Orlando Muñoz
Nació en Laguna Salada, provincia Valverde, República Dominicana (1972). Estudió Filosofía y Letras en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y posee una maestría en Gerencia Educativa por la Universidad Iberoamericana. Se desempeña como profesor en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y en el Colegio Jaime Molina Mota. Es miembro del Taller Literario César Vallejo y del Círculo Literario El Aleph. Poemas y ensayos suyos han sido publicados en la Revista del Círculo Literario El Aleph, en la antología de Miguel Antonio Jiménez (2000) Al filo del agua y en el Boletín del Taller Literario César Vallejo, en periódicos y en algunas páginas de Internet, tales como mundopoesía.com, revistapingpong.com y peregrinario.blogspot.com, su bitácora personal en la red. Obra publicada: “Entre pétalo y espina”, Editora Nacional y Ediciones Angeles de Fiero, Santo Domingo 2007.
a la memoria de O.B.M.R.
Ahora
Que mi madre pregunta quién es
Ese pobre hombre que yace en el lecho
Que mis hermanas lloran desconsoladas
Que llamas a mi hermano y te despides
Que buscas y encuentras fuerza
Para despedirte
¿Qué caminos se habrán abierto para ti?
*
Hoy los libros
No me sirven para nada, papá.
En este instante pierde sentido toda
La historia del universo.
*
De pronto pasaron y pasan las horas.
Probablemente el mundo sigue girando
Mientras yo, sin argumentos,
Me quedo pasmado en el dolor sin nombre
Y atrás quedan amores y murmullos.
*
Las viejas fotografías dicen tanto de ti
Y sin embargo nada ni nadie puede ahora
Retratarte la vida.
*
Yo quisiera recordarte con alegría
Pero te vi crujiendo dientes
Contra la muerte
Hasta el último instante
*
Te mueres con mi nombre
Y con él te escribo estas palabras
Y con él quisiera extenderte de sol a sol
Como cuando la tierra reclamaba tus manos
Y sembrabas la savia entre los surcos
*
Verdad irrebatible y eterna:
Uno nunca está preparado para la muerte,
Papá.
*
¿Acaso
No te vi apretando a la vida
Entre tus manos
Forcejeando con el tiempo,
Tratando de vencer?
Peleabas con demonios invisibles
Lidiando con tu dolor segundo a segundo
En tardes infernales
Que no parecían acabarse
*
Trato en vano de colocarme en tu lugar
Y apenas me muero un momento contigo
Y al rato resucito, débil de obras y
palabras, sin ti
*
Dicen que
Las mismas lágrimas
Que te nublan la mirada
Te abren poco a poco caminos de luz,
Y me doy a la poesía buscándote
Y me acuso espinas y razones
En el misterio doloroso de las horas.
*
La memoria recobra tu coraje,
Tu honradez, tu pasión,
Tus ganas de ser y de estar
Donde la vida reclamaba una esperanza,
Aunque cada día sorteara un desconsuelo
Y aunque ayer y hoy vivir fuera pura
bagatela, sin sentido…
*
Hoy,
Que necesito tu bendición más que nunca,
Yo no sé qué poema te mereces,
Yo no sé cómo consolarte, padre.
Yo no sé cómo consolarme,
Cómo salvarte o salvarme la memoria
*
Quédate
con estas palabras, mientras tanto.
Y adondequiera
Que vaya tu cuerpo,
Hijo del dolor,
Adondequiera
Que vaya tu alma,
Inquieta de justicia,
Buen viaje, papá
Que siga el ciclo de la vida con tu carne
Y que Dios,
Quienquiera que sea,
Acoja tu alma en la amistad...
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