jueves, 3 de abril de 2014

KYOSHI TAKAHAMA [11.436]


KYOSHI TAKAHAMA 

(Japón, 1874 - 1959)
En 1898, Kyoshi Takahama asumió la dirección en la sección de haiku de “Hototogisu” (el cuco) que Kyokudo Yanagihara (~ 1867 1957) y Shiki Masaoka habían co-fundado el año anterior.

Kyoshi escribió principalmente novelettes desde 1907 hasta 1912, pero a partir de 1913 él se dedicó a la creación del haikus y atrajo a muchos discípulos.

Muchos haijines apoyaron su opinión del haiku, y Hototogisu se convirtió en una sección importante a la cual una gran cantidad de poetas contribuyeron con sus haikus.

Los haikus de Kyoshi no se limitan a un estilo fijo. Entre su haikus, varios son espléndidos y viriles, mientras que otros son sutiles y delicados; varios dan rienda suelta a su imaginación, otros describen hechos simplemente diarios.

El mundo de Kyoshi es un caos verdadero, variado como un campo de flores y hierbas salvajes.

Definiendo brevemente las ideas de Kyoshi, puedo decir que no tuvo el gusto del microcosmos construido de forma artificial por la inteligencia; gustaba de los matices obscuros en los poemas, imposibles de ser analizados intelectualmente.

Reconoció los grandes logros de Basho, pero no tenía una buena opinión de sus gestos teatrales.

Kyoshi restó la importancia dada a la función simbólica del kigo (palabra de la estación), e intentó excluir haikus estaciónales totalmente.

Nota:
“Hototogisu” es un pájaro clasificado en la categoría del cuco. Según la leyenda, canta violentamente, hasta que escupe sangre. Shiki Masaoka sufrió de tuberculosis y se comparó con un hototogisu; “Shiki” es otro nombre para el “hototogisu”.

Escrito por
Ryu Yotsuya





Como una bandera
Parece flamear
El sol invernal.




De cada objeto que depositamos
Nace algo
Que se asemeja al otoño.




Primera primavera.
La lluvia perla
sobre las ramas aún desnudas.




Solo.
Pulo mis poemas
para el día que llegará.




Como polvo
En las grandes nieves
Un hombre muerto.




Año que pasa y año que llega
Anillos
Que atraviesan un mismo bastón.




Ya imagino
la nieve
cayendo sobre mi cadáver.




En el borde del camino
la tumba del peregrino de Awa.
Lo siento.




Viento de primavera:
con todo mi coraje,
erguido en la colina.




Viento otoñal;
¡cuántos montes, cuántos ríos,
en lo más íntimo de mí!




Sombras espesas
arrastran los lagartos
al retozar.




La camelia,
plenamente florecida,
es ya fea.




Crece inclinándose
al cielo inmenso,
árbol de invierno.




Velozmente
una hoja de rábano
que huye en el agua.




Libélulas
En un villorrio tranquilo
Es mediodía.




El grito del primer cuervo
Sorprende al amanecer
Sobre los burdeles.




En los montes de abril
Cadáveres en sepultura
¡Vanidad!




Lancé
la cetonia
a lo más profundo de la sombra.




Durante la distribución
de la velas en los dormitorios.
¡El grito del venado!




Aún me traspasan
La serpiente dejó en la hierba
los ojos.




Él una palabra
Yo una palabra
Al resplandor del otoño.




Bajo la luna otoñal
Ahora
No hay enemigos.




Corté
las peonías
y el jardín está vacío.




Cae y cae
La hoja de la paulonia
A los rayos del sol.




Una serpiente se deslizó lejos.
Solamente sus ojos que me miran
Permanecen en la hierba.




Llaman a esta peonía el blanco de flor.
Sí, pero
Un poco rojo.




Brotes recogidos por las muchachas del arroz.
Reflexión de los parpadeos del agua
En la parte posterior de los sombreros de juncos.




Un perro está durmiendo
Tiene su cabeza entre las piernas.
Casa de crisantemos.




Miro el río.
Una piel del plátano
Caídas de mi mano.




Cuando se pone una cosa
Una sombra de otoño
Aparece.




Raíces de un árbol grande del verano
En una roca
Extender en todas las direcciones.




Cogí un pétalo caído de cerezo en mi mano.
Abrir el puño
No encuentro nada allí.




Viene la primera mariposa del año.
“Que color es?”
“Amarillo.”





Primera primavera. 
La lluvia perla
sobre las ramas aún desnudas




Solo.
Pulo mis poemas
en el día que llegará *

* Kyoshi en este poema alude la muerte de y sus amigos
el maestro Masaoka Shiki y Kawahigashi Hekigoto.




Libélulas
En un villorrio tranquilo
Es mediodía




En los montes de abril
Cadáveres en sepultura
¡Vanidad!




Lancé
La cetonia
A lo más profundo de la sombra




Durante la distribución
de la velas en los dormitorios.
¡El grito del venado!




Aún me traspasan
Los ojos que la serpiente
Dejó en la hierba




El una palabra
Yo una palabra
Al resplandor del otoño




Y ahora
Bajo la luna otoñal. 
No hay enemigos *

*La noción de amigo y enemigo. Kyoshi, escribe este
poema luego de la derrota japonesa en 1945




Corté
las peonías
y el jardín está vacío




Cae y cae
La hoja de la paulonia 
A los rayos del sol *

*¿La hoja cae, como cayó el hombre a pesar de
las promesas del sol?




Como polvo
En las grandes nieves
Un hombre muerto




Año que pasa y año que llega
Anillos
Que atraviesan un mismo bastón




El grito del primer cuervo
Sorprende al amanecer
Sobre los burdeles




Ya imagino
la nieve
cayendo sobre mi cadáver





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