Angélica Hoyos Guzmán
Nacida en la costa Caribe colombiana. Lic. en Lenguas Modernas, Msc. Lingüística Española. Docente e investigadora universitaria. Publicaciones diversas en México y Colombia. Entre ellas: “Caída libre” (prosa poética), en Revista digital Ahí va el Agua, México, 2009, en el mismo proyecto ganó en el 2010 el concurso de cuento en homenaje al tercer aniversario de la revista. Entre otras publicaciones se cuentan: Antología de poemas en “Hechiceras de la palabra”, Centro de Estudios Mixtecos-UNAM, Oaxaca, México, 2009. “El Comic Multinacional” (reseña crítica), en periódico literario “Lecturas Críticas” Bogotá, 2009. Poema "Perdone señor no soy desplazado" en la revista literaria mexicana la “Hormiga o-culta"(2010). Colaboración con un poema titulado "Posesiones" en la revista Contestarte No 9, Bogotá (2010) y otras de narrativa, poesía y de carácter científico humanista. En 2010 fue invitada al III encuentro de narradores, académicos y declamadores en Goya Corrientes, Argentina e hizo parte del Taller de Poesía de la Red Nacional de Talleres Literarios del Ministerio de Cultura, en la ciudad de Bogotá, "Los Impresentables".
En marzo del 2014 se publicó su primer poemario titulado Hilos Sueltos, editado por Ediciones Torremozas en Madrid, España.
HERENCIA
Llevo de un país en el agua
un reino de las nubes,
una nación de los árboles,
una de la mirada,
hasta una patria de nostalgias.
Y este terruño de agua
se parece tanto a los otros
que tiembla cuando le caen las piedras.
Se devuelve a la tierra
donde se llena de raíces de papel
en las manos de la gente
algunos dejan plumas sueltas
en ese pueblo de aire.
COLLAGE DE PRIMAVERA
Hoy no es día para escribir,
el amor perece en los restos
de una necesitada costumbre de buscarnos.
Hoy las letras se fueron de resaca
para fugarse en un delirio,
honda es la lágrima, llena y abierta,
en la ventana.
Sobre las calles de ésta época
flores de colores con su olor amargo a nacimiento
hacen aureolas a los árboles en sus raíces...
esa lluvia,
sin puntos que juegan sobre el renglón,
raya
raya
raya.
SUERTE
Qué suerte ser Angélica: planta medicinal afrodisíaca.
Qué suerte no ser Cortázar: víctima de alguna caja china.
Qué suerte no ser Gates: icono económico de una ventana repetida.
Qué suerte no ser Dalí: en la realidad de los ojos cortados por navajas.
Qué suerte no ser Chomsky: y esa competencia sumergida en el mundo.
Que suerte ser Angélica,
y caminar por mis calles silentes
arrastrando la música de una lata vacía.
Que suerte ser Angélica
y vivir suspendida en el abismo minúsculo de este nombre.
Que suerte sentir los golpes, ver los moretones y la brisa que los toca.
Que suerte morir para renacer en las palabras no dichas.
Que suerte contar soledades en las gotas de la lluvia.
Qué suerte ser otro humano,
con eso es suficiente.
DOS BEBIDAS
Una oleada de hojas meciéndose,
el rio con su voz perseverante,
los grillos enamorando a las grillas,
las grillas acicalan a la lluvia,
tú voz recorre mis paisajes,
mis manos recogen cada pluma de tus raíces,
eso es todo, con eso nos basta.
Que la existencia nos agarre por completo,
hasta el último sorbo.
OLEAJE
No hay motivo
para que las olas
no dejen sus hondas heridas
en el agua.
Así se limpia el mar.
Después de la tormenta
saca la madera muerta,
renace desde el fondo.
HILOS SUELTOS
Todos perdimos nuestros nombres.
Frente al espejo fuimos de arena esparciéndose en el viento,
nos intentamos moldear con agua,
con esa sensación del agua corriendo entre las grietas,
amasándonos de nuevo.
No fuimos,
sino palabras que inventamos de nosotros mismos.
Nuestra confusión fue buscar juntarnos los pedazos,
no reconocer cada fragmento como parte del todo.
Nuestra pérdida de nosotros fue
aquella de la que no hicimos duelo,
los espasmos nos retuvieron juntando y juntando,
inagotablemente,
sin resultado alguno.
Tejiendo con la rueca de Penélope
sin asistir al viaje,
ausentes de cada peripecia,
enfrentándonos al reflejo de la alfarería innecesaria.
No hubo quien nos bautizara frente al lago.
Innombrados en la foto eterna de una búsqueda.
Nos perdimos tener cuidado con lo que deseábamos,
nos perdimos de la sorpresa de lo que no prevenimos.
Esa que podía hacernos una nueva versión
más cercana a nuestro nombre esfumado.
El hilo de lo que fuimos no volverá a tejerse.
Los caminos eran muchos
ahora sólo somos la costura que hilvanan de nosotros,
alguien nos reconstruye para su propio abrigo.
A LA SALIDA DEL COLEGIO
El mundo espera,
se ha detenido para todos en la mañana
menos para dos en la puerta del colegio.
Eva cualquiera y algún Adán tirados sobre el asfalto.
Duerme él en la costilla de ella
con la piel teñida del paraíso de las calles.
Un sol huérfano ha rodeado su ensoñación,
el calor socava los días en que fueron tristes,
la saliva del beso bendice
los labios que muerden la cáscara de la manzana.
El mundo se detiene para todos afuera,
menos para el amor;
aquel que siempre avanza
a pesar de los días y los portones.
MONARCA
La mariposa aletea sombras coloridas.
Ella se regala a los ojos,
en un solo día deja su estela de misterio,
vive para hacer del mundo un milenio microscópico de belleza.
Si viviéramos como la mariposa
entenderíamos que cada estela del vuelo es toda la vida.
Moriríamos sabiendo que no hay eternidad más bella
que la del aleteo.
LIBRE
Hubo un hombre,
palpitó junto a mi sangre,
se metió tan dentro
que se volvió mis venas.
FOTOESTUDIO
No quiero aparecer en la foto con la falsa pretensión
de ser perfecta.
Soy la mujer desproporcionada,
con una oreja más grande que la otra,
con granitos en la cara entre arrugas que se asoman.
No necesito aditamentos, ni Fotoshop,
para crear el retazo de un dibujo que nada tenga que ver con mi belleza.
Soy fea hasta los huesos,
con esa fealdad que duele de bella,
por fuera de todo prototipo,
del marco decorado de un comercial cualquiera.
Tampoco disfrazaré mi palabra con un manto nebuloso,
basta con mi propia voz sobre el agua
haciendo ondas que resuenan en el aire
y develan la profundidad de la tierra.
Me quedo con lo poco que soy,
de lo mucho nada tengo,
nada deseo,
sólo estas ruinas bañadas con la lluvia donde brotan
las flores nuevas cada día.
GAJES DEL OFICIO
Escribió su historia;
borró, borró y quitó párrafos enteros,
volvió a leer,
borró, borró y quitó páginas enteras,
tantas veces lo hizo
que lo único que quedó fue una linea
sumada a su nombre.
TELAR DE CERTEZAS
Hay ciertas formas de morirse que viven de los instantes,
ciertas palabras dichas que desdicen,
ciertos olores que pudren a los jazmines,
ciertos soles que oscurecen las avenidas de recuerdos,
ciertos números que nombran las calles calladas,
ciertas amenazas que vuelven valientes la cobardía de los sueños,
ciertos amores que se entierran al germinar las aves.
Una costura repleta de agujas sin hilos ensartados.
SAN BASILIO DE PALENQUE
Yo no sé si la libertad está en la historia
como la cuentan o la dejaron de contar.
Solo sé que son valientes,
–que son alegres–
en ese pueblo olvidado
donde no hay más que un río,
donde la libertad es una mujer que huele a anís,
un lumbalú con tambores,
un salimiento donde se intercambian las parejas
para el baile.
Yo no sé nada del bicentenario,
ni de las revueltas,
todo está en los libros.
Solo sé de ese niño sonriente
que pide al extranjero que lo aleje para siempre
de su tierra,
del exilio que reclaman sus pequeños dientecitos
y su mano extendida al hombre rubio,
aunque dice la historia que ya es un hombre libre.
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