domingo, 5 de junio de 2016

PEDRO CARRASQUILLO [18.831]


PEDRO CARRASQUILLO

(Utuado, Puerto Rico 1902-1973). Poeta que estuvo muy relacionado con el Atalayismo. Lo apodaban San Pedro por ser el portador de la llaves del Ateneo donde los atalayistas entraban sin permiso de noche a usar el plantel para discusiones literarias y libar en época de la Prohibición.  
Publicó algunos versos en Alma Latina y en Gráfico de Puerto Rico. Luego se movió a una estética neocriollista. Publicó Requinto (1958) y ya, en el exilio neoyorquino de manera póstuma, Quirindongo (1975).



GRACIANY MIRANDA ARCHILLA

Este príncipe soñador
ama lo bello y lo trágico;
cada sueño es una flor
y cada flor, un cuento mágico.

Dice que duendes y hadas
han mordido con afán
a las barbas embrujadas
de la puerta de San Juan.

Seguí una noche sus huellas
y miré que a las estrellas
taladraba con agujas...

Le acompaña por destino
una luz de lo divino
y un aquelarre de brujas.




LA ATALAYA DE LOS DIOSES

Esta regia Atalaya de los dioses del arte
erguida sobre un yunque de oro acrisolado,
levanta majestuosa simbólico estandarte:
del ritmo azul celeste de un olimpo olvidado...

Oíd en voz de bronce cual profeta de Cristo
que ha llegado entre rosas en la primavera...
En una aurora blanca líricamente ha visto
desdoblarse los pliegues de su amplia bandera...

Pues estos dioses vienen a romper los cristales
de las fuentes enfermas... Mil llamas musicales
como avispas rabiosas brotan de cada lira...

Los he visto de noche mientras unos dormimos
subir hasta los astros, formarlos en racimos
y después sacudirlos con temblores de ira...

Gráfico de Puerto Rico




Utuado tuvo y tiene su poesía del exilio. Pedro Carrasquillo, el poeta de la escuela Atalayista que incorporó como nadie el decir jíbaro en sus poemas, es un clásico ejemplo. En uno de sus más hermosos poemas, Luna Jíbara, plasma esa vocación de memoria y recuerdo que siempre define el rumbo de los grandes poetas.


Esta noche en mi ribera,
Luna, tú me has derramao
Como un guiso sancochao,
En mi dita de jigüera…
Luna, estoy que te comiera…
Y a pesal que to´los díaj
Como plátano y yutías
Y otras viandas de alimento,
¡Siempre me paso jambriento
De alturas y lejanías!


El poeta nunca cesará de evocar el paraíso perdido de su patria chica. Toda la poesía de Carrasquillo es un canto a la raíz, a la identidad jíbara. Es la afortunada resonancia de la voz jíbara, el eco que quiere regresar a su origen.





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