CLAUDIA HÉRODIER nació en agosto de 1950, San Salvador, El Salvador, hija de JULIA HÉRODIER (primera actriz de El Salvador) y del arquitecto y escritor LUIS DIAZ CHÁVEZ, ganador del PREMIO CASA DE LAS AMÉRICAS (1961, rama de cuento) con su libro PESCADOR SIN FORTUNA. Desde los anos 60, reconocerá también como padre al Actor y Director de teatro, EDMUNDO BARBERO (español) con quien su madre contrajo segundas nupcias en l960. Barbero, fue gran impulsor de la dramaturgia salvadoreña por lo que se le considera el padre del teatro nacional.
Claudia, estudió filosofía en la Univ. Centroamericana José Simeón Cañas, UCA. Su tesis versó sobre lo ÉTICO Y LO ESTÉTICO EN SALARRUÉ (1980), a la que se aunó, en 2002, el trabajo monográfico "LA IDEA DE SUJETO EN MICHEL FOUCAULT". Miembro fundadora de la JUVENTUD MUSICAL SALVADOREÑA y miembro del conjunto folklórico MAHUCUTAH, que fundara y dirigiera su hermano, el compositor LUIS DÍAZ HÉRODIER. En 1972 grabó un disco de 78 revoluciones. Con el conjunto ETCÉTERA (también dirigido y fundado por su hermano) que contiene dos poemas suyos musicalizados por éste, con los que habían ganado un premio en el CERTAMEN JUVENIL DE MÚSICA del Ministerio de Educación de El Salvador.
En 1972 ganó el segundo lugar rama poesía, en el LVII Certamen Centroamericano de los JUEGOS FLORALES DE QUETZALTENANGO, Guatemala, con su libro VOLCÁN DE MIMBRE, editado en 1978 por la Dirección General de Publicaciones del Ministerio de Educación de El Salvador. Forma parte de las antologías: POESÍA FEMENINA SALVADOREÑA, e ÍNDICE ANTOLÓGICO DE LA POESÍA SALVADOREÑA.
En la década de los 90, MARÍA POMIER (francesa) la incluyó en su Antología QUIZÁS TU NOMBRE SALVE (Antología bilingüe de la poesía salvadoreña) Editorial Universitaria, Universidad de El Salvador, 1972. Y, en la que recién acaba de publicar el año 2002 en Suiza.
Por su parte ROXANA LÓPEZ, la tomó en cuenta para su libro CIEN AUTORES SALVADOREÑOS, y está incluida (junto con otros autores) en los programas de estudio del Ministerio de Educación en el área de Español.
En l982 marchó a Nicaragua, de donde partiría en l988 rumbo a Guatemala, país en el que cursaría algunos años de ARTES PLÁSTICAS y en donde llegaría a formar parte del grupo pictórico ARTE NUEVE. Retornó a El Salvador en septiembre de 1994.
Actualmente, es miembro activo y co-fundador del primer grupo literario de mujeres POESIA Y MAS, fundado a principios de 1996, que se caracteriza por haber instaurado en el país lo que dieron en denominar ESPECTÁCULOS POÉTICOS y CONFERENCIAS-RECITALES. Entre ellos: POESÍA BRUJA (proyecto a cargo de Claudia), POESÍA NIÑA (a cargo de MAURA ECHEVERRÍA, ex miembro del grupo y una de sus fundadoras); DESNUDANDO LA INTIMIDAD (bajo la responsabilidad de AÍDA PÁRRAGA, también ex miembro y ex fundadora; REZONGOS DE MUJER, a cargo de MARÍA CRISTINA ORANTES. EL CAFÉ DE EUGENIO (homenaje al poeta EUGENIO MARTÍNEZ ORANTES, estuvo a cargo de Claudia y María Cristina). En 1997 prepararon un espectáculo especial que recogió las voces de varios poetas salvadoreños al que denominaron PLAZA POÉTICA y en el que participaron otros poetas nacionales. En 1999 a principios, se integraron las poetas CARMEN GONZÁLEZ HUGUET y SUSANA REYES. A partir de ese año, a mediados, se echó a andar el proyecto de CONFERENCIAS-RECITALES, teniendo hasta la fecha: DE ESPADAS COMO LABIOS (a cargo de Carmen González); MERCEDES DURAND (Susana Reyes); ELISA HUEZO PAREDES (María Cristina Orantes); DE LA PASIÓN A LA MEMORIA (sobre la vida y la obra de la poeta salvadoreña IRMA LANZAS, a cargo de Claudia Hérodier); CLAUDIA LARS (de Carmen González) y LA VOZ DEL CANTOR (sobre la vida y la obra de PEDRO GEOFFROY RIVAS, de Susana Reyes).
El grupo POESÍA Y MÁS ha publicado por su cuenta una selección de los poemas que participan en el espectáculo del mismo nombre: REZONGOS DE MUJER y todos los poemas que participan en el espectáculo POESÍA BRUJA bajo el título: EL LIBRO DE LOS CONJUROS con prólogo de Francisco Andrés Escobar.
David Escobar Galindo, en el prólogo a Volcán de mimbre, Colección poesía, volumen 42, año 1978, acota: “Claudia Herodier tiene un sitio de primera línea: por la riqueza de su mundo interior, por la vitalidad de su mundo existencial, por su completa independencia de ánimo y de criterio”…
PRADERA ABAJO
Quiero lanzar esta noche
mi corazón a rodar
pradera abajo.
Quiero dejar de mí,
el perfume de la sangre
anudado a todas las sangres.
El sabor de mis huesos,
en el hueso de todos.
Quiero acostumbrarme
a decir ¡NO!
¡NO! a la vergüenza
de no querer a nadie.
¡NO! a la indiferencia.
¡NO! al humano que nada quiere saber de mí,
y se esconde, y muere,
muere solo.
Quiero lanzar mi voz,
esencia de miles de parras
de diminutos y pálidos jazmines;
lanzar la soledad
en barcazas,
rumbo al infinito,
y sólo quedarme con el hombre.
Con él, que nada quiere de mi nombre
y toma de mi nombre
todo lo que es mío.
Quiero que mis aguas
rueden a carcajada fresca,
y se escondan traviesas
en esas melancolías tan humanas
y limpien el río cenagoso,
y brinquen claras por el guijarrerío.
Musgo quiero ser.
Panela de luz entre dos ojos.
Recuerdo alegre, duro,
triste, seco, ardiente, desvalido.
Quiero ser tu recuerdo, planeta desvelado.
Tu seda al sol. Tuya, tierra severa,
tierra mía y de todos,
dentro de lo mío.
Mayo 25/80 S.S.
EL SALVADOR
¡Oh, salvador del mundo!
(Por los jesuitas y sus empleadas
asesinados vilmente...)
En esta ciudad en la que nací
en la que me enseñaron a leer,
aquella en la que hice, como todos,
mi primera comunión,
(aunque ya no sea católica)
en la que fui bautizada,
aprendí a jugar, crecí, menstrué por primera vez...
La ciudad en donde me hice mujer;
la que quedó libre de bombardeos en la Guerra del 69,
la que asiste todos los domingos al fútbol,
la que le gusta echarse sus cervezas,
dormir siesta los sábados,
salir a fiestear, si es posible, desde el jueves por la noche,
la que se ha levantado a pesar de la ceniza de sus volcanes,
la que se alegró de que el Divino Salvador del Mundo
no cayera por tierra
destrozándose
en el terremoto del 86,l
la que se cree bendecida por el nombre que lleva
y a los ciudadanos nos convierte en santos.
La que todos los 6 de agosto sale a las calles
en interminables procesiones...
y ni por eso se transfigura.
La creyente. La golpeadora de pechos. La cristiana.
La que nos ha enseñado que es el ombligo de la patria
y que ésta es nuestra madre
y por ello debemos estar orgullosos de su nombre.
Jurarle nuestras vidas, consagrarnos al bien, a su bien.
Patria que nos dice que escribió su historia con sangre.
La muda. La cómplice. ¡La asesina!
La que permitió
que las enseñanzas de muchos quedaran regadas,
coaguladas, esparcidas en un césped
donde vuelan las moscas...
Madre corrupta, oportunista
engañadora.
La cuenta-cuentos.
Madre hedionda a cadáveres,
manoseando nuestra comida.
La que nos emboba con sus cantos de sirena.
Madre matricida.
Madre de los cuerpos yacientes
en la incultura,
el miedo,
la no-vida acumulada.
La mistificadora.
La que se maquilla con sombras.
La madre de los gusanos...
Y en tí, madre,
hay alas que buscan su puntual matamoscas,
aún aquellas que gobernantes
de un reino de cadáveres
pretenden vestir y ser, y
aparentar y...¡El futuro está escrito
en los pedazos de cráneo regados por el césped,
incrustados en el muro!
En la sangre encharcada, almohada nueva de los rostros,
en los ojos hinchados, desprendidos,
en una cabeza como vejiga desinflada,
en una mano desfloronada,
en aquella mirada que al último suspiro,
buscó en el universo la respuesta
y sólo encontró tus ojos
¡oh, madre!
Diciembre 18/89 S.S
Hija de la distancia
No cambio mis sandalias
por pasión mundana.
Ni me seducen los pellejos de las voces.
Soy avaricienta de mi nostalgia,
de mi ser entero;
de la luz que vengo a dejar,
y de la fuerza que me inunda en la palabra.
Nada puede mi orgullo
más hondo, contra
mi humildad mas descalza.
Pues se ata en mí
el ser hija del universo
y de las uñas de la distancia.
¿Que estoy aquí? ¡Es cierto!
Y aparenta ser de tierra mi esperanza.
De lejos vengo, y voy corriendo,
gritando como loca entre mis faldas.
¿Ser tangible es la pregunta?
¿O es la pregunta el ir descalza?
Llena voy, entonces, de todos,
de mí, vestida apenas con una manta.
A todos dejo mi entrega,
y ser, yo misma,
no me acobarda.
Junio 6/80 S.S.
De pie
Yo no me vendo, historia de mi mundo.
No soy mercader de mi especie.
Sé de antemano lo que va a suceder
y aquí estoy, de pie, esperando...
Junio 6/80 S.S.
Conjuro para los mujeriegos
¡Rómpase la noche!
¡Que caigan las aguas!
Que la piedra encuentre
al quebrador de enaguas.
¡Que salga la aguja!
¡Que borde y que enhebre,
con hilos de arañas
de siete siglos ausentes!
Que la tela acoja
al hombre no presente,
y ahí, despacito,
¡le suelte un puñado de estrellas
en la frente!
Conjuro de un marido para una mujer indecisa
(Para Joaquin Dominguez Parada
y Carolina Castillo)
Por el comal donde se tuestan los ajos brujos
-a pesar de lo acre de los leños-
niña que no te vas -yéndote-
¡Ven! (Lleva cuatro cuchillos)
Muchacha que sales -quedándote-
¡Véte! (Trae la fragancia del romero).
Que no. Que sí. (Pongamos los ajos en su sitio).
Que salgan las llamas de la noche a encontrarte,
¡que nos tuesten!
porque aquí estoy yo,
yéndome y quedándome,
como un sacudidor, sacudiéndote,
encontrándote, encontrándome.
Mujer: aprende a contar conmigo lo que olvidaste:
Uno: los ajos.
Dos: los ajos en los cuchillos.
Tres: el romero de tu sangre.
Que te encuentres.
Que sepas cuando llegar
por una trenza de hierbabuena.
(¡Que el comal sea nuestro lecho!)
Que el comal no se raje.
Que el fuego sea parejo.
¡Que no se raje!
¡Que se tuesten los ajos!
Revira para remediar a un bígamo
Que dos rocas te trituren,
que dos olas ¡te aplasten!
Que los cangrejos se lleven
en pedacitos tu nombre...
Que no puedas hacer nudos
ni amarrar ninguna barca;
que las velas que despliegues
¡se hundan en las aguas!
Que recobres del camino
la puerta de tu nombre,
el pan de la cocina,
la silla y la mesa de tu casa
¡las llaves de tu cara!
Que te devuelvas a ti mismo
condición de hombre,
martillo, serrucho, libros
en su sitio, madera aserrada,
¡almohada ancha!
Que se hinquen en tu cuello
los garfios de la noche,
si vacilan tus pies
ante otra cama.
Que no puedas hacer nudos.
Que las velas que despliegues
¡se hundan en las aguas!
Los agoreros
Para Miguelito Huezo Mixco y la Comisión
Editorial Adhoc
de la Dirección General de Publicaciones e
Impresos de El Salvador,
a propósito de un libro de Mayamérica
Cortez,
premiado en Quezaltenango, y aún así no
aprobado para su publicación.
¿Quién soñará con la voz
de veinte siglos futuros
para decirnos el canto
de ese cantar venidero?
¿Y quiénes nosotros seremos
si el cantar no es un espejo,
ni es una lumbre que queme
del mismo modo a sus leño?
¿Quién se vendrá del futuro
a decirnos su secreto,
a poner un aviso en las calles
sobre eso que ahí seremos?
¿Y quién soñará con los veinte
que vengan después de esos
más de otros veinte descalzos
y de otros tantos postreros?
Mas he aquí que conozco
a unos cuantos agoreros,
que creen que dictaminando
sobre lo que hoy se está haciendo,
sentenciando con moral,
precisamente en lo estético,
aseguran en futuro
la experiencia de sus nietos,
que según ellos será
de acuerdo a los sus criterios,
a más que mondará el tiempo
como ya lo quisieron ellos,
sin ver que este señor se tiene
los dientes en muy secreto
para yantar a su antojo
en eso que le escondieron...
¡Ah, Descartes taciturno
y Kant tranquilo y risueño,
pues no hay hombre que hoy se sepa
lo que ahí será el sujeto
y menos lo que será
para ese entonces lo bello!
Santa Tecla, 2/VI/2003
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