lunes, 15 de septiembre de 2014

EFRAÍN VELASCO SOSA [13.311]




Efraín Velasco Sosa

Nació en la ciudad de Oaxaca, México en el año de 1977. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino con el poemario & mi voz tokonoma, reconocimiento otorgado por el Programa Cultural Tierra Adentro del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y la Secretaría de Cultura de Jalisco.
Efraín Velasco Sosa ha sido becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Oaxaca (FOESCA) dentro del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico de Jóvenes Creadores, emisiones 2006 y 2008.
Ha publicado poemas en las antologías Anuario de teoría, vida y cultura; Crunch no. 3; Tres ventanas a la literatura oaxaqueña actual; Oaxaca, siete poetas y Los mejores poemas mexicanos; en las revistas Reverso, Luna Zeta, Castalia y Tierra Adentro y en el suplemento La Jornada semanal.
Forma parte del consejo editorial de la revista Luna Zeta (Oaxaca, México).




Considérese fornicio

Yo no sé, yo también lo creo, es decir,
aquí en casa
como impecables y minuciosas hormigas
de alta composición, la rigurosa y completa,
y ciega y fotogénica
mujer, ocupando su justo lugar
en algorítmica densidad
para evitar protagonismos,
nada de que una uña le aprieta el tallo
y allá va a dar el corazón,
nada de la carcoma entrópica
que amarge su escándalo.
Luego esta silla
que insiste en deambular malintencionada
por el cuarto, con dos ejemplares fornicando
en el lomo, en griterío, sin lugar para el grito
y sin un zapato, sin lugar para el zapato también.
Esta silla mía.

Yo no sé, yo también lo creo,
es decir, aquí en casa
como implacables y minuciosas hormigas,
aproximo, adivino,
es decir, ese sabor de ese poco
              de esa ardiente manzana,
tal corazón, tal forma larga,
tales islas en la pausa.


portada-tokonoma.jpg



Sodade

El hoyo que eres
no lo eres en femenino,
sí la húmeda ausencia,
la figura recortada sí, pero el hoyo
por donde la fuga
-la tuya y la mía y la de
quién sabe cuántos más-, el hoyo
de risa y final, donde la vista al borde
y presúmese uno
atraído por su gravedad,
contorno afelpado y arrogante,
numeroso y primero,
velocísmo de circunstancias, petite
pays, oi tante sodade,
sodade sem fim





Dime quien, agora
Que extendida en tan vasta patria,
Si innumerable agora,
quien en la fiebre de la negrura, Wallace,
pasajero aéreo, contagiado de cosmos
dime si conoces la razón de las migraciones,
de las parvadas que andan purificándose
en varias densidades. Wallace, tú
terrón, cabo de azúcar, más lúcido
en ese vaivén que el más mamífero,
largo, que persevera en quien sabe qué
desarticulada transparencia, tú
lo sabrás mejor, agora, urdido
en los aires, en el intersticio
que tiene el vecino
y su familia, y el chevrolet prestado
del ingeniero y el vino barato y el caro,
y esta mesa sin mesa, y los ojos
de la pava de Pavese, Wallace
¿Todavía recuerdas el mundo?





Cae mi voz

01.  

Duerme en qué sitio tan montado caballo,
inmóvil, en la pradera interior de qué
mueble, en las vetas, plácido, en este
apartamento que ilumina. Le veo en
castellano, leo su mente en los días buenos,
escampados, empieza dónde que se le
adivina hermano gemelo de melopea, flaco,
de tono crudo & silábico. Anda carniza, que
brille algo de tu fósforo.



02. 

Aire, sonido de árboles aserrados o galope de
osatura: imago & subtítulos: karaoke de la
realidad que permanece.



03.   

Resplandece, pastizal, blindado, piel
extendida, fiero & bellísimo cuadrúpedo,
encontrar alguna vez contraseña pauta
rescoldo, cu-cú el apartamento el subsuelo la
mesa bufa, encontrar cifra grieta cardillo
aleteo de luz esqueleto, cu-cú los jugadores
fieltro conglomerado incombustible
transpiración, cu-cú las porristas material
combustible  ebúrneas ligerezas, cu-cú
papiroflexia.

    

05. 

Sonido de pasos por el lado ciego del Quaterback.



09. 

Oscilación del apartamento, hospital, sala de
espera, pasillo de espera, cocina de espera
edificio de espera, hondo hacia la bocacalle,
transeúnte, brillando confundido, el mismo
zumo espacio – temporal del rastro: ciudad &
gesto: rotación & tradición.



25.   

P.e. la noche, gallo sin forma   que inhala antes
del canto, descomunales pulmones,
bronquios de tungsteno, alto vacío,
tokonoma, trampa eléctrica, nada ilumina el
suelo, se hincha, eriza, alas desplegadas,
filamentos vuelan, esquirlas, se hunden en la
carnes, tensión, horizonte, $:38 a.m.,nada
prende a nada & florecencia,




El  folio   destapa  y  escapan  los   archivos   los  números abiertos a las jaurías y en los claustros ya em-papaban las paredes la pajarada con la locura atada en cruz por la camisa de fuerza.

Algo cae, algo chapolotea.

Alguien grita:¡nnnnnnommmmbre al agua!

La parvada hambrienta lo rodea lo devora los nom-bres  nada  por  seguro  la  tinta  lía el  soplo  lía en na-

da seguro pero dormidos en lo alto del bulto juntos solos pequeños respiras te escucho  pero  nada di- ces en esa telegráfica borrasca pero dices que ha-brá tanto frío entre nosotros en la mañana como tantas noches le restan al siglo.

Así respiras.

Pájaros somos cuando respiras







Sul cuore della terra

Uno está solo y mentira, para taladro como ese
apenas y creer en la superficie bajo los pies.

Del corazón
no nos hagamos tantas ilusiones,
a lo que llamamos así,
con esa palabra es barranco,
agua y aceite de lo mismo
ventilándose en la materia, y qué se le hace.

Por eso uno no se mueve,
se mete uno en mujer,
pero no se mueve
y se mete uno en mujer,
pero no se mueve.

Uno está solo y barranco pieza
sobre pieza
amortiguado en músculo, lástima
por el nosotros,
ya ves
la concurrencia que somos.



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