Ángel Braulio Ducasse
Ángel Braulio Ducasse nació el 1 de julio de 1906 en el pueblo Extremeño de Guareña, Badajoz, emprendió sus estudios en un colegio de monjas de su pueblo, de allí se fue a Villafranca de los Barros donde siguió sus estudios en un colegio de padres jesuitas y en varios colegios de la misma compañía que había en Sevilla, donde tenía familia. Comenzó su carrera de Derecho en la Universidad de Salamanca, dando por finalizado sus estudios en la Universidad Central de Madrid donde se licenció en el año 1929.
Desde muy joven, y de la mano de su amigo el dombenitense Francisco Valdés Nicolau comenzó su andadura periodística en el diario Hoy de Badajoz del que fue corresponsal, así como del diarios Extremadura y El Correo Extremeño donde plasmaba continuos enfrentamientos con los elementos radicales de izquierdas, dada su militancia en grupos conservadores .
Esta actitud le llevaría a ser señalado como “PELIGROSO” en uno de los momentos políticamente más duros de nuestro país, que desembocaron en el levantamiento del 18 de julio de 1936 y posteriormente a una guerra civil insólita y despiadada.
Arrestados por las autoridades republicanas, fue fusilado a las afueras de Guareña el 27 de agosto de ese mismo año, sus restos descansan junto a otros tantos represaliados, entre los que se encontraba su amigo y mentor, el también escritor Francisco Valdés, en un lugar cercano a Guareña, denominado “La Mina”, en la carretera que conduce de este a Don Benito.
Su obra periodística es muy amplia, pues era asiduo colaborador del diario Hoy, pero pendiente de ser rescatada y dada a la luz, hasta ahora solo se conocen varias, entre los que destaca “El Proletariado Extremeño y la Politica” su vida poética se cuenta únicamente con dos poemarios a causa de su prematura muerte. El primer poemario titulado Titirimundi sentimental, se edita en 1930, estampas rurales donde derrama y hace acopio de toda la pasión que sentía por su tierra, los cuales bien podríamos atribuir a la vivencia cotidiana de cualquier pueblo Extremeño de la época, otras de carácter intimas a causa de los años inestables de la adolescencia, rematando con otros temas variados. Y el segundo Estridencias en el año 1936, publicado en Badajoz por Antonio Arqueros.
Otra de las obras rescatadas, en el 2010 por la asociación Luis Chamizo y publicada en Semana Santa, dedicado al Santísimo Cristo de las Aguas patrón de Guareña en el año 1930, publicado como folleto religioso para los fieles y en rogativa por la sequia que desolaba los campos extremeños en aquellos años.
Gracias a una visita inesperada de los familiares de Ducasse a la Biblioteca de Guareña Eugenio Frutos, movidos por el interés de las posesiones bibliográficas de este escritor, comunicaron que se encontraban ausente de un escrito inédito, que solo poseían titulado “Juguetes de Cartón” el cual nos ha sido imposible de conseguir, no ha sido así con otro hermoso poema escrito en cuatro partes titulado “El Palacio de Paja”, que no podemos citar por no encontrarse en formato Word, cosa que esta asociación intentara hacer.
Este adolescente poeta, nos hubiera llenado de sentimientos, a través de sus poemas, si el destino hubiera sido otro para él, al igual que para otros, o no hubiera dado a lugar la nefasta e innecesaria muerte de tantos Españoles por los enfrentamientos de la guerra y la pos guerra, seguro que sería un escritor más conocido por sus obras, que por otras circunstancias, pues a su alrededor contaba con la grandeza de los escritores del momento en Extremadura, solo nos queda disfrutar del legado que dejó que poco a poco va saliendo a la luz.
Buscando, hemos hallado en uno de los rincones de la literatura extremeña, editada en un blog, la procedencia del apellido Ducasse y como dio a lugar la llegada a tierras cercanas a la capital extremeña. El abuelo del escritor que hoy nos ha reunido aquí, se llamaba Luis Beltrán Ducasse Dufoure, nacido en Berther departamento de la Girande, de nuestro país vecino y con el que tanta historia compartimos, Francia. Este señor nació el 16 de enero 1838, técnico ferroviario, emprende su viaje a España, para trabajar en la construcción de la línea de ferrocarril que iba a unir la ciudad de Ciudad Real con Badajoz como ayudante del ingeniero jefe.
Este hecho transcurría en el año 1866, donde en el transcurso de su trabajo conoció la que fuera posteriormente su esposa y abuela de Ángel Braulio Ducasse por parte paterna, la guareñense, doña Francisca Lozano Ruiz, esta boda se celebro en Guareña en 1871.
Publicado por blogentrepueblos
Hermosura de nieve
Miradla, es tan hermosa que nunca de mirarla
se cansan nuestros ojos, de besarlo con ellos.
Miradla, poco a poco, paladeando todas
las divinas volutas de su cuerpo.
Pero miradla sólo, no intentéis de su alma
llegar a lo recóndito, conocer el secreto,
que encontraréis, bajo mágico molde
la adusta soledad de los desiertos.
Ha nacido perfecta como estatua,
pero es toda de mármol, también dentro,
y ya sabéis, amigos, que en el mármol
hay el frío espeluznante de lo muerto.
(Ángel Braulio Ducasse, Madrid, febrero 1927)
Ángel Braulio Ducasse, el poeta asesinado
La Historia tiene alfombras que guardan el polvo de lo que se quiere olvidar, de aquello que estorba a los idearios políticos, de lo que se quiere olvidar a toda costa, polvo temeroso de una vaporetta de memoria histórica que esparza sus partículas y las exponga a los rayos del sol. Afortunadamente, en esta época que nos ha tocado vivir está saliendo muchos de esos tristes sucesos para que todos entiendan y se reparta la justicia tan necesaria en estos casos.
No obstante, algunas "historias" quedan en el olvido, la memoria pasa de largo y como los años hacen ruina a las paredes, no imaginemos como deja al recuerdo.
Mi biblioteca familiar tiene pliegues de memoria, recovecos donde todavía no he llegado... y allí está ese polvo de recuerdos dormidos, con el que de vez en cuando se encuentra en las tardes de rebusco al azar. Y así encontré el hermoso poema en cuatro partes "El palacio de paja" de Ángel Braulio Ducasse, natural de Guareña, como Chamizo y Eugenio Frutos.
No era la primera vez que me tropezaba con la figura de Ducasse. Alguna que otra vez, mi padre lo había citado , no en ningún artículo sino en algún que otro recuerdo evocador y nostálgico de juventud perdida: "Una pena, asesinado tan joven". Tomás Rabanal Brito -creo- jamás entró en explicaciones sobre el asesinato de su amigo el poeta de un solo libro, en la Guareña de 1.936, bajo los fusiles marxistas y debía saber las razones y algo más que nunca contó o, al menos yo no las supe nunca.
Francisco Valdés fue otro de los amigos que corrió la misma suerte, pero el olvido extremeño ha sido con él mas benévolo que con Ducasse.
Ducasse, en poesía, llegó hasta donde pudo y es lo que quedó de sus escritos, porque no le dio más tiempo, Valdés más prolífico y maduro dejó un excelente legado a la literatura regionalista extremeña, Chamizo -según la fuente oral de Rabanal Brito- salvó la vida (al menos así lo creía), gracias a la afición poética de militar republicano que, en plena madrugada, le mandó llamas "Yo- decía el poeta- Tomás, soy un cagalutón y creía que aquella noche me iban a pegar cuatro tiros, pero me puso a recitar y hasta ahora."
El olvido mas execrable se ha ceñido sobre la figura de Ángel Braulio Ducasse, caído bajo la furia marxista y desnortada. Un leve recuerdo en su pueblo natal, una referencia en la base de datos de alguna biblioteca un por qué que no encuentra ni respuesta ni presencia debida, al menos hasta donde yo he podido llegar. Alguna referencia "global" "a los tres de Guareña" en comunicación leve de congresos, nada más.
Y, sin embargo, recordando el tema de lúgubre memoria, Angel Braulio Ducasse pasó a "hacer guardia junto a los luceros", como Lorca y tantos otros, víctimas de la salvaje España fratricida y "partida por odio en dos".
"El palacio de paja" se deshizo como su recuerdo. Es hora -lejano el horizonte de los odios- de recuperar su memoria y rendirle homenaje, igual que a otros, que la Historia se hace mirando en cuatro direcciones: a la derecha, a la izquierda, al presente y al futuro.
José Rabanal Santander
Todo se activa en la memoria
ResponderEliminartodo se guarda con esmero
y así como doy mi historia
siempre la tuya espero