viernes, 17 de febrero de 2017

ANNA ENQUIST [19.949]


Anna Enquist

Anna Enquist (Ámsterdam, 19 de julio de 1945) es el seudónimo de una de las escritoras más populares neerlandesas, Christa Widlund-Broer. Es conocida sus trabajos de poesía y por sus novelas.

Nacida en Ámsterdam, estudió piano en la academia de música en La Haya y psicología en la Universidad de Leiden. Sus primeros poemas aparecieron en la revista Maatstaf en 1988 mientras que su primera colección Soldatenliederen se publicó en 1991 mientras estaba trabajando como psicoanalista. A partir de entonces dedicó la mayor parte de su tiempo a la literatura. En poesía, publicó seis colecciones más: Jachtscènes 1992, Een nieuw afscheid 1994, De tweede helft  2000, Hier was vuur 2002, De tussentijd  2004 y Nieuws van nergens  2010. Todos estos poemas han sido publicados en un único volumen Gedichten 1991-2012.

Los  primeros trabajos de prosa, Het meesterstuk 1995 y Het geheim 1997, son novelas psicológicas en las que la música clásica juega un papel importante. En 2002, llegó a un amplio número de lectores con De ijsdragers que estuvo distribuido como un regalo durante la Semana del Libro en neerlandés del 2002. Su reconocida novela histórica De thuiskomst de 2005, se centra en Elizabeth Batts, la esposa del explorador británico James Cock.


 ESTACIONES

 Después de yacer poseída por el arado
 la tierra yace doblada, huesuda.
 Lo que está muy hondo ha surgido sin resistencia.
 Ninguna piel áspera ha recibido arcilla, huir
 está impedido para quien se abre de esa manera.

 La tierra gime bajo el pasto,
 llorando su añoranza del acero
 -ven el próximo año, regresa-. El tardío sol
 calienta la tierra pólder que sueña aparentemente
 con ser hendida dividida quemada.



 SILENCIADA

 Arraigada más sólidamente que nunca
 en la realidad- Diciembre, en mi bici,
 tormenta alrededor de mi cabeza- compro
 un libro que dice
 cómo el tiempo pierde su dominio.
 Durante meses tomo de la vida
 no más de lo que me pertenece. El autor
 está paralizado y enfermo. Él no puede hablar.
 Oh, nubes cabalgando el viento, oh canto, oh amor.



 SEGURIDAD

 Dondequiera durmiésemos ese verano,
 cada noche la lechuza gritaba
 su boscoso llamado. ¿El mismo?
 ¿Lechuza? - Así es como suena una lechuza
 había dicho alguien, y nosotros
 creímos y recordamos.



 DE REPENTE

 De repente perdí
 el poder de retener
 calor. Ahora que los chicos
 han dejado la casa, resoplé
 ¡sí! Repté bajo 
 aún más frazadas. La estufa
 rugía. El más calentito de nosotros dos
 ya no podía 
 darme calor. Tirité
 y temblé como si estuviese
 cara a cara con la muerte.

 Que era el caso, en realidad. La muerte
 y yo estábamos en un terraplén.
 Entre nosotros no había nada sino
 una considerable distancia.



 JULIO

 Es verano ahora; el jardín
 está lleno de gente muerta de calor; los perros
 están jadeando y las frambuesas
 están grandes como cabezas de duendes.

 La humedad rodea nuestros vidrios:
 se conversa acerca del precio de las bicicletas
 y los pasajes aéreos, y todo el rato
 un campo interminable de hielo se estira dentro mío.



 ESCAPE

 En la jaula del día y de la noche,
 la jaula de los mandados,
 latas de cerveza, el mejor trabajo.

 En la jaula del álbum de fotos,
 del amor. En la jaula del arte,
 en la jaula de saber:

 Levantate, aferrá las barras,
 tomá el máximo de aire y
 rompete el corazón en pedazos.



 ENCOGIMIENTO

 Cómo los días se me escapan, siempre
 uno nuevo sopla contra la ventana.

 Un chico sombrío en la cocina ya no
 come de mis platos. Escasa

 es la vieja vida que se siente como siempre.

 Entretanto mis horas se vuelan; son
 las verdaderas. Lo que golpea contra mi ventana

 es la vida genuina, el presente
 que come, que come de mí.



 INVASIÓN

 En el desnudo rechazo, viento en mi pelo,
 estamos parados y vos mirás. Con todas tus fuerzas
 me mirás, imagen de amor.

 Y yo, entro gateando a través
 de tus ojos llenos de lágrimas, me deslizo por los senderos
                                                                    [de tus nervios,
 salto sobre láminas de mielina, el susurro
 de las sinapsis, el ARN fuerza a las proteínas
 a alinearse en mi imagen:

 soy tallada, cincelada, en tu cerebro
 hasta que mueras, hasta que te mueras.


FUENTE
Modern Poetry in Translation. New Series. N° 12. Winter
1997. Dutch and Flemish Issue.

Publicado por Robert Rivas
http://inutilesmisterios.blogspot.com.es/




VAN HET WATER

Hij torent hoog boven mij uit, de brug,
en grijpt met harde vingers in het gras.
Voertuigen schuiven heen en terug, een kind
brengt bloemen, de fanfare juicht.

Ik wacht. Men zal zich naar mij buigen
krom van waan en klacht en in de golfslag
troost van honderd moeders horen. Ik ga
gewillig rond de nieuwe pijlers staan.

Ik zal nog tegen stenen slaan als deze brug
is overwoekerd en vergaan. 0 wolkenlucht,
spiegel u in mijn huid. Ik heb mij laten
leiden en omspannen en verslaan.



OF WATER

Towering tall and over me, the bridge
grabs into the grass with hard fingers.
Vehicles slide back and forth, a child
with flowers, a roaring fanfare.

I wait. They’ll bow in my direction,
bent with madness and malady, hearing in the waves’ slap
comfort from a hundred mothers. I’m willing;
I take position, surround the new piles.

When this bridge is overgrown and gone
I’ll still be beating stones. O cloudy sky,
see yourself reflected in my flesh. I’ve let myself
be led, be spanned, be beaten.

© 1996, Anna Enquist
From: De tweede helft
Publisher: De Arbeiderspers, Amsterdam, 2000
© Translation: 1998, Lloyd Haft




UIT DELFT

Als hier licht valt, dan onder loden
lucht, valse gloed in de namiddag.

Kon ik de stad innemen, mij stellen
in de stenen cirkel op de markt, drinkend

de bloedige schaduw van het stadhuis –
Laat naar je kijken. Ik bonk op de muren,

zij verstuiven als ochtendas in de kachel,
of ik er ben. Uit de grachten rijst

een wal van zuur water. Hier was het,
hier zuchtte ik om de polder, viel ik

tegen ijzig bouwwerk. Hier ruilt men
de reis tegen een enge thuiskomst.




FROM DELFT

If light falls here, it's under a sky
of lead, false glow, late in the day.

Wish I could take the city, set myself up
in the stone circle in the marketplace, and drink

the blooded shadow of town hall
Get your head examined. I pound on the walls;

they go up in dust like ash in a stove in the morning,
as if I exist. Out of the canals rises

a wall of caustic water. Here's where it was,
here's where I sighed for the open polder and fell against

an icy structure. Here's where you trade the trip
for the tight home corner.

© 2000, Anna Enquist
From: De tweede helft
Publisher: De Arbeiderspers, Amsterdam, 2000, 9029515120
© Translation: 1998, Lloyd Haft




TAMBOER

We horen hem wel, de tamboer in de verte,
maar luisteren niet. De maat van zijn stokken
bepaalt onze stappen. Ook nu. Verwijlen

wil ik bij een wals van vroeger, een dans,
kind op de arm. Het spant ondraaglijk
tussen toen en vandaag. Aan de mars valt niet

te ontkomen. Woedend doe ik een greep
in de muziekdoos van het geheugen, waar
haar te vinden voor ik omval? Maar kijk,

de trommelaar brengt ons het kleinkind,
verlokt ons tot een nieuw lied, zadelt ons op
met de laatste vreugde voor de eindstreep.



THE DRUM

We do hear it, the drum in the distance,
but don’t listen. The rhythm of the sticks
determines our steps. Even now.

I want to linger by a waltz from before,
a dance, a child in my arms. The tension
between the past and present is unbearable.

The march is inescapable. Furiously
I dig into memory’s music box, trying
to find her before I fall. But look,

the drummer brings us the grandchild,
luring us into a new song, saddling us
with a final joy before the end.

© 2013, Anna Enquist
From: Een kooi van klank
Publisher: Stichting CPNB & Poetry International, Amsterdam, 2013, 9789059651852
© Translation: 2013, David Colmer




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