lunes, 14 de abril de 2014

ROLANDO BENEGAS [11.525]


ROLANDO BENEGAS

Chore, Paraguay 1984. Estudió Letras en la Facultad de Filosofía de la UNA (Universidad Nacional de Asunción) Ganador del  Premio Juan S. Netto de Literatura 2008 con su poemario: “Del silencio y otras obsesiones” y  concurso de cuentos cortos Jorge Ritter 2013.  Ha participado en antologías con la Academia Literaria Kavure'i de la Facultad de Filosofía UNA.  




LEJANÍA 

Separado de tu cuerpo por kilómetros de espacio, pienso:
lástima que a veces la distancia equivoca sus víctimas.





CONFESIÓN

Desgajado de ti,
la raíz de mis días 
se corrompe en la sombra.





HIPÓTESIS

Supongo que la muerte es esta herida
que marca la insistencia de mis horas
sin hallar el reloj que la detenga.





DESTIERRO

En el pucho de la tarde se cuaja una canción
en el pucho de la tarde
caben días, noches,
semanas enteras,
eternas.

Sólo yo carezco de sitio
cuando la tarde fuma y fuma
la mecha de mi propio cigarro.






Entonces llega la mañana
y uno se calza las manos
la voz
el café
uno se apuntala al día con su camisa
se sabe invencible y llora
se conoce temeroso y ríe
se fabrica esas pequeñas trampas
para no tener que ver
que la vida no es más que una vitrina
donde se apaga el hombre.






Esta costumbre de tumbarse al día
con la vida en los ojos
esta costumbre absurda de dejarse brotar sombras
en el pulso
esta costumbre terca de existir tras el rostro
de asomarse al día con un pie
gastando esta costumbre triste de llorar al tiempo
sin saber por qué.

he abierto las ventanas del miedo, y me dejo ser
me dejo arrastrar
                                                                              me
                                                                                    de
                                                                                        jo
                                                                                            a
                                                                                            rras
                                                                        trarrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr.






TANTA VIDA, SEÑOR, PARA QUÉ TANTA VIDA
                                                                       A. Pizarnik


Tanto día Señor y tanta vida
y tanto deambular sin dar en nada
mendigando un pretexto para cada
breve mañana tísica, homicida

tanto espacio Señor y tanta herida
mostrándose insepulta en mi mirada
sin encontrarle un fin, una coartada
para evadir su brusca arremetida

tanto mundo Señor y tanta saña
de este tiempo mortífero que baña
con trozos de dolor mis pobres nombres

tanto nombre Señor  para estas manos
que se van diluyendo como vanos
artificios de vida de los hombres.





ENVÍO


A ti que te haces llamar Rolando
que sumas tus días verticales en el dolor
que agrupas en años tus veinte dedos

sin más acción que la esperanza
 hecha pelotas
invención de tus pupilas.


Rolando Benegas sin más 

catorce letras curvas
 sonriendo a la memoria de tus huesos
pensándote creer (creyéndote pensar) en la sonrisa
esperando, ardiendo, empolvándote.



Pobre diablo, pobre arcángel ebrio
pobre pobre,

te pierdes a ti mismo en tu inicio
en tu germen
en tu postergación sanguínea

en tus ojos que no miran
que no ven más allá de tu prólogo
más que tu desenlace sin cuerpo
sin nudo
sin argumento.



Rolo, te hablo así, con cariño,
como a un niño chiquito
con melancólico amor,
a girones de rabia:

aflígete la ropa,
perdónate,
sincérate con tu ternura,
date lástima,

rescata de tu epílogo tu apéndice,

ven, endéchate,
date un abrazo.







Mi nacimiento es un derramarse
una desesperación de la mano en el vacío
un ruido de cáscaras y hojas malogradas
un pez gigante nadando entre musgos
y todo
y tanto
y  nada







ENTRE EL IR Y EL RINEV

Entre el ir y el rinev hay pasos decapitados, dolores que se derriten en los ojos, bajan por la sangre y se amontonan como mugre entre la uña y el cielo.
Entre el ir y el rinev hay una imagen, un grito, una sonrisa. Entre el ir y el rinev la muerte espía insomne las muecas de la vida.







Me duele el pie de tanta metafísica
tanto verbo y tanto sol
la verdad salta sin poesía a boca de jarro:

mañana he de morir y me estoy velando.








1.

Y sin embargo,
ellos siguen hablando del dólar,
de las relaciones bilaterales,
de la farándula mundial.

Y tú y yo, hermano,
sudando miedo,
bebiendo sorbos de coraje en la sonrisa de nuestros hijos
de nuestras mujeres,
sabiendo que no hay final posible,
deseándolo.

Mientras tanto,
cualquier mañana una cuchillada en plena calle,
en pleno pecho.

Y más allá del pan y de la vida,
el mandatario da detalles
de su próxima gira internacional.






ANTROPOGRAFÍA

1

El hombre es una dulce bestia
un abrazo repartido en dos.

2

Y dijo Dios: sea el bien  y fue el hombre

3

Y dijo Dios: sea el mal  y fue el hombre.

4

El hombre es esa grieta donde tropieza la eternidad.

5

El hombre es apenas una ventana hacia el misterio.

6

El hombre es el intérprete de su propio argumento.

7

Diógenes buscaba al hombre linterna en mano, pero se murió.

8

Hay una sola verdad, pero muchos hombres.

9

Un hombre es mucho
tres hombres, restan.

10

Cierto día, la utopía de dar a cada hombre su lugar se concretó. Pero nadie se movió de donde estaba.

11

Al principio, Dios creó al hombre a su imagen y semejanza. Después se aburrió, y nos creó a nosotros.

12

La mayor evidencia de que Dios se cae a pedazos es que en cada hombre hay un poco de divinidad.

13

Y Dios creó al hombre, lo contempló y para definirlo, creó la muerte.






DÍA

El día circula entre arengas,
gritos reaccionarios,
silencios subversivos.

En la calle,
mientras el hambre se come las vísceras,
los intelectuales venden esperanzas de papel.

Y una vez más el mundo anochece
sin que nadie se acuerde
de la sonrisa del hombre.







CAMINOS

No es sudando tinta como llegaremos al hombre,
no es cazando sueños como abriremos el alma.

En la raíz de los días
el hueco de las palabras,
las manos desbandadas,
el vértigo acusador
hacen nido,
hacen lío.

No es desde el corredor donde vencerá la sangre,
sino desde los ojos,
los huesos,
las uñas.
La vida desemboca en la frente del hombre
nada más,
nada menos.





MIGAJAS

1

Tu voz en pianísimo
arrancando su cuerpo
de la raíz de mis días

2

Abrazar el espacio de tu sombra
como si me amputaran el brazo

3

Soy un pájaro rojo
esperando tu aire
para ser ala

4

Nos han cortado el corazón
y nunca lo supimos, amor mío









No hay comentarios:

Publicar un comentario