Paulo Roddel
Nació en Montevideo, Uruguay, e1 13 de octubre de 1977. Ha integrado talleres literarios, publicado poesía y cuentos en revistas y antologías de escritores, además de artículos sobre rock y literatura. Co-fundó los grupos de poetas 7 Segundos y Seis50. Editó en formato artesanal libro/objeto los poemarios Trapos en 2004 (Ediciones Seis50), y Palidezco (2010). Grabó con el grupo 7 Segundos el cd de poesía 7 Segundos en la vuelta de tu oreja (2002), y con el grupo Seis50 el cd de poesía Ablación del Habla (2006). Organiza y participa en eventos culturales y artísticos, tales como tertulias, ciclos literarios, recitales de música, etc.. Escribe notas y artículos sobre rock para La Diaria, sobre literatura y rock en Revista Cultural Fango (Premio Fondos Concursables del Ministerio de Educación y Cultura, de la cual es redactor), en Urbana Revista, en la revista cultural ArteSuburbano, en Óbolo Cultural, así como también en varios portales culturales de Uruguay, Argentina, México, España y Chile, ha colaborado también en revista Periscopio. Actualmente prepara otro libro de poemas, y siempre que lo inviten, lee.
IMITACIÓN DEL VUELO
Ella imita el vuelo de los pájaros con sus ojos.
Su cuerpo se contonea sigiloso
derrama luz
sobre las sombras que inventa
en interminables noches
de soledad y hastío.
Apenas un hilo de fe
mantiene vivo su fuego.
Crepita dulce en un vaivén de pesadillas
que ella sortea airosa
en su andar onírico.
Camina por cualquier ciudad
entre edificios hambrientos
y avenidas exhaustas.
Ella misma se carga en su vuelo;
aves extasiadas la siguen en su ruta
(van detrás de ésa mujer de ojos arrancados).
Silenciosa destila perfume.
En sus manos lleva dádivas
que esparze por sobre la urbe infernal
como una lluvia de verano
sobre el paisaje seco y nauseabundo.
Nada borrará su estela
nadie detendrá su marcha.
Paso a paso fenece
ruge angelical en su furia
todo lastima su sombra
agitando cantos va
impoluta descastada
lanzada al vacío
como una exhalación.
VISIÓN DESDE EL MONTE ARARAT
Todo hubiera sido más sencillo
más simple
indoloro tal vez
si nos hubiésemos permitido
un paseo por el fuego
desnudos
y sobrevivir.
Un instante de gloria fatua
bajo la piel de los astros.
Un contemplar
cómo todo se mata
allá lejos
y nosotros acá
animales
indefensos al sismo
viendo como amanece
en los ojos
de los que ya están
muertos.
SOLEDAD DEL MUERTO
Tal vez haya sido realidad
tal vez sueño,
un ardor recorrió mi coraza
partiendo mi ser en dos abismos
me vi reflejado en piedra
arrastrando un estigma adherido a mi ala,
un gélido viento petrificó mi sombra,
agonizante
regresé desnudo
solo
pertrechado con palabras
y silencios
herido canté mi réquiem
pero nadie me escuchó
buitres picotearon mis restos,
levité más allá de todas las sombras
más allá de todos los valles,
y desde donde me vi
oteé un castillo gris a lo lejos
una fortaleza en llamas
una esfinge
o una ciudad tal vez
no lo recuerdo
para cuando desperté
ya estaba
muerto.
POSTALES DEL ABISMO
Éste desfasaje del transcurrir;
ésta reminiscencia de algo confuso
indefinible.
se enreda en mi sombra
clava imperturbable
mil estacas victoriosas
lanza su carcajada a mi rostro
espaldarazo final
despeñado voy.
Un beso en reversa me corta el labio
tumba mi humanidad en marturbiodespedida
un lejano latido reverbera dádivas
truena al oído del persistente
persigue
prosigue
éste rayo fulminante liquidasueños
éste traveling sobre vía muerta
inclaudicable hiere en su furia
éste recuerdo y su sombra ahorcada
reptan en las entrañas de lo imposible
para caer
rodar lastimándose
morir en el fin del trayecto
para nada nunca
para nada.
DERRUMBE
¿Qué más puedo escribir
cuando el amor se descascara y gime?.
El cuerpo me tiembla y me transpira;
atragantado con el vacío de saberte
en cualquier primavera gris, lejana.
Buscarte en éste desierto agónico de papel
que se extingue con los ojos abiertos,
es como no encontrarte
por no buscarte
dolorosamente.
Afuera el frío no enfría: taladra,
entonces vienes y me muestras tus estigmas
tu deliciosa boca de cristales rotos
y no hay ángel bastardo que no desee tu sexo
ése sexo carne del pecado que nace al borde
llaga abierta y efímera
como morir un instante.
Porque aún me queda tiempo para desclavar un poema
que me ayude a derribar éste muro de tedio,
escalar montañas de amores cadáveres
y reivindicarle tu cuerpo a una nube.
Tengo tanto espejos adentro vacíos de ti
que no sé cómo desdoblarme
y escupirte en la pared
para que no duelas.
PRIMAVERA EN EL QUINTO PISO
Hemos sepultado los días,
hemos escrito con barro
los nombres en nuestros cuerpos.
Deleitados presagiábamos la caída,
displiscentes contemplábamos las luces,
la ciudad dormida a nuestro alrededor.
El deseo nos mordía la madrugada en nuestras bocas.
Estábamos de pie sobre nosotros mismos.
Estábamos
a sólo un latido de corazón de distancia.
Estábamos
buscando cualquier sinónimo olvidado
en los cuerpos de dos moribundos.
Quisimos tallar el alba en nuestros ojos,
quisimos tanto.
Precipitados al fuego caímos
desterrados de un Edén en ruinas.
Nosotros fuimos el fuego
el Edén
las ruinas
los espectros famélicos
en la penumbra de los vivos.
MUJER EN LAS ALTURAS
Ella dosifica la ira en espasmos
dócil galantea a la muerte en su juego
especula con que todo reviente.
Desnuda jadea en las sombras.
Lleva su ella misma
toda hecha ella
atada a ella.
Liviana siente el aroma
la fragancia que aguarda
tras el fatídico velo.
Va a gritar su fin
y nadie estará allí para verla
en su última performance
(pesadilla sin red)
dulce y agonizante
bella y desquiciada
como una princesa freak desposeída.
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