Adile Sultân
(Turquía, 23 May 1826 – 12 February 1899)
Adile Sultân es una de las poetisas más representativas de la poesía femenina palaciega. Nació en el palacio estambulí de Topkapi, el año 1826, siendo hija del sultán Mahmûd II, que era mevleví y un jattât o calígrafo reputado, así como un músico avezado amante de la música sufí. Adile Sultân contrajo matrimonio con un militar de la marina otomana. La suya fue la boda más famosa celebrada en el Imperio Otomano durante todo el siglo XIX. Los días de tristeza llegarían más tarde, tras perder a su padre, su marido, el sultán, y sus hijos.
Fue murîda, esto es, discípula, del shayj sufí 'Alî Efendi. Invirtió su patrimonio en la construcción de un total de catorce fundaciones benéficas de ayuda a los más desfavorecidos. En su diwân poético no solo escribió poemas dedicados a su shayj, sino que, al mismo tiempo, compuso doce poemas para otros tantos shayjs diferentes. Respecto a su estilo literario, afirman los especialistas que la suya era una poesía llamada ladun, es decir, inspirada espiritualmente por lo divino, justo como la de los grandes poetas y místicos turcos: Yunus Emre, Shayjh Gâlib Dede y Fuzuli, por no citar sino un puñado. En el palacio, Adile Sultân convocaba, frecuentemente, reuniones literarias y sufíes que acababan siempre con música espiritual de inspiración sufí.
Poesía sufí femenina
En el mundo oriental, durante el período otomano, que fue una de las épocas más brillantes en la historia del tasawwuf o sufismo islámico, la mayoría de mujeres del palacio escribían poesía y tocaban instrumentos musicales clásicos turcos, como el 'ûd o el rebâb, pero no así el ney, la flauta derviche de caña, a pesar de ser el instrumento predilecto de los mevlevíes, los derviches giróvagos seguidores de Mawlânâ Rûmî (m. 1273). Según cuentan los cronistas de la época, las mujeres evitaban el ney para no deformar sus labios.
Uno de sus poemas más emblemáticos, traducido directamente desde desde el antiguo turco otomano dice así:
Mi derviche, viajo a través de mi interior como un sultân.
En el mundo del amor cada instante es un viaje.
El sultân está grabando la riqueza del tiempo.
Yo lo dejo todo y viajo desnuda. Ni alegría ni tristeza.
Viajo contemplando este mundo que algún día vamos a dejar.
No me preocupan lo bueno o malo de los demás.
Desde que llegué a este mundo enloquecí y viajo admirándolo todo.
Ni tengo oraciones en mi lengua ni tesbîh en mi mano.
Ni soy una sabia ni tampoco una estúpida; solamente viajo entre las ruinas.
Llegará un tiempo que entre lágrimas comprenderé quién soy.
Ahora se acerca el tiempo del viaje y la rebeldía,
entre sollozos y recuerdos dolorosos del pasado.
Llegará un tiempo en el que yo, Adile, como Maynûn, cruzaré montañas.
Me maravilla el amor, viajando como un pobre a través de la tristeza.
[Nesrin Cân es licenciada en filología hispánica de origen turco.]
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