sábado, 26 de diciembre de 2015

J. BERNLEF [17.812] Poeta de Holanda


J. Bernlef 

Poeta, novelista y traductor Bernlef [Pseudónimo de Hendrik Jan Marsman] (Sint Pancras, Holanda 14 de enero de 1937 - 29 de octubre 2012).

Nació en Sint Pancras. Hizo su debut literario con Kokkels en 1960. Se dio a conocer a un público más amplio con su novela Hersenschimmen de 1984, donde trató el tema de la demencia.2 El libro fue base para una película en 1987, y una obra de teatro en 2006. En 1994 se le concedió el P.C. Hooftprijs (Premio P.C. Hooft), la distinción literaria más prestigiosa del ámbito lingüístico neerlandés.

Bernlef también escribió bajo los seudónimos Ronnie Appelman, J. Grauw, Cas den Haan, S. den Haan, y Cas de Vries. Murió en Ámsterdam a los 75 años.



RECEPTOR DE RADIO DE GALENA

De niño aprendí de un manual
«Construcción de un receptor de radio de galena»
que los sonidos son transportados por ondas

Hay una fuente de sonido: la voz de una niña,
un cristal que se rompe, un perro que ladra
en un lugar y en un momento determinados

Y luego se hace un silencio
tan silencioso como el sonido
que atraviesa el mundo de lado a lado

¡Ahí viene! Se lanza sobre
las bobinas, los devanados y las válvulas
y finalmente llega a mis oídos

Niña–
Ruido de cristales rotos–
Perro que ladra–

¡Aquí!

Y entonces se hizo un silencio, un silencio
que me atravesó de lado a lado–
caminando por la calle me supe acribillado de sonidos.

Esa sensación nunca más me ha abandonado–
cuando hablo oigo siempre algo distinto
algo que está en camino, raudo como una flecha y silencioso.

J. Bernlef (título original: Kristalontvanger; extraído de: Geestgronden [Tierras del geest], 1988) © Traducción española: Diego J. Puls (en colaboración con Carmen Bartolomé Corrochano), publicada en «Poesía contemporánea en lengua neerlandesa», Stichting Ons Erfdeel, Rekkem (Bélgica), 1993.



Na de depressie

Hij tekent geraamtes op de rand van een krant 
probeert wat te huilen maar het aloude gevoel 
verdampt in de luide kop van de zou – dan maar 
koffie gezet in het bittere besef dat de wereld 
nog niets van zijn sterven wil weten 

Hij kruipt uit zijn horloge zijn kleren in 
scheert zich en ziet in de spiegel 
iemand in zijn handen wrijven 
klaar om toe te slaan, in te grijpen 
in sterrenstelsels en tabellen. 







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