jueves, 3 de abril de 2014

KOBAYASHI ISSA [11.438]


Kobayashi Issa 

(Japón 15 de junio de 1763 – 5 de enero de 1827) fue un escritor japonés, nacido Kobayashi Nobuyuki y apodado Yataro durante su juventud. Es famoso como autor de haiku.

Era la primavera de 1763 en la ciudad de Kashiwabara, en la antigua provincia japonesa de Shinano. Su familia se dedicaba a la agricultura, algo habitual en el Japón feudal del siglo XVIII.

Cuando contaba pocos años, su madre falleció. Pasó a estar a cargo de su abuela y fue entonces cuando el pequeño conoció por vez primera el haiku, de la mano de un poeta del pueblo llamado Shinpo. Sin embargo, su padre tardó poco en contraer matrimonio de nuevo, un matrimonio infeliz. Los problemas con su madrastra no tardaron en aparecer, y tampoco las palizas: Yataro recordaría haber sido golpeado "más de 100 veces en una misma noche". La situación se hizo aún más insoportable cuando su madrastra dio a luz a su hermanastro.

A la edad de 14 años marchó a Edo, la actual Tokio, enviado por su padre.

Sabemos que fue allí donde retomó el contacto con el haiku. Sus días se alternaban entre su trabajo en un templo budista y sus estudios con los poetas Mizoguchi Sogan y Norokuan Chikua, en la escuela de haiku Katsushika. Su talento no tardó en salir a la luz y Seibi Natsume se convirtió en su mecenas.

Por aquel entonces Issa aún no existía. Sus poemas iban firmados con los seudónimos Kobayashi Ikyo o Nirokuan Kikumei. Fue en 1792 cuando abandonó definitivamente el nombre de Yataro y adoptó el nombre literario de Issa. "Con la primavera / Yataro renació / convertido en Issa", reza uno de sus haikus.

Tras un viaje por el suroeste del Japón en 1795, Issa publicó su libro de poemas Tabishui.

En los años posteriores vivió en diferentes ciudades, conoció la legendaria Kioto, Osaka, Matsuyama, Nagasaki y otras muchas. Pero si bien su fama como poeta se acrecentaba, Issa conoció durante muchos años la pobreza. Años en los que se vio obligado a trabajar duramente y a realizar frecuentes viajes. Incluso volvió alguna vez a su tierra natal.

Allí, en Kashiwabara, su padre falleció víctima de la fiebre tifoidea. Los problemas volvieron a surgir con su madrastra y su hermanastro, que le impidieron durante 13 años heredar las propiedades que su padre siempre deseó que fueran para él. En el Diario de la muerte de mi padre (1801) relata los pleitos y los detalles de la enfermedad de su padre. De él dice que, a pesar de la enfermedad que le devoraba, "sonreía alegre a todo el que le ofrecía veneno, y despreciaba al que le obligaba a tomar medicinas". El cuerpo fue incinerado de acuerdo con los ritos budistas, e Issa guardó sus huesos.

En los comienzos de 1810 decidió instalarse definitivamente en Kashiwabara y se casó con una joven del pueblo. Tenía ya 50 años pero no le esperaba un feliz retiro; al contrario aquella fue la época más terrible de su vida. En los 10 años siguientes vio morir a sus 4 hijos, y también a su mujer en el parto del último de ellos. Volvió a casarse, ya con 62 años, pero se divorció a los pocos meses. Aún se casó por tercera vez. Entonces su casa se incendió, y volvió a la más absoluta pobreza.

Los últimos meses de su vida los pasó en un almacén con piso de tierra. Murió en el invierno de 1827, sin llegar a ver el nacimiento de su última hija.

Unos haiku de Issa:

Hasta mis pies
¿cuándo y cómo has llegado,
caracolillo?




Tampoco yo
he encontrado un hogar.
Tarde de otoño.




Huye el rocío.
En este mundo sucio
no hago yo nada.




De no estar tú,
demasiado enorme
sería el bosque.




El humo
dibuja en este momento
el primer cielo del año




En este primer amanecer de primavera
Incluso mi sombra
Está repleta de vigor




En el mismo lugar se obstina
El pájaro carpintero
Al atardecer




En día de primavera
Una sola poza
Detiene la puesta de sol




Temblando
en las flores silvestres
se va la primavera




La hierba de las pampas cae
y el ojo puede ver
como el frío aumenta




Ondulando serpenteando
La brisa 
Viene a mí




¿La edad de la luna?
Yo diría
más o menos trece años.




¿Sentirán nostalgia
los días de neblina
las ninfas del cielo?




Bajo la neblina del calor
Algunos hoyos dejados
Por el bastón que va al templo




Lluvia de primavera
El pato renquea
En el pórtico




En la ruta de Shinano
La montaña carga sobre mí
El calor




Ella acostó al niño
Y lava en este momento la ropa
La luna de verano




Habiendo cambiado de ropa
Me siento
Pero muy solo




Con alegre canto
El ruiseñor
Llama a sus paternos




Los gorriones
Juegan a la escondida
Entre las plantas de té




Apártate del camino
gorrión sin casta.
Pasa el caballo




Gorrión huérfano
Ven acá
Contigo quiero jugar




Si eres tierno con ellos
Los nuevos gorriones
Te desilusionaran




Un gorrión cansado
En medio
De un grupo de niños




Noche de golondrinas.
Mañana otra vez 
nada mejor que hacer




Un punto en el día
La alondra canta
Al fondo de la lluvia




Mantiene un desafío
De miradas conmigo
La rana




Inmóvil y serena
La rana observa
Las montañas




Mirándome
Se camufla
La rana




Puesta del sol.
La rana también
llora




De los arces de otoño
me acerco
y la soledad me invade




repiten. Las ranas
alrededor de la cabaña
envejeces. Tu envejeces




La vejez
También al cortar un ramo de flor 
Una mueca en la boca




Cuando envejecemos
La larga presencia del día
Es también motivo de llanto




Esta mañana es otoño
Al decir estas palabras
Siento como envejezco




Frente al espantapájaros
A edad avanzada
Tengo vergüenza de mí




Al otoño de mi vida
La luna no tiene manchas
Y sin embargo *

* La luna es un espejo sin manchas. ¿La conciencia?




Allá
Simplemente
Bajo la nieve que cae




De la mala hierba
¡Qué mariposa
nació!




Cubierto de mariposas
El árbol muerto 
Florece




Mariposa que revoloteas.
Como tú siento
que soy una criatura de polvo




También entre los insectos
hay los de diestro canto.
Otros no




Canto de insectos.
Un hoyo en la muralla
ayer desapercibido




Bajo las flores del cerezo
Pulula y hormiguea
La humanidad *




A la sombra de las flores del cerezo.
No son
Más extranjeros *

* Es la fiesta anual del cerezo o la contemplación de las flores... 
“hanami ”. Todos son invitados al tradicional lazo entre el 
mundo de guerreros y el de las flores




Esas flores de cerezo
Que tanto me embelesaron
Desaparecieron de la tierra




Un mundo de gran dolor y tristeza.
A pesar
de los cerezos en flor




Entre las flores del ciruelo
El uguisu
Limpia sus patas




Cuando florece el ciruelo
Yo esparzo sardinas
En la tumba de mi gato




Crisantemo en flor
Baila también en el aire
Un olor a orina




Lluvia de pétalos.
Agua de neblinas lejanas
Quisiera beber




Es mediodía.
Las oropéndolas cantan
y la corriente del río pasa en silencio




¡Porque así debe ser!
Estrenémonos a morir
a la sombra de las flores




Todos en este mundo
en la cumbre de un infierno
¡A contemplar las flores!




La primavera se anuncia
Tengo cuarenta y tres año
Aún frente a mi arroz blanco *

* El número cuatro y la palabra muerte son homónimos




En lo más carnudo de mis nalgas
Las marcas 
Del petate frío




¡Rayos y truenos!
A cada relámpago
el mundo se sana




Que nada me pertenezca.
Sólo la paz del corazón
y el frescor del aire




Desnudo.
Sobre un caballo desnudo
a través un temporal




Pobre
La más pobre de las regiones
¡Pero sientan este frescor!




Aldea perdida
Acostumbrados a su miseria
Ellos toman el fresco por la noche




La siesta
Dejo al agua de las montañas
Pelar el arroz




Lozanía de atardecer.
El ignora que la campana 
redobla el sonido de la vida




Lozanía de atardecer.
El sabe que la campana
redobla el sonido de la vida




Viva inquieta pulga.
Por mi mano
transfórmate en Buda *




Por esta boca
que mordió una pulga
canto al Buda *

* Volverse Buda, Transformarse, llegar a ser un Buda.
¿Morir? Se utiliza el término “buda” para con respeto
designar...un cadáver.




Pulgas.
Para ustedes también
la noche es soledad y larga




Lo siento por las pulgas
de la cabaña
¡Van a adelgazar muy pronto!




Picado por pulgas.
¿Entonces fue verdad 
ese sueño de arena?




No mates la mosca.
Mira como reza
Manos juntas y pies juntos




Cansadamente sueña
El viejo pino
Todavía no es Buda




Llegó el otoño.
El cachorro que no lo sabe
es un Buda




Un ser humano
Una mosca
En la gran sala




Con una sonrisa
el Buda muestra
un mosquito que se tira un pedo




El mundo va muy bien.
Otra mosca
come el arroz




Matando una mosca
herí
una flor




Una puerta de ramajes
y como cerradura
un caracol




De noche bajo la luna
Torso desnudo
El caracol




¿A dónde puede ir
bajo la lluvia
este caracol?




Sube lentamente
Lentamente pequeño caracol
Escalas el Monte Fuji




Me voy de la casa
junto al ruiseñor
¡Cuídala caracol!




¿Cuándo vino
tan cerca de mí
este caracol?




Caracol
A tu manera
¿Puedes llegar a ser un Buda?




Retoma fuerza
en la manga 
la luciérnaga que huye




De prostitutas
La joven virgen
Se hace un pañuelo




En el pórtico del Templo Mii.
El sonido de la campana 
en el aire se congela




Después de la gran limpieza
Del Templo de Zenkoji
La brillante luna otoñal




Oca emigrante
¿Cuántas veces viste
la humareda del Monte Asama?




Amanecer.
La bruma del Monte Asama
sube a la mesa




Oca salvaje
¿A qué edad hiciste
el primer viaje?




Luna llena
Mi aldea deteriorada
Es como usted la ve




Qué bella y enorme
Era esa castaña
Fuera de alcance




En el blanco rocío
me ejercito
al paraíso




En cada perla de rocío
Tiembla
Mi región natal




En la flor de loto
Cambia
El rocío del mundo




El rocío se dispersa.
Hoy una vez más
sembraré granos de infierno!




- No quiero continuar
en este mísero mundo. 
Y se descuelga la gota de rocío




Mundo de rocío
Rocío de mundo
¡Ah! Sin embargo *

*Con motivo a la muerte de su hija.




Saltamontes
No aplastes las perlas
En el blanco rocío




El ruibarbo en la nieve
Más pálido
Brilla púrpura




El frío
¿De dónde viene?
Oh espantapájaros




En la punta de la nariz
Del Buda del páramo
Cuelga un hilo de hielo




De los orificios de la nariz 
del Buda.
Surge una golondrina




Noche tras noche
Mi sopa de legumbres
Acompaña la nieve




En invierno
Una joven prostituta
Raspa el hollín de la cacerola




El hoyo perfecto
que hago cuando orino
a la entrada de mi casa




De un salto
El cervato caza la mariposa
y vuelve a dormirse




El gatito
Que pesamos en la balanza
Continúa con sus juegos




Un bello volantín
se levanta
de la choza del mendigo




El niño que imita
Al cormorán
Es aún más maravilloso




¡El lobo!
Sólo al ver su excremento
Temblamos de frio



.

No hay comentarios:

Publicar un comentario