Jorge (Cândido) de Sena (Lisboa, 2 de noviembre de 1919 — Santa Bárbara, California, 4 de junio de 1978) fue un poeta, crítico, ensayista, novelista, dramaturgo, traductor y profesor universitario portugués.
Fue el hijo único de Augusto Raposo de Sena, natural de Ponta Delgada y comandante de la marina mercante, y de Maria da Luz Grilo de Sena, natural da Covilhã ama de casa. Ambas familias eran de la alta burguesía: la paterna, de militares y altos funcionarios; la materna, de comerciantes ricos de Porto.
Licenciado en ingeniería civil, Sena se dedicó a la carrera de escritor, e intervino en los terrenos político, pedagógico y cultural. Tuvo un posicionamiento político libre y denunciador de injusticias, que le acarreó persecuciones durante la dictadura salazarista. Se exilió en Brasil en 1959 y, posteriormente en los Estados Unidos en 1965, donde fue profesor, allí falleció en 1978.
Sus restos mortales fueron trasladados al "Cemitério dos Prazeres" en Lisboa el 11 de septiembre de 2009, después de la ceremonia de homenaje en la Basílica de la Estrella, en la misma ciudad, con la presencia del entonces Primer-Ministro José Sócrates.
Jorge de Sena fue, sin duda, uno de los mayores intelectuales portugueses del siglo XX. Tiene una vasta obra de ficción, drama, ensayo y poesía. Su obra literaria más famosa es la novela autobiográfica Sinais de Fogo, que fue adaptada al cine en 1995 por Luís Filipe Rocha.
Obra
Poesía
Perseguição (1941)
Coroa da Terra (1947)
Pedra Filosofal (1950)
As Evidências (1955)
Fidelidade (1958)
Metamorfoses (1963)
Arte de Música (1968)
Peregrinatio ad Loca Infecta (1969)
Exorcismos (1972)
Conheço o Sal e Outros Poemas (1974)
Poesia I (1977)
Poesia II (1978)
Poesia III (1978)
Visão Perpétua (1982, póstumo)
Dedicácias (1999, póstumo)
Prosa
Andanças do Demónio (1960)
Novas Andanças do Demónio (1966)
Os Grão-Capitães (1976)
O Físico Prodigioso (1977)
Sinais de Fogo (1979, póstumo)
Génesis (1983, póstumo)
Drama
O Indesejado (1951)
Ulisseia Adúltera (1952)
O Banquete de Dionísos (1969)
Epimeteu ou o Homem Que Pensava Depois (1971)
Ensayos
Da Poesia Portuguesa (1959)
O Poeta é um Fingidor (1961)
O Reino da Estupidez (1961)
Uma Canção de Camões (1966)
Os Sonetos de Camões e o Soneto Quinhentista Peninsular (1969)
A Estrutura de Os Lusíadas e Outros Estudos Camonianos e de Poesia Peninsular do Século XVI (1970)
Maquiavel e Outros Estudos (1973)
Dialécticas Aplicadas da Literatura (1978)
Fernando Pessoa & Cia. Heterónima (1982, póstumo)
Traducciones
Antología poética, Calambur Editorial, 2003, ISBN 978-84-96049-14-7
El físico prodigioso, Edicións Xerais de Galicia, 1987 ISBN 978-84-7507-257-9
Señales de fuego, Galaxia Gutenberg, 1998 ISBN 978-84-8109-177-9
Sobre esta playa, Olifante Ediciones de Poesía, 1989
Premios
Prémio Internacional de Poesia Etna-Taormina
Ordem do Infante D. Henrique
Grã-Cruz da Ordem de Sant'iago, póstumo.
En 1980, se inauguró el Jorge de Sena Center for Portuguese Studies, Universidad de California, en Santa Barbara.
El erotismo según Jorge de Sena
Para entender el espíritu libre e independiente de Jorge de Sena, son útiles los textos siguientes, extraídos del libro Máscaras de Salazar, de Fernando Dacosta (ed. «Casa das Letras», Lisboa, 2007):
[...] la más completa libertad [debe] ser garantizada a todas formas de amor y de contacto sexual. Ninguna sociedad, donde quiera que sea, estará segura jamás mientras una iglesia, un partido ou un grupo de ciudadanos hipersensibles puedan tener el derecho a gobernar la vida privada de alguien.
[Uno de los] placeres sexuales del ser humano ha siempre sido el de reprimir la sexualidad, la suya y la de los demás.
Defiendo todas formas de prostitución, como profesión protegida por la ley y controlada por los servicios de salud pública. Aunque eso pueda chocar mucha gente, parece que, desde siempre, hubo machos y hembras cuyo talento en la vida y cuya vocación definida consisten en prestar su propio cuerpo. Y aquél o aquélla que se vende o aquél o aquélla que compra nada tiene que ver con capitalismo, sino con el derecho de cualquier uno a disponer de sí mismo, en acuerdo con otro) debe tener la protección de la ley contra redes de explotación, chantaje, etcétera.
Lo que dos personas (o un grupo de ellas) hacen entre sí, fuera de la vista de los demás, no dice respeto a los demás, a menos que ellos vivan en la observación mórbida de imaginar (en una mezcla de horror y curiosidad, que los transforma en moralistas rabiosos) lo que hacen los otros. Y lo que hacen los otros no cambia para nada el equilibrio social.
[La pornografía puede ser] un placer para muchos y, a veces, el único de que pueden disfrutar, porque las personas de edad, solitarias, no atractivas, no encuentran nunca el zapato viejo para su pie enfermo. Una prostitución oficializada es una obra de caridad hacia los feos y los tímidos.
[Por que tendrán que ser] sólo los ricos y los más poseedores a tener acceso a la pornografía, ¿y los pobres no? Las clases más desprotegidas deberían tener su pornografía más barata, subvencionada por el gobierno, si el gobierno fuese al mismo tiempo inteligente y progresista en estas materias.
Somos [los portugueses] un país inmoral, un país depravado a ocultas. Sin embargo, fue eso lo que nos salvó de sumergirnos en las sombras horrendas del puritanismo. El puritanismo no forma parte de nuestra herencia cultural.
Mil veces la pornografía que la castración, la prostitución que la hipocresía. Si hay una cosa que debe ser sagrada, es el placer sexual entre personas mutuamente de acuerdo en darlo y recibirlo, o en negociarlo.
[Los adolescentes y los niños siempre han sabido] mucho más de lo que los adultos fingen que ellos saben. Raros habrán sido los jóvenes seducidos en su inocencia. En la mayor parte de los casos, es lo contrario que ocurre.
Si hay algo que debe ser sagrado es el placer sexual entre personas de acuerdo en disfrutarlo y compartirlo.
Pasadizo
hacia la poesía de Jorge de Sena
[Alfredo Ferreiro]
hacia la poesía de Jorge de Sena
[Alfredo Ferreiro]
ANDANTE
I
Siempre me supo a destino mi vida.
Por eso, aún hoy cuando
toda la sal se secó en el fondo del mar
y el mar es una cámara, aún hoy la ignoro
—cuando miro, sorprendido, la sabiduría de los gestos
con los que los niños empiezan a sentirse reales.
II
Tiernamente,
los niños se ven iluminados por los dos lados,
y lo que era liso se acabó.
Todos nosotros vimos
cómo se arrugaba el cielo para asentarse en la tierra.
III
Venimos y crecimos
juzgando que era extenso un abandono impasible.
E, incluso juzgando,
buscamos señales de transigencia,
golpes circulares y lentos en un papel perdido...
Estas calles, sin embargo, se fueron acortando con el tiempo.
juzgando que era extenso un abandono impasible.
E, incluso juzgando,
buscamos señales de transigencia,
golpes circulares y lentos en un papel perdido...
Estas calles, sin embargo, se fueron acortando con el tiempo.
IV
¿No es de un miedo enorme que resurge la vida?
Los niños nacen con una valentía que pierden.
Las madres los provocan en sí con un valor de carne.
Y los hombres los llevan consigo sin conocerlos.
¿No es de un miedo enorme que resurge la vida?
Los niños nacen con una valentía que pierden.
Las madres los provocan en sí con un valor de carne.
Y los hombres los llevan consigo sin conocerlos.
ANDANTE
I
Soube-me sempre a destino a minha vida.
Por isso, ainda hoje que
todo o sal secou no fundo do mar
e o mar é uma câmara, ainda hoje a ignoro
—quando olho, surpreso, a sabedoria dos gestos
com que as crianças começam a sentir-se reais.
II
Ternamente,
as crianças vêem-se iluminadas dos dois lados,
e o que era liso acabou.
Todos nós vimos
o enrugar-se o céu para assentar na terra.
III
Viemos e crescemos
julgando que era extenso um abandono impassível.
E, mesmo julgando,
procurámos sinais de transigência,
golpes circulares e lentos num papel perdido...
Estas ruas, porém, foram encurtando com o tempo.
IV
Não é de um medo enorme que ressurge a vida?
As crianças nascem com uma coragem que perdem.
As mães provocam-nas em si com uma coragem de carne.
E os homens levam-nas consigo sem as conhecer.
LOS PARAÍSOS ARTIFICIALES
En mi tierra, no hay tierra, hay calles;
incluso las colinas son de edificios altos
con renta mucho más alta.
En mi tierra, no hay árboles ni flores.
Las flores, tan escasas, se mudan de los jardines cada mes,
y el Municipio tiene máquinas especialísimas para desenraizar los árboles.
El cántico de la aves — no hay cánticos,
pero sólo canarios de 3º piso y papagayos de 5º.
E la música del viento es frío en las casas viejas.
En mi tierra, sin embargo, no hay casas viejas,
pues están todas en Persia o en China,
o en países inefables.
Mi tierra no es inefable.
La vida en mi tierra es la que resulta inefable.
Inefable es lo que no puede ser dicho
LOS PARAÍSOS ARTIFICIALES
En mi tierra, no hay tierra, hay calles;
incluso las colinas son de edificios altos
con renta mucho más alta.
En mi tierra, no hay árboles ni flores.
Las flores, tan escasas, se mudan de los jardines cada mes,
y el Municipio tiene máquinas especialísimas para desenraizar los árboles.
El cántico de la aves — no hay cánticos,
pero sólo canarios de 3º piso y papagayos de 5º.
E la música del viento es frío en las casas viejas.
En mi tierra, sin embargo, no hay casas viejas,
pues están todas en Persia o en China,
o en países inefables.
Mi tierra no es inefable.
La vida en mi tierra es la que resulta inefable.
Inefable es lo que no puede ser dicho
OS PARAISOS ARTIFICIAIS
Na minha terra, não há terra, há ruas;
mesmo as colinas são de prédios altos
com renda muito mais alta.
Na minha terra, não há árvores nem flores.
As flores, tão escassas, dos jardins mudam ao mês,
e a Câmara tem máquinas especialíssimas para desenraizar as árvores.
O cântico das aves — não há cânticos,
mas só canários de 3.º andar e papagaios de 5.º.
E a música do vento é frio nos pardieiros.
Na minha terra, porém, não há pardieiros,
que são todos na Pérsia ou na China,
ou em países inefáveis.
A minha terra não é inefável.
A vida na minha terra é que é inefável.
Inefável é o que não pode ser dito.
FIDELIDAD
No me digas despacio cosa alguna, así
como la sola presencia con que me perdonas
esta fidelidad a mi destino.
Cuanto así no digas es por mí
que lo dices. Y los destinos se viven
como otra vida. O como soledad.
¿Y quién entra allí?
¿Y quién puede estar allí más que el momento de estar sólo consigo?
No me digas despacio cosa alguna:
lo que se diría a la muerte, si ella oyese;
o se diría a los muertos, si volviesen.
FIDELIDADE
Diz-me devagar coisa nehuma, assim
como a só presença com que me perdoas
esta fidelidade ao meu destino.
Quanto assim não digas é por mim
que o dizes. E os destinos vivem-se
como outra vida. Ou como solidão.
E quem lá entra? E quem lá pode estar
mais que o momento de estar só consigo?
Diz-me assim devagar coisa nenhuma:
o que à morte se diria, se ela ouvisse,
ou se diria aos mortos, se voltassem.
CAMOENS SE DIRIGE A SUS CONTEMPORÁNEOS
Podréis robarme todo:
las ideas, las palabras, las imágenes,
y también las metáforas, los temas, los motivos,
los símbolos y la primacía
en los dolores sufridos de una lengua nueva,
en el entendimiento de otros, en el valor
de combatir, juzgar, de penetrar
en retiros de amor para los que estáis castrados.
Y podréis después no citarme,
suprimirme, ignorarme, aclamar hasta
a otros ladrones más felices.
No importa nada: pues el castigo
será terrible. No sólo cuando
vuestros nietos no sepan ya quiénes sois
habrán de conocerme mejor aún
de cuanto fingís que no me conocéis,
como todo, todo lo que laboriosamentes pilláis,
revertirá en mi nombre. E incluso será mío,
tenido por mío, contado como mío,
hasta aquello que aunque poco y miserable
sólo por vosotros mismos, sin robo, pudiéseis haber hecho.
Nada tendréis, pero nada: ni los huesos,
pues un esqueleto vuestro ha de ser buscado,
para pasar por mío. E para que otros ladrones,
iguales a vosotros, de rodillas, pongan flores en el túmulo.
CAMÕES DIRIGE-SE AOS
SEUS CONTEMPORÂNEOS
Podereis roubar-me tudo:
as ideias, as palavras, as imagens,
e também as metáforas, os temas, os motivos,
os símbolos, e a primazia
nas dores sofridas de uma língua nova,
no entendimento de outros, na coragem
de combater, julgar, de penetrar
em recessos de amor para que sois castrados.
E podereis depois não me citar,
suprimir-me, ignorar-me, aclamar até
outros ladrões mais felizes.
Não importa nada: que o castigo
será terrível. Não só quando
vossos netos não souberem já quem sois
terão de me saber melhor ainda
do que fingis que não sabeis,
como tudo, tudo o que laboriosamente pilhais,
reverterá para o meu nome. E mesmo será meu,
tido por meu, contado como meu,
até mesmo aquele pouco e miserável
que, só por vós, sem roubo, haveríeis feito.
Nada tereis, mas nada: nem os ossos,
que um vosso esqueleto ha-de ser buscado,
para passar por meu. E para outros ladrões,
iguais a vós, de joelhos, porem flores no túmulo.
SERENA CIENCIA
(Antología poética)
de Jorge de Sena
EDITORIAL PRETEXTOS
LA OBRA
Podéis robármelo todo:
las ideas, las palabras, las imágenes,
y también las metáforas, los temas, los
motivos,
los símbolos, y la primacía
en los dolores sufridos de una lengua nueva,
en el entendimiento de otros, en la valentía
de combatir, juzgar, de penetrar
en asuntos de amor para los que estáis castrados.
Y podéis también no citarme,
suprimirme, ignorarme, aclamar incluso
a otros ladrones más felices.
No me importa: el castigo
será terrible. No sólo cuando
vuestros nietos no sepan ya quiénes fuisteis
y sepan más de mí
de lo que vosotros fingís que no sabéis;
todo, todo cuanto laboriosamente robáis
reverterá en mi nombre. Y será mío,
tenido por mío, contado como mío,
incluso lo poco y miserable
que por vosotros mismos, sin robar, hayáis hecho.
Nada tendréis, nada de nada: ni siquiera huesos,
pues un esqueleto de los vuestros será buscado
para pasar por mío. Para que otros ladrones,
iguales a vosotros, de rodillas, le pongan flores
en el túmulo.
«Camões se dirige a sus contemporáneos», Jorge de Sena.
FELICIDAD
La felicidad se sentaba cada día en el alféizar de la ventana.
Tenía rasgos de un niño inconsolable.
Un ninño impúber
sin amor todavía para nadie,
al que le gustaba demorar las manos
o rozar lentamente con el cabello los rostros humanos.
Y, como niño que era,
encontraba un gran misterio en su propio nombre.
FELICIDADE
A felicidade sentava-se todos os días no peitoril de janela.
Tinha feições de menino incosolável.
Um menino impúbere
ainda sem amor para ninguém,
gostando apenas de demorar as mãos
ou de roçar lentamenye o cabelo pelas faces humanas.
E, como menino que era,
achava um grande mistério no seu próprio nome.
LAS CUATRO ESTACIONES ERAN CINCO
El verano pasa y el estío anuncia
que llegará el otoño y pronto el invierno
de cuyo seno nacerá la primavera.
Más breve o más largo el día se renueva
siempre tras la noche repitiéndose eterno.
Tan sólo el hombre muere de no saber quién era.]
AS QUATRO ESTAÇÕES ERAM CINCO
O verão passa e o estio se anuncia
que o outono se há-de-ser e logo inverno
de que virá nascida a primavera.
Mais breve ou longo se renova o dia
sempre da noite em repetirse eterno.
Só o homem more de não ser quem era.
Dizia uma vez Aquilino...
Dizia uma vez Aquilino que em Portugal
os filósofos se exilavam ainda em seu país
(v.g. Spinoza). O curioso porém
é que também ninguém foi santo lá:
os nascidos em Portugal foram todos sê-lo noutra parte
(St. António, S. João de Deus, etc.)
e outros santos portugueses, se o foram,
terá sido, porque, estrangeiros que eram e em Portugal
vivendo, não tiveram outro remédio
(v.g. Rainha Santa) senão ser santos,
à falta de melhor. Oh país danado.
Porque os heróis também nunca tiveram melhor sorte
(Albuquerque e outros que o digam) a menos que
tivessem participado de revoluçõ es feitas
*em vez de* (v.g. o Condestável que fez
fortuna e a casa de Bragança e acabou só Santo quase).
A Portugal
Esta é a ditosa pátria minha amada. Não.
Nem é ditosa, porque o não merece.
Nem minha amada, porque é só madrasta.
Nem pátria minha, porque eu não mereço
A pouca sorte de nascido nela.
Nada me prende ou liga a uma baixeza tanta
quanto esse arroto de passadas glórias.
Amigos meus mais caros tenho nela,
saudosamente nela, mas amigos são
por serem meus amigos, e mais nada.
Torpe dejecto de romano império;
babugem de invasões; salsugem porca
de esgoto atlântico; irrisória face
de lama, de cobiça, e de vileza,
de mesquinhez, de fatua ignorância;
terra de escravos, cu pró ar ouvindo
ranger no nevoeiro a nau do Encoberto;
terra de funcionários e de prostitutas,
devotos todos do milagre, castos
nas horas vagas de doença oculta;
terra de heróis a peso de ouro e sangue,
e santos com balcão de secos e molhados
no fundo da virtude; terra triste
à luz do sol calada, arrebicada, pulha,
cheia de afáveis para os estrangeiros
que deixam moedas e transportam pulgas,
oh pulgas lusitanas, pela Europa;
terra de monumentos em que o povo
assina a merda o seu anonimato;
terra-museu em que se vive ainda,
com porcos pela rua, em casas celtiberas;
terra de poetas tão sentimentais
que o cheiro de um sovaco os põe em transe;
terra de pedras esburgadas, secas
como esses sentimentos de oito séculos
de roubos e patrões, barões ou condes;
ó terra de ninguém, ninguém, ninguém:
eu te pertenço. ƒÉs cabra, és badalhoca,
és mais que cachorra pelo cio,
és peste e fome e guerra e dor de coração.
Eu te pertenço mas seres minha, não
Meu corpo, que mais receias?
-Meu corpo, que mais receias?
-Receio quem não escolhi.
-Na treva que as mãos repelem
os corpos crescem trementes.
Ao toque leve e ligeiro
O corpo torna-se inteiro,
Todos os outros ausentes.
Os olhos no vago
Das luzes brandas e alheias;
Joelhos, dentes e dedos
Se cravam por sobre os medos...
Meu corpo, que mais receias?
-Receio quem não escolhi,
quem pela escolha afastei.
De longe, os corpos que vi
Me lembram quantos perdi
Por este outro que terei.
Cantar do Amigo Perfeito
Passado o mar, passado o mundo, em longes praias,
Passado o mar, passado o mundo, em longes praias,
de areia e ténues vagas, como esta
em que haverá de nossos passos a memória
embora soterrada pela areia nova,
e em que sobre as muralhas quanta sombra
na pedra carcomida guarda que passámos,
em longes praias, outras nuvens, outras vozes,
ainda recordas esta, ó meu amigo?
Aqui passeámos tanta vez, por entre os corpos
da alheia juventude, impudica ou severa,
esplêndida ou sem graça, à venda ou pronta a dar-se,
ido na brisa o sol às mais sombrias curvas;
e o meu e o teu olhar guiando-se leais,
de nós um para o outro conquistando
- em longes praias, outras nuvens, outras vozes,
ainda recordas, diz, ó meu amigo?
Também aqui relembro as ruas tenebrosas,
de vulto em vulto percorridas, lado a lado,
numa nudez sem espírito, confiança
tranquila e áspera, animal e tácita,
já menos que amizade, mas diversa
da suspeição do amor, tão cauta e delicada
- em longes praias, outras nuvens, outras vozes,
ainda as recordas, diz, ó meu amigo?
Também aqui, sorrindo em branda mágoa,
desfiámos, sem palavras castamente cruas,
não já sequer os íntimos segredos
que o próprio amor, porque ama, não confessa,
nem a vaidade humana dos sentidos, mas
subtis fraquezas vis, ingénuas e secretas
- em longes praias, outras nuvens, outras vozes,
ainda recordas, diz, ó amigo?
*
Partiste e foi contigo a juventude.
Ficou o silêncio adulto, pensativo e pródigo,
e o terror de não ser minha estátua jacente
sobre o túmulo frio onde as cinzas da infância
desmentem - palpitar de traiçoeira fénix! -
que só do amor ou só da terra haja saudade.
Em longes praias, outras nuvens, outras vozes,
tu sabes que a levaste, ó meu amigo?
Jorge de Sena, in 'Pedra Filosofal'
Ser
Cansada expectativa tão ansiosa
Cansada expectativa tão ansiosa
que ser só eu na minha vida espalha!
Na longa noite em que se tece a malha
do que não serei nunca, fervorosa
minha presença rútila e curiosa
arde sombria como um arder de palha,
curiosa apenas de saber se goza
o voar das cinzas quando o vento calha
lá onde o levantá-las é verdade.
Inutilmente se mistura tudo,
que a mesma ansiedade, já esquecida,
de novo recomeça. Mas quem há-de
contrariá-la? Eu não, que não me iludo:
Viver é isto, quando se é só vida.
Jorge de Sena, in 'Post-Scriptum'
Ode à Mentira
Crueldades, prisões, perseguições, injustiças,
Crueldades, prisões, perseguições, injustiças,
como sereis cruéis, como sereis injustas?
Quem torturais, quem perseguis,
quem esmagais vilmente em ferros que inventais,
apenas sendo vosso gemeria as dores
que ansiosamente ao vosso medo lembram
e ao vosso coração cardíaco constrangem.
Quem de vós morre, quem de por vós a vida
lhe vai sendo sugada a cada canto
dos gestos e palavras, nas esquinas
das ruas e dos montes e dos mares
da terra que marcais, matriculais, comprais,
vendeis, hipotecais, regais a sangue,
esses e os outros, que, de olhar à escuta
e de sorriso amargurado à beira de saber-vos,
vos contemplam como coisas óbvias,
fatais a vós que não a quem matais,
esses e os outros todos... - como sereis cruéis,
como sereis injustas, como sereis tão falsas?
Ferocidade, falsidade, injúria
são tudo quanto tendes, porque ainda é nosso
o coração que apavorado em vós soluça
a raiva ansiosa de esmagar as pedras
dessa encosta abrupta que desceis.
Ao fundo, a vida vos espera. Descereis ao fundo.
Hoje, amanhã, há séculos, daqui a séculos?
Descereis, descereis sempre, descereis.
Jorge de Sena, in 'Pedra Filosofal'
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