miércoles, 8 de febrero de 2017

CAMILLE AUBAUDE [19.927]


CAMILLE AUBAUDE

Camille AUBAUDE. Nacida el 13 de octubre de 1959 en París, es una poeta, ensayista, crítico literario y traductora francesa.

Principales Obras

Lacunaire (poèmes), tapuscrit, Paris, 1985.
Isis 1 à 7 (poèmes, 7 volumes), éd. Gabrielle D., Vendôme, 1991.
Anamorphoses d'Isis, Paris, Université Paris VII (Doctorat de Lettres modernes). Tapuscrit, 1991.
Lire les femmes de lettres (essai), Paris,  éd. Dunod, 1993, 276 p., broché, (ISBN 2100001280).
Gérard de Nerval et le mythe d'Isis (essai), Paris, éd. Kimé, « Détours Littéraires », 1998.
Le Voyage en Égypte de Gérard de Nerval (essai), Paris, éd. Kimé, « Détours Littéraires », 1998, (ISBN 2841741036).
Anankê ou la Fatalité (poèmes), Paris, éd.La Bartavelle, « Poésie », 2000.
La Maison des Pages (récit), Préface de Claude Vigée, éd. La Bartavelle, ré-édition Aumage, 2002.
Ivresses d'Égypte (poèmes et proses), Aumage éd., coll. « La maison des pages », 2003, 76 p., (ISBN 2915070067).
L'Égypte de Gérard de Nerval (recueil d'articles), Paris, éd. Publibook, Lettres et Langues, 84 p., (ISBN 9782748303445).
Gallia ou l'amour véritable (récit), Aumage éd., 2005, 146 p., (ISBN 2-915070-13-X).
Poèmes d'Amboise, éd. La Maison des Pages, 2007.
L'Égypte céleste, éd. La Maison des Pages, 2008.
Chant d'ivresse en Égypte, (livre d'artiste), poème avec les lithographies de Danielle Loisel, Signum éditeur. de livres d’artiste, 2009.
La Sphynge (poèmes), Paris, éd. L'Ours blanc, 2009.
Poèmes satiriques, Paris, éd. La Maison des Pages, 2010.
Poèmes choisis, mini-livre, Paris, éd. La Maison des Pages, 2011.
L'Ambroisie, Paris, éd. La Maison des Pages, 2012.
Impression Inimaginable, Paris, éd. La Maison des Pages, 2014.

Traducciones y Antologías

La Lettre d’amour Colophon, atelier de Grignan, 1997 (collectif).
Lettre d’insulte. Dans Lettre aux Imprimeurs & Quelques Lettres d’Insultes. Colophon, atelier de Grignan, 1998 (collectif).
Lettre de menace et d'injure. Dans Que vive le peuple serbe ! L’Âge d’Homme, Lausanne, Suisse, 1999, p. 14-16.
Nouvelle dans Lignes de métro, L'Hexagone, Montréal, 2002 (collectif).
Poésies d’amour, de Christine de Pizan, Paris, Aumage, 2003. Choix de textes, traduction et préface.
L’Absolue Retraite de Léonard de Vinci (nouvelle), avec une traduction en anglais de Tony James, Paris, Aumage, 2004.
Sphinx (poème). Dans l’anthologie Poesia de raices magicas. Mujeres poetas en el pais de las nubes, Mexico, Anuario 2004, p. 24-25.
Poèmes dans l’Agendatologia 2008, Mexique, éd. 2007.
Evasiones, de Chiqui Vicioso, House of Nehesi, Saint-Martin, Caraïbes,  éd. trilingue, 2007 (traduction en français).
Poèmes dans Palabras sin fronteras. Anthologie poétique établie par Rosario Valdivia Paz-Soldan. Université Ricardo Palma, Lima, Pérou, 2009.
La Lune aux Rayons brisés, Haïkus de Satoko Tamura, Publibook, « La maison des pages », 2009 (traduction en français).



El llamado

En el desierto de las ciudades, tu voz
desierto de gestos y de palabras, vacío
de rostros dispuestos en la vida
como columnas ornadas de gladiolos.

Las manos se cierran sobre unas perlas
sin cofre, al oriente de las noches,
en el desierto de las ciudades, tu voz.

Desiertos donde predican tus manos tendidas.
Tu cabellera recibe nuestras quejas,
lloran en vano tus sueños prometidos
y tus tímpanos se aturden por las cascadas.

En el desierto de las ciudades, tu voz
desierto de gestos y de palabras, vacío
de rostros dispuestos en la vida
como columnas ornadas de gladiolos.



Euforia

Deseo desgarrado por la memoria
tregua de melancolía, el deseo
vierte un manantial de alegría.
Tu sonrisa despierta mi sonrisa, la verdadera.
En un instante previo, nuestros rostros estaban vacíos
instante previo al cambio.
Ellos no podían amar, esperaban al amor
no podían hablar, no podían moverse.
Nadie sabe qué origina la inspiración de los sueños
tantos seres sonríen al amor mientras aman
por doquier
tantos seres desaparecen por temor a sufrir
¡No, esto no te sucederá a ti!
Tú serás el destello de una barca sobre el mar
la nieve bebida por el torrente,
el vientre caliente
tu semblante era sombrío
antes de que nuestros ojos se deleiten
nuestras miradas intensificaron la inmensa claridad.
He dormido y bebido tanto en la profundidad de los suaves sueños.
Ayer, en las noches atormentadas por la muerte
el insomnio asolaba mis entrañas
no verse más y rehacer este instante
sin espera, sin certeza
en el fervor de amar, de transmitir con fe
para poner fin a todas las desdichas
el abrazo será el bienestar del cuerpo
una ayuda contra las lágrimas y las heridas
el bello dulzor del absoluto
ningún miedo, ningún temor, ninguna humillación
¡se acabó! la alienación de las leyes, la nada, los prejuicios.
Sólo el abismo de los sentidos para corazones como los nuestros
y luego, secarse las lágrimas sin haber existido
secar la tierra, recomponerla en tus ojos
crecer, multiplicar, vivir en el espacio
infinita fuente de presencia
verte danzar sobre una cima plateada
la armonía dibuja, fruto del cielo
pulsos sin tiempo, sin forma, eternos
tu mirada meció la mía
el mundo viene a hablar a mi ventana
apacible amor de un niño
el deseo palpita intenso en mi seno.




Orfeo

Victoria nulla est
Quam quæ confessos animo quoque subjugat hostes.
Claudiano, citado por Montaigne, Ensayos, I, XXXI.


La poesía es un mar
con arrecifes de coral: susurra
en el nácar de una concha de mar,
fruto de las cadencias del Nombre, se pierde
en los inventarios del decorado
de estelas de luz agitada
arrastra mis sombras interiores.
Me atrae, me cautiva:
fuego ardiente, río de oro y de noche.

La risa de Orfeo no puede morir,
se desliza en el abismo: el resplandor
de su garganta en las ramas de coral
es puro resplandor de amor. Y yo remo
navego en sus olas de espesa
tinta infernal y disfruto en el espacio.
En las mareas del Coro; el arcoíris
renace, aumenta el aire donde se extiende.
Fuego ardiente, río de oro y de noche.

(Yo) vuelvo a ser la niña desvanecida
oscuros oleajes, arrecifes de coral: la mirada
hipnotizada por el despertar navega
hacia el horizonte, lejos de los locos,
de los sabios. Viva como las mujeres
de Tracia, despedazo la carne
de la virtud al asalto del Tiempo,
cisne en exilio en el fuego de las palabras,
fuego ardiente, río de oro y de noche.

Un gran cuerpo sumergido en los corales
jamás desaparecerá: pero cambia
de astro, de destello, de rostro
de mirada, más allá del abismo del tiempo.

(Traducción: Rosario Valdivia)




La Maison des Pages


La Morada de las Páginas
  
Enseñé el Misterio de las hadas
reavivada por un río de ámbar:
¿quién puede saber si  mi habitación dejo
a Medianoche en la Morada de las Páginas?

Cerca de mi hermana adormecida, me despierto
y busco el Sueño a gritos y a gritos.
Viene cuando quiere y silencioso vela
en la noche de la Morada de las Páginas.

Tierno secreto de mi hogar
compartido  donde la respiración
de un Alma se desliza por los peldaños
de piedra  en la Morada de las Páginas.

Fantasía de hojas y de libros
en pedazos de materia en fusión.
Abajo, en la cocina, el café
perfuma toda la Morada de las Páginas.

Coloco la extraña casa sobre una isla
la isla de mis cuadernos de playa
donde fantasmales perros corren. Escribo sobre el transitar
de las tormentas en la Morada de las Páginas.
De día y de noche, las olas levantan
a una mujer sola y triste, anclada
en las sombras, a la espera de encuentros
cerca de los altares de la Morada de las Páginas.

Cráneos fantasmales de miradas iluminadas
por velas ; allá las mesas están servidas
cerca  a un ilimitado esqueleto de pie
frente a la acacia de la Morada de las Páginas.

Cráneos blanquecinos brotan de un cofre
revolotean hacia el espejo que refleja
el desorden de las cosas ajenas
al sosiego de la Morada de las Páginas.

¡Ah! esta casa es tan mía.
El decorado fúnebre, los candelabros
del jardín y el altar de los sacrificios
me convocan a la Morada de las Páginas.

Cedros, tilos y castaños se elevan
contra el muro erigido por el Poeta
para la desdicha de tres generaciones
nacidas en prisión en la Morada de las Páginas.
  
Hojas cortadas, malvas y blancas, esqueletos
de cartón tocando guitarra
flores de azafrán y retratos de seres ausentes:
imágenes de la Morada de las Páginas.

Los recién casados muy amorosos
levantan sus desnudos cráneos uno al otro.
Puedo creer en la felicidad perfecta.
Encantador augurio en la Morada de las Páginas.

Ritos, vibraciones, tierras devastadas
¿Pueden conjurar los suplicios?
Cuando perdidos y curvados llevemos
a los Poetas a la Morada de las Páginas.

Ofrendas dadas por los vivos
según el gusto de los muertos; joyas cómplices
risas magníficas de plenitud
de los difuntos de la Morada de las Páginas.

Fantasmagórica mezcla de muerte y vida
tierra  druídica de templos adormecidos
miradas aceradas de osamentas en cartón
guardias sagrados en la Morada de las Páginas.
  
Ven , caliéntate ¡anima la pasión!
todas las puertas se abren sin razón
cuando miles de sombras violetas
barren los suelos de la Morada de las Páginas.

Sola frente a textos, diplomas
y fotos amarillentas suspendidas en las paredes
para soplar a lo lejos los pensamientos fáciles
aspiro el aire de la Morada de las Páginas.

Los muros exudan, encierran pereza
me impiden dejar la Fortaleza.
Acuden las visiones marcesibles
que se fusionan en la Morada de las Páginas.

Visión salpicada de mañanas de verano
cuando el amor nace con un rostro encantado,
se levanta en la mirada ensombrecida
del visitante de la Morada de las Páginas.

Almas  tendidas, curvadas, cuerpos de antaño
abrasados, sus sonrisas irradian,
sus espíritus pueblan las bóvedas
puntos cardinales de la Morada de las Páginas.

¡Ah mi alma sombría! La orbe de tu canto
agranda los espacios del hogar,
ven a esculpir la piedra de ausencia
en la Medianoche de la Morada de las Páginas.

Traduccioñ de Rosario Valdivia
© dans Poèmes d'Amboise, La Maison des Pages éd., 2007 et 2009


La Maison des Pages

Puis j'ai enseigné le Mystère des fées
Régénérée par un fleuve d'ambre :
Qui peut m'entendre quitter ma chambre
À Minuit dans la Maison des Pages ?

Près de ma sœur endormie, je m'éveille.
Et j'appelle le Sommeil à grand cri.
Il vient à sa guise ; muet, il veille
Sur la nuit de la Maison des Pages.

Tendre secret d'une habitation
Partagée où la respiration
D'une Âme coule sur les marches
De pierre de la Maison des Pages.

Fantasia de papiers et de livres
En des pièces de matière en fusion.
En bas, dans la cuisine, le café
Parfume l'entière Maison des Pages.

J'inscris l'étrange maison sur une île,
L'île de mes cahiers aux plages
Où courent les chiens noirs. J'écris le flux
Des orages de la Maison des Pages.

De jour et de nuit, les vagues soulèvent
Une femme seule et humble attachée
À des ombres, espoir de rencontres
Près des autels de la Maison des Pages.

Têtes de morts aux yeux éclairés
De bougies ; là, des tables sont dressées
Près d'un vaste squelette posé contre
L'acacia de la Maison des Pages.

Des crânes jaillissent d'un coffre,
Volètent vers le miroir qui réfléchit
Le désordre de choses étrangères
Au calme de la Maison des Pages.

Ah ! comme cette maison est mienne.
Les décorations funèbres, les chandelles
Du jardin et l'autel des sacrifices
Me ramènent à la Maison des Pages.

Cèdres, tilleuls et marronniers s'élèvent
Contre le mur érigé par le Poète
Pour le malheur de trois générations
Nées en prison dans la Maison des Pages.

Papiers découpés mauves et blancs, squelettes
En carton-pâte jouant de la guitare
Fleurs safran et portraits d'êtres absents
Sont les images de la Maison des Pages.

Deux jeunes mariés très amoureux
Lèvent l'un vers l'autre leurs crânes dénudés.
Je peux croire au bonheur parfait.
Charmant augure en la Maison des Pages.

Rites, vibrations, terres dévastées,
Puissiez-vous conjurer les supplices
Quand hagards et voûtés, nous porterons
Les Poètes dans la Maison des Pages.

Offrandes déposées par les vivants
Au goût des revenants, bijoux complices,
Rires trémoussant de la plénitude
Des trépassés de la Maison des Pages.

Fantasmagorie mêlant mort et vie ;
Terre druidique aux temples endormis ;
Regards acérés des carcasses en carton,
Veilleurs sacrés par la Maison des Pages.

Viens, réchauffe-toi, anime la passion !
Toutes les portes s'ouvrent sans raison,
Quand des milliers d'ombres violettes
Balaient les sols de la Maison des Pages.

Seule face aux diplômes, aux articles
Et photos jaunis suspendus aux murs,
Pour souffler au loin les pensées faciles,
J'expire l'air de la Maison des Pages.

Les murs suintent, enserrant la paresse,
M'empêchent de quitter la Forteresse.
Ils assiègent les visions marcescibles
Qui fusionnent dans la Maison des Pages.

Vision émaillée de matins d'été
Où l'Amour naît d'un visage enchanté,
Se relève dans le regard embrumé
Du visiteur de la Maison des Pages.

Ames tendues, courbées, corps autrefois
Embrasés, vos sourires irradient,
Vos esprits ensemencent les arcures,
Points cardinaux de la Maison des Pages.

Ô mon âme obscure ! l'orbe de ton chant
Élargit les voûtes de la chambre,
Vient sculpter la pierre d'absence
Dès Minuit dans la Maison des Pages.



Midnight in la Maison des Pages

Reborn in a river of amber
Then I spoke of the Mystery of fairies.
Who might hear me as I leave my bedroom
At Midnight in the Maison des Pages?

Here, near my sleeping sister, I awake
To call out, to shout out for Sleep.
Sleep arrives as it wishes; mute, watching
Over the night of the Maison des Pages.
  
The sweet secret of my dwelling
Shared where the breath of
My Other drips from the vaults
Onto the stones of the Maison des Pages.
  
A realm of papers and books
In rooms of melting matter
Below, in the kitchen, an aroma
Of coffee fills the Maison des Pages.

So, I trace this strange house on an island,
The island of my diaries to beaches
Where squirrels dart. I pen the flow
Of storms of the Maison des Pages.

Day and night, the waves lift
A woman, sad and alone, tethered
To shadows, despairing of encounters,
Near the altars of the Maison des Pages.

Here, death masks, eyes shining
In the candlelight ; there, tables set
Near an immense skeleton, held by
An acacia of the Maison des Pages.

Gleaming skulls emerge from a trunk,
Fly to mirrors reflecting
The disorder of  things so foreign
To the silence of the Maison des Pages.
Oh, how this house might be mine!
The funereal décor, the candelabras
In the gardens, and the sacrificial altar
Evoque the soul of the Maison des Pages.

Cedars, lime trees, and chestnut trees rise up
Against these walls erected by the Poet
To torment three generations
Born into the prison of the Maison des Pages.

Paper dolls of pink and white, skeletons
Of paper-mâché strum the guitar
Saffron flowers and portraits of the departed
Paint pictures of the Maison des Pages.

Newly weds ever so in love
Lift their barren skulls toward each other
Im able to believe in perfect bliss.
A seductive oracle in the Maison des Pages.

Rituals, resonance, scorched earth,
Might you summon all manner of torture
So that, haggard and bent, we will bear
The Poets to the Maison des Pages.
  
Offerings delivered by the living
For the pleasures of ghosts, bribes of jewels,
The full and furtive laughter
Of those departed from the Maison des Pages.
  
Phantasmagorical mixture of life and death ;
Druidic land of slumbering temples;
Piercing stares of paper carcasses,
Sentinels sanctified by the Maison des Pages.

Come, warm yourself, light your passion!
Doors open without reason,
When a thousand purple shadows,
Sweep the floors of the Maison des Pages.

Alone, contemplating diplomas, writings,
And jaundiced photos hanging from the walls,
To sail facile thoughts to faraway places,
I breathe out the air of the Maison des Pages.

The walls are sweating, sealing this lethargy,
Blocking escape from the Fortress,
They lay siege to these perishable visions
That coalesce in the Maison des Pages.

A vision sheathed in summer mornings
Where Love emanating from an enchanted face,
Is revealed in the misty-eyed gaze
Of the visitor to the Maison des Pages.

Souls stretched, arched, bodies once
Afire, your smiles radiate,
Your spirits inseminate the boughs,
The cardinal points of the Maison des Pages.

O secret soul, the orb of your song
Swells the vaults of this room
Come, shape the barren stone
As midnight tolls in the Maison des Pages.

Translated by Patrick Bodden



Amboise

L'eau reflète la ville
Au château immobile,
Belle Amboise aux toits d'ardoise :
L'eau reflète ma ville.

En été, tu pavoises
D'ambroisie et de framboises.
Baiser immobile, l'eau
Du fleuve étreint le château.

Belle Amboise aux toits d'ardoise,
En été, il pavoise
L'être futur qui entend
Ruisseler les voix d'antan.

L'eau reflète la ville
Au château immobile
Et baiser, ou sanglot, l'eau
Du fleuve étreint le château.




La Voix

La Voix : Vous êtes un petit groupe
Dont la joie embellit ma vie.

Votre confiance m'ennoblit,
Ma force intérieure grandit en votre foi.
La guérison vient du sang des cœurs
Battant contre l'oubli des chemins dans les vignes,
Des dents de lion que j'aimais souffler,
Des escargots facétieux aux fines antennes.
Donnez-moi le courage de raviver les lacs
Au fond de vallées où les nuées éteignent
De vieilles lunes aux baisers d'argent !
  
Près du château d'Amboise,
Les châtaigniers s'érigent en Temple,
Les hérissons s'abreuvent aux sources
Bruissant sur la terre du matin. La Terre !
J'aime voir les champs où s'enroulent les ballots de foin,
Les coquelicots sacrés, le col blanc des liserons.
J'adore écouter le chant des étoiles
Quand le jour revient après une nuit d'orage,
Et les appels de nos cités mourantes, Paris,
Belfast, Marseille, Édimbourg, Lisbonne.

Le portrait de Jeanne dans la Maison des Pages,
Où les croix de l'Aube nouvelle, teintées de gris,
Jalonnent des mondes changeant de peau.
Jeanne rythme le silence, l'au-delà des mots,
Porteuse du grand départ et de sa clairvoyance.
Humble et véritable Absente au sourire impérieux
Puis veuve au regard de vigne. Ô l'errance
D'une Veuve chassée du banquet des dieux !
La lumière frange d'or sa brune crinière
Fanal signalant le vide où s'égare l'oiseau.

Ressac décume des Voix passées
Dont le souffle vogue dans tes yeux
Toi ! qui noies dans l'éveil les délices
De soleil et de nuit des vœux infinis.






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