Juany Rojas Castro
JUANY ROJAS CASTRO nace en 1953 en Pedro de Valdivia, poblado del Desierto de Atacama, CHILE, hoy deshabitado y declarado monumento nacional, en el cual reside hasta los 11 años de edad. Posteriormente vive algunos años en Curicó, ciudad ubicada en la zona central de Chile. Actualmente reside en Santiago.
Es Terapeuta Ocupacional, profesión que ha desarrollado paralelamente a su quehacer literario
Su poesía tiene entonces, influencia de su vida en el norte de Chile ( …el desierto, es un diamante herido…), del campo y la provincia (Con la intuición de la tierra/reencontrar el bienestar/en la agreste humildad del verde…) así como del vértigo de la gran ciudad( de cartón piedra/se va haciendo el hombre/en la indiferencia de la calle).
Ha participado en múltiples encuentros de poesía tanto en Chile como en el extranjero. El año 2014 asistió como poeta invitada al IX Festival Internacional de Poesía que se desarrolla dentro del marco de la Feria Internacional del libro de Buenos Aires, Argentina.
Poemas suyos han sido parcialmente traducidos al catalán y al portugués.
Ha publicado los siguientes libros de poesía:
Las magias perdidas (Ed. La Trastienda, 1994, Santiago, Chile)
Quehaceres (Ed. La Trastienda, 2006, Santiago, Chile)
Espejismos en la Pampa ( Ed. Semejanza, 2007, Santiago, Chile)
Quehaceres (Reedición aumentada. Ed. Semejanza, 2010 Santiago, Chile)
Ofidios ( Ed. Semejanza 2013, Santiago, Chile)
Reconocimientos:
Mención honrosa Concurso literario nacional Stella Corvalán 2004 (Quehaceres) Mención honrosa Concurso literario nacional Stella Corvalán 2008 (Retratos de la calle)
Segundo premio Encuentro internacional de poesía Reunión de voces, B.Aires , 2010
Primer premio Concurso de poesía Tegualda Pino Berríos, Curicó, 2013.
Del libro “LAS MAGIAS PERDIDAS” (1994)
CUENTOS
Y vi los cuentos
caminar en puntillas
hasta la memoria de los niños
Llevaban luces
y canastas con polen
que esparcían en las almohadas
PADRE
Estás esfumado de olores a tiempo
prendido en el espejo
Te veo indagar qué será de los hechizos
que plantamos en canciones
en sombras de trigo
en páramos
Tejo tu aliento
con el trémulo circular
de mi risa en tu guitarra
Me miras
desde el mar descansado en tus ojos
plasmándote difuso en la acera vertical
de mis sueños
Apresurada
te enseño los reflejos
de espirales con apellidos comunes
las zarzamoras oblicuas de lágrimas
Por último
saco un duelo en sepia desde el armario
y brotan las petunias
desde tu auto
modelo Chevrolet cincuenta y tres
Del libro “ESPEJISMOS EN LA PAMPA” (2007)
ESPEJISMOS
Húmedo en mi cara el viento salobre
susurra lejanas voces
remotos espejismos en mi oído
No sé qué hace el canto de un gallo
en esta mortandad
en este salitre que carcome
Será que escapó de mi infancia
o que ahora yo anido en páramos irreales
Quizás ambos sólo seamos
sueños sobrepuestos
dibujos
sobre sal
CASAS OBRERAS
De cáscaras iguales
amarilleando en la juntura fraterna
tan ordenadas
de a diez
Yo sé que tenían pechos
que sin tregua amamantaron
la tierra seca en brazos del tornado
el firme tejido que unió a la familia
la sábana de niebla que protegió los sueños
De los alambres en los patios
blanca y tibia leche
escurriendo
silenciosa
hasta mi boca niña
Casi sin estatura
apenas con dos habitaciones
algunas con tres
Enrejados los ojos
enrejados para guardar
las estampas de los santos
el olor de los domingos
Y ahora solas
en chales de cal arrebozadas
sus corazones cargan un llanto
un llanto de calaminas en mi pecho
CEMENTERIOS
¿Y quién escucha tus cementerios?
¿El crujir de tantos huesos?
Sólo mis oídos desquiciados
mi insolente memoria
que parlotea sin respeto sobre las tumbas
tumbas
apenas trizaduras en la tierra
apenas coronas de alambre y papel crepé
desteñidos nombres
sin epitafio
apenas llanto desgarrado
en la soledad más bella
y más sola
DESIERTO DE ATACAMA
Mi amado
no olvides que en la ausencia
mi obstinado espíritu deambulará tus soledades
Me sentirás por las noches
camanchaca apegada a tu piel
largo y húmedo beso bajo sábanas negras
El frío más frío sellando nuestras bocas
En la insolencia de tus mañanas estaré desnuda
extasiada y fundida en cada sinuosa línea
que da relieve a tu cuerpo
y define la intención de tu mirada
Mis ojos serán pájaros sobrevolando tus eriales
aves de rapiña escudriñando la muerte :
no vaya a ser que también pretenda los recuerdos
que aún ríen en tu memoria
En el triste mecer de tus pimientos
cantaré mi llanto
sembraré ánimas vivas en sus venas
y seré el más largo
y desconsolado
grito
Y en tus cementerios
desteñida flor de papel crepé
recostada en cada tumba
abrazada a cada muerte
Del libro “QUEHACERES” ( 2006 y 2010)
TEJER
Un punto al derecho
otro al revés
ahora cambio
hago entrecruces lazadas
dejo un pequeño espacio
intento cerrar
vuelvo al revés
Malla del tiempo
transcurrir de labores hechas a mano
y a sangre
Y ese nudo
que quedó ahí oscureciéndonos
para siempre
aunque lo dejemos hacia atrás
aunque digamos
que ya no nos hiere
Y esa hebra suelta
ese hilo que se fue
dejándonos
un ojal involuntario
Y el aprendizaje de distintos puntos
a medida de los años
las equivocaciones
el ensayo en el amor
en la difícil medida de la serenidad
El arte de cerrar las orillas deshechas
de urdir alegría en los pequeños contornos
del gran tejido
BOTONES
Hoy no correspondo
a la premura de los tiempos
me detengo en lo mínimo:
la caja de botones
albergue de tantas formas
de abroche
porque no vamos desprendidos
porque necesitamos
apegos
enlaces
en el ropaje de las emociones
porque llevamos el mismo lenguaje
de circulares aberturas en el centro
y los mismos
hilos
que nos unen
MÁQUINA DE COSER
Cose que cose
la costurera
Ella y su máquina
una sola en los hilos y en la aguja
en el pedal y en la correa
de la costura que va encorvando
tiempo y espalda
Costurea mi madre
en el desierto más desierto
y hace florecer vestidos y pantalones
y pinta de seda
y de tac tac tac
toda la casa
de colorida franela
y de tac tac tac
toda la infancia
toda la vida
ella
de tan niña
y ahora
de tan ochenta y dos
con sus manos de tan dedal
de tan quehacer
de tan vivir
ella
que me ha costureado
de tan amar
OVILLAR
Desde un extremo al otro
en medio de una conversación
o de una soledad
ovillar madejas como al azar
Bajo el desgarro encogerse
acurrucarse en la tibieza de un regazo
extasiarse en la curvatura
que enrolla dos cuerpos
Ovillarse para nacer
a cada respiro tirar la hebra
imperceptible
desovillándose
para morir
AGUITA DE YERBAS
Con la intuición de la tierra
reencontrar el bienestar
en la silvestre humildad del verde
en su infusión que nos bautiza
liberándonos
Medicinarnos
con la oleosa esencia del paico
en la vecindad de la casa
con la serenidad del boldo
curtida en soledades y montañas
con la sacra imposición de manos del llantén
Para que no falte alivio al cuerpo ni al alma
matico y toronjil
han de verdear tristezas
cicatrizar
la angustia
Escarbar en la memoria antigua
de las abuelas
de la madre
de las tías
de la yerbatera
de las machis
Del libro “OFIDIOS” (2013)
OFIDIO Y TIEMPO
¿Qué soy en el tiempo imaginario?
¿un vuelo un impulso de luz lanzado al infinito
desde un arco sin memoria?
¿Y mi cuerpo qué?
¿un acierto o un error?
vulnerable
incapaz de resarcir sus plumas
desgastadas en un tiempo paralelo real
¿Dónde mi primera piel?
¿el gozoso serpenteo de mis piernas en la cuerda?
¿la risa universitaria?
¿dónde nada más ayer viernes?
Tiempo mío
finito y sin bordes
universo que llevo con asombro
en el alma y en las manos
Carcajada de luz
Inevitablemente emplumada
hacia un agujero negro
OFIDIO MUERTA
Hoy he amanecido muerta
ovillo mustio sobre mi cama
De nada me sirven los salmos
el cantar de mis andares
mi carne
vacía
OFIDIO Y ESCULAPIO
a las curanderas de Chile
A tantas divinidades he acompañado
pero a ninguna
como a Esculapio
Fiel
me entrelazó a su vara
siglos antes de Cristo
Fiel
guió mi aprendizaje
en las pócimas sanadoras
de las curanderas de esta América
Fiel
sanador de los hombres
sobrevive a todos los dioses
en la risa
el conocimiento
la imposición de manos
la oración
las hierbas medicinales
el amor
OFIDIO MADRE
Recogida en el tibio matorral de mi madriguera
desenvuelvo el ovillo
con el que he tejido mi maternidad
Ha llegado la hora
mi cría mayor repta hacia otro nido
Serpentino derrotero de luz y sombra
nos asalta en viraje brusco
y como si todo hubiera transcurrido
tan solo ayer
nos deja otra vez
a solas
Nunca serán suficientes las escamas lloradas
ni el insomnio que surcó su adolescencia
los cuentos que leí para él
las veces que me enrollé a su cuerpo
para entibiarlo
Le nacieron pieles que no conozco
ímpetu de vuelo
un aire de aventura le dibuja otros mapas
Se va
como antes yo me fui
sin irse de mí
Es Terapeuta Ocupacional, profesión que ha desarrollado paralelamente a su quehacer literario
Su poesía tiene entonces, influencia de su vida en el norte de Chile ( …el desierto, es un diamante herido…), del campo y la provincia (Con la intuición de la tierra/reencontrar el bienestar/en la agreste humildad del verde…) así como del vértigo de la gran ciudad( de cartón piedra/se va haciendo el hombre/en la indiferencia de la calle).
Ha participado en múltiples encuentros de poesía tanto en Chile como en el extranjero. El año 2014 asistió como poeta invitada al IX Festival Internacional de Poesía que se desarrolla dentro del marco de la Feria Internacional del libro de Buenos Aires, Argentina.
Poemas suyos han sido parcialmente traducidos al catalán y al portugués.
Ha publicado los siguientes libros de poesía:
Las magias perdidas (Ed. La Trastienda, 1994, Santiago, Chile)
Quehaceres (Ed. La Trastienda, 2006, Santiago, Chile)
Espejismos en la Pampa ( Ed. Semejanza, 2007, Santiago, Chile)
Quehaceres (Reedición aumentada. Ed. Semejanza, 2010 Santiago, Chile)
Ofidios ( Ed. Semejanza 2013, Santiago, Chile)
Reconocimientos:
Mención honrosa Concurso literario nacional Stella Corvalán 2004 (Quehaceres) Mención honrosa Concurso literario nacional Stella Corvalán 2008 (Retratos de la calle)
Segundo premio Encuentro internacional de poesía Reunión de voces, B.Aires , 2010
Primer premio Concurso de poesía Tegualda Pino Berríos, Curicó, 2013.
Del libro “LAS MAGIAS PERDIDAS” (1994)
CUENTOS
Y vi los cuentos
caminar en puntillas
hasta la memoria de los niños
Llevaban luces
y canastas con polen
que esparcían en las almohadas
PADRE
Estás esfumado de olores a tiempo
prendido en el espejo
Te veo indagar qué será de los hechizos
que plantamos en canciones
en sombras de trigo
en páramos
Tejo tu aliento
con el trémulo circular
de mi risa en tu guitarra
Me miras
desde el mar descansado en tus ojos
plasmándote difuso en la acera vertical
de mis sueños
Apresurada
te enseño los reflejos
de espirales con apellidos comunes
las zarzamoras oblicuas de lágrimas
Por último
saco un duelo en sepia desde el armario
y brotan las petunias
desde tu auto
modelo Chevrolet cincuenta y tres
Del libro “ESPEJISMOS EN LA PAMPA” (2007)
ESPEJISMOS
Húmedo en mi cara el viento salobre
susurra lejanas voces
remotos espejismos en mi oído
No sé qué hace el canto de un gallo
en esta mortandad
en este salitre que carcome
Será que escapó de mi infancia
o que ahora yo anido en páramos irreales
Quizás ambos sólo seamos
sueños sobrepuestos
dibujos
sobre sal
CASAS OBRERAS
De cáscaras iguales
amarilleando en la juntura fraterna
tan ordenadas
de a diez
Yo sé que tenían pechos
que sin tregua amamantaron
la tierra seca en brazos del tornado
el firme tejido que unió a la familia
la sábana de niebla que protegió los sueños
De los alambres en los patios
blanca y tibia leche
escurriendo
silenciosa
hasta mi boca niña
Casi sin estatura
apenas con dos habitaciones
algunas con tres
Enrejados los ojos
enrejados para guardar
las estampas de los santos
el olor de los domingos
Y ahora solas
en chales de cal arrebozadas
sus corazones cargan un llanto
un llanto de calaminas en mi pecho
CEMENTERIOS
¿Y quién escucha tus cementerios?
¿El crujir de tantos huesos?
Sólo mis oídos desquiciados
mi insolente memoria
que parlotea sin respeto sobre las tumbas
tumbas
apenas trizaduras en la tierra
apenas coronas de alambre y papel crepé
desteñidos nombres
sin epitafio
apenas llanto desgarrado
en la soledad más bella
y más sola
DESIERTO DE ATACAMA
Mi amado
no olvides que en la ausencia
mi obstinado espíritu deambulará tus soledades
Me sentirás por las noches
camanchaca apegada a tu piel
largo y húmedo beso bajo sábanas negras
El frío más frío sellando nuestras bocas
En la insolencia de tus mañanas estaré desnuda
extasiada y fundida en cada sinuosa línea
que da relieve a tu cuerpo
y define la intención de tu mirada
Mis ojos serán pájaros sobrevolando tus eriales
aves de rapiña escudriñando la muerte :
no vaya a ser que también pretenda los recuerdos
que aún ríen en tu memoria
En el triste mecer de tus pimientos
cantaré mi llanto
sembraré ánimas vivas en sus venas
y seré el más largo
y desconsolado
grito
Y en tus cementerios
desteñida flor de papel crepé
recostada en cada tumba
abrazada a cada muerte
Del libro “QUEHACERES” ( 2006 y 2010)
TEJER
Un punto al derecho
otro al revés
ahora cambio
hago entrecruces lazadas
dejo un pequeño espacio
intento cerrar
vuelvo al revés
Malla del tiempo
transcurrir de labores hechas a mano
y a sangre
Y ese nudo
que quedó ahí oscureciéndonos
para siempre
aunque lo dejemos hacia atrás
aunque digamos
que ya no nos hiere
Y esa hebra suelta
ese hilo que se fue
dejándonos
un ojal involuntario
Y el aprendizaje de distintos puntos
a medida de los años
las equivocaciones
el ensayo en el amor
en la difícil medida de la serenidad
El arte de cerrar las orillas deshechas
de urdir alegría en los pequeños contornos
del gran tejido
BOTONES
Hoy no correspondo
a la premura de los tiempos
me detengo en lo mínimo:
la caja de botones
albergue de tantas formas
de abroche
porque no vamos desprendidos
porque necesitamos
apegos
enlaces
en el ropaje de las emociones
porque llevamos el mismo lenguaje
de circulares aberturas en el centro
y los mismos
hilos
que nos unen
MÁQUINA DE COSER
Cose que cose
la costurera
Ella y su máquina
una sola en los hilos y en la aguja
en el pedal y en la correa
de la costura que va encorvando
tiempo y espalda
Costurea mi madre
en el desierto más desierto
y hace florecer vestidos y pantalones
y pinta de seda
y de tac tac tac
toda la casa
de colorida franela
y de tac tac tac
toda la infancia
toda la vida
ella
de tan niña
y ahora
de tan ochenta y dos
con sus manos de tan dedal
de tan quehacer
de tan vivir
ella
que me ha costureado
de tan amar
OVILLAR
Desde un extremo al otro
en medio de una conversación
o de una soledad
ovillar madejas como al azar
Bajo el desgarro encogerse
acurrucarse en la tibieza de un regazo
extasiarse en la curvatura
que enrolla dos cuerpos
Ovillarse para nacer
a cada respiro tirar la hebra
imperceptible
desovillándose
para morir
AGUITA DE YERBAS
Con la intuición de la tierra
reencontrar el bienestar
en la silvestre humildad del verde
en su infusión que nos bautiza
liberándonos
Medicinarnos
con la oleosa esencia del paico
en la vecindad de la casa
con la serenidad del boldo
curtida en soledades y montañas
con la sacra imposición de manos del llantén
Para que no falte alivio al cuerpo ni al alma
matico y toronjil
han de verdear tristezas
cicatrizar
la angustia
Escarbar en la memoria antigua
de las abuelas
de la madre
de las tías
de la yerbatera
de las machis
Del libro “OFIDIOS” (2013)
OFIDIO Y TIEMPO
¿Qué soy en el tiempo imaginario?
¿un vuelo un impulso de luz lanzado al infinito
desde un arco sin memoria?
¿Y mi cuerpo qué?
¿un acierto o un error?
vulnerable
incapaz de resarcir sus plumas
desgastadas en un tiempo paralelo real
¿Dónde mi primera piel?
¿el gozoso serpenteo de mis piernas en la cuerda?
¿la risa universitaria?
¿dónde nada más ayer viernes?
Tiempo mío
finito y sin bordes
universo que llevo con asombro
en el alma y en las manos
Carcajada de luz
Inevitablemente emplumada
hacia un agujero negro
OFIDIO MUERTA
Hoy he amanecido muerta
ovillo mustio sobre mi cama
De nada me sirven los salmos
el cantar de mis andares
mi carne
vacía
OFIDIO Y ESCULAPIO
a las curanderas de Chile
A tantas divinidades he acompañado
pero a ninguna
como a Esculapio
Fiel
me entrelazó a su vara
siglos antes de Cristo
Fiel
guió mi aprendizaje
en las pócimas sanadoras
de las curanderas de esta América
Fiel
sanador de los hombres
sobrevive a todos los dioses
en la risa
el conocimiento
la imposición de manos
la oración
las hierbas medicinales
el amor
OFIDIO MADRE
Recogida en el tibio matorral de mi madriguera
desenvuelvo el ovillo
con el que he tejido mi maternidad
Ha llegado la hora
mi cría mayor repta hacia otro nido
Serpentino derrotero de luz y sombra
nos asalta en viraje brusco
y como si todo hubiera transcurrido
tan solo ayer
nos deja otra vez
a solas
Nunca serán suficientes las escamas lloradas
ni el insomnio que surcó su adolescencia
los cuentos que leí para él
las veces que me enrollé a su cuerpo
para entibiarlo
Le nacieron pieles que no conozco
ímpetu de vuelo
un aire de aventura le dibuja otros mapas
Se va
como antes yo me fui
sin irse de mí
Fernando, muchas gracias por esta bella sorpresa al incluirme en esta antología.
ResponderEliminarAgradezco en forma especial tu generosidad y el gran trabajo que estás haciendo al dejar un registro de tantos autores contemporáneos de distintas voces y nacionalidad. Juany Rojas