand sacrilegio por ganancia delgada.
714 Despojaron las sábanas que cubrién el altar,
libros e vestimentas con que solién cantar;
fue mal desvaratado el precioso lugar
do solién pecadores al Criador rogar.
715 Quando ovieron fecha esta tan grant locura,
alçaron contra suso amos la catadura;
de la Virgo gloriosa vidieron la su figura
con su ninno en brazos, la su dulz creatura.
716 Tenié en la cabeza corona muy onrrada,
de suso una impla, blanca e muy delgada,
a diestro e a siniestro la tenié bien colgada,
asmaron de tollérgela mas non ganaron nada.
717 Argudóse el clérigo e fízose más osado,
ca en cosas de eglesia él era más usado;
fue travar de la toca el malaventurado,
ca con esso avrién su pleito acabado.
718 Tóvose la Gloriosa que era afontada,
que tan villanamientre la avién despojada;
mostró que del servicio non era muy pagada,
nunqua veyeron omnes toca tan querellada.
719 Luego que de la toca travó el malfadado,
pegóseli tan firme en el punno cerrado
que con englut ninguno no serié tan travado,
nin con clavo que fuesse con martiello calcado.
720 Perdieron la memoria ca bien lo merecieron,
el lego e el clérigo tod el seso perdieron;
fueron pora la puerta, fallar no la podieron,
andavan en radío los que por mal nacieron.
721 De lo que avién priso non se podién quitar,
ya lo querrién de grado, si podiessen, dexar,
dexarlo ién de grado, no lo querrién levar,
mas do era la puerta no lo sabién asmar.
722 Andavan tanteando de rencón en rencón,
como fazié Sisinnio el celoso varón,
marido de Teôdora, mugier de grand canción,
la que por Clemens papa priso religïón,
723 Los locos malastrugos, de Dios desemparados,
andavan como beudos, todos descalavrados,
oras davan de rostros, oras de los costados,
de ir en romería estavan mal guisados.
724 La freyra con la pérdida que avié recibida
issió como que pudo ont yazié escondida;
metió voces e gritos, fue luego acorrida,
la gente más liviana adiesso fue venida.
725 Fueron luego venidos grand turma de peones,
entraron en la eglesia, trovaron los ladrones;
manentráronlos luego como vinién fellones,
darlis grandes feridas con muy grandes bastones.
726 Dávanlis grandes palos e grandes carrelladas,
coces muchas sobejo e muchas palancadas;
levavan por los cuerpos tantas de las granadas
que todas las menudas lis eran oblidadas.
727 Fiziéronlis dezir toda la pleytesía,
de quál tierra vinieron o por quál romería,
e cómo los avié presos Sancta María,
por qué li avién fecha ellos grand villanía.
728 Ante de los albores fueron bien recabdados,
quando el sol isió fallólos bien domados;
clamávanlis los omnes traïdores provados,
que contra la Gloriosa fueron tan denodados.
729 Luego las misas dichas plegóse el concejo,
todos avién sabor de ferlis mal trevejo;
sobre'l lego cativo prisieron mal consejo:
alçáronlo de tierra con un duro vencejo.
730 Un calonge devoto, omne de sancta vida,
que tenié so amor en Dios bien encendida,
quando vío la toca con la mano cosida,
dizié que tal justicia nunqua non fue oída.
731 Quiso el omne bono de la toca travar,
en vez de la Gloriosa el su velo besar,
mas al christiano bono quísolo Dios onrrar:
despegóse la toca adiesso del pulgar.
732 End a poccos de días, Dios lo quiso guiar,
acaeció que vino el bispo al logar;
aduxieron el clérigo por gelo presentar,
veer si'l mandarié o tener o soltar.
733 Adussieron el clérigo las manos bien legadas,
los ombros bien sovados de buenas palancadas,
dixiéronli las nuevas de las sus trasnochadas,
cómo facié las cosas que Dios avié vedadas.
734 Confessóse el misme con la su misme boca,
toda su pleitesía, su mantenencia loca;
como a la Gloriosa despojaron la toca,
nunqua fizieron cosa de ganancia tan poca.
735 Prísolo el obispo, levólo a León,
manos atrás atadas a leï de ladrón;
quantos que lo vedién e sabién la razón
dizién «¡Dios lo confonda atan loco varón!».
736 Non se trovo el bispo livrar la pleytesía,
demandó al concilio, toda la clerecía;
quando fueron plegados al asignado día,
presentólis el clérigo, díssolis su follía.
737 Demandólis consejo: ¿qué li debién fazer?
No li sopo ninguno a ello responder;
sabié bien el obispo derecho conocer,
quísolo por su boca al clérigo vencer.
738 Dísso'l el bispo: «Clérigo, ¿tú feziste tal mal
o qual todos te fazen otórgaste por tal?»
«Sennor -disso el clérigo- mi padre spirital,
contra la mi maleza nunqua fallé egual.
739 Quanto de mí te dizen, todo es grand verdat,
non te dizen el diezmo de la mi malveztat;
sennor, por Dios te sea e por la caridat,
non cates a mi mérito mas cata tu bondat».
740 «Amigos -diz el bispo- esto es aguisado,
non es nuestro el clérigo, nin de nuestro bispado;
por nos non es derecho que sea condenado:
júdguelo su obispo su mercet, su peccado.
741 Por del obispo de Avila se es él aclamado,
clámase por su clérigo e de su obispado;
judgar ageno clérigo por leï es vedado,
podría yo por ello después seer reptado.
742 Mas pongo tal sentencia que sea acotado,
que si trovado fuere en todo est bispado,
sea luego pendudo, en un árbol colgado;
el qui lo perdonare sea descomulgado.»
743 Nunqua más lo veyeron desque lo envïaron,
en todo el bispado nunqua lo testiguaron;
el miráculo nuevo fuertment lo recabdaron,
con los otros miraclos en libro lo echaron.
744 Tú, Madre Glorïosa, siempre seas laudada,
que saves a los malos dar mala sorrostrada;
sabes onrrar los buenos como bien ensennada,
Madre de gracia plena por ent eres clamada.
745 Los malos que vinieron afontar la tu ciella,
bien los tovisti presos dentro en tu capiella;
al bon omne que quiso vesar la tu toquiella,
bien suelta gela disti, como diz la cartiella.
746 Sennora benedicta, reína acabada,
por mano del tu fijo don Christo coronada,
líbranos del dïablo, de la su çancajada,
que tiene a las almas siempre mala celada.
747 Tú nos guía, Sennora, enna derecha vida,
tú nos gana en cabo fin buena e complida,
guárdanos de mal colpe e de mala caída,
que las almas en cabo ayan buena essida. (Amen.)
- XXV -
De cómo Teófilo fizo carta con el diablo de su ánima et después fue convertido e salvo
748 Del pleito de Teófilo vos querría fablar,
tan precioso miraclo non es de oblidar,
ca en esso podremos entender e asmar
que vale la Gloriosa qui la sabe rogar.
749 Non querré, si podiero, la razón alongar
ca vos avriédes tedio, yo podría peccar;
de la oración breve se suele Dios pagar,
a nos éssa nos desse el Criador usar.
750 Era un omne bono de granada fazienda,
avié nomne Teófilo como diz la leyenda,
omne era pacífico, non amava contienda,
bien sabié a sus carnes tenerlas so su rienda.
751 En el logar do era contenié grand bailía,
de su sennor el bispo tenié la vicaría;
de los de la eglesia avié la mejoría,
fuera que el obispo avié la nomnadía.
752 Era en sí misme de buena contenencia,
sabié aver con todos paz e grand abenencia;
omne era temprado, de buena conocencia,
era muy bien condido de sen e de cïencia.
753 Vistié a los desnudos, apacié los famnientos,
acogié los romeos que vinién fridolientos;
dava a los errados buenos castigamientos,
que se penitenciassen de todos fallimientos.
754 Non avié el obispo embargo nin lazerio,
fuera cantar su misa e rezar so salterio;
elli lo escusava de todo ministerio,
contar las sus bondades serié grand reguncerio.
755 Amávalo el bispo mucho de grand manera,
porque lo escusava de toda facendera;
los pueblos e las gentes aviénlo por lumnera,
que él era de todos cabdiello e carrera.
756 Quando vino el término que ovo de finar,
non podió el obispo el punto traspassar;
enfermó e murió, fo con Dios a folgar:
déli Dios paraíso, si se quiere rogar.
757 Los pueblos de la tierra, toda la clerecía,
todos diçién: «Teófilo aya la bispalía,
entendemos que yaze en él la mejoría,
él conviene que aya la adelantadía.»
758 Embïaron sos cartas al metropolitano
por Dios que de Teófilo non mudasse la mano;
ca esso tenién todos por consejo más sano,
lo ál serié ivierno, esto serié verano.
759 Embïaron por elli los del arzobispado,
dissiéronli: «Teófilo, prendi esti bispado,
ca todo el cabillo en ti es otorgado,
e de todos los pueblos eres tú postulado.»
760 Recudiólis Teófilo con grand simplicidat:
«Sennores, mudat mano por Dios e caridat,
ca non só yo tan digno pora tal dignidat,
en fer tal electïón serié gran ceguedat.»
761 Disso el arzobispo: «Quiero que vos fabledes,
esta electïón quiero que la tomedes.»
Díssoli don Teófilo: «Tanto non contendredes
que a todo mi grado a ello me levedes.»
762 Los de la canongía, si lis plogo o non,
ovieron a facer otra electïón;
el bispo que pusieron enna ordinación
metió otro vicario enna ministración.
763 Corrién los pleitos todos al vicario novel,
serviénlo a Teófilo mas plus servién a él;
cogió zelo Teófilo, cempelló el donzel,
cambióse en Caín el que fuera Avel.
764 En casa del obispo non era tan privado,
como solié seer con el otro passado;
fo en so voluntat fierament conturbado,
aviélo la envidia de su siesto sacado.
765 Teniése por maltrecho e por ocasionado,
de grandes e de chicos vediése desdennado;
cegó con grand despecho e fo mal trastornado,
asmó fiera locura, yerro grand desguisado.
766 Do morava Teófilo, en essa bispalía,
avié y un judío en essa judería;
sabié él cosa mala, toda alevosía,
ca con la uestantigua avié su cofradría.
767 Era el trufán falsso pleno de malos vicios,
savié encantamientos e muchos maleficios;
fazié el malo cercos e otros artificios,
Belzebud lo guïava en todos sus oficios.
768 En dar consejos malos era muy sabidor,
matava muchas almas el falsso traïdor;
como era basallo de muy mal sennor
si él mal lo mandava él faziélo peor.
769 Cuidávanse los omnes que con seso quebrava,
non entendién que todo Satanás lo guïava;
quando por aventura en algo acertava,
por poco la gent loca que no lo adorava.
770 Aviélo el dïablo puesto en grand logar,
todos a él vinién consejo demandar;
lo que lis él dizié, faziégelo provar,
sabié de mala guisa los omnes engannar.
771 Teniénlo por profeta todos, chicos e grandes,
todos corrién a elli como puercos a landes;
los que enfermos eran levávanlos en andes,
todos dizién: «Faremos quequier que tú nos mandes.»
772 Teófilo mesquino, de Dios desamparado,
venciólo so lucura e mueda del Peccado;
fo demandar consejo al trufán dïablado,
cómo podrié tornar al antigo estado.
773 Díssoli el judío: «Si creerme quisieres,
rehez puedes tornar en esso que tú quieres;
non ayas nulla dubda, si tú firme sovieres
todo es recabdado, si non te repindieres.»
774 Recudióli Teófilo como embellinnado:
«Por esso vin a ti por seguir tu mandado.»
Díssoli el judío: «Seï asegurado,
cuenta que el tu pleito todo es recabdado.
775 Ve folgar a tu lecho, torna a tu posada,
cras al suenno primero, la gente aquedada,
fúrtate de tus omnes, de toda tu mesnada,
ven tastar a la puerta e non fagas ál nada.»
776 Fo con esto Teófilo alegre e pagado,
tovo todo so pleito que era bien parado;
tornó a su posada durament engannado,
mucho más li valiera si se fuesse quedado.
777 Luego la otra nochi, la gente aquedada,
furtóse de sus omnes, issió de su posada;
fo tastar a la puerta, ca sabié la entrada,
el trufán sovo presto, abrióli sin soldada.
778 Prísolo por la mano, la nochi bien mediada,
sacólo de la villa a una cruzejada;
dísso'l: «Non te sanctigues nin te temas de nada,
ca toda tu fazienda será cras mejorada.»
779 Vío a poca de ora venir muy grandes yentes
con ciriales en manos e con cirios ardientes,
con su reï en medio, feos, ca non luzientes:
¡Ya querrié don Teófilo seer con sus parientes!
780 Prísolo por la mano el trufán traïdor,
levólo a la tienda do sedié el sennor;
recibiólo el rei asaz a grand onor,
sí fizieron los prínçipes que'l sedién derredor.
781 Dísso'l luego el rei «Don fulán, ¿qué buscades?
¿Qué present me traedes? Quiero que lo digades,
o ¿qué omne es ésti que vos me presentades?
Saberlo quiero luego -esto bien lo creades.»
782 Díssoli el judío: «Sennor, rey coronado,
ésti solié seer vicario del bispado,
queriénlo todos mucho, era omne onrrado,
tolliéronlo agora, ond es menoscavado.
783 Por esso es venido a tos pies caer,
que li fagas cobrar lo que solié aver;
él fágate servicio a todo so poder,
avrás en él bassallo bueno a mi creer.»
784 Díssoli el dïablo: «Non serié buen derecho
a bassallo ageno yo buscar tal provecho;
mas deniegue a Christo que nos faz muy despecho,
facerli é que torne en todo so bienfecho.
785 Deniegue al so Christo e a Sancta María,
fágame carta firme a mi placentería;
ponga ý su seyello a la postremería,
tornará en su grado con muy grand mejoría.»
786 Teófilo con gana de en precio sobir,
al placer del dïablo ovo a consintir;
fizo con él su carta e fízola guarnir
de su seyello misme que no'l podié mentir.
787 Partióse d'él con esto, tornó a su posada,
cerca era de gallos quando fizo tornada;
no la entendió nadi esta so cavalgada
fuera Dios a qual sólo non se encubre nada.
788 Pero perdió la sombra, siempre fo desombrado,
perdió la color buena, fincó descolorado;
pero Dios se lo quiso, non por poder del Peccado,
tornó el malastrugo en todo su estado.
789 Tornó el fementido en todo so estado,
connocióse el bispo que avié mal errado,
que de la vicaría lo avié demudado,
«Sennor -disso Teófilo- séavos perdonado».
790 Si ante fo Teófilo bien quisto e amado
fo depués más servido e mucho más preciado;
Dios sennero lo sabe, que es bien decorado,
si li vinié por Dios o si por el Peccado.
791 Visco algunos días en esta bienandança,
aviendo con el bispo amor e grand privança,
recibiendo del pueblo mucha buena pitança,
mas en cabo firiólo Christo con la su lança.
792 Estando est vicario en esta vicaría,
cogió muy gran jactancia e grand vallitanía;
concibió vanagloria e grand eufanía
entendiéngelo todos que trayé loçanía.
793 El Sennor que non quiere muerte de peccadores
mas que salven las almas, emienden los errores,
tornó en est enfermo de mortales dolores,
que era decebido de malos traïdores.
794 Los vienes que fiziera ennos tiempos trocidos,
el buen Sennor non quiso que li fuessen perdidos;
reviscló los sus sesos que yazién amortidos,
abrió luego los ojos que tenié adormidos.
795 Respiró un poquiello, tornó en so sentido,
comidió su fazienda, víose mal tannido;
comidió más adentro qué avié prometido,
allí cadió Teófilo en tierra amortido.
796 Disso entre sí misme: «Mesquino, malfadado,
del otero que sovi ¿quí me ha derribado?
La alma é perdida, el cuerpo despreciado,
el bien que é perdido no lo veré cobrado.
797 Mesquino peccador, non veo do ribar,
non trovaré qui quiera por mí a Dios rogar;
morré como qui yaze en medio de la mar,
que non vede terrenno do pueda escapar.
798 Mesquino ¡aï mí! Nasqui en ora dura,
matéme con mis manos, matóme mi locura;
aviéme assentado Dios en buena mesura:
agora é perdida toda buena ventura.
799 Mesquino, porque quiera tornar enna Gloriosa,
que diz la escriptura que es tan pïadosa,
non me querrá oír ca es de mi sannosa,
porque la denegué, fiz tan esquiva cosa.
800 Non ovo mayor culpa Judás el traïdor
que por poccos dineros vendió a su sennor;
yo pequé sobre todos, mesquino peccador,
que por mí non será ninguno rogador.
801 So perdido con Dios e con Sancta María,
perdido con los sanctos por mi alebosía;
corté todas las cimas do los piedes tenía,
si nacido non fuesse mucho mejor avría.
802 El día del judizio, yo, falsso traïdor,
¿con quál cara verré ant el nuestro Sennor?
De mí fablarán todos, mesquino peccador,
non verrá a la junta de mí otro peor.
803 Vidi en ora mala aquella vicaría,
escuché al dïablo, busqué mi negro día;
matóme el trufán, él de la judería,
que mató otros muchos con mala maestría.
804 Yo non avía mengua nin andava mendigo,
todos me fazién onrra e plaziélis comigo;
mas fui demandar mejor de pan de trigo,
yo busqué mi cuchiello: fui mi enemigo.
805 Avía qué vistir, avía qué calzar,
avía pora mí, avía pora dar;
fui pora mercado día negro buscar,
devríame yo misme con mis manos matar.
806 Bien sé que d'esta fiebre non podré terminar,
non á menge nin físico que me pueda prestar
si non Sancta María, estrella de la mar,
mas ¿quí será osado que la vaya rogar?
807 Yo mesquino fediondo que fiedo más que can,
can que yace podrido, non él que come pan,
non me querrá oír, esto sélo de plan,
ca fui contra ella torpe e muy villán.
808 Que a los sanctos quiera meter por rogadores,
como del mi mal pleito todos son sabidores,
sannosos me son mártires, todos los confesores,
mucho más los apóstolos que son mucho mayores.
809 Non quiero por los piedes la cabeza desar,
a la Madre gloriosa me quiero acostar;
cadré a los sos piedes delante so altar,
atendiendo su gracia, allí quiero finar.
810 Allí terré ieiunios, faré aflictïones,
ploraré de los ojos, rezaré oraciones,
martiriaré las carnes, cevo de vervenzones,
ca metrá en mí mientes en algunas sazones.
811 Maguer la denegué como loco sendío,
que fui engannado por un falso judío,
firmemientre lo creo, enna su mercet fío,
que d'Ella nació Christus que fue Salvador mío.
812 Que vaya al su tiemplo cras de buena mannana,
venir'm á lo que veno a la egiptïana,
que priso grand porfazo como mala villana,
fasta que la Gloriosa li fo entremediana.
813 Aunque me lo sufra Dios por su pïadat,
que pueda entrar entro veer la magestat,
verrá rayo o fuego o otra tempestat,
fará danno a muchos por la mi malveztat.
814 Aunque todo esto me quiera Dios sofrir,
que me dexe en paz mi rencura dezir,
en quál razón empieze non puedo comedir,
nin asmo cómo pueda la mi boca abrir.»
815 Desemparó su casa e quanto que avié,
non disso a ninguno lo que facer querié;
fue pora la eglesia del logar do seyé,
plorando de los ojos quanto más se podié.
816 Echóseli a piedes a la Sancta Reína,
que es de peccadores consejo e madrina:
«Sennora -disso- valas a la alma mesquina,
a la tu merced vengo buscarli medicina.
817 Sennora, só perdudo e só desemparado,
fiz mal encartamiento e só mal engannado,
dí non sé por quál guisa la alma al Peccado,
agora lo entiendo que fizi mal mercado.
818 Sennora benedicta, reína coronada,
que siempre fazes preces por la gent desbïada,
non vaya repoyado yo de la tu posada,
si non dizrán algunos que ya non puedes nada.
819 Sennora, tú que eres puerta de paraísso,
en qui el Rey de Gloria tantas bondades miso,
torna en mí, Sennora, el to precioso viso,
ca so sobeja guisa del mercado repiso.
820 Torna contra mí, Madre, la tu cara preciosa,
fáceslo con derecho si me eres sannosa;
non vaya más a mal que es ida la cosa,
torna sobre Teófilo, Reína glorïosa.»
821 Quarenta días sobo en esta contención,
sufrié días e noches fiera tribulación;
de ál no li membrava si d'esto sólo non:
clamar a la Gloriosa de firme corazón.
822 Plógo'l al Rey del Cielo al quarenteno día,
contendiendo Teófilo en su tesurería,
apareció'l de noche Sancta Virgo María,
díssoli fuertes bierbos com qui con fellonía.
823 Díssoli: «¿En qué andas, omne de auze dura?
Sobre yelo escribes, contiendes en locura;
harta só de tu pleito, dasme grand amargura,
eres muy porfidioso, enojas sin mesura.
824 Fazes peticïones locas e sin color,
a nos ás denegados, busquest otro sennor;
don renegado malo, de Judas muy peor,
non sé por ti quí quiera rogar al Criador.
825 Yo vergüenza avría al mi Fijo rogar,
non sería osada la razón empezar:
el que tú deneguesti e busquesti pesar,
non nos querrá oír nin a ti perdonar.»
826 «Madre -disso Teófilo- por Dios e caridat,
non cates al mi mérito, cata a tu bondat;
de quanto que tú dizes, todo dizes verdat,
ca só suzio e falso, pleno de malveztat.
827 Repiso só, Sennora, válame penitencia,
éssa salva las almas, tal es nuestra creencia,
éssa salvó a Peidro que fizo grand fallencia,
e lavó a Longino de muy grand vïolencia.
828 La sancta Magdalena, de Lázaro ermana,
peccadriz sin mesura, ca fue muger liviana,
esso misme te digo de la egipcïana,
éssa sanó a ambas, la que todo mal sana.
829 Davit a colpe fizo tres peccados mortales,
todos feos e sucios e todos principales;
fizo su penitencia con gémitos corales,
perdonóli el Padre de los penitenciales.
830 Pueblos de Ninivé que eran condenados
fizieron penitencia, plorando sus peccados;
los fallimentes todos fuéronlis perdonados,
muchos serién destructos que fueron escusados.
831 Esta razón, Sennora, tuya es de veer,
faziendo penitencia si me deve valer;
Madre, si tú quisiesses e fuesse tu plaçer,
en mí esti judizio non devié perecer.»
832 Calló elli con tanto, fabló Sancta María,
disso: «Traes, Teófilo, rebuelta pleitesía;
bien lieve la mi fonta, bien la perdonaría,
mas a lo de mi Fijo bien non me trevería.
833 Maguer que me neguesti, fezisti sucio fecho,
quiérote consejar de consejo derecho:
torna en el mi Fijo, ca te tiene despecho,
ca se tiene de ti que fue muy maltrecho.
834 Ruégalo bien de firme con muy grant femencia,
deniega al dïablo, confirma tu creencia;
mucho es pïadoso e de grand conocencia,
él mata, él vivifica ca es de tal potencia.»
835 «Madre -disso Teófilo- siempre seas laudada,
Pascua fue e grand día quando tú fuisti nada;
mucho es la mi alma con esto confortada,
trae la tu palavra melezina provada.
836 Yo no lo osaría al tu Fijo rogar,
por mi ventura mala busquéli grand pesar;
pero fío en Elli como devo fiar,
e quiero mi creencia a ti la demostrar.
837 Creo que un Dios es e que es Trinidat,
Trinidat en personas, una la deïdat;
non á ennas personas nulla diversidat,
Padre, Fijo e Spíritu, uno son de verdat.
838 Creo de Jesu Christo enna encarnación,
que nació de ti, Madre, por nuestra redención;
predicó el Evangelio, dessent priso passión,
en el día tercero fizo resurectión.
839 Creo bien firmemientre la su ascensïón,
que envïó la gracia, la de consolación;
creo la postremera regeneracïón
quando buenos e malos prendan el gualardón.
840 Madre, todo lo creo, só ende bien certano,
quanto que Christo manda creer a su christiano;
mas só en grand vergüenza, en miedo sovejano,
ca fui, mi Sennora, contra Él muy villano.
841 A mal omne e suçio e mal testimoniado,
non me querrá oír, ca non es aguisado;
Madre, tanto lo temo, iría repoyado,
fincarié nuestro pleito mucho empeorado.
842 Si bien á de seer o me quieres prestar,
tú ás en esti pleito, Madre, a travajar;
otro procurador non me mandes buscar,
ca porque lo buscasse no lo podría trovar.
843 Tú eres pora todo ¡grado al Criador!
por rogar al tu Fijo, tu Padre, tu Sennor;
quequiere que tú mandes e ovieres sabor,
todo lo fará Elli de muy buen amor.
844 Lo que nunqua fezist en otro peccador,
non sea en Teófilo, por el Nuestro Sennor;
tórname en la gracia de la tu sancta flor,
la Flor que tú pariste sin tacha, sin dolor.
845 Sennora benedicta, Reína principal,
aún en tu osança quiérote dezir ál;
si non cobro la carta que fici por mi mal,
contaré que non só quito del mal dogal.»
846 Disso Sancta María: «Don suçio, don maliello,
la carta que fecisti el tu mal cabdiello,
e dessent la seelleste de tu proprio seyello,
en el infierno yaze en chico reconciello.
847 Non querrié el mi Fijo por la tu pleitesía
descender al infierno, prender tal romería,
ca es logar fediondo, fedionda confradría,
sólo en sometérgelo serié grand osadía.»
848 «Sennora benedicta entre todas mugieres,
bien lo querrá tu Fijo lo que tú bien quisieres;
todo te lo dará lo que tú bien pidieres,
a mí verná la carta si tú savor ovieres.
849 Doquiere que la tenga el dïablo metida,
sólo que Él lo quiera, luego será rendida;
Sennora, que de todos eres salut e vida,
non puedo más rogarte nin sé más qué te pida.»
850 Disso'l Sancta María buen confuerto provado:
«Finca en paz, Teófilo, véote bien lazrado;
iré yo si pudiero recabdar el mandado,
¡Dios lo mande que sea aína recabdado!»
851 La Madre benedicta, esta razón tractada,
tollióseli delante, non pudió veer nada;
pero la voluntat teniéla confortada,
ca es el solaz suyo melezina provada.
852 Si ante fue Teófilo de grand devocïón,
mucho fue depués ende de mayor compunción;
tres días e tres noches sovo en oración,
nin comió nin bebió nin exió de lectión.
853 Semejavan sus ojos dos fuentes perennales,
ferié con su cabeça en los duros cantales;
sus punnos en sus pechos davan colpes capdales,
dizié: «¡Válasme, Madre, como a otros vales!
854 Válasme, Madre Sancta, óï los mis clamores,
que fazes cosas tales e otras más mayores;
tú sabes la mi cuita, entiendes mis dolores,
non me oblides, Madre, solaz de peccadores.»
855 Mucho lazró Teófilo en esti tridüano,
yaziendo en la tierra orando muy cutiano;
nunqua en tantos días lazró más nul christiano,
en cabo su lazerio non li cayó en vano.
856 La Reína de Gloria, Madre Sancta María,
visitólo de cabo en el tercero día;
adússoli saludes, nuevas de alegría,
quales querrié tod omne que yaz en fermería.
857 «Sepas -disso-,Teófilo, que las tus oraciones,
los tus gémitos grandes, las tus afflictïones,
levadas son al cielo con grandes processiones,
leváronlas los ángeles cantando dulzes sones.
858 Es de la tu fazienda el mi Fijo pagado,
el tuerto que fizisti áslo bien emendado;
si bien perseverares como ás empezado,
tu pleito es bien puesto, e muy bien recabdado.
859 Yo fablé en tu pleito de toda voluntat,
finqué los mis enojos ante la magestat;
áte Dios perdonado, fecha grand caridat,
conviene tú que seas firme en tu bondat.»
860 «Madre -disso Teófilo- de Dios, Nuestro Sennor,
por ti me viene esto, bien só ent sabidor;
quitas de mal judizio un alma pecador,
que yazrié en infierno con Judas el traidor.
861 Pero con todo esto que tú ás recabdado,
aún non me seguro nin seo bien pagado,
hasta vea la carta e cobre el dictado,
la que fiz quando ovi al tu Fijo negado.
862 Madre, si yo oviesse la cartiella cobrada,
e dentro en un fuego la vidiesse quemada,
siquier luego muriesse yo non daría nada,
ca mal está mi alma, Sennora, enredada.
863 Madre, bien sé que eres d'est pleito enojada,
mas si tú me falleces non me tengo a nada;
Sennora, tú que esta cosa ás empeçada,
fázme render la carta, será bien recabdada.»
864 «Non fincará por eso -disso la Glorïosa-
non finque por tan poco empeçada la cosa.»
Tollióseli delante la Reína preciosa,
fue buscar esta carta de guisa presurosa.
865 Alegróse Teófilo que yazié quebrantado,
non era maravella ca yazié muy lazrado;
tornó en su estudio, el que avié usado,
nunqua fue en est sieglo confesor más penado.
866 Tornó en su estudio, en fer su penitencia,
en comer, en bever tener grand abstenencia;
tenié enna Gloriosa toda la su creencia,
que li darié por Ella Dios la su bienquerencia.
867 En la noche tercera yazié él adormido,
ca sufrié grand martirio, avié poco sentido;
vínoli la Gloriosa con recabdo complido,
con su carta en mano, queda e sin roído.
868 La esposa de Christo, ponçella e parida,
echógela de suso, dióli una ferida;
recudió don Teófilo, tornó de muert a vida,
trovó en su regaço la carta malmetida.
869 Con esto fue Teófilo alegre e loçano,
que veyé la cartiella tornada en su mano;
allí tovo que era de la fiebre bien sano,
apretó bien la carta, cumplió su tridüano.
870 El confessor Teófilo ovo grand alegría,
quando tovo la carta en su podestadía;
rendió gracias a Christo e a Sancta María,
ca Ella adovara toda su pleitesía.
871 Dizié: «Sennora buena, siempre seas laudada,
siempre seas bendicha, siempre glorificada;
pora los peccadores eres buena provada,
qual nunqua nació otra tan dulz nin tan uviada.
872 Siempre seas bendicha, el tu Fructo laudado,
sancto es el tu nomne, más el suyo medrado;
tú me saquesti, Madre, del pozo dïablado,
do siempre sine fine yazría enfogado.
873 Sennora benedicta, Madre Sancta María,
quánto te lo gradesco dezir no lo podría;
Madre, tú me da seso, saber e connocía
por ond laudarte pueda, ca mucho lo querría.
874 Reína poderosa de los fechos onrrados,
que siempre te travajas en salvar los errados,
tú me gana, Sennora, perdón de los peccados,
que laude dignamientre los tus bienes granados.
875 Madre del Rey de Gloria, por la tu pïadat,
alimpia los mis labros e la mi voluntat,
que pueda dignamientre laudar la tu bondat,
ca ás sobre mí fecha sobra grand caridat.»
876 Otro día mannana que cuntió esta cosa,
que adusso la carta la Madre glorïosa,
era día domingo, una feria sabrosa,
en qui la gent christiana toda anda gradosa.
877 Vino el pueblo todo a la misa oír,
prender pan bendicto la agua recebir;
queriéla el obispo de la villa dezir,
querié el omne bono so ofizio complir.
878 El confesor Teófilo, un lazrado christiano,
fue pora la eglesia con su carta en mano;
posóse a los piedes del buen missacantano,
confessó su proceso tardío e temprano.
879 Fizo su confessión pura e verdadera,
cómo fizo su vida de la edat primera,
desend cómo envidia lo sacó de carrera,
que lo fizo cegar de estranna manera.
880 Cómo fue al judío, un trufán renegado,
cómo li dio consejo suzio e desguisado,
cómo con el dïablo ovo pleito tajado
e cómo fue por carta el pleito confirmado.
881 Cómo por la Gloriosa cobró aquel dictado,
el que con su seyello oviera seellado;
non dessó de dezir menudo nin granado,
que no lo disso todo por qué avié pasado.
882 Demostróli la carta que en punno tenié,
en que toda la fuerça del mal pleito yazié;
sanctigóse el bispo que tal cosa veyé,
tanto era grand cosa que abés lo creyé.
883 «Ite missa est» dicha, la missa acabada,
era toda la gent por irse saborgada,
fizo signo el bispo con su mano sagrada,
fincó la gent toda como seyé posada.
884 «Oíd -dixo- varones una fiera azanna,
nunqua en est sieglo la oyestes tamanna;
veredes el dïablo que trae mala manna,
los que non se li guardan, tan mal que los enganna.
885 Esti nuestro canónigo e nuestro compannero,
moviólo su locura, un falso consejero,
fue buscar al dïablo sabidor e artero,
por cobrar un officio que toviera primero.
886 Sópolo engannar el falso traïdor,
díssoli que negasse a Christo su Sennor
e a Sancta María que fue buena seror
e tornar lo yé luego en toda su onor.
887 Otorgógelo esti mesquino peccador,
fizo con él su carta, esto fue lo peor;
con su seyello misme robró essa lavor,
de tal amigo guárdenos Dios Nuestro Sennor.
888 Dios que siempre desea salut de peccadores,
que por salvar a nos sufrió grandes dolores,
non quisso que granassen esas tales lavores,
ca eran barvechadas de malos lavradores.
889 Si la Virgo gloriosa no'l oviesse valido,
era el azedoso fieramientre torcido;
mas la su sancta gracia á lo ya acorrido,
á cobrada la carta, si non, fuera perdido.
890 Yo la tengo en punno, podédesla veer,
esto non yaze en dubda, devédeslo creer,
onde debemos todos a Dios gracias render
e a la Sancta Virgo que li dennó valer.»
891 Rendieron todos gracias, mugieres e varones,
fizieron grandes laudes e grandes processiones,
plorando de los ojos, diziendo oraciones
a la Madre gloriosa, buena todas sazones.
892 El «Te Deüm laudamus» fue altament cantado,
«Tibi laus, tibi gloria» fue bien reïterado;
dizién «Salve Regina», cantávanla de grado
e otros cantos dulzes de son e de dictado.
893 Desent mandó el bispo fazer muy grand foguera,
veyéndolo el pueblo que en la eglesia era;
echó aquesta carta dentro en la calera,
ardió, tornó cenisa pargamino e cera.
894 Desque el pueblo ovo tenido su clamor,
la carta fo quemada, ¡gracias al Criador!
Reçibió Corpus Dómini el sancto confessor,
veyéndolo el pueblo que seyé derredor.
895 Adiesso que Teófilo, un cuerpo martiriado,
reçibió Corpus Dómini e fue bien confessado,
fue a ojo del pueblo de claridat cercado,
un resplendor tan fiero que non serié asmado.
896 Fue el pueblo certero que era omne santo,
e era de grand mérito por qui fazié Dios tanto,
e Dios que lo cubrié de tan precioso manto
e prendió el dïablo en ello grand quebranto.
897 Reluzié la su cara, tales rayos echava,
com la de Moïsés quando la ley portava,
o como San Andrés quando en la cruz estava;
el Criador en esto pocca onrra no'l dava.
898 Quanto esto veyeron los pueblos e las yentes,
que ixién de su cara tales rayos luzientes,
cantaron otras laudes, otros cantos rezientes,
en laudar la Gloriosa todos eran ardientes.
899 Aturó bien Teófilo en su contemplaçión,
no'l movió vanagloria nin cogió elación;
tornó a la eglesia do vío la visïón,
nunqua fue más devoto en ninguna sazón.
900 Entendió el bon omne, Dios lo fizo certero,
que li vinié bien cerca el día postremero;
partió quanto avié, no li fincó dinero,
diólo todo a pobres, fizo buen semencero.
901 Pidió culpa a todos los de la vezindat,
perdonáronli todos de buena voluntat;
besó mano al bispo, fizo grand onestat,
finó al terçer día, fizo'l Dios pïadat.
902 Tres días solos visco desque fue comulgado,
desque el cartelario fue cenisa tornado;
murió enna eglesia do fuera visitado,
fue en est logar misme el cuerpo soterrado.
903 Assín finó Teófilo, el bienaventurado,
el yerro que fiziera, Dios sea ent laudado,
bien lo emendó todo, fizo a Dios pagado,
valiéndo'l la Gloriosa, la que aya buen grado.
904 Sennores, tal miraclo qual avemos oído,
non debemos por nada echarlo en oblido,
si non, seremos todos omnes de mal sentido,
que non avemos seso natural nin complido.
905 Assí lo diz Sant Paulo, el buen predicador,
que fue leal vasallo de Dios, Nuestro Sennor,
que todas las leyendas que son del Criador,
todas salut predigan del omne peccador.
906 Nos en esto podemos entender e asmar
quánto val penitencia a qui la save guardar;
si non fuesse por ella, podédeslo jurar,
que fuera don Teófilo ido a mal logar.
907 Si la Madre gloriosa, que li dennó valer,
éssa no'l entendiesse, no lo vernié veer;
mas qui a mí quisiere escuchar e creer,
viva en penitencia, puede salvo seer.
908 Amigos, si quisiésedes vuestras almas salvar,
si vos el mi consejo quisiéredes tomar,
fech confessión vera non querades tardar,
e prendet penitencia, pensátla de guardar.
909 Quiéralo Jesu Christo e la Virgo gloriosa,
sin la qual non se faze ninguna buena cosa,
que assí mantengamos esta vida lazrosa,
que ganemos la otra durable e lumnosa. (Amen.)
910 La Madre glorïosa, de los çielos Reína,
la que fue a Teófilo tan prestable madrina,
Ella nos sea guarda en esta luz mezquina
que caer non podamos en la mala rüína. (Amen.)
911 Madre del tu Golzalvo seï remembrador
que de los tos miraclos fue enterpretador;
tú fes por él, Sennora, prezes al Criador,
ca el tu privilegio vale a peccador,
tú li gana la gracia de Dios, Nuestro Sennor. (Amen.)
El labrador avaro
270 Era en una tierra un omne labrador
que usava la reja más que otra lavor;
más amava la tierra que non al Crïador,
era de muchas guisas omne revolvedor.
271 Fazié una nemiga, suziela por verdat,
cambiava los mojones por ganar eredat,
façié a todas guisas tuerto e falsedat,
avié mal testimonio entre su vecindat.
272 Querié, peroque malo, bien a Sancta María,
udié los sus miráculos, dávalis acogía;
saludávala siempre, diciéli cada día:
«Ave gratïa plena que parist a Messía.»
273 Finó el rastrapaja de tierra bien cargado,
en soga de dïablos fue luego cativado,
rastrávanlo por tienllas, de cozes bien sovado,
pechávanli a duplo el pan que dio mudado.
274 Doliéronse los ángeles d'esta alma mesquina,
por quanto la levavan dïablos en rapina;
quisieron acorrelli, ganarla por vecina,
mas pora fer tal pasta menguavalis farina.
275 Si lis dizién los ángeles de bien una razón,
ciento dicién los otros, malas que buenas non;
los malos a los bonos teniénlos en rencón,
la alma por peccados non issié de presón.
276 Levantóse un ángel, disso: «Yo so testigo,
verdat es, non mentira esto que yo vos digo:
el cuerpo, el que trasco esta alma consigo,
fue de Sancta María vassallo e amigo.
277 Siempre la ementava a yantar e a cena,
diziéli tres palabras: 'Ave gratïa plena';
la boca por qui essié tan sancta cantilena
non merecié yazer en tan mala cadena.»
278 Luego que esti nomne de la Sancta Reína
udieron los dïablos cogieron's de ý aína;
derramáronse todos como una neblina,
desampararon todos a la alma mesquina.
279 Vidiéronla los ángeles seer desemparada,
de piedes e de manos con sogas bien atada;
sedié como oveja que yaze ensarzada,
fueron e adussiéronla pora la su majada.
280 Nomne tan adonado e de vertut atanta,
que a los enemigos seguda e espanta,
non nos deve doler nin lengua nin garganta
que non digamos todos: «Salve Regina Sancta.»
- XII -
El prior de san Salvador y el sacristán Uberto
281 En una villa bona que la claman Pavía,
cibdat de grand facienda, yaze en Lombardía,
avié dentro en ella una rica mongía,
de muy bonos omnes, muy sancta compannía.
282 Era el monesterio alzado en onor
del que salvó el mundo, sennor Sant Salvador;
avié por aventura en elli un prior
que non querié vevir si non a su sabor.
283 Avié el bon omne una lengua errada,
dizié mucha orrura de la regla vedada;
fazié una tal vida non mucho ordenada,
pero dicié sus oras en manera temprada.
284 Avié una costumne que li ovo provecho,
dizié todas sus oras como monge derecho,
a las de la Gloriosa siempre sedié erecho,
aviéli el dïablo por ello grand despecho.
285 Peroque semejava en unas cosas boto
e como vos dissiemos que era bocarroto,
en amar la Gloriosa era muy devoto,
dizié el su oficio de suo corde toto.
286 Ovo quando Dios quiso est prior a finar,
cadió en un exilio, en un áspero logar,
non vos podrié nul omne el lazerio contar
que el prior levava, ni lo podrié asmar.
287 Avié un sacristano en essa abadía
que guardava las cosas de la sacristanía;
Uberto avié nomne, cuerdo e sin follía,
valié más ca non menos por elli la mongía.
288 Ante de los matines, una grand madrugada,
levantóse est monge rezar la matinada,
tanner a los matines, despertar la mesnada,
enderezar las lámpadas, allumnar la posada.
289 El prior de la casa, de suso ementado,
anno avié complido deque fuera finado,
pero fue el su pleito en cabo rezentado,
tan bien como al día quando fo soterrado.
290 El monge de la casa que sacristano era,
ante que empezasse tanner la monedera,
alimpiava las lámpadas por fer mejor lumnera,
priso un grand espanto de estranna manera.
291 Udió una voz d'omne, flaquiella e cansada,
disso: «Fraire Ubert», non sola una vegada;
connocióla Ubert e non dubdó en nada
que la del prior era; priso grand espantada.
292 Salió de la eglesia, fo a la fermería,
non levava de miedo la voluntat vazía,
non irié tan apriesa yendo en romería,
¡don Bildur lo levava par la cabeza mía!
293 Estando de tal guisa fuera de las vertudes,
udió «Ubert, Ubert, ¿por qué me non recudes?
Cata, non ayas miedo, por ren non te demudes,
piensa cómo me fables e cómo me pescudes».
294 Estonz dixo Ubert: «Prior, ¡fe que devedes!
de vos como estades, vos me lo regunzedes,
que sepa el cabildo de vos como seedes,
en quál estado sodes o quál lo atendedes.»
295 Díssoli el prior: «Ubert, el mió crïado,
sepas hasta aquí mal á de mi estado;
cadí en un exilio crudo e destemprado:
el príncep de la tierra Smirna era clamado.
296 Sufrí mucho lazerio, passé mucho mal día,
el mal que he passado contar no lo podría,
mas ovo a passar por ý Sancta María,
ovo pesar e duelo del mal que yo sufría.
297 Prísome por la mano e levóme consigo,
levóme al logar temprado e abrigo;
tollióme de la premia del mortal enemigo,
púsome en logar do vivré sin peligro.
298 ¡Grado a la Gloriosa que es de gracia plena!
fuera só del lazerio, essido só de pena;
caí en dulz vergel cerca de dulz colmena,
do nunqua veré mengua de yantar nin de cena.»
299 Calló la voz con tanto, despertó el conviento,
fueron a la eglesia todos de buen taliento;
dissieron los matines, ficieron complimiento,
de guisa que podrié Dios aver pagamiento.
300 Los matines cantados, esclareció el día,
dissieron luego prima, desend la ledanía,
fueron a su capítulo la sancta compannía,
ca esto es de regla, costumne de mongía.
301 Estando en capítulo, leída la lectión,
fizo el sacristano su genuflexïón;
contólis al conviento toda la visïón,
plorando de los ojos a muy grant missïón.
302 Rendieron todos gracias a la Madre gloriosa,
que sobre sos vassallos es siempre pïadosa;
fueron a la eglesia cantando rica prosa,
fizieron en escripto meter toda la cosa.
303 End a poco de tiempo murió el sacristano,
murió de fin qual dé Dios a tot christiano,
issió de mal ivierno, entró en buen verano,
fo pora paraíso do será siempre sano.
304 Esto es sumum bonum servir atal Sennora,
que save a sus siervos acorrer en tal ora;
ésta es buena tienda, ésta buena pastora,
que bale a tot omne que de buen cor la ora.
305 Quantos que la udieron esta tal visïón
cogieron en sus almas mayor devocïón,
en amar la Gloriosa de mayor corazón,
aclamarse a ella en su tribulación.
- XIII -
El nuevo obispo de Pavía
306 En essa misme cibdat avié un buen christiano,
avié nombre Jerónimo, era missacantano;
fazié a la Gloriosa servicio muy cutiano,
los días e las noches, ivierno e verano.
307 Finó por aventura el bispo del logar,
non se podién por nada en otro acordar;
tovieron tridüano, querién a Dios rogar,
que Elli lis mostrasse quál deviessen alzar.
308 A un omne católico, bien de religïón,
fablóli la Gloriosa, disso'l en visïón:
«¿Varón, por qué estades en tal dissensïón?
Dad al mi creendero esta electïón.»
309 Disso'l el omne bono por seer bien certero:
«¿Quí eres tú qui fablas o quí el creendero?»
«Yo so -li disso ella- la Madre de Dios vero,
Jerónimo li dizen a essi mi clavero.
310 Seï mi mensagero, lieba esti mandado,
yo te mando que sea aína recabdado;
si ál faz el cabillo será mal engannado,
non será el mi Fijo del su fecho pagado.»
311 Díssolo e crediéronlo esto los electores,
mas quí era Jerónimo non eran sabidores;
metieron por la villa omnes barruntadores,
darién buen alvrizia a los demostradores.
312 Trobaron a Jerónimo preste parroquïal,
omne sin grandes nuevas, sabié pocco de mal,
leváronlo por mano a la siet catedral,
diéronli por pitanza la siella obispal.
313 Siguiendo el message, él de Sancta María,
ficiéronlo obispo e sennor de Pavía;
ovieron ende todos savor e alegría,
qua vidién que la cosa vinié por buena vía.
314 Fue muy buen obispo e pastor derechero,
león pora los bravos, a los mansos cordero;
guïava bien su grei non como soldadero
mas como pastor firme que está bien façero.
315 Guïóli su fazienda Dios nuestro Sennor,
fizo buena la vida, la fin mucho mejor;
quando issió d'est sieglo fue al otro mayor,
guïólo la Gloriosa, madre del Crïador.
316 Madre tan pïadosa siempre sea laudada,
siempre sea bendicha e siempre adorada,
que pone sus amigos en onrra tan granada,
la su misericordia nunqua serié asmada.
- XIV -
La imagen respetada por el incendio
317 San Miguel de la Tumba es un grand monesterio,
el mar lo cerca todo, elli yaze en medio,
el logar perigloso do sufren grand lazerio
los monges que ý viven en essi cimiterio.
318 En esti monesterio que avemos nomnado,
avié de buenos monges buen convento provado,
altar de la Gloriosa rico e muy onrrado,
en él rica imagen de precio muy granado.
319 Estava la imagen en su trono posada,
so fijo en sus brazos, cosa es costumnada,
los reïs redor ella, sedié bien compannada,
como rica reína de Dios santificada.
320 Tenié rica corona como rica reína,
de suso rica impla en logar de cortina,
era bien entallada, de lavor muy fina,
valié más essi pueblo que la avié vezina.
321 Colgava delant ella un buen aventadero,
en el seglar lenguaje dízenli moscadero;
de alas de pavones lo fizo el obrero,
luzié como estrellas, semejant de luzero.
322 Cadió rayo del cielo por los graves peccados,
encendió la eglesia de todos quatro cabos,
quemó todos los libros e los pannos sagrados,
por pocco que los monges que non foron quemados.
323 Ardieron los armarios e todos los frontales,
las vigas, las gateras, los cabrios, los cumbrales,
ardieron las ampollas, cálizes e ciriales,
sufrió Dios essa cosa como faz otras tales.
324 Maguer que fue el fuego tan fuert e tan quemant,
nin plegó a la duenna nin plegó al ifant,
nin plegó al flabello que colgava delant,
ni li fizo de danno un dinero pesant.
325 Nin ardió la imagen nin ardió el flabello,
nin prisieron de danno quanto val un cabello;
solamiente el fumo non se llegó a ello,
ni'l nució más que nuzo yo al obispo don Tello.
326 Continens e contentu fue todo astragado
tornó todo carbones, fo todo asolado,
mas redor de la imagen, quanto es un estado,
non fizo mal el fuego ca non era osado.
327 Esto tovieron todos por fiera maravella,
que nin fumo nin fuego non se llegó a ella,
que sedié el flabello más claro que estrella,
el ninno muy fermoso, fermosa la ponzella.
328 El precioso miraclo non cadió en oblido,
fue luego bien dictado, en escripto metido;
mientre el mundo sea será él retraído;
algún malo por ello fo a bien combertido.
329 La Virgo benedicta, reína general,
como libró su toca de esti fuego tal,
asín libra sus siervos del fuego perennal,
liévalos a la Gloria do nunqua vean mal.
- XV -
El novio y la virgen
330 Enna villa de Pisa, cibdat bien cabdalera,
en puerto de mar yaze rica de grand manera,
avié ý un calonge de buena alcavera,
dizién Sant Cassïán ond el calonge era.
331 Como fizieron otros que de suso contamos,
que de Sancta María fueron sos capellanos,
ésti amóla mucho, más que muchos christianos,
e faziéli servicio de piedes e de manos.
332 Non avié essi tiempo uso la clerecía
dezir ningunas oras a ti, Virgo María,
pero elli diziélas siempre e cada día,
avié en la Gloriosa sabor e alegría.
333 Avién los sos parientes esti fijo sennero,
quando ellos finassen era buen eredero;
dessávanli de mueble assaz rico cellero,
tenié buen casamiento, assaz cobdiziadero.
334 El padre e la madre quando fueron finados,
vinieron los parientes tristes e desarrados:
diziénli que fiziesse algunos engendrados,
que non fincassen yermos logares tan preciados.
335 Cambióse del propósito, del que ante tenié,
moviólo la ley del sieglo, dixo que lo farié;
buscáronli esposa qual a él convenié,
destajaron el día que las bodas farié.
336 Quando vino el día de las bodas correr,
iva con sos parientes la esposa prender;
tan bien en la Gloriosa non podié entender,
como lo solié ante otro tiempo fazer.
337 Yendo por la carrera a complir el so depuerto,
membró'l de la Gloriosa, que li yazié en tuerto,
tóvose por errado e tóvose por muerto,
asmó bien esta cosa que'l istrié a mal puerto.
338 Asmando esta cosa de corazón cambiado,
halló una eglesia, lugar a Dios sagrado,
dessó las otras yentes fuera del portegado,
entró fer oración el novio refrescado.
339 Entró en la eglesia al cabero rencón,
inclinó los enojos fazié su oración,
vínoli la Gloriosa, plena de bendición,
como qui sannosamientre, dissoli tal razón:
340 «Don fol malastrugado, torpe e enloquido,
¿en qué roídos andas? ¿en qué eres caído?
Semejas ervolado, que as yervas bevido,
o que eres del blago de Sant Martín tannido.
341 Assaz eras varón bien casado comigo,
yo mucho te quería como a buen amigo;
mas tú andas buscando mejor de pan de trigo,
non valdrás más por esso quanto vale un figo.
342 Si tú a mí quisieres escuchar e creer,
de la vida primera non te querrás toller:
a mí non dessarás por con otra tener,
si non, avrás la lenna a cuestas a traer.»
343 Issió de la eglesia el novio maestrado,
todos avién querella que avié tardado,
fueron cabadelante recabdar su mandado,
fo todo el negocio aína recabdado.
344 Fizieron ricas bodas, la esposa ganada,
ca serié lo ál fonta si fuesse desdennada;
era con esti novio la novia bien pagada,
mas non entendié ella do yazié la celada.
345 Supo bien encobrirse el de suso varón,
la lengua poridat tovo al corazón;
ridié e deportava todo bien por razón,
mas aviélo turrado mucho la visïón.
346 Ovieron ricas bodas e muy grand alegría,
nunqua mayor siquiere ovieron en un día;
mas echó la redmanga por ý Sancta María
e fizo en sequero una grand pesquería.
347 Quando veno la noche, la ora que dormiessen,
fizieron a los novios lecho en que yoguiessen;
ante que entre sí ningún solaz oviessen,
los brazos de la novia non tenién qué prisiessen.
348 Issióseli de manos, fússoli el marido,
nunqua saber podieron omnes dó fo caído,
sópolo la Gloriosa tener bien escondido,
no lo consintió ella que fuesse corrompido.
349 Dessó mugier fermosa e muy grand posesión,
lo que farién bien poccos de los que oï son;
nunqua lo entendieron do cadió, o do non:
qui por Dios tanto faze, aya su bendición.
350 Creemos e asmamos que esti buen varón
buscó algún lugar de grand religïón,
y sovo escondido faciendo oración,
por ond ganó la alma de Dios buen gualardón.
351 Bien devemos creer que la Madre gloriosa,
porque fizo est omne esta tamanna cosa,
no lo oblidarié, como es pïadosa,
bien allá lo farié posar do ella posa.
- XVI -
El judezno
352 Enna villa de Borges una cibdat estranna,
cuntió en essi tiempo una buena hazanna;
sonada es en Francia, sí faz en Alemanna,
bien es de los miraclos semejant e calanna.
353 Un monge la escripso, omne bien verdadero,
de Sant Miguel era de la Clusa claustero,
era en essi tiempo en Borges ostalero,
Peidro era su nomne, fo ende bien certero.
354 Tenié en essa villa, ca era menester,
un clérigo escuela de cantar e leer;
tenié muchos crïados a letras aprender,
fijos de bonos omnes que querién más valer.
355 Venié un judezno, natural del logar,
por savor de los ninnos, por con ellos jogar;
acogiénlo los otros, no li fazién pesar,
avién con él todos savor de deportar.
356 En el día de Pascua, domingo grand mannana,
quando van Corpus Dómini prender la yent christiana,
priso'l al judezno de comulgar grand gana,
comulgó con los otros el cordero sin lana.
357 Mientre que comulgavan a muy grand presura
el ninno judezno alzó la catadura,
vío sobre'l altar una bella figura,
una fermosa duenna con genta creatura.
358 Vío que esta duenna que posada estava,
a grandes e a chicos ella los comulgava;
pagóse d'ella mucho, quando más la catava
de la su fermosura más se enamorava.
359 Issió de la eglesia alegre e pagado,
fue luego a su casa como era vezado,
menazólo el padre porque avié tardado,
que mereciente era de seer fostigado.
360 «Padre -dixo el ninno- non vos negaré nada,
ca con los christianiellos fui grand madurgada;
con ellos odí missa ricamientre cantada,
e comulgué con ellos de la ostia sagrada.»
361 Pesóli esto mucho al malaventurado,
como si lo toviesse muerto o degollado;
non sabié con grand ira qué fer el dïablado,
fazié figuras malas como demonïado.
362 Avié dentro en casa esti can traïdor
un forno grand e fiero que fazié grand pavor;
fízolo encender el locco peccador,
de guisa que echava sovejo grand calor.
363 Priso esti ninnuelo el falso descreído,
asín como estava, calzado e vestido,
dio con él en el fuego bravament encendido:
¡mal venga a tal padre que tal faze a fijo!
364 Metió la madre vozes e grandes carpellidas,
tenié con sus onçejas las massiellas rompidas,
ovo muchas de yentes en un rato venidas,
de tan fiera quessa estavan estordidas.
365 El fuego porque bravo fue de grand cosiment,
no li nuzió nin punto, mostróli buen talent;
el ninnuelo del fuego estorció bien gent,
fizo un grand miraclo el Rey omnipotent.
366 Yazié en paz el ninno en media la fornaz,
en brazos de su madre non yazrié más en paz,
non preciava el fuego más que a un rapaz,
ca'l fazié la Gloriosa companna e solaz.
367 Issió de la foguera sin toda lissïón,
non sintió calentura más que otra sazón;
non priso nulla tacha, nulla tribulación,
ca pusiera en elli Dios la su bendición.
368 Preguntáronli todos, judíos e christianos
cómo podió venzer fuegos tan sobranzanos,
quando él non mandava los piedes ni las manos
quí lo cabtenié entro, fiziésselos certanos.
369 Recudiólis el ninno palavra sennalada:
«La duenna que estava enna siella orada
con su fijo en brazos sobre'l altar posada,
éssa me defendié que non sintié nada.»
370 Entendieron que era Sancta María ésta,
que lo defendió ella de tan fiera tempesta;
cantaron grandes laudes, fizieron rica festa,
metieron esti miraclo entre la otra gesta.
371 Prisieron al judío, al falsso desleal,
al que a su fijuelo fiziera tan grand mal,
legáronli las manos con un fuerte dogal,
dieron con elli entro en el fuego cabdal.
372 Quanto contarié omne poccos de pipïones,
en tanto fo tornado cenisa e carbones,
non dizién por su alma salmos nin oraciones,
mas dizién denosteos e grandes maldiziones.
373 Diziénli mal oficio, faciénli mala ofrenda,
dizién por «Pater noster», «Qual fizo, atal prenda».
De la comunicanda Domni Dios nos defenda,
pora'l dïablo sea tan maleíta renda.
374 Tal es Sancta María que es de gracia plena,
por servicio da Gloria, por deservicio pena;
a los bonos da trigo, a los malos avena,
los unos van en Gloria, los otros en cadena.
375 Qui servicio li faze es de buena ventura,
qui'l fizo deservicio nació en ora dura,
los unos ganan gracia e los otros rencura,
a bonos e a malos so fecho los mestura.
376 Los que tuerto li tienen o que la desirvieron,
d'ella mercet ganaron si bien gela pidieron;
nunca repoyó ella a los que la quisieron,
ni lis dio en refierta el mal que li fizieron.
377 Por provar esta cosa que dicha vos avemos,
digamos un exiemplo fermoso que leemos;
quando fuere contado mejor lo creeremos,
de buscarli pesar más nos aguardaremos.
- XVII -
La iglesia de la Gloriosa profanada
378 Tres cavalleros eran de una atenencia,
con otro so veçino avién grant malquerencia;
matariénlo de grado si oviessen potencia,
en buscarli muerte mala metién toda femencia.
379 Tanto podieron ellos rebolver e buscar,
oviéronlo un día solo a varruntar;
echáronli celada ca queriénlo matar,
más lo querién tener que grand aver ganar.
380 Entendiólos el otro que lo querién matar,
non se osó por nada con ellos acampar,
empezó a foír qua querié escapar,
movieron luego ellos, fuéronlo encalzar.
381 El que iva fuyendo con muy grand pavor,
trovó una eglesia, ovo end grand savor,
era de la Gloriosa, fecha en su onor,
escondióse en ella, mesquino peccador.
382 Los que lo segudavan que lo querién matar,
non ovieron vergüenza del sagrado logar;
quísolo la Gloriosa e Dios desamparar,
oviéronli la alma del cuerpo a sacar.
383 Dentro enna eglesia de la Virgo sagrada,
ý fue esta persona muerta e livorada:
tóvose la Gloriosa mucho por afontada,
los que la afontaron non ganaron ý nada.
384 La Reína de Gloria tóvose por prendada,
porque la su eglesia fincava vïolada;
pesó'l de corazón, fo ende despechada,
demostrógelo luego que lis era irada.
385 Embïó Dios en ellos un fuego infernal,
non ardié e quemaya como el de San Marzal,
quemávalis los miembros de manera mortal,
dizién a grandes voces: «¡Sancta María, val!»
386 Con esta majadura eran muy maltrechos,
perdién piedes e manos e fincavan contrechos,
las piernas e los brazos bien cerca de los pechos,
iva Sancta María prendiendo sus derechos.
387 Entendiénlo los pueblos, ellos no lo negavan,
que ellos merecieron, por ond tanto lazravan
las virtudes sannosas que ellas los majavan
no lo asmavan ellos quando las vïolavan.
388 Los sanctos ni las sanctas no lis querién valer,
peoravan cutiano a muy grant poder;
prisieron un consejo, ante fuera a prender,
tornar enna Gloriosa que los fazié arder.
389 Cadiéronli a prezes delant el su altar,
plorando de sus ojos quanto podién plorar,
dizién: «Madre gloriosa, dénnanos perdonar,
ca non trobamos otro que nos pueda prestar.
390 Si nos mal mereciemos, ricament lo lazramos,
bien nos verrá emiente mientre vivos seamos;
Madre, si nos perdonas bien te lo otorgamos
que enna tu eglesia fuerza nunqua fagamos.
391 Madre, dánte buen preçio que eres pïadosa,
siempre pïadat traes maguer eres sannosa;
Madre plena de gracia, perdona esta cosa,
dános buena respuesta, temprada e sabrosa.
392 Madre, repisos somos del yerro que fiziemos,
erramos duramiente, grand locura trasquiemos,
prisiemos grand quebranto, mayor lo mereciemos,
pechado lo avemos el escot que comiemos.
393 Madre, si non nos vales, de ti non nos partremos,
si tú non nos perdonas d'aquende nos iremos,
si tú non nos acorres a nada nos tenemos,
sin ti d'esta fiebre terminar non podremos.»
394 La Madre glorïosa, solaz de los cuitados,
non desdennó los gémitos de los omnes lazrados;
non cató al su mérito nin a los sus peccados,
mas cató su mesura, valió a los quemados.
395 La duenna pïadosa que fue ante irada
fue perdiendo la ira e fue más amansada;
perdonólis la sanna que lis tenié alzada,
toda la malatía fue luego acabada.
396 Amansaron los fuegos que los fazién arder,
avién mayor remedio que non solién aver,
sintién que la Gloriosa pro lis querié tener,
ploravan con grand gozo, non se savién qué fer.
397 Amansaron los fuegos, perdieron los dolores,
mas nunqua de los miembros non fueron bien sennores,
siempre fueron contrechos, siempre mendigadores,
siempre se aclamavan por mucho peccadores.
398 Con esta mejoría que Dios lis quiso dar,
fueron luego al bispo absolución ganar;
fizieron confessión como la devién far,
plorando de los ojos, mostrando grand pesar.
399 Maestrólos el bispo, udió su confessión,
entendió que vinién con buena contrición,
diólis su penitencia e la absolución,
todo lo ál passado, diólis su bendición.
400 Sin muchas romerías que lis mandó andar,
sin muchas oraciones que lis mandó rezar,
las armas con que fueron la eglesia quebrantar,
mandógelas por siempre a sus cuestas levar.
401 Estos penitenciales quando fueron maestrados
e fueron absolvidos de todos sos peccados,
departiéronse luego tristes e desarrados,
fueron a sendas partes de sus armas cargados.
402 A sendas partes fueron, en uno non tovieron,
como es mi creencia nunqua más se vidieron,
nunqua más so un techo todos tres non yoguieron,
lo que mandó el bispo bien e gent lo cumplieron.
403 Si en fer la nemiga fueron bien denodados,
en fer la penitencia fueron bien aspirados,
no lis dolién los miembros, andavan bien lazrados,
prendiendo malas noches e días denegrados.
404 Si en fer el peccado fueron ciegos e botos,
fueron en emendarlo firmes e muy devotos;
quantos días visquieron, fueron muchos o poccos,
dieron sobre sos carnes lazerio e corrotos.
405 De todos tres el uno, flaco e muy lazrado,
vino en Anifridi como diz el dictado,
alvergó enna villa, diéronli ospedado
con una sancta femna do fue bien albergado.
406 Contólis a los uéspedes toda su aventura,
cómo enna eglesia fizieron desmesura,
cómo Sancta María ovo d'ellos rencura,
e cómo se perdieron de mala calentura.
407 Teniendo que su dicho no li serié creído,
delante muchos omnes tollióse el vestido,
demostrólis un fierro que trayé escondido,
cinto a la carona, correón desabrido.
408 Podié aver en ancho quanto media palmada,
era cerca del fierro la carne muy inchada;
la que yazié de yuso era toda quemada,
fuése end otro día de buena madurgada.
409 Fiziéronse los omnes todos maravillados,
ca udién fuertes dichos, vedién miembros dannados,
doquier que se juntavan mancebos o casados,
d'esso fablavan todos, mozos e ajumados.
410 Fue luego est miraclo escripto e notado,
por amor que non fuesse en oblido echado,
cogieron muchos miedo de facer tal peccado,
de quebrantar eglesia e logar consegrado.
411 Tal es Sancta María qual entender podedes,
a los que en mal andan échalis malas redes;
sobre los convertidos faze grandes mercedes,
muchos son los exiemplos que d'esto trovaredes.
412 Tantos son los exiemplos que non serién contados,
ca crecen cada día, dízenlo los dictados.
éstos con ciento tantos diezmos serién echados,
ella ruegue a Christo por los pueblos errados.
- XVIII -
Cristo y los judíos de Toledo
413 En Toledo la noble, que es arzobispado,
un día de grand festa por agosto mediado,
festa de la Gloriosa, Madre del buen Criado,
conteció un miraclo grand e muy sennalado.
414 Sedié el arzobispo, un leal coronado,
en medio de la missa sobre'l altar sagrado,
udiéndola grand pueblo, pueblo bien adobado,
la eglesia bien plena, el coro bien poblado.
415 Las gentes muy devotas sedién en oración,
como omnes que quieren ganar de Dios perdón,
udieron una voz de grand tribulación,
por ond fo perturbada toda la processión.
416 Fablólis voz del cielo, dolient e querellosa,
«Oíd -dixo- christianos una estranna cosa,
la gent de judaísmo, sorda e cegajosa,
nunqua contra don Christo non fo más porfïosa.
417 Secundo que nos dizen las sanctas escripturas,
fizieron en don Christo muy grandes travesuras;
tajava essa cuita a mí las assaduras,
mas en ellos quebraron todas las sus locuras.
418 Nin se dolién del Fijo que mal non merecié,
nin de la Madre suya que tal cuita vidié:
pueblo tan descosido, que tal mal comedié,
qui ál tal li fiziesse nul tuerto non farié.
419 Los que mala nazieron, falssos e traïdores,
agora me renuevan los antigos dolores;
en grand priesa me tienen e en malos sudores,
en cruz está mi Fijo, luz de los peccadores.
420 Otra vez crucifigan al mi caro Fijuelo,
non entendrié ninguno quant grand es el mi duelo,
críase en Toledo un amargo majuelo,
non se crïó tan malo nunqua en esti suelo».
421 Udieron esta voz toda la clereçía,
e muchos de los legos de la mozaravía;
entendieron que era voz de Sancta María,
que façién contra ella los judíos follía.
422 Fabló el arzobispo que la missa cantava,
escuchólo el pueblo que cerca li estava,
«Creed -disso- concejo que la voz que fablava
prende muy grand superbia, por en se querellava.
423 Sepades que judíos fazen alguna cosa
en contra Jesu Christo, Fijo de la Gloriosa,
por essa cuita anda la Madre querellosa,
non es esta querella baldrera nin mintrosa.
424 Conviento e concejo, quantos aquí seedes,
meted mientes en esto e no lo desdennedes,
si la cosa buscáredes, batuda hallaredes,
d'esta malfetría derecho tomaredes.
425 Vayamos a las casas, esto no lo tardemos,
de los rabís mayores ca algo hallaremos;
desemos las yantares ca bien las cobraremos,
si non, de la Gloriosa mal rebtados seremos».
426 Moviéronse los pueblos, toda la clereçía,
fueron a muy grand priessa pora la judería;
guïólos Jesu Christo e la Virgo María,
fo luego escubierta la su alevosía.
427 Fallaron enna casa del raví más onrado
un grand cuerpo de cera como omne formado,
como don Christo sovo, sedié crucifigado,
con grandes clavos preso, grand plaga al costado.
428 Quanta fonta fizieron en el nuestro Sennor
allí la fazién toda por nuestra desonor,
recabdáronlos luego, mas non con grand savor,
qual fazién tal prisieron, ¡grado al Criador!
429 Fueron bien recabdados los que prender podieron,
diéronlis yantar mala qual ellos merecieron,
ý fizieron «Tu autem», mala muerte prisieron,
depués lo entendieron que mal seso fiçieron.
430 Qui a Sancta María quisiere afontar,
como estos ganaron assín deven ganar;
mas pensémosla nos de servir e onrrar,
ca nos á el su ruego en cabo a prestar.
- XIX -
El parto maravilloso
431 De un otro miraclo vos queremos contar
que cuntió otro tiempo en un puerto de mar;
estonz lo entendredes e podredes jurar
la virtud de María que es cada logar.
432 Entendredes en ello cómo es la Gloriosa,
en mar e en terreno, por todo poderosa,
cómo vale aína, ca non es perezosa,
e nunqua trovó omne madre tan pïadosa.
433 Cerca una marisma, Tumba era clamada,
faziése una isla cavo la orellada;
fazié la mar por ella essida e tornada,
dos vezes en el día o tres a la vegada.
434 Bien dentro enna isla, de las ondas cerquiella,
de Sant Miguel era, avié una capiella;
cuntién grandes virtutes siempre en essa ciella,
mas era la entrada un pocco asperiella.
435 Quando querié el mar contra fuera essir,
isié a fiera priessa, non se savié sofrir;
omne maguer ligero no li podrié foír,
si ante non issiesse, ý avrié a perir,
436 El día de la festa del arcángel precioso,
era el mar más quedo, yazié más espacioso,
udié el pueblo missa non a son vagaroso,
fuyén luego a salvo a corso presuroso.
437 Un día por ventura, con la otra mesnada,
metióse una femna flaquiella e prennada,
non podió aguardarse tan bien a la tornada,
tóvose por repisa porque era entrada.
438 Las ondas vinién cerca, las gentes alongadas,
avié con el desarro las piernas embargadas;
las compannas non eran de valerli osadas,
en poquiello de término yazién muchas jornadas.
439 Quando ál non podién las gentes con ardura,
«¡Válasli Sancta María!» dizién a grand pressura;
la prennada mesquina, cargada de rencura,
fincó entre las ondas en fiera angostura.
440 Los que eran essidos, como non vedién nada,
cuidavan bien sin dubda que era enfogada;
dizién: «Esta mesquina fue desaventurada,
sos peccados toviéronli una mala celada.»
441 Ellos esto diziendo, encogióse la mar,
en pocco de ratiello tornó en su logar;
quísolis don Christo grand miraclo demostrar,
por ond de la su Madre oviessen qué fablar.
442 Ellos que se querién todos ir su carrera,
estendieron los ojos cataron a la glera,
vidieron que vinié una mugier sennera,
con so fijo en brazos en contra la ribera.
443 Fiziéronse las gentes todas maravilladas,
tenién que fantasía las avié engannadas,
pero a pocca d'ora fueron certifigadas,
rendién gracias a Christo todas manos alzadas.
444 Dissieron: «Dezit, duenna, por Dios e caridat,
por Dios vos conjuramos, dezitnos la verdat;
dezitnos de la cosa toda certenedat,
e cómo vos livrastes de vuestra prennedat.
445 Por Dios avino esto, en ello non dubdamos,
e por Sancta María a la que nos rogamos,
e por Sant Miguel en cuya voz andamos,
es esti tal miraclo bien que lo escrivamos.»
446 «Oíd -disso la duenna- la mi buena companna,
creo que non udiestes nunqua mejor hazanna,
será bien retraída por la tierra estranna,
en Grecia e en Africa e en toda Espanna.
447 Quando vi que de muert estorcer non podía,
que de las fieras ondas circundada sedía,
comendéme a Christo e a Sancta María,
ca pora mí consejo otro non entendía.
448 Yo en esto estando, vino Sancta María,
cubrióme con la manga de la su almexía;
non sentía nul periglo más que quando dormía,
si yoguiesse en vanno más leida non sería.
449 Sin cuita e sin pena, sin ninguna dolor,
parí esti fijuelo, ¡grado al Criador!
Ovi buena madrina, non podría mejor,
fizo misericordia sobre mí, peccador.
450 Fizo en mí grand gracia, non una ca doblada,
si por ella non fuesse, sería enfogada,
valióme en el parto, si non, sería dannada,
nunqua mugier non ovo madrina tan onrrada.
451 Assín fo mi façienda como yo vos predigo,
fizo Sancta María grand pïadat comigo,
onde todos devemos prender ende castigo,
pregarla que nos libre del mortal enemigo.»
452 Ovieron del miraclo todos grand alegría,
tendieron a Dios gracias e a Sancta María,
ficieron un buen cántico toda la confradía,
podriélo en la eglesia cantar la clerecía:
453 Christo, sennor e padre, del mundo redentor,
que por salvar el mundo sofrist muert e dolor,
tú seas beneíto ca eres buen sennor,
nunca te priso asco del omne peccador.
454 Tú librest a Jonás del vientre del pescado,
que lo tovo tres días en el vientre cerrado,
non priso lisïón ca fue de ti guardado,
el miráculo viejo oï es renovado.
455 Fijos de Isrraël quando la mar passaron,
que por tu mandamiento tras Moïsés guïaron,
yaciendo so las ondas nul danno non tomaron,
mas los persecutores todos se enfogaron.
456 Los antigos miraclos, preciosos e onrrados,
por ojo los veemos agora renovados;
Sennor, los tos amigos en el mar fallan vados,
a los otros en seco los troban enfogados.
457 Sennor, la tu potentia, grand e marabillosa,
éssa salvó a Peidro enna mar periglosa;
Sennor, que encarnesti enna Virgo gloriosa,
en ti sólo fiamos ca non en otra cosa.
458 Sennor, benedicta sea la tu virtut sagrada,
benedicta la tu Madre, reína coronada,
tú seas bendicto, ella sea laudada,
Sennor, ovist en ella benedicta posada.
459 Sennor, que sin fin eres e sin empezamiento,
en cuya mano yazen los mares e el viento,
denna tu bendición dar en esti conviento,
que laudarte podamos todos de un taliento.
460 Varones e mugieres, quantos aquí estamos,
todos en ti creemos, e a ti adoramos,
e ti e a tu Madre todos glorificamos,
cantemos en tu nomne el «Te Deüm laudamus».
- XX -
El monje embriagado
461 De un otro miraclo vos querría contar
que cuntió en un monge de ábito reglar;
quísolo el dïablo durament espantar,
mas la Madre gloriosa sópogelo vedar.
462 Deque fo enna orden, bien deque fo novicio,
amó a la Gloriosa siempre facer servicio;
guardóse de follía, de fablar en fornicio,
pero ovo en cabo de caer en un vicio.
463 Entró enna bodega un día por ventura,
bebió mucho del vino, esto fo sin mesura,
embebdóse el locco, issió de su cordura,
yogó hasta las viésperas sobre la tierra dura.
464 Bien a ora de viésperas, el sol bien enflaquido,
recordó malamientre, andava estordido,
issió contra la claustra hascas sin nul sentido,
entendiéngelo todos que bien avié bevido.
465 Peroque en sus piedes non se podié tener,
iva a la eglesia como solié facer;
quísoli el dïablo zancajada poner,
ca bien se lo cuidava rehezmientre vencer.
466 En figura de toro que es escalentado,
cavando con los piedes, el cejo demudado,
con fiera cornadura, sannoso e irado,
paróseli delante el traïdor provado.
467 Faciéli gestos malos la cosa dïablada,
que li metrié los cuernos por media la corada;
priso el omne bueno muy mala espantada,
mas valió'l la Gloriosa, reína coronada.
468 Vino Sancta María con ábito onrrado,
tal que de omne vivo non serié apreciado,
metióselis en medio a él e al Peccado,
el toro tan superbio fue luego amansado.
469 Menazóli la duenna con la falda del manto,
esto fo pora elli un muy mal quebranto;
fusso e desterróse faziendo muy grand planto,
fincó en paz el monge ¡gracias al Padre Sancto!
470 Luego a poco rato, a pocas de passadas,
ante que empezasse a sobir ennas gradas,
cometiólo de cabo con figuras pesadas,
en manera de can firiendo colmelladas.
471 Vinié de mala guisa, los dientes regannados,
el cejo muy turbio, los ojos remellados,
por ferlo todo pieças, espaldas e costados,
«Mesiello -dizié elli- graves son mis peccados».
472 Vien se cuidó el monge seer despedaçado,
sedié en fiera cueta, era mal desarrado,
mas valió'l la Gloriosa, ess cuerpo adonado,
como fizo el toro fo el can segudado.
473 Entrante de la eglesia enna somera grada,
cometiólo de cabo la tercera vegada,
en forma de león, una bestia dubdada,
que trayé tal fereza que non serié asmada.
474 Allí cuidó el monge que era devorado,
ca vidié por verdat un fiero encontrado:
peor li era esto que todo lo passado,
entre su voluntat maldizié al Peccado.
475 Diçié: «Valme, Gloriosa, Madre Sancta María,
válame la tu gracia oï en esti día,
ca só en grand afruento, en mayor non podría,
Madre non pares mientes a la mi grand follía.»
476 Abés podió el monge la palavra complir,
veno Sancta María como solié venir,
con un palo en mano pora'l león ferir,
metióselis delante, empeçó a dezir:
477 «¿Don falso alevoso, non vos escarmentades?
mas yo vos daré oy lo que vos demandades;
ante lo compraredes que d'aquend vos vayades,
con quien volvistes guerra quiero que lo sepades.»
478 Empezóli a dar de grandes palancadas,
non podién las menudas escuchar las granadas,
lazrava el león a buenas dinaradas,
non ovo en sus días las cuestas tan sovadas.
479 Diçié'l la buena duenna: «¡Don falso traïdor,
que siempre en mal andas, eres de mal sennor,
si más aquí te prendo en esti derredor,
de lo que oï prendes, aún prendrás peor!»
480 Desfizo la figura, empezó a foír,
nunqua más fo osado al monge escarnir,
ante passó grand tiempo que podiesse guarir,
plógoli al dïablo quando lo mandó ir.
481 El monge que por todo esto avié pasado,
de la carga del vino non era bien folgado,
que vino e que miedo aviénlo tan sovado
que tornar non podió a su lecho usado.
482 La reína preciosa e de precioso fecho
prísolo por la mano, levólo pora'l lecho,
cubriólo con la manta e con el sobrelecho,
púso'l so la cabeza el cabezal derecho.
483 Demás, quando lo ovo en su lecho echado,
sanctiguó'l con su diestra e fo bien sanctiguado;
«Amigo -dísso'l- fuelga, ca eres muy lazrado,
con un pocco que duermas luego serás folgado.
484 Pero esto te mando, a firmes te lo digo,
cras mannana demanda a fulán mi amigo;
confiéssate con elli e serás bien comigo,
ca es muy buen omne e dart't á buen castigo.
485 Quiero yo que mi vían salvar algún cuitado,
esso es mi delicio, mi officio usado,
tu finca bendicho a Dios acomendado,
mas non se te oblide lo que te é mandado.»
486 Díxo'l el omne bueno: «Duenna, fe que devedes,
vos que en mí fiziestes tan granadas mercedes,
quiero saber quí sodes o qué nomne avedes,
ca yo gano en ello, vos nada non perdedes.»
487 Disso la buena duenna: «Seas bien sabidor,
yo só la que parí al vero Salvador,
que por salvar el mundo sufrió muert e dolor,
al que façen los ángeles servicio e onor.»
488 Disso el omne bono: «Esto es de creer,
de ti podrié, Sennora, esta cosa nacer;
déssateme, Sennora, los tus piedes tanner.
nunqua en esti sieglo veré tan grand plazer.»
489 Contendié el bon omne, queriése levantar,
por fincar los inojos, los piedes li besar;
mas la Virgo gloriosa no'l quiso esperar,
tollióseli de ojos, ovo él grand pesar.
490 No la podié a ella por do iva veer,
mas vedié grandes lumnes redor ella arder;
no la podié por nada de voluntat toller,
facié muy grand derecho ca fízo'l grand placer.
491 Otro día mannana, venida la luz clara,
buscó al omne bono que ella li mandara,
fizo su confessión con umildosa cara,
no li celó un punto de quanto que passara.
492 El maestro al monge, fecha la confessión,
dióli consejo bueno, dióli absolución,
metió Sancta María en él tal bendición
que valió más por elli essa congregación.
493 Si ante fora bono, fo desende mejor;
a la Sancta Reína, Madre del Criador,
amóla siempre mucho, fízo'l siempre onor,
feliz fo él que ella cogió en su amor.
494 El otro omne bono, no'l sabría nomnar,
al que Sancta María lo mandó maestrar,
cogió amor tan firme de tanto la amar
que dessar's ié por ella la cabeza cortar.
495 Todas las otras gentes, legos e coronados,
clérigos e canonges e los escapulados,
fueron de la Gloriosa todos enamorados,
que save acorrer tan bien a los cuitados.
496 Todos la bendiçién e todos la laudavan,
las manos e los ojos a ella los alçavan,
retrayén los sos fechos, las sos laudes cantavan,
los días e las noches en esso los passavan.
497 Sennores e amigos, muévanos esta cosa,
amemos e laudemos todos a la Gloriosa,
non echaremos mano en cosa tan preciosa,
que tan bien nos acorra en ora periglosa.
498 Si nos bien la sirviéremos, quequiere que'l pidamos,
todo lo ganaremos, bien seguros seamos,
aquí lo entendremos bien ante que muramos,
lo que allí metiéremos que bien lo empleamos.
499 Ella nos dé su gracia e su bendición,
guárdenos de peccado e de tribulación,
de nuestras liviandades gánenos remissión,
que non vayan las almas nuestras en perdición.
- XXI -
De cómo una Abbadesa fue prennada et por su conbento fue acusada et después por la virgen librada
500 Sennores e amigos, companna de prestar,
deque Dios se vos quiso traer a est logar,
aún si me quissiéssedes un poco esperar,
en un otro miraclo vos querría fablar.
501 De un otro miraclo vos querría contar,
que fizo la Gloriosa, estrella de la mar,
si oírme quisiéredes bien podedes jurar
que de mejor boccado non podriédes tastar.
502 Ennos tiempos derechos que corrié la verdat,
que non dicién por nada los omnes falsedat,
estonz vivién a buenas, vinién a vegedat,
vedién a sus trasnietos en séptima edat.
503 Facié Dios por los omnes miráculos cutiano,
ca non querié ninguno mentir a su christiano,
avién tiempos derechos ivierno e verano,
semejava el sieglo que todo era plano.
504 Si pecavan los omnes, fazién bien penitencia,
perdonávalis luego Dios toda malquerencia,
avién con Jesu Christo toda su atenencia;
quiérovos dar a esto una buena sentencia.
505 De una abbatissa vos quiero fer conseja,
que peccó en buen punto como a mí semeja,
quissiéronli sus duennas revolver mala ceja,
mas no'l empedecieron valient una erveja.
506 En esta abbadessa yazié mucha bondat,
era de grand recabdo e de grand caridat,
guïava su conviento de toda boluntat,
vivién segund regla en toda onestat.
507 Pero la abbadessa cadió una vegada,
fizo una locura que es mucho vedada;
pisó por su ventura yerva fuert enconada,
quando bien se catido fallóse embargada.
508 Fo'l creciendo el vientre en contra las terniellas,
fuéronseli faciendo peccas ennas masiellas,
las unas eran grandes, las otras más poquiellas,
ca ennas primerizas caen estas cosiellas.
509 Fo de las companneras la cosa entendida,
non se podié celar la flama encendida,
pesava a las unas que era mal caída,
mas plaçiélis sobejo a la otra partida.
510 Apremiávalas mucho, teniélas encerradas,
e non lis consintié fer las cosas vedadas;
querién veerla muerta las locas malfadadas,
cunte a los prelados esto a las vegadas.
511 Vidieron que non era cosa de encobrir,
si non podrié de todas el dïablo reír;
embïaron al bispo por su carta deçir
que non las visitava e deviélo padir.
512 Entendió el bispo enna mesagería
o que avién contienda o fizieron follía;
vino fer su officio, visitar la mongía,
ovo a entender toda la pletesía.
513 Dessemos al obispo folgar en su posada,
finque en paz e duerma elli con su mesnada,
digamos nos qué fizo la duenna embargada,
ca savié que otro día serié porfazada.
514 Cerca de la su cámara do solié albergar,
tenié un apartado, un apuesto logar,
era su oratorio en que solié orar,
de la Gloriosa era vocación el altar.
515 Ý tenié la imagen de la Sancta Reígna,
la que fue para el mundo salut e medicina,
teniéla afeitada de codrada cortina,
ca por todos en cabo éssa fue su madrina.
516 Savié que otro día serié mal porfazada,
non avié nul' escusa a la cosa provada;
tomó un buen consejo la bienaventurada,
esto fue maravilla como fue acordada.
517 Entró al oratorio ella sola, sennera,
non demandó consigo ninguna compannera,
paróse desarrada luego de la primera,
mas Dios e su ventura abriéronli carrera.
518 Devatióse en tierra delante el altar,
cató a la imagen, empeçó de llorar:
«¡Valme -disso- Gloriosa, estrella de la mar,
ca non é nul consejo que me pueda prestar.
519 Madre, bien lo leemos, dízelo la escriptura,
que eres de tal gracia e de tan grant mesura,
que qui de voluntad te dice su rencura,
tú luego li acorres en toda su ardura.
520 Tu accoriste, Sennora, a Theóphilo que era desesperado,
que de su sangre fizo carta con el Peccado,
por el tu buen consejo fue reconcilïado,
onde todos los omnes te lo tienen a grado.
521 Tú acorrist, Sennora, a la Egiptïana,
que fue peccador mucho ca fue muger liviana;
Sennora benedicta, de qui todo bien mana,
dáme algún consejo ante de la mannana.
522 Sennora benedicta, non te podí servir,
pero améte siempre laudar e bendezir;
Sennora, verdat digo e non cuido mentir,
querría seer muerta si podiesse morir.
523 Madre del Rey de Gloria, de los Cielos Reígna
mane de la tu gracia alguna medicina;
libra de mal porfazo una muger mezquina,
esto si tú lo quieres puede seer aína.
524 Madre, por el amor del tu Fijo querido,
Fijo tan sin embargo, tan dulze e tan cumplido,
non finque repoyada, esta merced te pido,
ca veo que me segudan sobre grant apellido.
525 Si non prendes, Sennora, de mí algún consejo,
seo mal aguisada de sallir a concejo;
aquí quiero morir en esti logarejo,
ca si allá salliero ferme án mal trebejo.
526 Reígna coronada, templo de castidat,
fuent de misericordia, torre de salvedat,
fes en aquesta cuita alguna pïadat
en mí non se agote la tu grant pïadat.
527 Quiero contra tu Fijo dar a ti por fianza,
que nunca más non torne en aquesta erranza,
Madre, si fallesciero, fes en mí tal venganza
que todo el mundo fable de la mi malandanza.»
528 Tan afincadamente fizo su oración
que la oyó la Madre llena de bendición;
como qui amodorrida vío grant visïón,
tal que devié en omne façer edifficación.
529 Traspúsose la duenna con la grant cansedat,
Dios lo obrava todo por la su pïadat;
apareció'l la Madre del Rey de magestat,
dos ángeles con ella de muy grant claridat.
530 Ovo pavor la duenna e fo mal espantada,
ca de tal visïón nunqua era usada,
de la grant claridat fo mucho embargada,
pero de la su cuita fo mucho alleviada.
531 Díssoli la Gloriosa: «Aforzad, abbadessa,
bien estades comigo, non vos pongades quessa,
sepades que vos trayo muy buena promessa,
mejor que non querrié la vuestra prioressa.
532 Non ayades nul miedo de caer en porfazo,
bien vos á Dios guardada de caer en ess lazo,
bien lis id a osadas a tenerlis el plazo,
non lazrará por esso el vuestro espinazo.»
533 Al sabor del solaz de la Virgo glorïosa
non sintiendo la madre de dolor nulla cosa,
nació la creatura cosiella muy fermosa,
mandóla a los ángeles prender la Glorïosa.
534 Díssolis a los ángeles: «A vos ambos castigo,
levad esti ninnuelo a fulán mi amigo;
dezidli que'm lo críe, yo asín gelo digo,
ca bien os creerá, luego seed comigo.»
535 Moviéronse los ángeles a muy grand ligereza,
recabdaron la cosa sin ninguna pereza,
plógo'l al ermitanno más que con grand riqueza,
ca de verdad bien era una rica nobleza.
536 Recudió la parida, fízose sanctiguada,
dizié: «¡Valme, Glorïosa, reína coronada!
¿si es esto verdad o si só engannada?
Sennora beneíta ¡val a esta errada!»
537 Palpóse con sus manos quando fo recordada,
por ventre, por costados e por cada ijada,
trobó so vientre llacio, la cinta muy delgada,
como muger que es de tal cosa librada.
538 No lo podié creer por ninguna manera,
cuidava que fo suenno, non cosa verdadera;
palpóse e catóse la begada tercera,
fízose de la dubda en cabo bien certera.
539 Quando se sintió delivre la prennada mesquina,
fo el saco vaçío de la mala farina,
empezó con gran gozo cantar «Salve Regina»
que es de los cuitados solaz e medicina.
540 Plorava de los ojos de muy grand alegría,
dicié laudes preciosas a laVirgo María,
non se temié del bispo nin de su cofradría,
ca terminada era de la fuert malatía.
541 Plorava de los ojos e façié oraciones,
diçié a la Glorïosa laudes e bendiciones,
dicié: «Laudada seas, Madre, todas sazones,
laudarte deben siempre mugieres e barones.
542 Era en fiera cuita e en fiera pavura,
caí a los tos piedes, díssite mi ardura,
acorrióme, Sennora, la tu buena mesura:
deves laudada seer de toda creatura.
543 Madre, yo sobre todos te devo bendezir
laudar, magnificar, adorar e servir,
que de tan grand infamia me dennesti guarir,
que podrié tod el mundo siempre de mí reír.
544 Si esta mi nemiga issiesse a concejo,
de todas las mugieres serié riso sobejo;
quant grand es e quant bono, Madre, el to consejo,
no lo asmarié omne nin grand ni poquellejo.
545 La merced e la gracia que me dennesti fer,
no lo sabría, Madre, yo a ti gradecer
ni lo podrié, Sennora, yo nunqua merecer,
mas non cessaré nunqua gracias a ti render.»
546 Bien fincarié la duenna en su contemplación,
laudando la Glorïosa, faziendo oración,
mas vínoli mandado de la congregación
que fuesse a cabillo facer responsïón.
547 Como en el porfazo non se temié caer,
fo luego a los piedes del obispo seer;
quíso'l besar las manos, ca lo devié fer,
mas él non gelas quiso a ella ofrecer.
548 Empezóla el bispo luego a increpar
que avié fecha cosa por que devié lazrar,
e non devié por nada abadessa estar,
nin entre otras monjas non devié abitar:
549 «Toda monja que façe tan grand desonestat,
que non guarda so cuerpo nin tiene castidat,
devié seer echada de la socïedat,
allá por do quisiere faga tal suciedat.»
550 «Sennor -díssoli ella- ¿por qué me maltraedes?
Non só por aventura tal como vos tenedes.»
«Duenna -disso el bispo- ¿por qué vos lo neguedes?
Non seredes creída ca a provar seredes.»
551 «Duenna -disso el bispo- essit vos al ostal,
nos avremos consejo, depués faremos ál.»
«Sennor -disso la duenna- non decides nul mal,
yo a Dios me acomiendo, al que puede e val.»
552 Issió la abbadessa fuera del consistorio,
como mandó el bispo fo pora'l diversorio;
fizieron su cabillo la ira e el odio,
amasaron su massa de farina de ordio.
553 Díssolis el obispo: «Amigas, non podemos
condepnar esta duenna menos que la provemos.»
Díssoli el conviento: «De lo que bien savemos,
sennor, en otra prueva nos ¿por qué entraremos?»
554 Díssolis el obispo: «Quando fuere vencida,
vos seredes más salvas, ella más confondida,
si non, nuestra sentencia serié mal retraída,
no li puede en cabo prestar nulla guarida.»
555 Envïó de sos clérigos en qui él más fïava,
que provassen la cosa de quál guisa estava;
tolliéronli la saya maguer que li pesava,
falláronla tan secca que tabla semejava.
556 Non trovaron en ella signo de prennedat,
nin leche nin batuda de nulla malveztat;
dissieron: «Non es esto fuera grand vanidat,
nunqua fo lebantada tan fiera falsedat.»
557 Tornaron al obispo, dissiéronli: «Sennor
savet que es culpada de valde la seror;
quiquier que ál vos diga, salva vuestra onor,
dizvos tan grand mentira que non podrié mayor.»
558 Cuidóse el obispo que eran decebidos,
que lis avié la duenna dineros prometidos;
dixo: «Domnos maliellos, non seredes creídos,
ca otra quilma tiene de yuso los vestidos.»
559 Disso: «Non vos lo quiero tan aína creer,
o sodes vergonçosos o prisiestes aver:
yo quiero esta cosa por mis ojos veer,
si non, qui lo apuso lo deve padecer.»
560 Levantóse el bispo onde estava assentado,
fo pora la abbadessa sannoso e irado;
fízoli despujar la cogulla sin grado,
provó que'l aponién crimen falso provado.
561 Tornóse al conviento, bravo e muy fellón,
«Duennas -disso- fiziestes una grand traïción;
pusiestes la sennora en tal mala razón
que es muy despreciada vuestra religïón.
562 Esta cosa non puede sin justicia passar,
la culpa que quissiestes vos a ella echar,
el Decreto lo manda, en vos deve tornar,
que devedes seer echadas d'est logar».
563 Vío la abbadessa las duennas mal judgadas,
que avién a seer de la casa echadas;
sacó apart al bispo, bien a quinze passadas,
«Sennor -disso- las duennas non son mucho culpadas».
564 Díssoli su façienda por que era pasada,
por sos graves peccados cómo fo engannada;
cómo la acorrió la Virgo coronada,
si por ella non fuesse, fuera mal porfazada.
565 E cómo mandó ella el ninnuelo levar,
cómo al ermitanno gelo mandó criar:
-«Sennor, si vos quisiéredes podédeslo provar:
¡Por caridat, non pierdan las duennas el logar!
566 Más quiero yo sennera seer embergonzada
que tanta buena duenna sea desemparada.
Sennor, merced vos pido, parcid esta vegada,
por todas a mí sea la penitencia dada.»
567 Espantóse el bispo, fo todo demudado,
disso: «Duenna, si esto puede seer provado,
veré don Jesu Christo que es vuestro pagado,
yo mientre fuero vivo faré vuestro mandado.»
568 Envïó dos calonges luego al ermitanno,
provar esto si era o verdat o enganno;
trovaron al bon omne con ábito estranno,
teniendo el ninnuelo envuelto en un panno.
569 Mostrólis el infant rezién nado del día,
disso que lo mandara criar Sancta María;
qui en esto dubdasse farié grant bavequía,
ca era verdat pura ca non vallitanía.
570 Tornaron al obispo luego con el mandado,
dissiéronli por nuevas lo que avién provado:
«Sennor -dissieron- d'esto seï certificado,
si non, farás grand yerro, ganarás grand peccado.»
571 Tóvose enna duenna el obispo por errado,
cadióli a los piedes en el suelo postrado,
«Duenna -disso- mercet, ca mucho só errado,
ruégovos que me sea el yerro perdonado».
572 «¡Sennor -disso la duenna- por Dios e la Gloriosa,
catat vuestra mesura, non fagades tal cosa!
Vos sodes omne sancto, yo peccadriz doliosa,
si en ál non tornades seré de vos sannosa.»
573 La duenna con el bispo avié esta entencia,
mas fináronlo todo en buena abenencia.
Jamás ovieron ambos amor e bienquerencia,
encerraron su vida en buena pacïencia.
574 Metió paz el obispo enna congregación,
amató la contienda e la dissensïón,
quand quiso despedirse, diólis su bendición,
fo bona pora todos essa visitación.
575 Embïó sus saludes al sancto ermitanno,
como a buen amigo, a cuempadre fontano,
que criasse el ninno hasta'l seteno anno,
desende él pensarié de ferlo buen christiano.
576 Quando vino el término, los siet annos passados,
envïó de sos clérigos, dos de los más onrrados,
que trasquisiessen el ninno del mont a los poblados;
recabdáronlo ellos como bien castigados.
577 Adussieron el ninno en el yermo criado,
de los días que era, era bien ensennado;
plógoli al obispo, fo ende muy pagado,
mandó'l poner a letras con maestro letrado.
578 Issió muy bon omne en todo mesurado,
parecié bien que fuera de bon amo criado.
Era el pueblo todo d'elli mucho pagado,
quando murió el bispo, diéronli el bispado.
579 Guïólo la Gloriosa que lo dio a criar,
savié su obispado con Dios bien governar;
güiava bien las almas como devié guiar,
sabié en todas cosas mesura bien catar.
580 Amávanlo los pueblos e las sus clerezías,
amávanlo calonges e todas las mongías,
todos por ond estavan rogavan por sos días,
fuera algunos foles que amavan follías.
581 Quando vino el término que ovo de finar,
no lo dessó su ama luengamientre lazrar;
levólo a la gloria, a seguro logar
do ladrón nin merino nunqua puede entrar.
582 A la Virgo gloriosa todos gracias rendamos,
de qui tantos miraclos leemos e provamos;
ella nos dé su gracia que servirla podamos,
e nos guíe fer cosas por ond salvos seamos. (Amen.)
- XXII -
El romero naufragado
583 Sennores, si quisiéssedes mientre dura el día,
d'estos tales miraclos aún más vos dizría;
si vos non vos quessássedes yo non me quessaría,
ca como pozo fondo, tal es Sancta María.
584 Tal es Sancta María como el cabdal río,
que todos beven d'elli, bestias e el gentío,
tan grand es cras como eri, e non es más vazío,
en todo tiempo corre, en caliente e en frío.
585 Siempre acorre ella en todos los lugares,
por valles e por montes, por tierras e por mares;
qui rogarla sopiesse con limpios paladares,
no lo podrién torzones prender a los ijares.
586 Leemos un miraclo de la su santidat
que cuntió a un bispo, omne de caridat,
que fo omne católico de grand autoridat,
víolo por sus ojos, bien sabié la verdat.
587 Assín como lo vío, assín lo escribió,
non menguó d'ello nada, nada non ennadió;
Dios li dé paraíso ca bien lo mereció,
alguna missa disso que tanto no'l valió.
588 Cruzáronse romeos por ir en Ultramar,
saludar el Sepulcro, la Vera Cruz orar;
metiéronse ennas naves pora Acre passar,
si el Padre del Cielo los quisiesse guiar.
589 Ovieron vientos bonos luego de la entrada,
oraje muy sabroso, toda la mar pagada;
avién grand alegría la alegre mesnada:
con tal tiempo aína avrién la mar passada.
590 Avién buena partida de la mar travessada,
que la avrién aína a l'otra part passada,
mas tóvolis su fado una mala celada,
fo la grand alegría en tristicia tornada.
591 Movióse la tempesta, una oriella brava,
desarró el maestro que la nave guïava;
nin a sí nin a otri nul consejo non dava,
toda su maestría non valié una hava.
592 Cuntiólis otra cosa, otra grand ocasión:
rompióselis la nave yuso en el fondón:
vedién entrar grand agua, rompié cada rencón,
avié a ir la cosa toda a perdición.
593 Cerca la mayor nave trayén otra pocaza,
non sé si li dizién galea o pinaza,
que si fuessen cuitados de oriella malvaza,
en ésa estorciessen de la mala pelaza.
594 Fizo el marinero como leal christiano,
a su sennor el bispo tomólo por la mano;
con otros, bonos omnes de pleito más lozano,
metiólos en la barca, priso consejo sano.
595 Un de los peregrinos cuidó seer artero,
dio salto de la nave ca era bien ligero;
cuidó enna galea entrar por compannero,
enfogóse en la agua, murió mas non sennero.
596 Abés podrié seer media ora complida,
quísolo Dios sofrir, fo la nave somida;
de la turma que era entro remanecida,
por medicina uno non escapó a vida.
597 El bispo e los otros que con elli issieron,
issieron a terreno do más cerca podieron;
fizieron muy grand duelo por los que perecieron,
pesávanlis porqué con ellos non murieron.
598 Aviendo de los muertos duelo grand e pesar,
estendieron los ojos, catavan a la mar,
si verién de los muertos algunos arribar,
ca el mar nunqua quiere cosa muerta celar.
599 Catando si algunos muertos podrién veer,
por darlis cimiterio, so tierra los meter,
vidieron palombiellas de so la mar nacer,
quantos fueron los muertos tantas podrién seer.
600 Vidieron palombiellas essir de so la mar,
más blancas que las nieves contra'l cielo volar;
credién que eran almas que querié Dios levar
al sancto paraíso, un glorioso logar.
601 De derecha envidia se querién desquizar,
porque fincaron vivos avién un grand pesar,
ca credién bien afirmes, non era de dubdar
que almas eran d'éssos, los que sumió la mar.
602 Dicién: «¡Aï, romeos! fuestes venturados,
que ya sodes 'per ignem et per aquam' passados;
nos fincamos en yermo como desamparados,
nos velamos, ca vos dormides segurados.
603 Grado al Padre Sancto e a Sancta María,
ya vestides la palma de vuestra romería;
nos somos en tristicia e vos en alegría,
nos cuidamos fer seso e fiziemos follía.»
604 Aviendo grand quebranto del danno que lis vino,
querién prender carrera, entrar en su camino;
vidieron de la mar essir un peregrino,
semejava que era romeruelo mesquino.
605 Quando vino a ellos, que fue en la ribera,
conociéronlo todos que el que salió era;
sanctiguáronse todos: «¿Cómo, por quál manera
fincó en el mar vivo una ora sennera?»
606 Disso el peregrino: «Oídme, ¡sí vivades!
Yo vos faré certeros en esso que dubdades,
cómo escapé vivo quiero que lo sepades,
dizredes 'Deo gratias' luego que lo udades.
607 Quando de la grand nave quisi fuera salir,
ca parecié por ojo que se querié somir,
vedía que de muerte non podía guarir:
'¡Valme Sancta María!' empecé a decir.
608 Dissi esta palabra: '¡Valme Sancta María!'
Non podí más dizir ca vagar non avía;
fue luego ella presta por su placentería,
si non fuesse por ella enfogado sería.
609 Luego fo ella presta, adusso un buen panno,
panno era de precio, nunqua vid su calanno;
echómelo de suso, disso: 'Non prendrás danno,
cuenta que te dormisti o que yoguist en vanno.'
610 Nunqua tan rica obra vío omne carnal.
obra era angélica, ca non materïal;
tan folgado yacía como so un tendal,
o como qui se duerme en un verde pradal.
611 Feliz será la alma e bienaventurada,
que so tan rica sombra fuere asolazada;
nin frío nin calura nin viento nin elada
non li fará enojo que sea embargada.
612 So esti panno folgan, alegres e pagadas,
las vírgenes gloriosas de don Christo amadas,
que cantan a su Madre laudes multiplicadas,
e tienen las coronas preciosas e onrradas.
613 La sombra d'aquel panno trae tal tempradura,
omne con el ardor trova so él fridura;
trova el fridoliento temprada calentura,
¡Dios, qué rico consejo en ora de ardura!
614 Tantas son sus merçedes, tantas sus caridades,
tantas las sus virtudes, tantas las sus vondades,
que non las contarién obispos nin abades,
nin las podrién asmar reïs nin podestades.»
615 El pesar que ovieron de los que periglaron,
con sabor del miraclo todo lo oblidaron;
tendieron a Dios gracias, el «Te Deum» cantaron,
desend «Salve Regina» dulzement la finaron.
616 Cumplieron los romeos desend su romería,
plegaron al Sepulcro con muy grand alegría;
adoraron la Cruz del Fijo de María,
¡Nunqua en esti sieglo vidieron tan buen día!
617 Contaron el miraclo de la Madre gloriosa,
cómo livró al omne de la mar periglosa,
dizién todos que fuera una estranna cosa,
fizieron end escripto, leyenda muy sabrosa.
618 Quantos que la udieron esta sancta razón,
todos a la Gloriosa dizién grant bendición,
avién pora servirla mejor devocïón,
ca esperavan d'ella mercet e gualardón.
619 La fama d'esti fecho voló sobre los mares,
no la retovo viento, pobló muchos solares;
metiéronla en libros por diversos lugares,
ond es oï bendicha de muchos paladares.
620 Quantos que la bendizen a la Madre gloriosa,
¡par el Reï de Gloria facen derecha cosa!
ca por ella issiemos de la cárcel penosa,
en que todos yaziemos, foya muy periglosa.
621 Los que por Eva fuemos en perdición caídos,
por ella recombramos los solares perdidos;
si por ella non fuesse yazriémos amortidos,
mas el so sancto fructo nos ovo redemidos.
622 Por el so sancto fructo que ella concibió,
que por salud del mundo passión e muert sufrió,
issiemos de la foya que Adán nos abrió,
quando sobre deviedo del mal muesso mordió.
623 Desend siempre contiende de valer a cuitados,
governar los mesquinos, revocar los errados,
por tierras e por mares fer miraclos granados,
tales e muy mayores de los que son contados.
624 Ella que es de gracia plena e avondada,
guíe nuestra fazienda, nuestra vida lazrada,
guárdenos en est mundo de mala sorrostrada,
gánenos en el otro con los sanctos posada. (Amen).
- XXIII -
El mercader fiado
625 Amigos, si quissiéssedes un poco atender,
un precioso miraclo vos querría leer;
quando fuere leído avredes grand placer,
preciarlo edes más que mediano comer.
626 Enna cibdat que es de Costantín nomnada,
ca Costantín la ovo otro tiempo poblada,
el que dio a Sant Peidro Roma pora posada,
avié ý un bon omne de fazienda granada.
627 Era esti burgés de muy grand corazón,
por sobir en grand precio fazié grand missïón;
espendié sos averes, dávalos en baldón,
quiquier que li pidiesse él non dizrié de non.
628 Por exaltar su fama, el su precio crecer,
derramava sin duelo quanto podié aver;
si'l menguava lo suyo, aún por más valer
prendié de sus veçinos mudado volunter.
629 Derramava lo suyo largament e sin tiento,
menguava los averes mas non el buen taliento;
siempre trovarié omne en su casa conviento,
quando veinte quando treinta a las vegadas ciento.
630 Como fazié grand gasto, espensa sin mesura,
falleció la pecunia, paróse en ardura;
non trovava mudado nin fallava usura,
ni entre los estrannos ni entre su natura.
631 Entendiéngelo todos que era empobrido,
non trovava mudado nin aver encreído;
era en grand porfazo el bon omne caído,
tenié que lo passado todo era perdido.
632 El varón con grand quessa fo ante los altares,
facié su oración entre los paladares,
«Sennor, que un Dios eres e tres personas pares,
sea tu pïadat e non me desempares.
633 Sennor, hasta agora tú me ás cabtenido,
só ya por mis peccados en falliment caído;
el precio que avía todo lo é perdido.
mucho más me valiera que non fuesse nacido.
634 Sennor, dame consejo por alguna manera,
embíame tu gracia por alguna carrera;
es pora ti tal fecho cosa assaz ligera,
nadé todo el mar, ¿morré enna ribera?».
635 Demientre que orava, quísoli Dios prestar,
ovo un buen consejo el burgés a asmar;
non vino por su seso, mas quísolo guiar
el que el mundo todo ave de gobernar.
636 Un judío bien rico avié enna cibdat,
non avié d'él más rico en essa vezindat:
asmó de ir a elli entre su voluntat,
demandarli consejo por Dios a caridat.
637 Fo luego al judío e fo bien recibido,
demandó'l cómo andava, por qué era venido,
ca de otras sazones lo avié conocido
e todo el su pleito bien lo avié oído.
638 Díssoli su fazienda el burgés al ebreo:
«Don fulán, bien savedes mi pleito como creo,
ganar de vos empresto avría grand deseo,
ca non cuidé veerme en esto que me veo.
639 Quando Dios lo querié, que yo algo avía,
sávenlo mis vezinos, yo a todos valía;
las puertas de mi casa aviertas las tenía,
quanto que Dios me dava con todos lo partía.
640 Querría, si podiesse, en esso contender,
mas só muy decaído, menguado del aver;
mas si tú me quissiesses del tuyo acreer,
bien te lo cuidava a un plazo render.»
641 Díssoli el judío: «Ferlo é de buen grado,
dar't é quanto quisieres de mi aver prestado;
mas dame fïador que sea segurado,
si non, pavor avría de seer engannado.»
642 Díssoli el christiano, fablóli a savor:
«Don fulán, non te puedo dar otro fïador,
mas daréte a Christo, mi Dios e mi Sennor,
Fijo de la Gloriosa, del mundo Salvador.»
643 Díssoli el judío: «Yo creer non podría
que éssi que tú dizes, que nació de María,
que Dios es; mas fo omne cuerdo e sin follía,
profeta verdadero -yo ál non creería.
644 Si él te enfïare, yo por el su amor
acreer't é lo mío sin otro fiador;
mas seméjame cosa esquiva sin color
e seméjasme hascas omne escarnidor.
645 Yo non sé de quál guisa lo podiesse aver,
ca non es en est mundo secúnd el mi creer;
non esperes que venga pora ti acorrer,
onde otro consejo te conviene prender.»
646 Respondió el christiano, díssoli al judío:
«Entiendo que me tienes por loco e sendío,
que non trayo consejo e ando en radío,
mas ál verás tras esto secundo que yo fío.»
647 Díssoli el judío: «Si tal cosa mostrares,
yo te daré empresto quanto tú demandares,
mas por otras pastrijas lo que de mí levares,
non pagarás con ello caçurros nin joglares.»
648 Díssoli el burgés al trufán renegado,
«Sólo que tú comigo vengas al mi sagrado,
mostrar't é a María con el su buen Criado.»
Díssoli el judío: «Facerlo é de grado.»
649 Levólo a la eglesia con Dios e con su guía,
mostróli la imagen, la de Sancta María,
con su Fijo en brazos, la su dulz compannía,
fueron embergonzados los de la judería.
650 Disso el omne bono a los de la aljama:
«Esti es nuestro Sire, e ésta nuestra Dama,
siempre es bien apreso qui a ellos se clama,
qui en ellos non cree bevrá fuego e flama.»
651 Díssoli al judío que era mayoral,
al que li prometió que'l prestarié cabdal:
«Estos son mis sennores e yo su servicial:
éstos sean fianzas ca non puedo fer ál.»
652 Díssoli el judío: «Yo bien los tomaré,
yo otros fiadores non te demandaré;
mas si tú me fallieres a ellos reptaré,
e qual lealtad traes sabiente la faré.»
653 Dióli los fiadores al trufán el christiano,
a Madre e a Fijo metiógelos por mano;
pusieron de su paga su término certano,
recivió la pecunia el burgés cibdadano.
654 Quando el aver ovo el burgés recibido,
ovo grand alegría tóvose por guarido,
tornó a la Gloriosa, fo ý de buen sentido,
fo render a Dios gracias de corazón complido.
655 Abassó los enojos ante la magestat,
erzió a Dios los ojos con grant umilidat:
«Sennor -disso- fezístme mercet e caridat,
ásme oï sacado de muy gran pobredat.
656 Sennor, andava eri pobre e adebdado,
só oï por tu gracia rico e abondado;
a ti di por fiança mas fízilo sin grado,
por mí serié grand tuerto que tú fuesses reptado.
657 Sennor, yo non querría de mi vierbo fallir,
lo que ante ti pusi bien lo querré complir;
pero si non podiero yo al plazo venir,
el aver ante ti lo querré aducir.
658 Sennor si por ventura fuero yo alongado,
que non pueda venir a término tajado,
porrélo ante ti que me ás enfiado,
e tú comoquequiere féslo a él pagado.
659 Reína de los cielos, Madre del pan de trigo,
por que fo confondido el mortal enemigo,
tú eres mi fianza, esso misme te digo,
lo que é regunzado al que tienes contigo.»
660 Quando el burgés ovo fecha su oración,
e con el trufán ovo puesta su condición,
aguissó su facienda e toda su missión,
fo a tierras estrannas a luenga regïón.
661 Fo a tierras estrannas, a Flandes e a Francia,
con grandes mercaduras e fizo grand ganancia;
con Dios e la Gloriosa creció la su substancia,
pujó en grand riqueza e en grand alavancia.
662 Con las grandes façiendas que era façendado
e era de la tierra ferament alongado,
non recudió al término que ovo asentado,
por sus peccados graves aviélo oblidado.
663 Cerca vinié el día que avié a pagar,
más de un día solo non avié a passar,
óvose el burgés del pleit a remembrar,
queriése el bon omne con sus manos matar.
664 Dizié: «Mal so fallido, mesquino peccador,
por nada no li puedo valer al fïador,
será por mí reptado el mi redimidor,
e la su madre sancta, la de Rocamador.
665 Sennor, tú lo entiendes e sabes la verdat,
como só tan pesant entre mi voluntat;
Sennor, dáme consejo por la tu pïadat,
que non sea reptada la tu grand magestat.»
666 Priso el aver todo en un sacco atado,
non fallié de la suma un pujés foradado;
levólo a la isla en sus cuestas troxado,
echólo a las ondas do non avié nul vado.
667 Tornó en Jesu Christo con grand devocïón,
plorando gravemientre fizo su oración:
«Sennor -disso- tú saves toda esta razón,
ca tú eres fiança de nuestra condición.
668 Sennor, quando no puedo yo pagar al marquero,
ca nos yaçe en medio mucho bravo sendero,
Sennor, que eres dicho Salvador verdadero,
tú pon esta pecunia cras en el su cellero.
669 Sennora glorïosa, mienna Sancta María,
tú bien en medio yazes en esta pleitesía;
quando bien la catares tuya es más que mía,
a ti do la pecunia, Sennora tú la guía.
670 Ambos, tú et tu Fijo fuestes en el mercado,
ambos sodes fianzas al trufán renegado;
sea la mercet vuestra e sea cras pagado,
por mal siervo non sea el buen Sennor reptado.
671 Yo a vos lo comiendo, cuento que é pagado,
yo por quito me tengo ca a vos lo é dado;
yo Madre a ti ruego, tú ruega al Criado,
comoquiere, cras sea el trufán entergado.»
672 Plogo a la Gloriosa, al su Fijo querido,
otro día mannana, el sol bien esclarido,
el bassel que levava el aver encreído
nadava a la puerta del trufán descreído.
673 La villa do fazié el judío morada,
el que al burgés ovo la pecunia prestada,
yazié como leemos cerca la mar poblada,
las ondas ennos muros batién a la vegada.
674 En essa matinada, cerca de prima era,
los omnes del judío, compannuela baldera,
issieron deportarse fuera a la ribera,
vidieron est estui nadar sobre la glera.
675 Fueron pora prenderlo mancebiellos livianos,
éstos muchas de vezes fazién ensayos vanos;
encogiése a entro, fuyélis de las manos,
esto vidiénlo muchos, judíos e christianos.
676 Vinieron al roído christianos sabidores,
con grafios, con guizquios, galeas valedores;
todo non valió nada ca eran trufadores,
nunqua omnes vertieron más valderos sudores.
677 Vino por aventura el sennor verdadero,
vínoli a las manos adiesso el tablero;
levólo a so cassa, entro en so cellero,
de oro e de plata fizo una grand rimero.
678 Quando el trufán ovo, el aver recabdado,
el vaso en que vino fo bien escodrinnado;
echólo so su lecho riccament alleviado,
avién todos envidia del trufán renegado.
679 El trufán alevoso, natura cobdiciosa,
non metié el astroso mientes en otra cosa;
tenié que su ventura era maravillosa,
púsoli al burgés nomne 'boca mintrosa'.
680 Reptávalo la aljama, essa mala natura,
que perdió so aver por su mala locura;
nunqua omne non fizo tan loca fiadura,
que priso por fianza una imagen dura.
681 Dessemos al judío, goloso e logrero,
no lo saque Dios ende, aguarde so cellero,
fablemos su vegada del pleit del mercadero,
levémosli las nuevas do ribó el tablero.
682 El burgés de Bizancio vivié con grand pesar,
que non podió al plazo al judío pagar;
non podié el bon omne la cara alegrar,
ni lo podién por nada sos omnes confortar.
683 Andido un gran tiempo, ganó muchos dineros,
comprando e vendiendo a ley de mercaderos;
quando su ora vio dessó essos senderos,
tornó a su provincia con otros companneros.
684 Fo por Constantinopla semnado el roído,
el burgés don Valerio como era venido;
plógoli al judío, tóvose por guarido,
cuydó que doblarié el aver acreído.
685 Fue luego a la casa, ca savié do morava,
púsolo en porfazo porque lo non pagaya;
díssoli el bon omne que locura buscava,
ca nada no'l devié de lo que demandava.
686 Díssoli el judío: «Yo con derecho ando,
ca buenos testes tengo de lo que te demando;
si dices que paguesti, demuestra dó o quándo,
ca en cabo bien creo que non iré cantando.
687 Fié en el tu Christo, un grand galeador,
e en su madreziella que fo poco mejor;
levaré tal derecho qual prisi fiador,
qui más en vos crediere tal prenda o peor.»
688 Díssoli el christiano: «Dizes palabra loca,
buena Madre, buen Fijo, áslis bergüenza poca;
nunqua en esti sieglo tal mugier cubrió toca,
ni nació nunqua ninno de tan donosa boca.
689 El aver que me disti, bien seo segurado,
buenos testigos tengo, bien te lo é pagado;
aún si de non dices, fer't é mayor mercado,
díganlo las fianzas que ovisti tomado.»
690 Fo el trufán alegre, tóvose por guarido,
disso: «Judizio prendo, non serás desmentido.»
Cuidó que la imagen que non avié sentido,
non fablarié palabra por que fuese vencido.
691 Fueron a la eglesia estos ambos guerreros,
facer esta pesquisa quál avié los dineros;
fueron tras ellos muchos e muchos delanteros,
ver si avrién seso de fablar los maderos.
692 Paráronse delante al Ninno coronado,
el que tenié la Madre dulzement abrazado;
díssoli el burgés: «Sennor tan acabado,
departi esti pleito ca só yo mal reptado.
693 De cómo yo lo fizi tú eres sabidor,
si lo ovo o non tú lo sabes, Sennor;
Sennor, fas tanta graçia sobre mí peccador
que digas si lo ovo, ca tú fust fiador.»
694 Fabló el crucifixo, díxoli buen mandado:
«Miente, ca paga priso en el día tajado;
el cesto en que vino el aver bien contado,
so el so lecho misme lo tiene condesado.»
695 Movióse el pueblo todo, como estava plecho,
fuéronli a la casa, fizieron grand derecho;
trovaron el escrinno do yazié so el lecho,
fincó el trufán malo confuso e maltrecho.
696 Si'l pesó o si'l plogo, triste e desmedrido,
ovo del pleito todo a venir connocido,
elli con sus compannas fo luego convertido,
murió enna fe buena, de la mala tollido.
697 Siempre en essi día que cuntió esta cosa,
que fabló la imagen, la su vertud preciosa,
fazien muy alta festa con quirios e con prosa,
con grandes alegrías a Dios e a la Gloriosa.
698 Los pueblos de la villa, páuperes e potentes,
fazién grand alegría todos con instrumentes;
adobavan convivios, davan ad non habentes
sus carnes, sos pescados salpresos e recentes.
699 Andavan las redomas con el vino piment,
conduchos adobados maravillosament;
qui prenderlo quisiese non avrié falliment,
non trayén en su pleito ningún escarniment.
700 Un rico arcidiano, bien de tierras estrannas,
caeció esta festa entre essas compannas;
vío grandes quirolas, processiones tamannas
que nin udió nin vío otras d'ésta calannas.
701 Preguntó esta festa cómo fo levantada,
ca era grand fazienda, noblement celebrada;
díssoli un latino la raíz profundada
e sopiesse que ésta era verdat provada.
702 Plógo'l al arcidiano, tóvolo por grand cosa,
disso: «Laudetur Deus e la Virgo gloriosa.»
Metiólo en escripto la su mano cabosa,
déli Dios paraíso e folganza sabrosa. (Amen.)
- XXIV -
La iglesia despojada
703 Aún otro miraclo vos querría contar,
que fizo la Gloriosa, non es de oblidar,
fuent perenal es Ella de qui mana la mar,
que en sazón ninguna non cessa de manar.
704 Bien creo que qui esti miráculo oyere
no li querrá toller la toca que cubriere,
ni li querrá por fuerça toller lo que toviere,
membrarli deve esto demientre que visquiere.
705 En el tiempo del Rey de la buena ventura,
don Fernando por nomne, sennor de Estremadura,
nieto del rey Alfonso, cuerpo de grand mesura,
cuntió esti miraclo de muy grand apostura.
706 Moviéronse ladrones de parte de León,
de essa bispalía, de essa regïón,
vinieron a Castiella por su grand confusión,
guïólos el dïablo que es un mal guïón.
707 El uno era lego en duro punto nado,
el otro era clérigo del bispo ordenado;
llegaron en Çohinos, guïólos el Peccado,
el que guïó a Judas fazer el mal mercado.
708 Defuera de la villa en una rellanada,
sedié una eglesia non mucho aredrada,
cerca de la eglesia una ciella poblada,
morava en la ciella una tocanegrada.
709 Barruntaron la cosa estos ambos ladrones,
moviéronse de noche con sennos açadones;
desquizaron las puertas, buscaron los rencones,
bien entendién que era la ciella sin varones.
710 Pobre era la freira que mantenié la ciella,
avié magra sustancia, assaz poca ropiella,
pero avié un panno, era cosa boniella,
pora mugier de orden cubierta apostiella.
711 Lo que fue en la ciella fue todo abarrido,
malamient maneado, en un saco metido;
assaz era el lego omne de mal sentido,
mas de peor el clérigo que más avié leído.
712 Quando lo de la ciella todo fue embasado,
todo valdrié bien poco de aver monedado,
asmaron los astrosos, ministros del Peccado,
que yazié el pro todo en la iglesia cerrado.
713 Fue con los azadones la cerraja rancada,
desquizadas las puertas, la eglesia robada,
de quanto que ý era non remaneció nada:
fazién grand sacrilegio por ganancia delgada.
714 Despojaron las sábanas que cubrién el altar,
libros e vestimentas con que solién cantar;
fue mal desvaratado el precioso lugar
do solién pecadores al Criador rogar.
715 Quando ovieron fecha esta tan grant locura,
alçaron contra suso amos la catadura;
de la Virgo gloriosa vidieron la su figura
con su ninno en brazos, la su dulz creatura.
716 Tenié en la cabeza corona muy onrrada,
de suso una impla, blanca e muy delgada,
a diestro e a siniestro la tenié bien colgada,
asmaron de tollérgela mas non ganaron nada.
717 Argudóse el clérigo e fízose más osado,
ca en cosas de eglesia él era más usado;
fue travar de la toca el malaventurado,
ca con esso avrién su pleito acabado.
718 Tóvose la Gloriosa que era afontada,
que tan villanamientre la avién despojada;
mostró que del servicio non era muy pagada,
nunqua veyeron omnes toca tan querellada.
719 Luego que de la toca travó el malfadado,
pegóseli tan firme en el punno cerrado
que con englut ninguno no serié tan travado,
nin con clavo que fuesse con martiello calcado.
720 Perdieron la memoria ca bien lo merecieron,
el lego e el clérigo tod el seso perdieron;
fueron pora la puerta, fallar no la podieron,
andavan en radío los que por mal nacieron.
721 De lo que avién priso non se podién quitar,
ya lo querrién de grado, si podiessen, dexar,
dexarlo ién de grado, no lo querrién levar,
mas do era la puerta no lo sabién asmar.
722 Andavan tanteando de rencón en rencón,
como fazié Sisinnio el celoso varón,
marido de Teôdora, mugier de grand canción,
la que por Clemens papa priso religïón,
723 Los locos malastrugos, de Dios desemparados,
andavan como beudos, todos descalavrados,
oras davan de rostros, oras de los costados,
de ir en romería estavan mal guisados.
724 La freyra con la pérdida que avié recibida
issió como que pudo ont yazié escondida;
metió voces e gritos, fue luego acorrida,
la gente más liviana adiesso fue venida.
725 Fueron luego venidos grand turma de peones,
entraron en la eglesia, trovaron los ladrones;
manentráronlos luego como vinién fellones,
darlis grandes feridas con muy grandes bastones.
726 Dávanlis grandes palos e grandes carrelladas,
coces muchas sobejo e muchas palancadas;
levavan por los cuerpos tantas de las granadas
que todas las menudas lis eran oblidadas.
727 Fiziéronlis dezir toda la pleytesía,
de quál tierra vinieron o por quál romería,
e cómo los avié presos Sancta María,
por qué li avién fecha ellos grand villanía.
728 Ante de los albores fueron bien recabdados,
quando el sol isió fallólos bien domados;
clamávanlis los omnes traïdores provados,
que contra la Gloriosa fueron tan denodados.
729 Luego las misas dichas plegóse el concejo,
todos avién sabor de ferlis mal trevejo;
sobre'l lego cativo prisieron mal consejo:
alçáronlo de tierra con un duro vencejo.
730 Un calonge devoto, omne de sancta vida,
que tenié so amor en Dios bien encendida,
quando vío la toca con la mano cosida,
dizié que tal justicia nunqua non fue oída.
731 Quiso el omne bono de la toca travar,
en vez de la Gloriosa el su velo besar,
mas al christiano bono quísolo Dios onrrar:
despegóse la toca adiesso del pulgar.
732 End a poccos de días, Dios lo quiso guiar,
acaeció que vino el bispo al logar;
aduxieron el clérigo por gelo presentar,
veer si'l mandarié o tener o soltar.
733 Adussieron el clérigo las manos bien legadas,
los ombros bien sovados de buenas palancadas,
dixiéronli las nuevas de las sus trasnochadas,
cómo facié las cosas que Dios avié vedadas.
734 Confessóse el misme con la su misme boca,
toda su pleitesía, su mantenencia loca;
como a la Gloriosa despojaron la toca,
nunqua fizieron cosa de ganancia tan poca.
735 Prísolo el obispo, levólo a León,
manos atrás atadas a leï de ladrón;
quantos que lo vedién e sabién la razón
dizién «¡Dios lo confonda atan loco varón!».
736 Non se trovo el bispo livrar la pleytesía,
demandó al concilio, toda la clerecía;
quando fueron plegados al asignado día,
presentólis el clérigo, díssolis su follía.
737 Demandólis consejo: ¿qué li debién fazer?
No li sopo ninguno a ello responder;
sabié bien el obispo derecho conocer,
quísolo por su boca al clérigo vencer.
738 Dísso'l el bispo: «Clérigo, ¿tú feziste tal mal
o qual todos te fazen otórgaste por tal?»
«Sennor -disso el clérigo- mi padre spirital,
contra la mi maleza nunqua fallé egual.
739 Quanto de mí te dizen, todo es grand verdat,
non te dizen el diezmo de la mi malveztat;
sennor, por Dios te sea e por la caridat,
non cates a mi mérito mas cata tu bondat».
740 «Amigos -diz el bispo- esto es aguisado,
non es nuestro el clérigo, nin de nuestro bispado;
por nos non es derecho que sea condenado:
júdguelo su obispo su mercet, su peccado.
741 Por del obispo de Avila se es él aclamado,
clámase por su clérigo e de su obispado;
judgar ageno clérigo por leï es vedado,
podría yo por ello después seer reptado.
742 Mas pongo tal sentencia que sea acotado,
que si trovado fuere en todo est bispado,
sea luego pendudo, en un árbol colgado;
el qui lo perdonare sea descomulgado.»
743 Nunqua más lo veyeron desque lo envïaron,
en todo el bispado nunqua lo testiguaron;
el miráculo nuevo fuertment lo recabdaron,
con los otros miraclos en libro lo echaron.
744 Tú, Madre Glorïosa, siempre seas laudada,
que saves a los malos dar mala sorrostrada;
sabes onrrar los buenos como bien ensennada,
Madre de gracia plena por ent eres clamada.
745 Los malos que vinieron afontar la tu ciella,
bien los tovisti presos dentro en tu capiella;
al bon omne que quiso vesar la tu toquiella,
bien suelta gela disti, como diz la cartiella.
746 Sennora benedicta, reína acabada,
por mano del tu fijo don Christo coronada,
líbranos del dïablo, de la su çancajada,
que tiene a las almas siempre mala celada.
747 Tú nos guía, Sennora, enna derecha vida,
tú nos gana en cabo fin buena e complida,
guárdanos de mal colpe e de mala caída,
que las almas en cabo ayan buena essida. (Amen.)
- XXV -
De cómo Teófilo fizo carta con el diablo de su ánima et después fue convertido e salvo
748 Del pleito de Teófilo vos querría fablar,
tan precioso miraclo non es de oblidar,
ca en esso podremos entender e asmar
que vale la Gloriosa qui la sabe rogar.
749 Non querré, si podiero, la razón alongar
ca vos avriédes tedio, yo podría peccar;
de la oración breve se suele Dios pagar,
a nos éssa nos desse el Criador usar.
750 Era un omne bono de granada fazienda,
avié nomne Teófilo como diz la leyenda,
omne era pacífico, non amava contienda,
bien sabié a sus carnes tenerlas so su rienda.
751 En el logar do era contenié grand bailía,
de su sennor el bispo tenié la vicaría;
de los de la eglesia avié la mejoría,
fuera que el obispo avié la nomnadía.
752 Era en sí misme de buena contenencia,
sabié aver con todos paz e grand abenencia;
omne era temprado, de buena conocencia,
era muy bien condido de sen e de cïencia.
753 Vistié a los desnudos, apacié los famnientos,
acogié los romeos que vinién fridolientos;
dava a los errados buenos castigamientos,
que se penitenciassen de todos fallimientos.
754 Non avié el obispo embargo nin lazerio,
fuera cantar su misa e rezar so salterio;
elli lo escusava de todo ministerio,
contar las sus bondades serié grand reguncerio.
755 Amávalo el bispo mucho de grand manera,
porque lo escusava de toda facendera;
los pueblos e las gentes aviénlo por lumnera,
que él era de todos cabdiello e carrera.
756 Quando vino el término que ovo de finar,
non podió el obispo el punto traspassar;
enfermó e murió, fo con Dios a folgar:
déli Dios paraíso, si se quiere rogar.
757 Los pueblos de la tierra, toda la clerecía,
todos diçién: «Teófilo aya la bispalía,
entendemos que yaze en él la mejoría,
él conviene que aya la adelantadía.»
758 Embïaron sos cartas al metropolitano
por Dios que de Teófilo non mudasse la mano;
ca esso tenién todos por consejo más sano,
lo ál serié ivierno, esto serié verano.
759 Embïaron por elli los del arzobispado,
dissiéronli: «Teófilo, prendi esti bispado,
ca todo el cabillo en ti es otorgado,
e de todos los pueblos eres tú postulado.»
760 Recudiólis Teófilo con grand simplicidat:
«Sennores, mudat mano por Dios e caridat,
ca non só yo tan digno pora tal dignidat,
en fer tal electïón serié gran ceguedat.»
761 Disso el arzobispo: «Quiero que vos fabledes,
esta electïón quiero que la tomedes.»
Díssoli don Teófilo: «Tanto non contendredes
que a todo mi grado a ello me levedes.»
762 Los de la canongía, si lis plogo o non,
ovieron a facer otra electïón;
el bispo que pusieron enna ordinación
metió otro vicario enna ministración.
763 Corrién los pleitos todos al vicario novel,
serviénlo a Teófilo mas plus servién a él;
cogió zelo Teófilo, cempelló el donzel,
cambióse en Caín el que fuera Avel.
764 En casa del obispo non era tan privado,
como solié seer con el otro passado;
fo en so voluntat fierament conturbado,
aviélo la envidia de su siesto sacado.
765 Teniése por maltrecho e por ocasionado,
de grandes e de chicos vediése desdennado;
cegó con grand despecho e fo mal trastornado,
asmó fiera locura, yerro grand desguisado.
766 Do morava Teófilo, en essa bispalía,
avié y un judío en essa judería;
sabié él cosa mala, toda alevosía,
ca con la uestantigua avié su cofradría.
767 Era el trufán falsso pleno de malos vicios,
savié encantamientos e muchos maleficios;
fazié el malo cercos e otros artificios,
Belzebud lo guïava en todos sus oficios.
768 En dar consejos malos era muy sabidor,
matava muchas almas el falsso traïdor;
como era basallo de muy mal sennor
si él mal lo mandava él faziélo peor.
769 Cuidávanse los omnes que con seso quebrava,
non entendién que todo Satanás lo guïava;
quando por aventura en algo acertava,
por poco la gent loca que no lo adorava.
770 Aviélo el dïablo puesto en grand logar,
todos a él vinién consejo demandar;
lo que lis él dizié, faziégelo provar,
sabié de mala guisa los omnes engannar.
771 Teniénlo por profeta todos, chicos e grandes,
todos corrién a elli como puercos a landes;
los que enfermos eran levávanlos en andes,
todos dizién: «Faremos quequier que tú nos mandes.»
772 Teófilo mesquino, de Dios desamparado,
venciólo so lucura e mueda del Peccado;
fo demandar consejo al trufán dïablado,
cómo podrié tornar al antigo estado.
773 Díssoli el judío: «Si creerme quisieres,
rehez puedes tornar en esso que tú quieres;
non ayas nulla dubda, si tú firme sovieres
todo es recabdado, si non te repindieres.»
774 Recudióli Teófilo como embellinnado:
«Por esso vin a ti por seguir tu mandado.»
Díssoli el judío: «Seï asegurado,
cuenta que el tu pleito todo es recabdado.
775 Ve folgar a tu lecho, torna a tu posada,
cras al suenno primero, la gente aquedada,
fúrtate de tus omnes, de toda tu mesnada,
ven tastar a la puerta e non fagas ál nada.»
776 Fo con esto Teófilo alegre e pagado,
tovo todo so pleito que era bien parado;
tornó a su posada durament engannado,
mucho más li valiera si se fuesse quedado.
777 Luego la otra nochi, la gente aquedada,
furtóse de sus omnes, issió de su posada;
fo tastar a la puerta, ca sabié la entrada,
el trufán sovo presto, abrióli sin soldada.
778 Prísolo por la mano, la nochi bien mediada,
sacólo de la villa a una cruzejada;
dísso'l: «Non te sanctigues nin te temas de nada,
ca toda tu fazienda será cras mejorada.»
779 Vío a poca de ora venir muy grandes yentes
con ciriales en manos e con cirios ardientes,
con su reï en medio, feos, ca non luzientes:
¡Ya querrié don Teófilo seer con sus parientes!
780 Prísolo por la mano el trufán traïdor,
levólo a la tienda do sedié el sennor;
recibiólo el rei asaz a grand onor,
sí fizieron los prínçipes que'l sedién derredor.
781 Dísso'l luego el rei «Don fulán, ¿qué buscades?
¿Qué present me traedes? Quiero que lo digades,
o ¿qué omne es ésti que vos me presentades?
Saberlo quiero luego -esto bien lo creades.»
782 Díssoli el judío: «Sennor, rey coronado,
ésti solié seer vicario del bispado,
queriénlo todos mucho, era omne onrrado,
tolliéronlo agora, ond es menoscavado.
783 Por esso es venido a tos pies caer,
que li fagas cobrar lo que solié aver;
él fágate servicio a todo so poder,
avrás en él bassallo bueno a mi creer.»
784 Díssoli el dïablo: «Non serié buen derecho
a bassallo ageno yo buscar tal provecho;
mas deniegue a Christo que nos faz muy despecho,
facerli é que torne en todo so bienfecho.
785 Deniegue al so Christo e a Sancta María,
fágame carta firme a mi placentería;
ponga ý su seyello a la postremería,
tornará en su grado con muy grand mejoría.»
786 Teófilo con gana de en precio sobir,
al placer del dïablo ovo a consintir;
fizo con él su carta e fízola guarnir
de su seyello misme que no'l podié mentir.
787 Partióse d'él con esto, tornó a su posada,
cerca era de gallos quando fizo tornada;
no la entendió nadi esta so cavalgada
fuera Dios a qual sólo non se encubre nada.
788 Pero perdió la sombra, siempre fo desombrado,
perdió la color buena, fincó descolorado;
pero Dios se lo quiso, non por poder del Peccado,
tornó el malastrugo en todo su estado.
789 Tornó el fementido en todo so estado,
connocióse el bispo que avié mal errado,
que de la vicaría lo avié demudado,
«Sennor -disso Teófilo- séavos perdonado».
790 Si ante fo Teófilo bien quisto e amado
fo depués más servido e mucho más preciado;
Dios sennero lo sabe, que es bien decorado,
si li vinié por Dios o si por el Peccado.
791 Visco algunos días en esta bienandança,
aviendo con el bispo amor e grand privança,
recibiendo del pueblo mucha buena pitança,
mas en cabo firiólo Christo con la su lança.
792 Estando est vicario en esta vicaría,
cogió muy gran jactancia e grand vallitanía;
concibió vanagloria e grand eufanía
entendiéngelo todos que trayé loçanía.
793 El Sennor que non quiere muerte de peccadores
mas que salven las almas, emienden los errores,
tornó en est enfermo de mortales dolores,
que era decebido de malos traïdores.
794 Los vienes que fiziera ennos tiempos trocidos,
el buen Sennor non quiso que li fuessen perdidos;
reviscló los sus sesos que yazién amortidos,
abrió luego los ojos que tenié adormidos.
795 Respiró un poquiello, tornó en so sentido,
comidió su fazienda, víose mal tannido;
comidió más adentro qué avié prometido,
allí cadió Teófilo en tierra amortido.
796 Disso entre sí misme: «Mesquino, malfadado,
del otero que sovi ¿quí me ha derribado?
La alma é perdida, el cuerpo despreciado,
el bien que é perdido no lo veré cobrado.
797 Mesquino peccador, non veo do ribar,
non trovaré qui quiera por mí a Dios rogar;
morré como qui yaze en medio de la mar,
que non vede terrenno do pueda escapar.
798 Mesquino ¡aï mí! Nasqui en ora dura,
matéme con mis manos, matóme mi locura;
aviéme assentado Dios en buena mesura:
agora é perdida toda buena ventura.
799 Mesquino, porque quiera tornar enna Gloriosa,
que diz la escriptura que es tan pïadosa,
non me querrá oír ca es de mi sannosa,
porque la denegué, fiz tan esquiva cosa.
800 Non ovo mayor culpa Judás el traïdor
que por poccos dineros vendió a su sennor;
yo pequé sobre todos, mesquino peccador,
que por mí non será ninguno rogador.
801 So perdido con Dios e con Sancta María,
perdido con los sanctos por mi alebosía;
corté todas las cimas do los piedes tenía,
si nacido non fuesse mucho mejor avría.
802 El día del judizio, yo, falsso traïdor,
¿con quál cara verré ant el nuestro Sennor?
De mí fablarán todos, mesquino peccador,
non verrá a la junta de mí otro peor.
803 Vidi en ora mala aquella vicaría,
escuché al dïablo, busqué mi negro día;
matóme el trufán, él de la judería,
que mató otros muchos con mala maestría.
804 Yo non avía mengua nin andava mendigo,
todos me fazién onrra e plaziélis comigo;
mas fui demandar mejor de pan de trigo,
yo busqué mi cuchiello: fui mi enemigo.
805 Avía qué vistir, avía qué calzar,
avía pora mí, avía pora dar;
fui pora mercado día negro buscar,
devríame yo misme con mis manos matar.
806 Bien sé que d'esta fiebre non podré terminar,
non á menge nin físico que me pueda prestar
si non Sancta María, estrella de la mar,
mas ¿quí será osado que la vaya rogar?
807 Yo mesquino fediondo que fiedo más que can,
can que yace podrido, non él que come pan,
non me querrá oír, esto sélo de plan,
ca fui contra ella torpe e muy villán.
808 Que a los sanctos quiera meter por rogadores,
como del mi mal pleito todos son sabidores,
sannosos me son mártires, todos los confesores,
mucho más los apóstolos que son mucho mayores.
809 Non quiero por los piedes la cabeza desar,
a la Madre gloriosa me quiero acostar;
cadré a los sos piedes delante so altar,
atendiendo su gracia, allí quiero finar.
810 Allí terré ieiunios, faré aflictïones,
ploraré de los ojos, rezaré oraciones,
martiriaré las carnes, cevo de vervenzones,
ca metrá en mí mientes en algunas sazones.
811 Maguer la denegué como loco sendío,
que fui engannado por un falso judío,
firmemientre lo creo, enna su mercet fío,
que d'Ella nació Christus que fue Salvador mío.
812 Que vaya al su tiemplo cras de buena mannana,
venir'm á lo que veno a la egiptïana,
que priso grand porfazo como mala villana,
fasta que la Gloriosa li fo entremediana.
813 Aunque me lo sufra Dios por su pïadat,
que pueda entrar entro veer la magestat,
verrá rayo o fuego o otra tempestat,
fará danno a muchos por la mi malveztat.
814 Aunque todo esto me quiera Dios sofrir,
que me dexe en paz mi rencura dezir,
en quál razón empieze non puedo comedir,
nin asmo cómo pueda la mi boca abrir.»
815 Desemparó su casa e quanto que avié,
non disso a ninguno lo que facer querié;
fue pora la eglesia del logar do seyé,
plorando de los ojos quanto más se podié.
816 Echóseli a piedes a la Sancta Reína,
que es de peccadores consejo e madrina:
«Sennora -disso- valas a la alma mesquina,
a la tu merced vengo buscarli medicina.
817 Sennora, só perdudo e só desemparado,
fiz mal encartamiento e só mal engannado,
dí non sé por quál guisa la alma al Peccado,
agora lo entiendo que fizi mal mercado.
818 Sennora benedicta, reína coronada,
que siempre fazes preces por la gent desbïada,
non vaya repoyado yo de la tu posada,
si non dizrán algunos que ya non puedes nada.
819 Sennora, tú que eres puerta de paraísso,
en qui el Rey de Gloria tantas bondades miso,
torna en mí, Sennora, el to precioso viso,
ca so sobeja guisa del mercado repiso.
820 Torna contra mí, Madre, la tu cara preciosa,
fáceslo con derecho si me eres sannosa;
non vaya más a mal que es ida la cosa,
torna sobre Teófilo, Reína glorïosa.»
821 Quarenta días sobo en esta contención,
sufrié días e noches fiera tribulación;
de ál no li membrava si d'esto sólo non:
clamar a la Gloriosa de firme corazón.
822 Plógo'l al Rey del Cielo al quarenteno día,
contendiendo Teófilo en su tesurería,
apareció'l de noche Sancta Virgo María,
díssoli fuertes bierbos com qui con fellonía.
823 Díssoli: «¿En qué andas, omne de auze dura?
Sobre yelo escribes, contiendes en locura;
harta só de tu pleito, dasme grand amargura,
eres muy porfidioso, enojas sin mesura.
824 Fazes peticïones locas e sin color,
a nos ás denegados, busquest otro sennor;
don renegado malo, de Judas muy peor,
non sé por ti quí quiera rogar al Criador.
825 Yo vergüenza avría al mi Fijo rogar,
non sería osada la razón empezar:
el que tú deneguesti e busquesti pesar,
non nos querrá oír nin a ti perdonar.»
826 «Madre -disso Teófilo- por Dios e caridat,
non cates al mi mérito, cata a tu bondat;
de quanto que tú dizes, todo dizes verdat,
ca só suzio e falso, pleno de malveztat.
827 Repiso só, Sennora, válame penitencia,
éssa salva las almas, tal es nuestra creencia,
éssa salvó a Peidro que fizo grand fallencia,
e lavó a Longino de muy grand vïolencia.
828 La sancta Magdalena, de Lázaro ermana,
peccadriz sin mesura, ca fue muger liviana,
esso misme te digo de la egipcïana,
éssa sanó a ambas, la que todo mal sana.
829 Davit a colpe fizo tres peccados mortales,
todos feos e sucios e todos principales;
fizo su penitencia con gémitos corales,
perdonóli el Padre de los penitenciales.
830 Pueblos de Ninivé que eran condenados
fizieron penitencia, plorando sus peccados;
los fallimentes todos fuéronlis perdonados,
muchos serién destructos que fueron escusados.
831 Esta razón, Sennora, tuya es de veer,
faziendo penitencia si me deve valer;
Madre, si tú quisiesses e fuesse tu plaçer,
en mí esti judizio non devié perecer.»
832 Calló elli con tanto, fabló Sancta María,
disso: «Traes, Teófilo, rebuelta pleitesía;
bien lieve la mi fonta, bien la perdonaría,
mas a lo de mi Fijo bien non me trevería.
833 Maguer que me neguesti, fezisti sucio fecho,
quiérote consejar de consejo derecho:
torna en el mi Fijo, ca te tiene despecho,
ca se tiene de ti que fue muy maltrecho.
834 Ruégalo bien de firme con muy grant femencia,
deniega al dïablo, confirma tu creencia;
mucho es pïadoso e de grand conocencia,
él mata, él vivifica ca es de tal potencia.»
835 «Madre -disso Teófilo- siempre seas laudada,
Pascua fue e grand día quando tú fuisti nada;
mucho es la mi alma con esto confortada,
trae la tu palavra melezina provada.
836 Yo no lo osaría al tu Fijo rogar,
por mi ventura mala busquéli grand pesar;
pero fío en Elli como devo fiar,
e quiero mi creencia a ti la demostrar.
837 Creo que un Dios es e que es Trinidat,
Trinidat en personas, una la deïdat;
non á ennas personas nulla diversidat,
Padre, Fijo e Spíritu, uno son de verdat.
838 Creo de Jesu Christo enna encarnación,
que nació de ti, Madre, por nuestra redención;
predicó el Evangelio, dessent priso passión,
en el día tercero fizo resurectión.
839 Creo bien firmemientre la su ascensïón,
que envïó la gracia, la de consolación;
creo la postremera regeneracïón
quando buenos e malos prendan el gualardón.
840 Madre, todo lo creo, só ende bien certano,
quanto que Christo manda creer a su christiano;
mas só en grand vergüenza, en miedo sovejano,
ca fui, mi Sennora, contra Él muy villano.
841 A mal omne e suçio e mal testimoniado,
non me querrá oír, ca non es aguisado;
Madre, tanto lo temo, iría repoyado,
fincarié nuestro pleito mucho empeorado.
842 Si bien á de seer o me quieres prestar,
tú ás en esti pleito, Madre, a travajar;
otro procurador non me mandes buscar,
ca porque lo buscasse no lo podría trovar.
843 Tú eres pora todo ¡grado al Criador!
por rogar al tu Fijo, tu Padre, tu Sennor;
quequiere que tú mandes e ovieres sabor,
todo lo fará Elli de muy buen amor.
844 Lo que nunqua fezist en otro peccador,
non sea en Teófilo, por el Nuestro Sennor;
tórname en la gracia de la tu sancta flor,
la Flor que tú pariste sin tacha, sin dolor.
845 Sennora benedicta, Reína principal,
aún en tu osança quiérote dezir ál;
si non cobro la carta que fici por mi mal,
contaré que non só quito del mal dogal.»
846 Disso Sancta María: «Don suçio, don maliello,
la carta que fecisti el tu mal cabdiello,
e dessent la seelleste de tu proprio seyello,
en el infierno yaze en chico reconciello.
847 Non querrié el mi Fijo por la tu pleitesía
descender al infierno, prender tal romería,
ca es logar fediondo, fedionda confradría,
sólo en sometérgelo serié grand osadía.»
848 «Sennora benedicta entre todas mugieres,
bien lo querrá tu Fijo lo que tú bien quisieres;
todo te lo dará lo que tú bien pidieres,
a mí verná la carta si tú savor ovieres.
849 Doquiere que la tenga el dïablo metida,
sólo que Él lo quiera, luego será rendida;
Sennora, que de todos eres salut e vida,
non puedo más rogarte nin sé más qué te pida.»
850 Disso'l Sancta María buen confuerto provado:
«Finca en paz, Teófilo, véote bien lazrado;
iré yo si pudiero recabdar el mandado,
¡Dios lo mande que sea aína recabdado!»
851 La Madre benedicta, esta razón tractada,
tollióseli delante, non pudió veer nada;
pero la voluntat teniéla confortada,
ca es el solaz suyo melezina provada.
852 Si ante fue Teófilo de grand devocïón,
mucho fue depués ende de mayor compunción;
tres días e tres noches sovo en oración,
nin comió nin bebió nin exió de lectión.
853 Semejavan sus ojos dos fuentes perennales,
ferié con su cabeça en los duros cantales;
sus punnos en sus pechos davan colpes capdales,
dizié: «¡Válasme, Madre, como a otros vales!
854 Válasme, Madre Sancta, óï los mis clamores,
que fazes cosas tales e otras más mayores;
tú sabes la mi cuita, entiendes mis dolores,
non me oblides, Madre, solaz de peccadores.»
855 Mucho lazró Teófilo en esti tridüano,
yaziendo en la tierra orando muy cutiano;
nunqua en tantos días lazró más nul christiano,
en cabo su lazerio non li cayó en vano.
856 La Reína de Gloria, Madre Sancta María,
visitólo de cabo en el tercero día;
adússoli saludes, nuevas de alegría,
quales querrié tod omne que yaz en fermería.
857 «Sepas -disso-,Teófilo, que las tus oraciones,
los tus gémitos grandes, las tus afflictïones,
levadas son al cielo con grandes processiones,
leváronlas los ángeles cantando dulzes sones.
858 Es de la tu fazienda el mi Fijo pagado,
el tuerto que fizisti áslo bien emendado;
si bien perseverares como ás empezado,
tu pleito es bien puesto, e muy bien recabdado.
859 Yo fablé en tu pleito de toda voluntat,
finqué los mis enojos ante la magestat;
áte Dios perdonado, fecha grand caridat,
conviene tú que seas firme en tu bondat.»
860 «Madre -disso Teófilo- de Dios, Nuestro Sennor,
por ti me viene esto, bien só ent sabidor;
quitas de mal judizio un alma pecador,
que yazrié en infierno con Judas el traidor.
861 Pero con todo esto que tú ás recabdado,
aún non me seguro nin seo bien pagado,
hasta vea la carta e cobre el dictado,
la que fiz quando ovi al tu Fijo negado.
862 Madre, si yo oviesse la cartiella cobrada,
e dentro en un fuego la vidiesse quemada,
siquier luego muriesse yo non daría nada,
ca mal está mi alma, Sennora, enredada.
863 Madre, bien sé que eres d'est pleito enojada,
mas si tú me falleces non me tengo a nada;
Sennora, tú que esta cosa ás empeçada,
fázme render la carta, será bien recabdada.»
864 «Non fincará por eso -disso la Glorïosa-
non finque por tan poco empeçada la cosa.»
Tollióseli delante la Reína preciosa,
fue buscar esta carta de guisa presurosa.
865 Alegróse Teófilo que yazié quebrantado,
non era maravella ca yazié muy lazrado;
tornó en su estudio, el que avié usado,
nunqua fue en est sieglo confesor más penado.
866 Tornó en su estudio, en fer su penitencia,
en comer, en bever tener grand abstenencia;
tenié enna Gloriosa toda la su creencia,
que li darié por Ella Dios la su bienquerencia.
867 En la noche tercera yazié él adormido,
ca sufrié grand martirio, avié poco sentido;
vínoli la Gloriosa con recabdo complido,
con su carta en mano, queda e sin roído.
868 La esposa de Christo, ponçella e parida,
echógela de suso, dióli una ferida;
recudió don Teófilo, tornó de muert a vida,
trovó en su regaço la carta malmetida.
869 Con esto fue Teófilo alegre e loçano,
que veyé la cartiella tornada en su mano;
allí tovo que era de la fiebre bien sano,
apretó bien la carta, cumplió su tridüano.
870 El confessor Teófilo ovo grand alegría,
quando tovo la carta en su podestadía;
rendió gracias a Christo e a Sancta María,
ca Ella adovara toda su pleitesía.
871 Dizié: «Sennora buena, siempre seas laudada,
siempre seas bendicha, siempre glorificada;
pora los peccadores eres buena provada,
qual nunqua nació otra tan dulz nin tan uviada.
872 Siempre seas bendicha, el tu Fructo laudado,
sancto es el tu nomne, más el suyo medrado;
tú me saquesti, Madre, del pozo dïablado,
do siempre sine fine yazría enfogado.
873 Sennora benedicta, Madre Sancta María,
quánto te lo gradesco dezir no lo podría;
Madre, tú me da seso, saber e connocía
por ond laudarte pueda, ca mucho lo querría.
874 Reína poderosa de los fechos onrrados,
que siempre te travajas en salvar los errados,
tú me gana, Sennora, perdón de los peccados,
que laude dignamientre los tus bienes granados.
875 Madre del Rey de Gloria, por la tu pïadat,
alimpia los mis labros e la mi voluntat,
que pueda dignamientre laudar la tu bondat,
ca ás sobre mí fecha sobra grand caridat.»
876 Otro día mannana que cuntió esta cosa,
que adusso la carta la Madre glorïosa,
era día domingo, una feria sabrosa,
en qui la gent christiana toda anda gradosa.
877 Vino el pueblo todo a la misa oír,
prender pan bendicto la agua recebir;
queriéla el obispo de la villa dezir,
querié el omne bono so ofizio complir.
878 El confesor Teófilo, un lazrado christiano,
fue pora la eglesia con su carta en mano;
posóse a los piedes del buen missacantano,
confessó su proceso tardío e temprano.
879 Fizo su confessión pura e verdadera,
cómo fizo su vida de la edat primera,
desend cómo envidia lo sacó de carrera,
que lo fizo cegar de estranna manera.
880 Cómo fue al judío, un trufán renegado,
cómo li dio consejo suzio e desguisado,
cómo con el dïablo ovo pleito tajado
e cómo fue por carta el pleito confirmado.
881 Cómo por la Gloriosa cobró aquel dictado,
el que con su seyello oviera seellado;
non dessó de dezir menudo nin granado,
que no lo disso todo por qué avié pasado.
882 Demostróli la carta que en punno tenié,
en que toda la fuerça del mal pleito yazié;
sanctigóse el bispo que tal cosa veyé,
tanto era grand cosa que abés lo creyé.
883 «Ite missa est» dicha, la missa acabada,
era toda la gent por irse saborgada,
fizo signo el bispo con su mano sagrada,
fincó la gent toda como seyé posada.
884 «Oíd -dixo- varones una fiera azanna,
nunqua en est sieglo la oyestes tamanna;
veredes el dïablo que trae mala manna,
los que non se li guardan, tan mal que los enganna.
885 Esti nuestro canónigo e nuestro compannero,
moviólo su locura, un falso consejero,
fue buscar al dïablo sabidor e artero,
por cobrar un officio que toviera primero.
886 Sópolo engannar el falso traïdor,
díssoli que negasse a Christo su Sennor
e a Sancta María que fue buena seror
e tornar lo yé luego en toda su onor.
887 Otorgógelo esti mesquino peccador,
fizo con él su carta, esto fue lo peor;
con su seyello misme robró essa lavor,
de tal amigo guárdenos Dios Nuestro Sennor.
888 Dios que siempre desea salut de peccadores,
que por salvar a nos sufrió grandes dolores,
non quisso que granassen esas tales lavores,
ca eran barvechadas de malos lavradores.
889 Si la Virgo gloriosa no'l oviesse valido,
era el azedoso fieramientre torcido;
mas la su sancta gracia á lo ya acorrido,
á cobrada la carta, si non, fuera perdido.
890 Yo la tengo en punno, podédesla veer,
esto non yaze en dubda, devédeslo creer,
onde debemos todos a Dios gracias render
e a la Sancta Virgo que li dennó valer.»
891 Rendieron todos gracias, mugieres e varones,
fizieron grandes laudes e grandes processiones,
plorando de los ojos, diziendo oraciones
a la Madre gloriosa, buena todas sazones.
892 El «Te Deüm laudamus» fue altament cantado,
«Tibi laus, tibi gloria» fue bien reïterado;
dizién «Salve Regina», cantávanla de grado
e otros cantos dulzes de son e de dictado.
893 Desent mandó el bispo fazer muy grand foguera,
veyéndolo el pueblo que en la eglesia era;
echó aquesta carta dentro en la calera,
ardió, tornó cenisa pargamino e cera.
894 Desque el pueblo ovo tenido su clamor,
la carta fo quemada, ¡gracias al Criador!
Reçibió Corpus Dómini el sancto confessor,
veyéndolo el pueblo que seyé derredor.
895 Adiesso que Teófilo, un cuerpo martiriado,
reçibió Corpus Dómini e fue bien confessado,
fue a ojo del pueblo de claridat cercado,
un resplendor tan fiero que non serié asmado.
896 Fue el pueblo certero que era omne santo,
e era de grand mérito por qui fazié Dios tanto,
e Dios que lo cubrié de tan precioso manto
e prendió el dïablo en ello grand quebranto.
897 Reluzié la su cara, tales rayos echava,
com la de Moïsés quando la ley portava,
o como San Andrés quando en la cruz estava;
el Criador en esto pocca onrra no'l dava.
898 Quanto esto veyeron los pueblos e las yentes,
que ixién de su cara tales rayos luzientes,
cantaron otras laudes, otros cantos rezientes,
en laudar la Gloriosa todos eran ardientes.
899 Aturó bien Teófilo en su contemplaçión,
no'l movió vanagloria nin cogió elación;
tornó a la eglesia do vío la visïón,
nunqua fue más devoto en ninguna sazón.
900 Entendió el bon omne, Dios lo fizo certero,
que li vinié bien cerca el día postremero;
partió quanto avié, no li fincó dinero,
diólo todo a pobres, fizo buen semencero.
901 Pidió culpa a todos los de la vezindat,
perdonáronli todos de buena voluntat;
besó mano al bispo, fizo grand onestat,
finó al terçer día, fizo'l Dios pïadat.
902 Tres días solos visco desque fue comulgado,
desque el cartelario fue cenisa tornado;
murió enna eglesia do fuera visitado,
fue en est logar misme el cuerpo soterrado.
903 Assín finó Teófilo, el bienaventurado,
el yerro que fiziera, Dios sea ent laudado,
bien lo emendó todo, fizo a Dios pagado,
valiéndo'l la Gloriosa, la que aya buen grado.
904 Sennores, tal miraclo qual avemos oído,
non debemos por nada echarlo en oblido,
si non, seremos todos omnes de mal sentido,
que non avemos seso natural nin complido.
905 Assí lo diz Sant Paulo, el buen predicador,
que fue leal vasallo de Dios, Nuestro Sennor,
que todas las leyendas que son del Criador,
todas salut predigan del omne peccador.
906 Nos en esto podemos entender e asmar
quánto val penitencia a qui la save guardar;
si non fuesse por ella, podédeslo jurar,
que fuera don Teófilo ido a mal logar.
907 Si la Madre gloriosa, que li dennó valer,
éssa no'l entendiesse, no lo vernié veer;
mas qui a mí quisiere escuchar e creer,
viva en penitencia, puede salvo seer.
908 Amigos, si quisiésedes vuestras almas salvar,
si vos el mi consejo quisiéredes tomar,
fech confessión vera non querades tardar,
e prendet penitencia, pensátla de guardar.
909 Quiéralo Jesu Christo e la Virgo gloriosa,
sin la qual non se faze ninguna buena cosa,
que assí mantengamos esta vida lazrosa,
que ganemos la otra durable e lumnosa. (Amen.)
910 La Madre glorïosa, de los çielos Reína,
la que fue a Teófilo tan prestable madrina,
Ella nos sea guarda en esta luz mezquina
que caer non podamos en la mala rüína. (Amen.)
911 Madre del tu Golzalvo seï remembrador
que de los tos miraclos fue enterpretador;
tú fes por él, Sennora, prezes al Criador,
ca el tu privilegio vale a peccador,
tú li gana la gracia de Dios, Nuestro Sennor. (Amen.)
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