sábado, 16 de agosto de 2014

NATASHA VALDÉS [12.877]


Natasha Valdés 

Santiago de Chile, 1956. LAS MIGRACIONES DEL AMOR. Otoño de 1984. Inédito.
Estudió Pedagogía en Castellano en la UC. Ha publicado en PORTAL. Premios: Segundo Premio de poesía juvenil en concurso organizado por la Vicerrectoría de Comunicaciones dela UC. y dos veces Primer Premio en el Departamento de Literatura de la UC.




ANTOLOGÍA DE LA NUEVA POESÍA FEMENINA CHILENA
Juan Villegas, 1985
Editorial La Noria






INSONDABLE

Porque este otoño
vuelvo a inundarlo con mis gritos,
me sumerjo
en el insondable azul de tus miradas
que viajan
por la geografía de mis muslos
reconociendo
que el único territorio virgen
que me queda
es el de la calma y allí nunca
tú entrarás.







VIAJERO

Me dices que en Oriente
tu piel aprendió otro idioma.
y en el reverso de tus ojos
queda el vestigio espeso
del agua del Saduak
donde las nativas
ofrecen hortalizas
y misterios
en canoas preñadas
por todas las corrientes.
Me dices que un tiempo suspendido
asombró tu urgencia vagabunda.
y en el fondo de tus músculos
navega la sorpresa vestida de silencio.
y en el ápice de tu voz
rebumba el aroma de las migraciones
que te traen
cada día
más lejos.





VIAJERO II

Tendrás los ojos más marinos
después de tanto océano.
y algún eco nocturno
se acunará en las hebras
que te desteje el viento.
Tengo miedo por mí,
repetida en papeles callados,
insistiendo presencias
en imágenes ciegas,
suspendida en el hueco
de tu bolso de viaje
y un poco, poquito
a tu cerebro.
Te florecen las alas
y entre nube y llovizna
desconoces la tierra.
Te entregaré una brújula
al seno señalándome
para que construyas
la última estación,
cosmonauta, vikingo, vagabundo
extraviado infante,
pájaro inválido.







VIAJERO III

Son las doce en París.
Aquí es invierno
La noche se parece tanto
al infinito.






LAMENTO POR LA PATRIA

¿Qué hacer por esta desnuda patria?
Desvalida hija que me han robado,
huérfana que me extiende el dolor
a la salida de los cines,
prematuros ancianos que estacionan
autos japoneses y un hambre larga.
Infancia madurada en las esquinas
limpiando parabrisas, comerciando
cuerpo y alma al enemigo.
nublada patria de cielo azulado,
sucios huracanes te traspasan
y de toda riqueza eres despoj ada.
Amarga patria dulcísima.
¿Cómo devolverte el futuro?
¿Cómo desmancharte de traiciones,
violencias y exilios contra la opresión?
Es poco cada mes golpear impotencias
en utensilios de cocina,
es poco enlentar una jornada,
es poco recurrir de amparos temporales,
apelar humanos derechos al Divino,
confiar en la infalibilidad de sus Ministros,
entregar el grano de playa en esta arena.
Es poco dar la heroica muerte
permitiendo la vida del Cobarde.





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