jueves, 23 de octubre de 2014

LOLO PALZA VALDIVIA [13.817]


Lolo Palza Valdivia 

Nació en Puno, PERÚ en 1964. Estudió Arquitectura e Ingeniería Civil en la Universidad Nacional de San Agustín. Fue editor de “Escritos (Plegado de pensamiento poesía y prosa)”, desde 1987 hasta 1991. 

- LIBROS:

• “SER CARDENO” Arequipa, 1987.
• “SUB VERSION O VERSIÓN MENOR DE LA PALABRA” Ellwangen, Alemania 1988.
• “ARS POETICA” Arequipa, 1992.
• “AL PIE DE LOS CAMPANARIOS” Puno, 1994.
• “NAUFRAGIO DE NOE” Lima, 2000.

- REVISTAS Y PLAQUETAS

• “LA OTRA MANZANA DE ADÁN” Arequipa, 1987.
• “TREGUA”. Revista de Literatura; Agosto de 1989. Pág. 40 Arequipa.
• “REUNIÓN” Ciclo de Lecturas. Complejo Cultural Chávez de Rosa UNSA, 1991.
• “El Elefante Asado”. Director. Luís Cuadros Falla. Arequipa, 1991.
• “La casa del del fin”. Arequipa, 1992.
• “BOLETIN POETICO”. Director. Livio Gómez Flores. Tacna, 1992.
• “ARTE  HEREJIA”. Arequipa, 1993
• “LENGUA Y LITERATURA”. Escuela de Literatura. UNSA. Arequipa 1993.
• “Piel del Tiempo” Dossier de Poesía. Revista MALDOROR. Arequipa, 1993.
• “REVOLVER”. Arequipa, 1994.
• “LA TORTUGA ECUESTRE” Lima, 1996.
• “CONSEJERO DEL LOBO” Año 3, número 6, Puno 2001.
• “LEGO”, Arequipa 2005
- ANTOLOGÍAS:
• MUNICIPALIDAD DE PAUCARPATA; Dr. Tito Cáceres Cuadros. Arequipa 1989.
• CASA NACIONAL DEL POETA. José Vargas. Lima, 1991.
• LITERATURA PERUANA. José Beltrán Peña. Lima, 1992.
• LITERATURA AREQUIPEÑA. Dr. Tito Cáceres Cuadros. Arequipa, 2003.
• ANTOLOGIA COMENTADA DE LA LITERATURA PUNEÑA. Feliciano Padilla, Puno 2005.
• POESÍA VIVA DEL PERÚ. Raúl Bañuelos, Dante Medina, Guadalajara, México, 2005
• 10 AÑOS DE LITERATURA PUNEÑA. Jorge Florez Áybar, Puno 2006.



Plática de los ancianos

Finalmente
debes saber

Que tus ojos
apenas pueden tocar lo cierto

Nunca
la verdad de todo lo que existe

Digamos que en la ciudad
Nada es suficiente

Ni romper la norma establecida

Ni andar por todos sus caminos







TRANSCURRIO EL ORO DE LOS DIAS

"Verflossen ist das Gold der Tage"
Georg Trakl

I

Incomparable en los calendarios
es la velocidad de la luna.

Los meses se suceden como la variedad de sillas bajo tus nalgas.
Y todo lo que tienes se estrella contra tu pecho.

Muertes prematuras nos tocan la cabeza con la gravedad.
Desmoronando escaleras
que nos ayudaban a trepar a la órbita de otros verde-azules planetas.

Este es tu pasado que mañana podrás recordar
caminando con un par de razones bajo el brazo.

Perdiendo el rumbo a la primera vuelta de esquina
perdiendo el horizonte en el horizonte.

El Sur
en la blancura inmaculada del Sur.


II

Maldición
ahora es cuando lo comprendo todo.

Las palabras son un encuentro difícil
y mi corazón arde completamente
como un madero seco en el incendio de los días.

Si lo que me falta en los ojos se trepara a mi ventana
no viviría dando vueltas alrededor de las hojas siempre blancas.

Entraría
donde se ha juntado durante siglos el polvo
hundiendo los pies con tanta facilidad
en el rostro demacrado del tiempo.

Y así
rueden los días.


III

Blandas pero polvorientas son mis edades
viendo pasar por el aire al mundo
lleno de brea y plumas bajo la morada del sur.

Guerrero montado sobre blanquísimo caballo
para el tiempo crecía una espada en mi nariz.

Guerrero sin batallas ni sagrario
para el viento se desenvuelve mi lengua
muy lenta para maldecir.

Guerrero de circo y romanos.
Hasta cuándo vivirás colgando del aire.

No me hagas llorar más
escondido en medio de los árboles.

Los vientos huracanados te van a devorar.


IV

Negrísima estatua corriendo sobre la sequedad del mundo
ya no puedes evitar voltear el rostro sobre el fuego.

Carbón y ceniza te han invadido el cuerpo.

Fuego en tus venas.
Fuego en tus labios.
Fuego en tu garganta.
Fuego en tu nariz.

Ya nadie cree que tus lágrimas son de lluvia.

Del humo vienes
y al humo se irán tus manos como teas crepitando.

No puedes huir de ti
no puedes huir de tus llamaradas
las sombras de tu cuerpo te van a devorar.

***

ARS POETICA


" Y la poesía es
un relámpago maravilloso "
Javier Heraud


" Si supieras
Que en la poesía
No hay orden
Ni desorden "
Luis Hernández

I

Si pudiera ayudarme en algo escribiendo esto y aquí,
Si quisiera encontrarte al final destos versos,
Qué palabras habrán de dibujarte de cuerpo entero.


II

Déjame oír tu voz,
Cabrera poesía,
Yo también soy un animal de tu rebaño.


III

Ven,
Aquí yazgo herido,
La soledad ha cortado mi piel con su filuda navaja.


IV

Bastaría con tus ojos, bastaría con tu piel,
Bastaría con decírtelo todo,
Pero aquí con tu silencio y el mío,
Haremos una fiesta.


V

Préndele fuego al río,
Préndele,
Que las cataratas se estrellen en tu lecho ardiente.


VI

Arde tu voz cuando me habla,
Cuando besa mis cantos,
Que jamás les de tregua, ni a su luz, ni a su manto.


VII

Relámpago de luz,
No ocultes para mí
La estela silenciosa de tu fuego,
Quiero seguir pecando en absoluta libertad.


VIII

Un día se abrirán las puertas
Que esconden tu piel, también de palabras,
Y la luz se hundirá victoriosa en la hiel,
Como una gaviota enamorada del mar


IX

Dónde vive el secreto de no quererte.
Si tu nombre, ese animal enamorado,
Cabalga sobre mi pecho.


XIII

Vuelas,
Y todo son dos alas;
El Atlántico, el Sur, y la mala cosa de saberte al final,
Lejos de quién te espera.

***

ENTRE LA ESPADA O LA PARED

" Qué laberinto
Y qué amor
Es la poesía."
Luis Hernández

"En qué momento perdimos
la armonía de la locura"
Luis Cuadros Falla


"Está tan puro ya mi corazón,
que lo mismo es que muera
o que cante"
Juan Ramón Jiménes


"Que acabe en el reino de los cielos;
no lo sé.
Pero que un camello pasa por el ojo de una aguja,
pasa."
Manuel María


a manera de prólogo

Cien fuegos a medio arder quedan sobre la hierba o
la heroína. Y mis brazos a medio pinchar se levantan,
para danzar sobre viejas y solitarias paredes.

Desde una lata de pintura se escurre, destruyendo
la piel del orden y la capa de ozono, un poco
de la verdad que se hunde en el trajín y el asfalto.

Ya nada importa, salvo este desorden


I

Para tus ojos
mis palabras se clavan
sobre este madero


II

Para mis ojos
que sólo saben del aroma
que los sueños dejan cada amanecer


III

Canta ahora
canta
que se vista de color el silencio


IV

Cruzaba las fronteras
cada vez más cerca del mar
para disolver las durezas de mi corazón


V

Se desbordaba el río
y navegaba
en medio de una flor


VI

Sólo tu mirada constante
descubre la dureza
de cualquier oculta verdad


VII

La mañana está por delante el anzuelo va por detrás
Pez que muerde el anzuelo
pescado
Mañana que muerde el anzuelo
pasado


VIII

Todas las caras se ven iguales debajo de un sombrero
si lo más importante
es el sombrero


IX

En mi cuerpo
ya no descubro nada nuevo
salvo una decolorida etiqueta que dice “Lavar y Usar”


X

Rodando por el camino se te prende
lo difícil de quedarse a tiempo y para siempre
en el mejor lugar


XI

Debo irme aunque no tenga dónde ir
Todo lo eras tú
y ese blanco ya no existe


XII

Qué está pasando aquí
Cómo es que todo se ve - si todo está tan oscuro -
Cómo es que no duele
si la piel del mundo resbala por mi herida


XIII

Ruiseñor o sensontle
canta a la mañana que no hay horizonte
sin sol - sin monte - sin ton ni son


XIV

Sé que algo se esconde detrás de una simple mirada
cuando tus ojos se van dilatando
como la O de tu nombre sobre mi corazón


XV

Vino
siempre vino
una lágrima viajera derrotera del vino


XVI

Este corazón agitado dentro de mi cuerpo
no me pertenece ni habla por mí
Mis palabras vagan sin rayos de sol por todos los campos


XVII

Sus manos en movimiento
- atrapadas en el aire - rompiendo el silencio
dejaban caer sobre los muros
ventanas



XVIII

Los ríos nacen
Los ríos crecen
Los ríos mueren
Sólo el mar permanece en continuo movimiento


XIX

Verde caimán: duro mazo del orden
tus ojos de animal jamás miraban con buena intención
De su brillo guardo el recuerdo - como de sus lágrimas -
que otros reptiles habrían reclamado como suyos


XX

Lo que das para siempre
no lo des por perdido


XXI

Que los rojos vivos de tus juegos
dejen alguna marca en mi piel
y apaguen un poco estos ríos de soledad


XXII

O sea no Pacífico
O sea no Atlántico
El mar siempre será el mar


XXIII

La sonrisa que has visto crecer en mi rostro
sólo es una máscara
Debajo dese duro cartón hay otra sonrisa
que también es máscara


XXIV

(diccionario de bolsillo)

Nube: Dícese del agüita que se fue para el cielo


XXV

Fuego para pintar el cielo de tu corazón
que tiene bellos atardeceres
y una explosión que me cura el nombre del frío


XXVI

Aunque siga el puñal hurgando la herida
no hablaré de su mal nunca


XXVII

La noche como un hueco en el mundo
nos hunde su negro vacío
en la mitad exacta de los sueños

Todo se oye pero no todo se ve


XXVIII

Nuestra sangre
esa pregunta que recorre el cuerpo
sin saber en qué lugar será contestada correctamente


XXIX

Qué miedo se puede sentir
cuando ya no se tiene ni dedos en los extremos
con que asirse a un largo madero


XXX

Quedan sembradas las palabras
al segador
y su paciente mirada


XXXI

Que el sol se dibuje sobre la esperanza
y mañana sea un día mejor
después de las batallas


XXXI

Estas ruinas fueron mi casa
este cuerpo donde habitara
o deshecho - o arrancado de raiz

Nunca habrá otro espacio entre las piedras


XXXIII

La luz ha colmado el espacio
debo irme estos huesos
ya el sol es dueño del vano












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