Carlos Gutiérrez Alfonzo
(Frontera Comalapa, Chiapas, México 1964), poeta y ensayista, es investigador del Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica (CESMECA), de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH). Fue becario del Centro Chiapaneco de Escritores y del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes, de Chiapas. Licenciado en antropología social, por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, maestro en literatura mexicana, por la Universidad Veracruzana, es doctor en Humanidades y Artes por la Universidad Autónoma de Zacatecas.
Forma parte del cuerpo académico “Sociedad y cultura en fronteras”, que es uno de los cuatro cuerpos académicos del Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica, y desarrolla sus investigaciones dentro de la línea de generación y aplicación del conocimiento denominada “Discursos literarios y Artísticos”. Recibió la distinción de dirigir el Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica, de 2008 a 2011.
Vitral el alba (fragmentos)
* Nota del autor: Algunos de estos poemas fueron escritos mientras fui becario del Centro Chiapaneco de Escritores (1990-1992) y del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes del estado de Chiapas (1994-1995).
Vitrall de l’alba
RAMÓN XIRAU
En mi casa de piedra
crece y me aguarda el verbo el principio
Centro de donde brotan siete ramos
de azucenas y se divide el mar
de la memoria herida
prodigio que se muestra
En la profundidad de su dulzura
el verbo me recibe
En esta hora tersa
en que la luz al fin me acompaña
después de la tormenta
sin excesos y libre
reposo en tu sonrisa....me despojo
Quédome descubierto
envuelto por tu fauna matutina
seguro de tu mano
a salvo del dolor
buscando siempre quieto la aventura
Mi pluma tórnase piedra y estalla
sobre la piedra de mi piel alada
brotan destellos del dolor ausente
mas la palabra me salva
Avanzo
por la hoja
dibujándome
dibujándola...surge
entonando canciones
matinales
qué callado camino y mi corazón
no se impacienta....el riesgo
tabla
de salvación....el silencio
taza de chocolate hirviendo
me tiende la mano....la lluvia
en mis huesos....de garzas
el árbol y la palabra
de los viejos....el viento
da al hombre la Palabra
No quiero ser mayor sólo distinto
dispuesto siempre a la locura
capaz de reconocer en cada calle
el plácido sabor que deja el día
Quiero mirar un solo instante
la luz que de pronto agoniza
quiero llegar sí sé a dónde
y bien que vale el sacrificio
Digo que voy con la pluma entre la mano
al encuentro del sueño y la vigilia
El viaje solo
con luz interior La ciudad
reflejo
de la lluvia Dos voces
me conducen por la tierra
y los abismos la piedra
y los filos el pan
y la sal el agua el fuego
y la muerte
Mis ojos espejo de
las voces me transportan
por la pirámide Me depositan
en el Hades me enfrentan
a mis últimos días
-He muerto Digo
El viaje tres
espacios La claridad
busco
Tropiezo Mis manos
se extienden sonámbulas
En mis oídos
palabras
Balbuceo
Mis ideas
gotas de lluvia oscuras
Doy un paso y el mundo
principia en mí
De la sonrisa soy
reflejo del compás que se abre
Una primera versión de este poema apareció en el libro del Tercer festival de escritores chiapanecos, UNACH, Tuxtla Gutiérrez, 1995, pp. 431-432.
Cuarto viernes de cuaresma
Estancia familiar nos aguarda
Desde hace años nuestro territorio
¿Desde cuándo?
Desde hace años la promesa
La noche junto al río
los pies sobre la tierra
Huella del Nazareno
lugar de la purificación
Arde el templo
Guarda reliques y manzanilla
peregrinos en el suelo
otros más cerca
de Jesús
De rodillas nos acercamos
a él tocamos su manto
su mano nos mira
con la cruz a cuestas
Ayuné tres días, no hay dinero
en casa Viene la siembra
queremos agua
¿Nos escucha?
¿Purificados
descendemos? Una vez más
la promesa En el horizonte
nuestra casa
Una primera versión de este poema apareció en el libro del Tercer festival de escritores chiapanecos, UNACH, Tuxtla Gutiérrez, 1995, pp. 432-433.
Camina y no sé si es así
todos los domingos Carga
en la mano derecha la armónica que
de vez en vez
hace sonar Lo veo
no sin antes preguntarme
por su paso de mañana
por la naranja que
en la mano izquierda lleva
Entra y cierra
la puerta de una casa
Dos hombres
transportan
a la carpintería un trozo
de madera Por la tarde el carpintero
hace tablas
del trozo Al día
siguiente de las tablas
un ropero
y dos
sillas
matices la espesura
de una vocación
He leído a Darío
No a diario una tarde
en que no pude ver el sol
en la ventana Una tarde
en que el frío de la mañana
me lanzó en busca de una voz
Y estuvo
Darío
con sus ninfas
y su canto a la piedra
y su dicha Darío
en la sala
música
de
las
estrellas
He caminado con mi padre
por la plaza del pueblo
donde nació ahora
en que mis gestos me muestran
similar a los suyos y
mi mano al hablar
lleva el ritmo que él da a sus palabras
Caminamos
Dejo mi brazo izquierdo sobre sus hombros
Y el sol es más intenso en esta hora que
no sabe de sí
que no sabe él
si
caminamos
De Horas sedentarias (inédito)
AÚN NO
llega la noche Veo
cómo mi familia
prepara pollo ensaladas
pastas en unas horas
más cenaremos Las jóvenes siguen
haciendo
la piñata
que empezaron
ayer Al verlas
trabajar pienso
la cena será
culminante
se irá uniendo
a los picos de la piñata
-¿Cómo se hace una piñata?
Preguntan
yerran
aciertan las mayores
sugieren Una de las jóvenes
en silencio
pica papel da
órdenes La más pequeña
hábil coloca papel
sobre los conos rojo
naranja
amarillo
verde Así
van con la piñata
que se romperá
hacia la medianoche En unas horas
más el calor
no será
redondo Y
será
más intenso
el verde
el rojo
el naranja
del papel
(2012)
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