Patricia del Valle
(Arequipa, Perú 1960)
Poeta y Arquitecta. Tiene la seguridad de que la literatura es un instrumento de comunicación muy eficaz para llegar a la parte más hermética del ser humano. Es miembro del grupo “Alma Matinal” junto a los poetas Juan Cristóbal, Rosina Valcarcel, Julio Nelson y Jorge Luis Roncal.
Publica poesía en las antologías Mujer y poesía (1997), Un minuto cantado para Sierra Maestra (1999), Antología poética 51 poetas (Yacana 2003–2005). Las plaquetas: Manantial (Viernes Literarios 2000), El grupo de los 5 (Viernes Literarios 2004). Ha publicado en las revistas Sol y Niebla Nº 2 (2004), Nº 3 (2008) y Nº 6 (2013) de Arteidea; Maestra Vida 1, 2da etapa (2014).
Su primer libro Yokasta yo sale a la luz en el 2005 con el sello editorial Arteidea. Su segundo libro Soy otra es editado por Sol y Niebla en el 2010.
Actualmente tiene dos libros de poesía inéditos que pronto verán la luz Hielo Negro y Musika para sordos.
LIBRO YOKASTA YO (ARTEIDEA, LIMA, 2005)
(Por Rosina Valcárcel)
VIAJES Y CAMINATAS
1987 El año que conocí a Patricia del Valle. Fue en Cuba, al término de un Encuentro de la Federación de Mujeres. De inmediato nos unió la alegría de estar juntas en la Isla amada. A ella la acompañaba un amigo chileno. Caminamos por La Habana vieja, celebrando los avances de la Revolución de Fidel y su pueblo heroico, festejamos la música, el arte, los libros, la gente, la niñez. Ese aire indescriptible era el puente hacia una patria nueva, libre, solidaria. Patricia manifestaba interés por todo tipo de conocimientos y saber populares. Más adelante hubo otros encuentros en Lima.
1989 Un sábado al mediodía muy campante se apareció con Goyo, alegres nos deslizamos por la casa de Santa Bernardita. El cuentista preparó un ceviche “de padre y señor mío”, platicamos de historias, personajes, amigos y acrobacias. Acabé armando una entrevista-collage que luego lanzaría bajo el título de “Gregorio Martinez... gloria de piturrín y los embrujos de Nazca” (La Opinión: nº 159, 28, abril).
Ya de vecinas, con Jacinto Humberto (su leal compañero), Julio Nelson, Juan Cristóbal, Víctor Hugo Chacón, Carlos Ostolaza, Jorge Luis Roncal, asumimos anhelos, recitales, actividades, tareas, ediciones, en círculos como “Alma Matinal”. Luego con otros artistas y compañeros como Manuel Mosquera, Marilú Chuquilín, entre varios, forjamos “Los habitantes de Macondo”, a fines de los años 90. Compartimos amistad con Zeida Robles y, constantemente, con los cronopios Roger Santiváñez, Armando Arteaga, Juan Carlos Lázaro y Nelson Castañeda.
Nuestro afecto prosiguió viento en popa, hasta hoy, con un poco de todo “como en botica”: ideales, misticismo, debates, amistades, lecturas, fiestas, amores, vinos, nuevas amistades, nuevas opciones y así sucesivamente. Dejando de lado las bondades, desavenencias, ironías y ausencias de toda relación humana, el balance ha sido positivo. En nuestra plática cotidiana el porvenir y la poesía han sido una constante, una línea de fuego.
YOKASTA YO
2005 El año que Patricia sorprendió con un libro de título desafiante: Yokasta yo, editado por Arteidea. La poeta ansía participar lo que tiene dentro para compartir las vibraciones de su ser y la búsqueda de nuestra identidad. Leamos el texto que llamó la atención del pintor y cuentista Nelson Castañeda, quizá por su tensión dramática y por aquella indagación de nuestras raíces:
Trato de entender los signos que
me muestra la vida
junto una a una
las palabras que imagino.
Sé que estoy
un poco en mis recuerdos
OTRO
en los recuerdos de los demás
¿Será que también existo en el olvido?
Tal vez
si reconstruyo los retazos de vida
que encuentro
pueda lograr una imagen
desvirtuada de lo que
realmente soy
¿Qué es la historia sino un seguir
los pasos perdidos de la vida cotidiana?
Como en una película
recoger uno a uno
los sueños
de los protagonistas
convirtiéndose en la única y
ciega voz que se estremece
en el tiempo.
La vida cayó sobre nosotros
En la lluvia
En que sin saber, moriste
Edipo, hijo de mis entrañas
Mas hay otros temas dentro del discurso poético de Patricia del Valle, notemos:
Y
crecerá YOKASTA
como una profunda meseta cálida
desde el fondo del mar
emergerá dulce gozosa y cristalina
doncella madre de la tierra
Yokasta: Una planicie brotando de las aguas, diáfana, protectora de la naturaleza.
Leoncio Bueno comenta: “Patricia del Valle logra en este poemario, breve pero intenso, leve pero tierno y la melancolía profunda y suave, lo que todos los hombres sabios según la filosofía oriental del TAO han querido lograr: la serenidad total, la serenidad turquí; es decir la serenidad de los lagos profundos estacionados en las profundidades de la Tierra, o de los inaccesibles vigilados por los picos nevados, apacibles que tienen el color turquesa, el color del encanto celestial de ese cielo azul que todos vemos y, que según Lupercio de Argensola, no es cielo ni es azul “
¿Qué reflexionó el poeta Juan Carlos Lázaro sobre el primer libro de nuestra autora?: “Este es un poema hecho de metáforas de mar y viento, símbolos del amor tormentoso y apasionado y del tiempo que es memoria y olvido a la vez. El nombre de su personaje, Yokasta, no sólo alude a la mujer que es madre y amante de un mismo hombre, sino que, trastocado en su escritura, también hace de aquella una voz reivindicadora de la pureza o de su pasión. Es la historia de una mujer que afirma su identidad en el amor, aun contra la adversidad de su destino y las leyes restrictivas de la sociedad”.
En la mitología griega Yocasta cuando supo que su marido era en realidad su hijo, se sumerge en las cuevas de la noche y se suicidó. La transgresión del incesto, atravesó la conciencia de Yocasta. Calemos estos versos:
No callaré en la incertidumbre
de esta tierra extraña
me ofreceré en sacrificio
a la luz del mundo
luz negra de la muerte
indefensa, montada en el jinete
de tan escandalosa idolatría
en medio del bosque de Shamokin
se escucharán mis latidos
ante tanta adversidad
Parece que la autora se halla en el extranjero, en una ciudad de Estados Unidos. Ahí siente la alienación de la sociedad moderna, el individualismo producto del sistema capitalista. Paralelamente padece desilusión por culpa del “ser amado” ¿Fruto de su fantasía? Y se ofrenda, obvio, en sacrificio. Pero, al final saca fuerza de la tierra, trastoca la convención invirtiendo la realidad de Eros: “montada en el jinete”.
Mito e historia, desgarramiento y protesta, pero sobre todo erotismo e intimismo, entretejidos con un lenguaje intenso y vivificante, escrito desde sus entrañas por una mujer.
2010 Del Valle nos asombra con el libro Soy otra, lanzado con pulcritud por Sol & Niebla. Lleva prólogo acertado de Carmen Gálvez Valdivia. Aquí la autora muestra su temple de ánimo humano, a través del sonido y el sentido, al decir de Johannes Pfeiffer. Recientemente hubo una presentación -casi clandestina- en la histórica Casa Mariátegui. Disertaron a viva voz Max Castillo y Julio Heredia.
Ayer una pajarita nos ha contado que antes de la primavera abra sus ojos bermellón, celebraremos Soy otra “como Dios manda”. No esperen lectores y lectoras, hay que volar a las librerías y ojear y apreciar las páginas agudas y originales de Soy otra. Mientras aguardo, releo con deleite la dedicatoria del 13 de junio del 2006 que reconociera Patricia en un ejemplar de Yocasta yo: “Rosina: Este libro es un poco gracias a tus constantes consejos y enseñanzas. Gracias por esa amistad en poesía que será por siempre. Con amor, Patricia del Valle.
El sábado 17 de julio en la velada que tramamos un grupo de amigas y amigos, compañeras y compañeros, para brindar por el próximo natal de Melissa Patiño y por el nacimiento del libro citado, Patty, cual una real maga, sacó de su bolso el bellísimo ejemplar del libro Soy otra. Quedé extasiada. A medianoche, antes de abrazar a Morfeo, escuché el eco de nuestra amiga silbando: Rosina: Por la poesía/ por la amistad/ por siempre: Patricia.
Miraflores, domingo 18 de julio de 2010.
Tatuaje
Quiero llevarte en mi cuerpo
aquí
al atardecer
donde no llega el sol
perpetuar en mí
tu corazón de hielo
convertirme en sombra
una imagen fija que se pierde
en el tiempo
en un sueño
-UNA MARCA-
un dolor permanente de tí
en mí.
Y NACÍ
Y nací
en la soledad del mar
camino hacia mi destino
como la mariposa
hacia el fuego
AMANECER
Amanece en la urbe
desde mi ventana
veo edificios con fondo
azul añil
como árboles erguidos
en el campo
las luces y las calles
en alborotado desconcierto
van al compás de mi corazón
entre nubes que avanzan
envolviendo los sentimientos
cubriendo todo aquello
que permanece oscuro.
De aquí veo la ciudad
así como los deseos y
así como los deseos y
la voluntad de los hombres
con algunas otras
pequeñas grandes revelaciones
la ternura serena mi agitado corazón
que voló hacia algún lugar lejano
durante la noche
"Soy otra", como señala la editorial, es la traducción poética -en versos transparentes y concisos- de una experiencia existencial, balance y liquidación de una etapa de la vida. Y reúne una colección de poemas breves, íntimos, profundos, sobre el amor y la soledad en sus diversas facetas. En el prólogo su amiga Carmen Gálvez nos indica que es un recorrido por la vida y dice que lo señala en el poema:
Insensatez
"Cuanto quisiera ser la maga
el continente en blanco
que pueda decidir
la forma de mi cuerpo
el color de mis ojos..."
En los poemas de amor pienso que respira amor y ternura y vitalidad y erotismo y también soledad y silencios:
En Si tú eres amor
"Si tú eres amor....
esa canción caminando por la noche
guitarra me habla
tierra me inventa
lágrima que brilla
En Cronopio
"mi piel es tu piel
mi paciencia tu impaciencia
mis brazos están pegados a tu espalda
tu cuerpo es mi tarde
mi noche
la luna que nos mira
redonda como un poema
...
arrancas en la intensidad de mi piel
el último suspiro
y en esa brisa ligera
ya sin aliento
SE
que todavía estoy viva"
En Tatuaje
"quiero llevarte en mi cuerpo..."
"una marca, un dolor permanente de ti en mi"
En Tus largos silencios nos habla de la posibilidad de reinventar el amor cuando escribe:
"tal vez todo este trabajo
signifique la posibilidad de reinventar
nuestro amor
que existe en algún lugar
como todos los amores
que se encuentran suspendidos
ignorándose a sí mismos
girando y girando
para luego en algún momento inesperado encontrarse
Y termina diciendo:
"no deseo despertar de este sueño
amo tanto tus largos silencios
¡dicen tanto!"
En el poema que da nombre al libro, "Soy Otra", Patricia nos informa que tiene plena capacidad para crecer de nuevo, para vivir en otra realidad, en un nuevo espacio, después de haber librado duras batallas.
Para terminar deseo leer el último poema del libro, para mí el más hermoso:
Y nací
Y nací
en la soledad del mar
camino hacia mi destino
como la mariposa
hacia el fuego
Gregorio Martínez, crítico literario peruano dijo el 12 de septiembre de 2010 respecto a este poema: "basta un solo poema bien logrado, fraguado a conciencia, para que un libro de poesía sea memorable".
Nos encontramos ante un libro de poesía intenso, profundo, íntimo, tremendamente humano y muy, muy hermoso.
Felicidades Patricia!
Joan Sureda
Presidente de l'Associació Cultural Pharos
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