Xime de Coster
(Montevideo, Uruguay, 1979)
Se ha desempeñado como periodista en diferentes revistas y periódicos. Ha publicado Intrauterina (Editorial Anidia, España), y ha llevado el fanzine literario artesuburbano.com donde escribía su columna como “Cerebro Paralelo”, contando historias manicomaniales. Ha asistido junto a Descarrilarte al primer encuentro de poetas de Uruguay, Gusto Tuyo, organizado por Manuel Barrios.
Las cartas no me avisaron
Las cartas no me avisaron
que la mano de dios vendría
en forma de pared para darse con mi rostro,
contundentemente sangrado hasta darme cuenta
que ser poeta no garpa, en ninguna de sus acepciones.
Que incluso ser drag queen tendriá más sentido,
tatuada la entrepierna, anillados los labios,
envueltas las tetas, oculto el corazón
-nunca es lo que hay, siempre lo que queda-
Que podría haber optado por ser
el piano de Buena suerte y hasta luego
o de Perfect day
corresponsal en minifalda en zonas de guerra
virgen ante condottieris
puta entre apóstoles
el whsiky más caro del mundo
la punta hecha con el mejor Super Thai
que alguien guardó para fumar después
un vegano aplastando una cucaracha
los pantalones de los hermanos robinson tocando Remedy
casada en las vegas con un desconocido
suicide girl,
vaqueta hoy, chapa y pintura para después
La colegiala de Lies
o un pin up de zorra con lentes sin aumento.
Sin embargo soy poeta, malo decirlo, feo hacerlo
cuidado que mancha, se rompe y no se toca
y en este pacto inequívoco de ser perdedor ante todo
por la sola devolución de una inspiración indecorosa
sea de cemento o pedregullo
arpillera o terciopelo
la sangre me trae más imágenes
las imágenes más versos
me atrae directamente a la poesía y no a tus ojos
y es mediante ella
y gracias a ella
que los toco
En realidad no sé quien se comió la manzana,
Pero no fue Eva, no fui yo, creo que no fue nadie
Nadie robó las letras, nadie se las llevó ni las hizo propias,
Te lo digo yo, no pienses que voy a decir algo nuevo
algo etéreo, algo fugaz, algo que valga la pena ser dicho
algo que nadie haya dicho antes
El llegó, eso sí
Llegó y me abrió el ojete
Yo no quería, pero ese es otro tema, el tema es la manzana
La manzana y las letras y él
Al del ojete me refiero.
Ojete es suerte.
El factor ojete es muy importante, pero también es culo.
Puede ser que vos sueñes con culos
Pero no creo que sueñes con la manzana, ni con las letras.
Yo sueño eso, a veces, pero otras veces sueño contigo.
Nos hacemos chanchadas,
las necesarias para terminar en un orgasmo contagioso
Después nos reímos. Nos miramos y nos reímos.
Pero como es un sueño me despierto y noto que solo tuve
Un sueño mojado
Y enseguida me acuerdo del ojete de la manzana y de las letras.
Las letras no me preocupan tanto, me preocupan más las manzanas.
Las manzanas y la bolsa
Las manzanas la bolsa y la flor.
El tema de la flor es un tema muy largo
Y el asunto de la bolsa se remonta a años "a"
Vos ni siquiera me conocías
Pero yo sí te conocía a vos
No me preguntes cómo, no sé cómo fue,
en realidad sí, pero no tengo ganas de contártelo ahora
mismo.
El tema es que yo te vi y me dije, "yo a vos te conozco".
Pero en realidad no te conocía, supongo que eran los sueños,
Los sueños mojados.
Capaz que cuando yo soñaba vos soñabas lo mismo
Pero no, descartalo, es una idea romántica y manida,
Y aparte imposible, viste, por el tema de los horarios.
Después, vos pasaste y
Disculpame, no te vi
Andaba enganchada a otros temas, andaba con lo de las manzanas en la cabeza
Aunque para ese entonces lo que me tenía mal era la bolsa
La bolsa y la flor
Era algo así:
"En una mano la flor. En otra mano la bolsa.
La flor pesa tanto como la bolsa.
La pesa pesa, tanto como la flor.
Pero pesa pesa.
Tanto como la bolsa.
Me comprime. Me asalta un deseo de locura.
Y pesa tanto como la bolsa. Pesa.
Tengo que estirar el codo y hacer fuerza.
Repetidas veces.
No puedo tirarla. Y la bolsa tampoco.
No puedo tirarlas.
Son vitales y sin embargo tan muertas.
Una mano en una flor. La otra en la bolsa.
La flor pesa tanto como la bolsa.
La pesa pesa
como la flor"
Viste como soy yo, siempre tengo algo en mente,
Pero no se nota, no?
En realidad parece que me como bastante los mocos,
Pero es lo que tiene la senda del perdedor
Es una cagada porque si ahora empezara a ganar
No sabría muy bien lo que hacer
Son muchos años de oficio, de meter la pata, de yeta, de mala suerte, de gafes, de treces
De gatos negros, y espejos rotos.
Y como que ya lo domino, por ejemplo vos me decís: no te quiero
Y yo aguanto,
Camino mejor
Me la banco
Porque es lo que toca en la vida del buen perdedor:
Uno tiene ya una armadura, una fuerza, un coraje
Entonces pienso en otras cosas, vos me decís por ejemplo: coges mal.
Y yo ya sé que puedo pensar en la manzana, en la bolsa, en las letras y en la flor.
En él no porque la verdad que nunca más pensé en él.
Además si hubiera pensado a vos qué te importa, no
Pero fijate que son temas que dan para toda una vida,
Son una pastilla, son un tripi.
Y no tengo que andar por ahí sintiéndome una estúpida porque
Tengo algo en lo que pensar ...
Me abstraigo, elimino la desdicha, me encierro en mí misma, ahondo en mi pensamiento...
¿Y con que me encuentro?
¿Con la manzana, con la bolsa con las letras y con la flor?
No, me encuentro con él.
Y qué hago qué hago
Rápido rápido, rápidamente urgentemente necesito un pensamiento bello,
Una mano cálida, un deseo absurdo, una noche, los granos de tu orto, la risa de tus ojos,
Y vuelvo a perder.
Pero no pasa nada, porque es un sendero conocido, lo prefiero.
Terminada la pesadilla y después de hacerme un dedo ya no pienso en vos
Pienso que orto también puede ser suerte.
Y voy caminando por la vida y si me preguntan en qué ando pensando puedo decir
Nada, pienso en manzanas, en letras, en la bolsa, en la flor
Y piensan que soy tarada o intelectual
Que es más o menos lo mismo.
Y en eso andaría pensando la primera vez que nos vimos
Vos me llamaste por mi nombre, pero
Disculpame, no te vi.
¿En dónde cae el vacío?
¿Cuál ha sido tu última careta?
((( Piensa)))
Las campanadas están por tocar
(Din Don Din Don)
El don que tienen los dioses,
de incorporarnos esos talentos gloriosos.
Esos lentes de ver al mundo. Los colores de la irrealidad..
Ocupado. Siempre está ocupado. Cuando más lo necesitas está ocupado.
Malvado día. ¿Cuánta gente se odió hoy?
No, la tele no es mi compañía
¿Comer? lo indispensable
¿Relaciones? Las que no te quiten tus dosis de magnanimidad.
Gracias.
Empezaría y terminaría diciendo eso: muchas gracias
Pero el vacío se cae, y transcurren, audaces
Las últimas estrellas fugaces.
Y esa brisa marina que me recuerda tu aliento tocándome el rostro y la nuca.
-Llamé de vuelta y daba ocupado-
Pizza ¿qué pensabas que iba a cocinarte esta noche? Pizza. Con muzzarela
Dos aceitunas cada uno. Y porro de postre ¿Café?
¿En qué momento te quedaste tan acojonadamente solitario?
¿La culpa es del barrio?
¿O de las moscas muertas?
No te preocupes, en la India hay muchas vivas. Merendando
Los pocos brazos que quedan por comer.
Y el vacío se va, se traslada, no se transforma
Aparece la canción, la de ayer, y muevo el brazo como si hubiera un fantasma
Acechando
Esa cosa que pretende mi ser, que mueve la cortina en un breve lapso.
Saxo
El olor de tu humedad subiendo entre los dos
Respiro hondo
Hondo
Y el vacío me deja, me inquieta
Agotada triste más hueca que la cueva más sorda sin mi voz
Llamando a un teléfono de sombra desconocida.
Esa vida
Que se dilata y se estremece, y no para y sin embargo que quieta está
Qué triste, qué sello de ignorancia deja la huella cultural. Qué desgracia
Haber nacido acá ¿qué patria? ¿Qué destino? ¿Cuál es la papilla que me tengo que morfar?
Vamos, atendé
Que el vacío es una cosa amorfa que te duele, que te traga, te succiona,
Atendeme que es el pánico el temor la tragedia
Esta noche de eructos y blasfemias
La sin razón.
¿Quién me contará esta noche una historia para que pueda dormir? nene...
Tendré que inventarla, tendré que extraerla, tendré que albergarla
¿si no que me queda?
Esa poesía barata de panfletos y apóstatas, anacoretas y “liberales”
Uhhh, la palabra melancolía
A saudade do meu coraçao
¿Y mi mancha dónde cabe? ¿En que sitio cabe mi mancha? ¿ mi flujo vaginal?
¿A quién le donaré mi sangre ennegrecida?
Mírame a mí que sólo hago permutaciones de letras
¿Cuál es tu estudio? ¿Cuáles tus gustos? ¿música preferida?
¿De dónde viene este estilo de vida? ¿Esta fantasmada sin vocabulario?
¿Del diario? La revista vejiga de todos los meses?
¿Qué comerán los irlandeses?
Papas,
que no me riman con nada.
¿And the mamas?
… Siempre la misma sutileza
Es esa
Está buenísimo dormir en diagonal
Nada mal. Tu vista en mi vista ¿y tu oído?
Dejame acercarme a tu oído y ver que hay dentro
Como te llega el sonido al cerebro y se colapsa el nervio
La columna vertebral
Ponele ritmo de rap
De hip hop
Bob
Hoy vienen los Wailers y no tengo plata
Que pasada
Que pedazo de camión, es este mundo
Y vos sin atender el tubo
Mi vacío acantilado. Mi vacío esperanzado. Mi vacío con vos.
Mi vacío sin vos.
Sin voz
Sin tu presencia soberana.
Ana
Venime a ver mañana
Algunas veces pienso en vos
¿Y vos?
¿Quién carajo sos?
II
A veces me da miedo escribir
Sacar soltar socavar
Información descendente que criba.
Describa, por ejemplo,
El clímax orgásmico de su mirada
Consultando algo que no sabe
Equivocándose mirando un techo
Deforme, por ejemplo
Todos los defectos físicos
En una nueva estética
Vanguardista y peculiar.
De de de
De todas maneras
De todas formas posibles
Puedo transformarte
En algo poco magnético
Está bien, está bien
Está bien que no le guste a nadie
Está bien que no les gustes
Que no me gustes, que no te gustes vos.
Siempre siempre siempre
Me reservo lo mejor
¿me cachás me cazás o te lo explico todo junto?
Tu mirada de registro no pudo ser, no es
Sin embargo tu percha, tu molde,
Tu destello de genio y de afirmación,
De duda, y de amabilidad galopante, fue.
¿sigo o me quedo tirando piedras?
Pero no a vos, no a vos tarambana
¿no ves que nunca me entendés nada?
Si soy un cachoepan con mermelada, gil.
Vení. Decórame las mayúsculas.
VI
Ibas como Oscar Wilde,
buscando su sexo.
Descendía el ánimo,
el latido del corazón.
¡no sé si llegará!, -gritabas-
y estabas tan idéntico
éramos tan niños...
que los cosacos y los jinetes
podrían venir a buscarnos.
Cualquier cuento,
cualquier anécdota,
cualquier sueño,
hubiese sido posible.
VII
Para aliviar el dolor, salí a caminar
por el barrio,
buscando un puto grafo
para sacarle fotos
y no encontré
ni un sólo elemento bello
escupido en la pared.
La culpa no es del barrio
la culpa es mía que no conozco el barrio.
Tengo otitis
y fiebre
fiebre
y otitis.
Así que desde ayer que estoy
sufriendo
sudando
teniendo una serie extraña de
alucinaciones
y entre las alucinaciones había
muchos grafos, muchos, cientos, miles
se iban dibujando solos
mientras yo caminaba
y detrás mío
venía una monstruosa ola
de crestas punkis
de todos los colores
azules, anaranjados, violetas
blancos y amarillos.
De b.s.o
por supuesto,
había una canción
pero no recuerdo ahora
cuál era, y temo, que si lo digo,
los decepcione porque
era de Los Rodríguez
o de Andrés
Calamaro.
El caso es que hoy
hace más calor que ayer
y no voy a salir a buscar nada
no voy a salir a buscar nunca nada más
desde ahora sólo vale la pena lo que me encuentre
de frente.
Todo esto no lo pienso, no lo interiorizo
tengo fiebre y tengo otitis
ayer sufrí visiones, alucinaciones
caminé de la mano de Miller
y de Bukowski
nos acercamos a tomar algo y nos encontramos
con Anaïs Nin.
Miller se fue con ella, besuqueándose
Charles se quedó conmigo y yo le dije:
“te amo como a nadie pero no me acuesto con viejos”
así que me fui, no sin antes pagarle las cervezas
y preguntarle algunos trucos.
Luego me encontré con Nick Cave en el 370
pagábamos y en vez de salir boletos
salían
poesías
caminé por una calle llena de duendes con ruleros y
camisetas agujereadas de quemaduras de cigarros
que me gritaban cosas horribles, corrí
me encontré con una gitana que me dijo:
faltan 35 chaparrones y una tormenta eléctrica, y aparecerá.
Le respondí entonces ¿las lluvias moderadas cuentan?
y me dijo que no.
Desapareció
sólo alcancé a gritarle ¿pero aparecerá lo qué?
y nunca contestó
tuve rabia, sentí miedo y volví sobre mis pasos
pero no fue necesario porque me llevaban
a cacunda
unos payasos gigantes
y yo les decía
desde arriba
bajenmeeeeeeeeeeeeee
no me gustan los payasoooooos
bajenmeeeeee
los payasos son tristeeeeeeeeeeees
y cuando desperté
estaba frente al pc
y tenía escritas
exactamente
55 páginas
y la canilla del baño
estaba abierta
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