Consuelo Tomás
Consuelo Tomás Fitzgerald (Bocas del Toro, Panamá, 1957) es una poeta, narradora, comunicadora, actriz de teatro para títeres.
Ha ganado premios nacionales de poesía y cuento y participado como invitada a una pluralidad de encuentros literarios en España, Centroamérica, Alemania, Argentina, Cuba, Puerto Rico, México, Colombia, República Dominicana. Parte de su obra ha sido publicada en revistas nacionales e internacionales y traducida al inglés, francés, holandés, sueco, alemán, rumano, portugués y bengalí.
Actualmente labora en la emisora cultural y educativa Crisol FM, en el Sistema Estatal de Radio y Televisión (SERTV) de Panamá. Forma parte de la Asociación Cultural AlterArte, del Comité ejecutivo del Proyecto para la capacitación del sector teatro en Centroamérica (Carromato), patrocinado por la cooperación sueca.
Obra Publicada
Confieso estas Ternuras y estas rabias (Poesía, Formato 16, 1983)
Las preguntas indeseables (Poesía, Ed. Formato 16, 1985)
Cuentos Rotos (Narrativa, Ed. Mariano Arosemena, 1991)
Motivos Generales (Poesía, Ed. Búho, República Dominicana, 1992)
Apelaciones (Poesía, Col. Antologías y Homenajes, Ed. Mariano Arosemena, 1993)
El Cuarto Edén (Poesía, Epic Publications, 1985)
Inauguración de la Fe (Narrativa, Col. Premio, Ed. Mariano Arosemena, 1995)
Agonía de la Reina (Poesía, Col. Premio, Ed. Mariano Arosemena, 1995)
Libro de las Propensiones (Poesía, 2000)
Evangelio según San Borges (Teatro, Ed. Mariano Arosemena, 2005),
Pa'na'má Quererte (Narrativa, 2007).
Lágrima de Dragón (Novela, 2009) Editorial Mariano Arosemena, 2010
DE LA PROPENSIÓN A LOS SILENCIOS LARGOS
Llena de oscuridad mi boca es una piedra
en su inmovilidad oculta a los absurdos.
Huyo de mi lengua como de la ira
espanto las palabras para que no se posen
en el labio del niño que duerme
ignorando catástrofes y circos.
Las espinas de lo dicho
inundan la enorme gravedad del participio
y ningún verbo es voluntario
para rescatar el juicio o el prejuicio.
Acomodada entonces
en mi oficio transitorio de partícula
voy pareciéndome a la noche
protectora de ensombrecidos seres
que mataron el hambre con acentos
y calmaron su sed en los sepulcros.
El silencio es un pez en mi cabeza
felizmente alimentado con todas las palabras que no dije.
DE LA PROPENSIÓN A LA PUNTUALIDAD
No es que haya nacido en otra parte.
Mucho menos, que me preocupe el tiempo
en su belleza de abstracta redondez lunática.
Es que los minutos me muerden los talones
hormigas enfurecidas urgiéndome a hacer
a no detenerme en función de los finales.
Es muy cierto
la prisa es un agujero en la calma del insomne
una muralla en la planicie de los sueños
un abrevadero de ilusiones que a menudo fallan
No es que me avasalle el miedo a la tardanza
pero la magia se me acaba
he perdido las fórmulas los jeroglíficos las pócimas
la clave de los secretos que guardaba
las cosas que el sabio Fritz confió a mis huesos
Lo confieso
cada vez soy menos yo
y más lo que he vivido.
Por eso es que me apuro
para no llegarle tarde
a la que realmente he sido
cuando todo se acabe.
DE LA PROPENSIÓN A LOS OLVIDOS
La felicidad- me dijeron-
es asunto de poetas ebrios.
Utiles solo para cabalgar la luna
con todo y sus acólitos nocturnos.
Escóndete tras la puerta me dijeron.
No cruces la línea que separa al ahorcado
de su mediodía.
Huye del espejo y sus engaños
únete más bien a una legión de imágenes
promotoras de la ausencia.
Trágate tu amor al prójimo
y sus dinosaurios descalzos.
Esas utopías ya no las compra nadie.
Si descubres un vuelo de monarcas coloridas
dales la espalda
no escuches su caricia en el aire
y el escándalo de sus alas encendidas.
Podrías no recuperarte.
Ama la sombra y sigue sus instrucciones
protégete en su círculo de las tentaciones
que la luz produce
Súmate a la sagrada ley de lo que no se mueve
eso es lo que perdura.
Todo esto me dijeron.
Pero mi desnudez no tenía bolsillos para entonces.
Tampoco una memoria para el llanto.
He seguido la ruta de las aguas
en su afán de mar y de horizonte.
Y no puedo detenerme todavía
Children of the nigth
(a los niños de Irak, Sudán, Kosovo, Colombia)
Bárbara es la hora
en que los niños se adormecen
con lágrimas ya secas.
Surcos sin memoria
en el infierno atravesado sus rostros.
Caminan como abandonando
callan como un siglo sin palabras
se muerden los labios
esperando que el verbo se convierta en pan
y les calme un hambre interminable
Cuando hablan si es que lo hacen
un puñal les sale de la boca
un odio agrio les parte la garganta en mil pedazos
y ya no les sale sangre
apenas preguntas que lanzan al aire como pelotas filosas
para seguir andando
para curtir abismo
para fluir de piedra
salen en las fotografías de los periodistas
y su mirada de huérfanos eternos nos resulta demasiado
Niños del desierto o del mar distante
un continente los escupe para que otro los rechace
Sin honor sin patria alguna vez madre
Niños sin nadie sin nada flotando
vida que terminará antes de lo probable
por su previo veneno
Apenas la cerca o la bandera rota
Recuerdos mutilados de noche perpetua
Por una maquinaria de horrores
Y su artillería infame
Para ellos no hay esperanza
Que nadie se engañe.
Contrapiedra
Alguien dice mi nombre y se revienta la boca.
Alguien toca a mi puerta y se deshace en humo.
Alguien recuerda mi rostro y su azul se vuelve hiedra.
Esta que soy es muro que llega hasta el cielo y no regresa.
Olvido que se hace espuma
mientras en las terminales
hombres de fe perdida
agonizan contra puertas que nadie abre.
No pido clemencia porque nada tengo.
No pido disculpas porque ya hace tiempo
los vicios ejecutan su danza de abandonos
Mi mariposa del tiempo se convirtió en murciélago
duerme colgado en el techo nocturno
de una ciudad cualquiera.
La vergüenza bebe en los bares su licor amargo
y yo beso la llaga de los condenados
para que nadie diga que no pagué mis deudas.
Para que nadie diga
que me evadí del mundo
y de sus penas.
Perdonen padres míos por aquello que no soy
que no seré.
Ni la perversa calma de la que se quedó esperando
Ni la perfección ilusa de exactas medidas
Ni la erudita impecable polvo de academia
Ni la que en fama y lentejuela cose sus vestidos y sus horas.
Ustedes ya lo sabían cuando me vieron nacer
Llegué muerta de la risa y sin suficiente tamaño
para ser aeromoza
por lo que me hice soberana de la tierra y la quimera
He preferido ser
Una bala en el ojo de los torturadores
una mosca verde en la sopa de los indiferentes
un dolor de muelas en la noche de los conformistas
pan de maledicencia en los corrillos exclusivos
esperanza del pobre que nunca termina
una mancha en el expediente de la glorias estéticas
mala palabra para los poderosos y sus damas perfectas
Indocumentada sin salvoconducto hippie trasnochada
La que repartió sus haberes entre los pobres de espíritu
comunista maldita o cristiana proscrita
dueña improbable de los discos que ya nadie suena
nombradora de los gatos en la esquina
abanderada de las fotografías viejas
ama de los colores
Lo siento padres
A pesar de su bondad y sus esfuerzos
No soy más que la espina de la rosa
Y a veces, también la rosa.
Yo era una casa
Yo era una casa que casi se cerraba
Antigua memoria de los besos
Caricia en el exilio
Mar calmo y ya de vuelta
Entonces fuiste tu
Abriendo mis ventanas
Colocando los pasos la mirada
música de la ternura en tu mano dulce
espantando el polvo del desgano
una que otra palabra y el abrazo
ilusión imperfecta
un minuto en la vida
oportunidad serena
para ensayar el amor y sus desgarros
Ahora tengo que olvidarte y no sé cómo
Recuperar el mecanismo de la calma la música del mar
Y su complicidad inmensa
El perfecto balance de todo lo logrado
En todo caso antes que la noche llegue
Aquí siempre habrá lugar para tu rostro
Un espacio vacío para que lo llenen tus brazos o el recuerdo
Un silencio tendido para que tu canto vuele a lo más alto
Aquí.
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