jueves, 19 de febrero de 2015

OFELIA PRODAN [14.957] Poeta de Rumanía


Ofelia Prodan 

Nació en Urziceni, Rumanía el 12 de enero de 1976. Debuta con el volumen El elefante de mi cama (Ed. Vinea, 2007; Premio al mejor debut de la Asociación de Escritores de Bucarest, 2008; Premio al mejor debut de la revista Luceafărul, 2008; nominado al Premio Nacional de Poesía MihaiEminescu – Ópera Prima, 2008). También ha publicado: El pequeño libro (Ed. Brumar, 2007); Invencible (Ed. Vinea, 2008); La ruleta del loco (Ed. Vinea, 2008); En tres días el mundo será devorado (Ed. Paralela 45, 2010); Ulises y la partida de ajedrez / Ulysses and thegame of chess, edición bilingüe (Ed. Charmides, 2011), El guía (Ed. Cartea românească, 2012), que han sido, así mismo, premiados o nominados en algunos de los premios literarios más importantes de Rumanía. Ha sido incluida en numerosas antologías de poesía, entre las cuales destacan Poesía antiutópica. Una antología del dosmilismo poético rumano (Daniel D. Marin, Ed. Paralela 45, 2010) y VOOR DE PRIJS VAN MIJN MOND (Por el precio de mi boca, Jan H. Mysjkin,PoëzieCentrum, Bélgica, 2013), una antología de 12 poetas rumanos representativos de los últimos 60 años, desde Nina Cassian (que debutó en 1947) hasta Ofelia Prodan. Ha protagonizado lecturas públicas en España, Italia y Alemania. Es miembro de la Unión de Escritores de Rumanía.



 Traducciones :
Laura Gómez Menéndez y Diego Muñoz Carrobles




Ulises y la partida de ajedrez

Ulises juega al ajedrez consigo mismo
durante casi 24 horas y
todavía no se ha aburrido

mientras tanto ignora
si Ulises el de las blancas
lleva muchas más partidas ganadas
que Ulises el de las negras

cuando pasa de una parte a otra
del tablero de ajedrez mira pensativo
con un dedo en la sien las piezas
calcula el siguiente movimiento con tal precisión
que se le erizan el pelo y la barba
y las sandalias parecen de repente demasiado apretadas

Ulises desenfunda el sable nervioso
y por miedo al sable la barba y el pelo se deserizan
y las sandalias vuelven a su forma inicial

cuando consigue jaque mate Ulises salta
de alegría cuando hay tablas mira fijamente
el tablero de ajedrez vuelve a colocar las piezas y recrea
el final de la partida

entonces es como si oyera suspiros de admiración
de los espectadores pero Ulises no se hace
ilusiones: Aquiles y Menelao son muy pérfidos a veces
y con frecuencia beben hasta olvidar su rango
y se creen meros peones

desde que juega al ajedrez consigo mismo
Ulises cree que puede ganar cualquier batalla
y así ha perdido el gusto por comer y beber
y sobre todo a olvidado como se conquista a una mujer
algo en cualquier caso poco importante para el desarrollo del juego

sin embargo un hecho increíblemente real
ha permanecido escrito en la historia:
Ulises jugó al ajedrez consigo mismo
durante 24 horas justas y no se aburrió en absoluto

(Traducción de Diego Muñoz Carrobles)







Estigia

A Aquiles no le queda un dracma Aquiles está en la ruina
ha jugado toda la noche al juego del molino
con Ulises y perdido una partida tras otra

Aquiles está convencido de que Ulises ha hecho trampas
se encierra enfadado en un cuartucho
y llora desconsolado
quizás una diosas más comprensiva
se apenará de él y le calmará
tal sufrimiento susurrándole el secreto
de algún tesoro escondido

sin embargo el Olimpo permanece impasible
es la hora en que las diosas se bañan
y se preparan para hacer caer en la tentación
a los desgraciados moribundos

Aquiles deja de llorar por vergüenza
se mira el talón con curiosidad
extiende la mano derecha y se agarra bien del talón
mientreas queda suspendido sobre el río Estigia

Ulises corre cual centauro hacia Aquiles
jura por todos los dioses que no ha hecho trampas en ninguna partida
Aquiles no se lo cree
le entra un ataque de pánico y suelta
el talón

(Traducción de Diego Muñoz Carrobles)






Platón y Sócrates

Sócrates ronca y atruena las paredes
de la celda se mueve agitado en sueños
y habla sin sentido

Platón entra a hurtadillas en la celda
y pega su oído a la boca de
Sócrates para no perderse ni una palabra

lleva encima una vieja tablilla de cera
y un punzón con el que talla afanoso cada
palabra pronunciada en sueños por Sócrates

a veces Sócrates interrumpe
sus palabras e insulta sin piedad
a todos los atenienses

Platón asombrado deja de escribir
y se queda con el punzón en el aire pensando
con la frente arrugada si será o no
bueno que escriba aquellas injurias
terribles sobre su tablilla

pero como Sócrates empezó a hablar
de nuevo Platón decidió pensar
en este importante problema
desde una perspectiva totalmente diferente
y de hecho decidió que sería una muy buena
idea intentar la mayéutica con su buen maestro

antes de que los atenienses furiosos de remate se lo carguen

(Traducción de Diego Muñoz Carrobles)







el milagro más atroz

el jorobado guelasie es el discípulo del santo guelasie el recto.
él transporta cada noche un inmenso salterio de hierro
a cuestas hasta la cima del monte
donde se encuentra la ermita del santo. en el salterio de hierro
hay escritas con grandes letras de hierro plegarias de hierro encendido.
guelasie el recto lee con voz apagada el salterio.
el jorobado guelasie abre los oídos
la mente y el alma para recibir como es debido las plegarias.
con cada plegaria su mente y su alma
se fortalecen como el hierro que se saca del agua fría. y con cada plegaria
su espalda se dobla y se endurece
hasta que el discípulo guelasie se hace completamente redondo
y de hierro forjado. entonces, el santo guelasie el recto le da un empujón
con el revés de la mano derecha desde la cima del monte.
el discípulo sale rodando desde la cima del monte y se choca
contra gentes que echan chispas de plegaria encendida.
la gente le bendice,
pero el jorobado guelasie sigue rodando
sin parar hasta el infierno, donde se funde en pocos segundos
y solo entonces sucede el milagro más atroz –
en todo el infierno se levantan vapores que hierven con plegarias de hierro.

(Traducción de Diego Muñoz Carrobles)






La iglesia de sal

En el centro del mundo, guelasie el recto a erigido
una iglesia de sal. el jorobado guelasie hace mucho
que no duerme, y llora cada noche. sus lágrimas
se transforman al caer en granos de sal
que se acumulan capa a capa sobre la iglesia.
Desde que el jorobado guelasie no duerme
la iglesia de sal ha crecido tan recta y tan alta,
que ha llegado hasta la lengua de Dios,
y Dios, misericordioso, la prueba.
pero, en la lengua de Dios, la sal
se transforma a su vez en lágrimas del jorobado guelasie.
Dios se conmueve y lo eleva
en sus manos hasta las puertas del cielo donde
extenuado, el jorobado guelasie
cerra los ojos y se duerme, roncando con tal estridencia
que el cielo entero ríe y se maravilla

(Traducción de Laura Gómez Menéndez)






la nada

el santo guelasie el recto ha enloquecido. en vez de plegarias,
de su boca salen blasfemias horribles y pestes. el jorobado guelasie
escucha y se pone a trabajar – coge un martillo con la mano derecha
y con la izquierda un cincel, después con gran esfuerzo le abre el pecho
al santo. observa atentamente su interior pero no ve nada.
en el pecho de guelasie el recto, parece que ya no late
ningún corazón, sino que se ha instalado la nada. el jorobado guelasie
coge unas tenazas de hierro y con un mañoso movimiento agarra
la nada de una punta y la saca. la sostiene con la mano izquierda
y con la derecha hace un hoyo pequeño donde pone con cuidado la nada.
cada día rocía ese lugar con agua bendita y reza.
40 días después, del lugar donde el jorobado guelasie
enterró la nada, brota el corazón vivo de guelasie el recto

(Traducción de Diego Muñoz Carrobles)





Apolodor el deslenguado y los clérigos

a Günter Grass
Apolodor tiene una voz divina,
Basta que pronuncie dos o tres sílabas
De una palabra para que ocurran Milagros

Pero Apolodor es un poco deslenguado
le da tanto a la lengua
que se suceden los milagros sin pausa

En el país de Apolodor la gente está
tan acostumbrada a los milagros
que ya no logran distinguir
un milagro de un suceso cotidiano

Los clérigos están desesperados
se suceden los concilios
discuten acaloradamente el problema
hasta llegar a la conclusión
de que la mejor solución
es cortar de raíz
la lengua de Apolodor

cuchillo carnicero en mano a media noche
entran con todo sigilo
en casa de Apolodor que duerme profundamente
le atan las manos a la espalda

Apolodor se despierta y quiere gritar
pero un clérigo le agarra fuerte la lengua
la corta y la mete en una bolsita

la lengua se enrosca y se retuerce de dolor
quiere hablar y de hecho habla
hasta dentro de la bolsita van ocurriendo Milagros

sin titubeos los clérigos encienden una hoguera
sacan la lengua de la bolsita y la arrojan a las llamas
contemplando satisfechos como se convierte en cenizas

ahora los clérigos y todo el mundo espera
un milagro por minúsculo que sea
aunque en vano - Apolodor está mudo como una tumba

(Traducción de Laura Gómez Menéndez)






Lainic

a la orilla del mar, en su cueva
calurosa duerme desde hace mil años
Lainic el loco y santo

duerme con un ojo abierto hacia este mundo
para ver qué preparan los hombres
y con un ojo pendiente del otro mundo
donde no existe la calma como nos la podemos
imaginar, sino una pelea encarnizada

Lainic ve mucha maldad mientras sueña
tanto en este mundo como en el otro
se llena de rabia y riñe con voz furiosa
tanto a los vivos como a los muertos

una mujer piadosa se ocupa de él
los hombres miran con malos ojos su esfuerzo
piensan en comprarla con dinero y finas telas
Lainic enfurece más todavía
abre ambos ojos hacia este mundo
se pone en pie como un gigante
y les da con su callado santo una tunda de palos
que los hombres han recordado durante otros mil años.

(Traducción de Diego Muñoz Carrobles)





las cosas maravillosas

en la maravillosa isla de Clenca
giran y giran
desde hace siglos las maravillas
que Clenca inventa

en la oscuridad inventa
maravillas a las que encuentra
el lugar más apropiado
en su maravillosa isla

los piratas le vigilan
los piratas voraces y crudos
los piratas estúpidos no entienden
nada de lo que Clenca inventa

los piratas armados hasta los dientes
destruyen cada maravilla
inventada por Clenca
mientras que Clenca inventa
nuevamente algo insólito
y mucho más maravilloso

en la maravillosa isla de Clenca
todas las maravillas
inventadas por él son polvo y cenizas
solo una
mucho más maravillosa que el resto
permanece en el centro de la isla
girando con precisión astronómica
alrededor de la Tierra.

(Traducción de Laura Gómez Menéndez)





el mocasín

el guía tiene un mocasín. es
el guía del mocasín. dos guías tienen
dos mocasines. otro guía tiene
también dos mocasines. si fueran 3 guías,
entonces tendrían 4 mocasines. pero si
son 4 guías, me sacan de quicio
y les quito todos los mocasines.
¡ya está! les he robado y estoy muy triste.
¿qué voy a hacer con tantos mocasines?
me voy al chamán y el chamán me da
unas setas. me las zampo allí mismo.
empiezo a ver todo tipo de animales
y a tener todo tipo de sensaciones dudosas.
el chamán me dice que él es el guía
del mocasín, y yo soy
el guía de los 5 mocasines y que no olvide
devolverle un mocasín
cuando vuelva del mundo de los buenos antepasados.
pasado un tiempo regreso hipnotizado
y le devuelvo hipnotizado el mocasín.
me marcho en paz. de camino al saloon
me despabilo del todo y me doy cuenta
de que soy el guía de los 5 mocasines,
pero solo tengo 4. enfurezco.
me bebo 1 litro de aguardiente,
luego me voy a partirle la cara al chamán.
solo que el chamán ha subido al cielo
y desde allí me hace burla. se ríe de mí.
yo le enseño el puño. él me enseña victorioso el mocasín.

(Traducción de Diego Muñoz Carrobles)




el sueño de Robespierre

anoche soñé
que era un piojo
vivía bajo la peluca de un noble francés
que luego sería guillotinado
era como si dijéramos
un pijo de lujo
iba junto al noble francés
adonde sus amantes nobles y perversas
que luego serían guillotinadas
estudiaba atento y admirado sus técnicas de seducción
fornicábamos juntos
nos saciábamos con los más deliciosos
manjares juntos
y juntos perdíamos o ganábamos
dinero en los juegos de azar
así pues llevaba una vida despreocupada
es verdad que de vez en cuando
mi noble francés se rasca
con una aguja de marfil
y me hace dar saltos
pero este no fue el problema más grave
el problema más grave llegó
junto con la Revolución
cuando el pobre fue apresado
y luego guillotinado en la plaza pública
con los gritos de alegría de la multitud
y yo, lleno de miedo pena desesperación
y de otros muchos sentimientos confusos
tomé impulso y salté directamente a la cabeza del verdugo
un campesino de tomo y lomo con un montón de piojos
pobretones y revolucionarios
sedientos de mi sangre azul
y que en plena furia autóctona
me arrinconaron y sin mediar palabra
me guillotinaron

(Traducción de Diego Muñoz Carrobles)





En el tren

a Italo Calvino


El valiente soldado D. viajaba en el mismo tren,
en el mismo compartimento, que la valiente y regordeta
viuda M. El soldado D. regresaba con una herida en el pie,
una herida a la que apreciaba y que le llenaba de orgullo,
de la guerra. La viuda M. regresaba con una bolsa
llena de carne magra en la que pensaba
con orgullo y con una especie de amor caníbal,
de la ciudad, del mercado. El soldado D. le lanzó una mirada
furtiva a la viuda M. mientras se arreglaba el vendaje.
La viuda M. volvió la cabeza y pensó que el soldado D.
debía de ser un valiente combatiente que tiene
una herida vendada con gracia. El soldado D. extendió
el pie herido y suspiró, y de paso, su pie
rozó ligeramente el pie rechoncho de la viuda M.
y se paró justo al lado de la bolsa de carne magra.
A la viuda M. se le ruborizaron los mofletes, el soldado D:
pensó que su vecina de compartimento era con certeza
una valiente viuda de guerra que regresa con
una bolsa así a la ciudad, del mercado.
Al soldado D. le inundó de la cabeza a los pies
un extraño calor y apoyó su mano sobre la rodilla
de la viuda M. que empezó a temblar y a sudar
de la cabeza a los pies, retiró la mano de la rodilla
de la viuda M. La viuda M. pensó que no era lo suficientemente
atractiva, así que se levantó con una mano
la falda negra por encima de la rodilla. El soldado D.
miraba entonces por la ventana, así que no observó
la maniobra. La viuda M. pensó que no había sido
lo suficientemente osada así que se desabrochó el escote.
El soldado D. volvió la cabeza y se puso colorado
de la cabeza a los pies. Se puso el quepis,
saludó a lo militar a la regordeta y valiente
viuda M. y salió al pasillo a fumarse un cigarro.

(Traducción de Diego Muñoz Carrobles)





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