martes, 12 de agosto de 2014

KAREN WILD [12.833]


Karen Wild

(Montevideo, URUGUAY   1984). Cambiando formas se mueve entre poesía, filosofía y danza. Recientemente publica el libro Anti – férula, y comienza a desempeñarse como docente universitaria. Forma parte de un colectivo de danza contemporánea



emessen

(por título lleva una ficción
que de algún modo parece
vincular con nuestro tiempo)


vesículas cargadas de semen
colgando sobre los ojos
como lagañas
enreda en la visión de esta esquina
sin nada para decirme

o esta ofuscación
a un nivel transitoria a un nivel perenne
como una matrioshka
anquilosada

o cuesta abajo
cómo la calle distiende
y yo
en el vórtice del vómito
con la performance del disimulo

(por vaporizar)
los miembros tras cruzar la puerta
demudarán
en solo y desgarrado grito

oh! si tuviera los marcos o los cuchillos
si pudiese invocar el “yo”
del alter
si lograse abarcar
y trasponer
la metahistoria...!






Chip-tiempo ¡existo!

Estoy
Bajo la cúpula oscura de interrelación luminosa
En forma de redes las estrellas se reagrupan
Y todas son las vecinas de todas
Pero en mi edificio los vecinos no saludan

Estoy aquí, expectante
Alarmas o terminaciones nerviosas
Que me ofrecen la rutina dinámica
Del foráneo, relativamente conocido: el resto
Soy un recorte en sentido ineluctable

Aquí aquí abajo ¡escuchen!
Puedo gritar horas por las manos
Desear que me cubran artesanas y escultoras
Que me escolten ojos serenos y vivaces
Trasuntando el vétice sin equilibrio

Veo flores en la escarcha piso un piso que no es piso
Mientras por el corredor, tachonados y apáticos
Van cuerpos con envases y manuales y mapas

Y soy un tú idéntico a nadie y por eso solo
Siempre hay un motivo para oponerse
Encarno la violación de un principio y entusiasta exijo
Profundizarse

Y a la frustración del límite, quebrado una y otra en hybris
sufrimiento y nostalgia del Todo
-grosería de la producción mediante- tengo un grano:
La ansiedad por la máscara mediática hoy convertida
En mampostería de la presencia…

(pero los muros se quedarán sin blancos)







(humana) belleza

… regarde-moi qui change!
Paul Válery, Le cimetière marin.

por el tajo que me atraviesa asoma
estoy al descubierto
herida por los objetos con aristas
por la materialidad del signo surcada
soy el sentimiento puro
desdobla de par en par persigue
visión completa de cielo
llueve sobre mí ¡que me nutro!
estoy dejando un nuevo hueco
donde otrora la puerta de un edificio
en el ventarrón de los pasillos
al medio de este patio taciturno, desnuda y acurrucada, tiemblo
la sombra o la casa presiona ante mí y soy la fuente
en este patio me eternizo, pondré incluso
mi tumba en los vergeles
¡abriré los cementerios y sobre un árbol
-voz arrastrada por el viento-
cantaré cada poema escrito, cruzaré bailando la noche!







de pactos y no

El pacto repitiéndose cotidiana
el pacto calculado en rutina pasmosa
dinámica individual

la prisión de temor-celo
lugar-seguro hombre-objeto-cuerpo
sujeto-observa-objeto-
tengo temor-celo- ¡Yo!
el pacto es un tejido frágil
hilos descosiendo

un pacto nuevo siempre aviene

los brazos: sueltos d’hilo
suelto y desunido –inerte

la comunidad: un lugar que no conozco
la comunidad del hacer endulzando
al movimiento enloquecido de los órganos
que no armonizan sus funciones con el cuerpo

La comunidad no existe…
yo no soy realista
estos hilos no son mis manos
mis manos están hechas de semillas
de semillas y preguntas





Maceración

el aire negruzco y pesado
                          en la imagen bañada a la luz del cemento
corro escapando del túnel brillante
                          que engulle entre el mar y la cumbre
                 serigrafía al oscuro
                 nubarrones trenzados
                          que lanzarán cuchillas níveas de fuego
                 de zinc las gotas
                 son lanzas y piedras
                 son pétreas granadas
corro peleándole al viento las piernas, el torso
                               el túnel luminoso en el fondo
                               va tragándose al resto
                               al resto del cuadro
                               que se macera
en un bostezo álveo
en un claro del mortero






flujo 

soy la espuma clara
que emerge de los cuerpos carnosos
la que no conoce de espacios vacíos
                                                         pasta salival
que s’infiltra por el pecho y convoca soplos y arritmias
y hacia los humores ciegos
en el intestino
baja
                     río cremoso
que se incrusta en los oídos y descifra las vibraciones
erupción
desde el cerebro al espíritu
envoltura humedad
                                 sudor livianísimo
y acaso siente
lo que nadie sabe y acaso sabe
lo que nadie dice

yo soy el vino viscoso del conocimiento que escapa a la ciencia

conmigo porto la verdad que todos enmascaran

soy la verdad, tengo la esencia, soy la primera instancia… discurrir perdido

soy, desde el origen vengo, el flujo libidinal de la fiesta







Noche

Bajo la calle rumbo a la rambla
en la espesura y la calma de la noche naciente
donde muere infinito un zumbido
de roces lejanos
y crece una brisa que en hilos
recorre rincones agudos y aviva olores ácidos

Bajo la calle rumbo a la noche
hacia mi progenitora la noche
que parió a la hora de llovizna y nubes
cuando el país se empezaba a sacar
la camisa de fuerza
y ya se estaba acuñado
un nuevo modo

La noche con la lengua magna y oscura
me acerco a volcar emociones
le doy mi pausa en versos y blancos
la lengua devuelve un meneo un murmullo
pero uno que tiene postrero
el azote

su arrullo está limpio
es como el reverso
de la calle








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