François Szabó
(Francia)
François Szabó, sigue escribiendo en varios idiomas, después de más de veinte libros de Poesía, pero publica menos. Es a lo mejor una manera de vivir de otro modo, escribir y leer Poesía con avidez, pero hacer de cada libro algo como un ritual, una publicación que debe ser un momento de vida bien particular y no echarse en todas las direcciones. La publicación en revistas es algo muy interesante pues permite volver al momento preciso de la creación, sin saber en este momento cuando salga el nuevo libro, cuerpo y alma atados en adecuación.
¿Qué pasa con vosotros, hijos?
¿La luna llena os espanta?
Yo cuando tengo miedo, finjo.
Visión lejana
Cuando te acercas
No ves nada
Una flor
En capullo
Es un sueño suspendido
1
La sed y la sal, de las dos necesito
Deseos engañosos que me hacen dudar
Con el calor poderoso del verano
No puedo más que buscar la sombra
Pero la sombra no es mía
Y debo pedir la noche al día
Así rodeando por el piso
Imágenes de Oasis como espejismos
Me duelen y duelen más
Sin acabar
2
El derroche no me hace vacilar
Estoy acostumbrado seguramente
Pues desafiar al destino
A menudo es mi tarea
No veo más que mi porvenir
Sin saber nada de ello por lo tanto
3
El gato soñador no me envidia
No hace más que soñar todo el tiempo
Y lo que hago le parece muy fútil
Por lo tanto nosotros estamos creando mundos
De paz y de ternura pero cuando vayamos a la fuente
No lo sabemos y no nos preocupamos de este tipo de preguntas
4
Han empezado por quitarse la ropa de los costumbres
Sin saber ni siquiera si valía la pena
Se han bañado en el placer sin saber nada del porvenir
Y ahora ¿que nos quedara del porvenir prometido?
5
Para que sepas lo que he vivido
Lo escribo en letras de arena
La última ola lo borrara
Pero en el libro de arena
Puedes leerlo enseguida
6
La confianza que sigue y las ataduras que siguen
La permanencia del ser de pie ante el porvenir
No debe hacer olvidar la labor de cada día escribiéndolo
Te agradezco vida por lo que fuiste y por lo que hemos encontrado:
¡Tu hijo! Y ¡tu hija! Los dos me hacen creer en mí
7
Echamos a cantar lo más delicado
Dedicamos este canto a la vida
Para que sean alegres
Y en la luz de cada mañana
8
Giran y giran
El espejo que enseña a la poesía
Giran y giran
La Tierra
Y todas visiones felices del alma
Giran y giran
Para un casi siempre
9
Se desdibuja el cielo
Hay que aguantar el día
Y la respiración cansada
Y este cielo
Donde el dado lanza estrellas de dichas
Me enseña el camino
La Vía Láctea de todos los posibles
10
Equivocarse de camino
Es algo normal
Encontrar el bueno
Es algo vital
Pero encontrar por fin
Una puerta abierta
Es lo increíble
Como un punto final
Cade
Juniperus oxycedrus
Présence choyée
qui offre ses baies
d\\\'une saveur familière
et qui pourtant étonne à chaque fois.
Huile délaissée, presque abandonnée...
Autrefois, cet arbrisseau exploité en garrigue
était emblématique.
désormais, il porte ses baies
comme les fruits de mes songes,
ses aiguilles tel un regard émerveillé
et deux rayures blanches
afin d\\\'apaiser la solitude.
Quercus ilex
Forêt défaite de chênes,
je cherche ton ombre
à ton feuillage vernissé,
vert sombre...
Tes racines sont les miennes,
cette terre de rochers et de chênes verts
qui forme mon jardin secret.
Ta force, ta fécondité,
ta persistance, ta résistance,
ta robustesse déclinent
ton identité.
tu es la permanence gage de pérennité,
gage de confiance en l\\\'avenir.
Genêt ou Cytise de Montpellier
Teline monspessulana
Étendard de tendresse
qui brandit ses jaunes fleurs
avec la délicatesse
d\\\'une déclaration discrète.
Souvenirs d\\\'enfance,
odeur enivrante
de la mémoire,
il n\\\'est qu\\\'un chemin
dans la vie :
se retrouver
après s\\\'être égaré.
Luzerne orbiculaire
Medicago orbicularis
ton fruit de bandonéon,
de lanterne chinoise,
dont la surprenante nature t\\\'a doté :
joie pour les enfants, curiosité pour tous.
Il te faut une musique singulière,
chuchotée
voire silencieuse
pour te célébrer
Grenadier punique
Punica granatum
Qui sait se délivrer
de l\\\'amertume
de ton fruit
côtoie le paradis.
Magique arbuste
qui livre
sous sa coque épaisse
ses plus beaux rubis
tel un don du ciel.
Égrener le temps
en croquant des rubis
de sucre acidulé,
c\\\'est vivre pleinement
dans la célébration de l\\\'univers.
Arbousier commun
Arbutus unedo
Je cherche ta piste
de silice et d\\\'argile
pour te trouver dressé,
aux premiers froids,
garni de tes fraises
granuleuses, rouge orange, charnues, farineuses,
si réconfortantes
dans la torpeur de l\\\'hiver.
Ce moment de partage
à apprécier ces fruits
avec mes enfants
est une douce et sereine récompense.
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