sábado, 22 de septiembre de 2012

7900.- JAMILA MEDINA RÍOS



Jamila Medina Ríos
(Holguín, CUBA 1981)
Poeta, narradora y ensayista.
Graduada de Licenciatura en Filólogía, perteneció al grupo Vórtice, y cursó el Taller de Técnicas Narrativas del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso en 2002. Fue editora y codirectora de la revista Upsalón, de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana. En la actualidad funge como editora de Unión.

Ha publicado los libros:

• Huecos de araña (poesía), Ediciones Unión, 2010 (Premio David 2008).
• Primaveras cortadas (poesía), Proyecto Literal, México DF, 2012.

Posee inéditos los poemarios Anémona y El arte carnal.

Como cuentista ha publicado Ratas en la alta noche (Malpaís ediciones, México DF, 2011) y Escritos en servilletas de papel (Ediciones La Luz, Holguín, 2011).
Además, ha sido distinguida con Premio Alejo Carpentier de Ensayo, 2012, con su obra Diseminaciones de Calvert Casey.
Reside en La Habana.




del libro Huecos de araña, 2010


LANGUSTIA

Textos textos textos
tejeduras
lanzaderas
te (a)saltan sus gritos sobre la cabeza
te brotan de ella como pétalos
y de pronto: tienes toda la testa coronada
espinada de palabras

no es saludable (pare)ser un girasol
–dios no amanece
y húrtante el sitio de mirar
camino
desolado–
no es saludable la cabeza laureada
se deshoja después
como rama segada desde el invernadero
y los cristales que habían crecido en ella
quiébranse callados
apáganse: de velas
chisporrotean hacia dentro oh llama
demasiado arrimada al ventanal
abrupto
abierto

dejarse crecer la cabeza hacia dentro
–anahidrópica–
cierra todas las bocas que te hablan al oído
las venas muerdan(te)
huye de las compuertas los poros el encaje
cuida retrato de ti

si continuas dejando que te bailen
esos textos textos sobre la cabeza
que no te acabas de cortar
de hacer una sangría para extraer lo otro
si dejas se te prendan
ataduras al cuello
hilos que te indican pasadizos afuera (out of out of)
carne haciafuera de ti
si dejas que se aten cada uno a tu mano al pie
la mejilla (ofrecida):
repicarás en cien pedazos disgregado
–carnero
partícipe–
ojos colgando carafuera

es lasfixia lo que debes construir
hacia ti has de inclinar tu frente tuya
desdoblarte hacia ese espejo que has dejado empañar
enlutado (harto de barro)
la boca abierta la mirada
como lapa al cristal
–observante del otro–

ta(r)jas ta(r)jas ta(r)jas
taxidermia de ti
sembrarse un sitio y zambúllete en tu boca :
gargantabajo para siempre.

no quiero ver(te) burbujas
barbotear borbotear desde tu labio
desesperado hálito
nostálgico del otro
palabras sueltas que pretendan (ll)amar
–aludan–
referente
reflejo

respiradentro
tala tala tala
ten el pulcro civismo de presentar al aire:
una cabeza (por fin) descoronada.




EMIGRO.

Hay algo ahí con la desposesión:
raíces sin tener dónde agarrar.
Mi padre vuelve a La Vana.
La sometía a los 19 sobre un jeep
(la lid de los rebeldes frente a los inadaptados
los soldados contra el francotirador).
Mi madre viene después
como saliendo de un túnel de ventanas:
a su espalda veo Holguín luminosa
a sus espaldas, más allá, Baguaní abandonado
alzado en casas de pilotes
madera americana bien cortada
para dejar correr el aire.

Mi padre y mi madre.
Vienen descoronados.
Por ver si pongo un huevo
apretujo mis raíces en un hueco de araña y
asegurándolas con caca y con saliva
les prometo crecer.
Padre maneja lentamente recordando los semáforos
de noche no porque no tiene luz el carro
de noche no porque no veo bien
(sólo me preocupa el destello de La Vana 60
la de noche en todavía mediodía
en su ojo azul
el todavía poderoso).
Madre pregunta si en el Habana Libre vive alguien
todo el tiempo
puntualiza
mientras mi padre.......sin paciencia....... asiente:.......que sí...... que una.........propiedad lineal.

En el Ministerio del Trabajo ofrecen plaza al emigrante
en las enormes oficinas del Ministerio de Vivienda
los empleados mueven rítmicamente la cabeza
diciendo NO
política de desarrollo de ciudad
política de desarrollo de un país.

Padres
hasta aquí hemos venido...... prométanme que sólo a pernoctar:
Irak aniquilada, las ondulandes avenidas de la noche de Egipto
Canadá escurriéndoseme como nieve entre las manos
Madrid, Checoslovaquia, Rusias de mi cabeza
no pueden haber sido sólo puertas ilusorias
que conducían hastaquí.

De parque en parque vagamos...al comprar algo
buscando dónde sentárnoslo a comer
como las personas...dice mi padre con seguridad.

Báguanos parpadea
parpadean Las Villas
el club de béisbol las fiestas de disfraces
donde ganaban invariablemente mis abuelos
la mata de cerezas y el aljibe del patio
el columpio debajo de la guayaba y de las uvas
mi cara com(o) un lirio asomada a un ventanal
parpadea El Infierno
mi padre nació desnudo y en el infierno...... por variar

las chimeneas
del central
relumbran
(las dos.......no este muñón)
juntando....... el bagacillo
para la ropa blanca del sábado

relumbra al sol la casa de mi abuelo Luis
levantada frente a un árbol del que nadie puede recordar el nombre
y al cruzar:
la vacada calmosa
parpadea Sancti Spíritus;
tras la casa de mi abuela Victoria
–mi padre dobla con un giro suave–
anidan el cine y el parque municipal de Baguaní
con el invariable monumento a la madre...... cívico/pulcro homenaje de la masonería
veo las casas de pilotes alzándose de nuevo
derruidas
para dejar correr mejor el aire
por la avenida viene llegando viene subiendo el carnaval
yo vuelvo
a huir del bambolear del muñecón
y dejo de mirar a los ojos de mi madre
cuando comienza a desfilar Holguín
(la escalinata y el valle respirando tranquilo, ajedrezado
fiestas de mayo y de noviembre y de enero
el barro frío del piso del Parque San José
y la distinta sombra de las plazas a las distintas horas).

Padres
los he traído a la Vana
traigo también la cabeza descubierta
la postal de esta ciudad
pegada con caca y con saliva
no se va a sostener dentro de mí
allá está el oro de mis pies
recuerdos nítidos que puedo sin equivocarme repasar
como al collar de caracoles de un día en el lago de Fayoum
(IrakEgiptoBaguaníSanctispíritusCanadáMadridChecoslovaquiaHolguín...Rusias de mi cabeza).
Parpadeo
cierro los ojos……enrollada…...en mis raíces como…...en un velo denso
para dormir y regresar.







del libro Primaveras cortadas, 2012


(1936-1972)
GRAND PRISMATIC SPRING

sobre la enorme primavera del lago en el parque de la piedra amarilla
esteras de bacterias...... entretejen la gran balsa azul de Flora
–estéril por la fiebre de un fondo de alta profundidad
pero tan maravillosamente multicolor a los lados
que las parejas desandan por los senderos
de madera apuñalados en el aire
sobre cuatro patíbulos.

Salta
del géiser
(un box spring)
el bosque virgen que no quisiste abrir
aunque espumaba a rabiar –como un alkazelzer en un vaso–
y ella quería contarte lo que acontece antes y después de la muerte (de la noche).

La sirena del fango cuya belleza sobrenada en un manto de invertebrados acuáticos
(gusanos…...caracoles…...cangrejos libélulas……pulsos de mujer)
no reina abajo;...... deja tu inmensa balsa quieta.

La primavera
es todavía balbuceante
pero el verano aquí......rompe en humores ácidos (rojo lima)
y el invierno la arropará en un verde fronda...... verde capullo destripado:
su huevo en ninfa larva pupa......y sola tú podrás al fondo refulgente de la charca
dentro del lago cruel: bocas pintadas de polichinelas......con hilos de oro como la cara...de la princesa Wan Dou sobre una de las jade(antes)....2.600 teselas.

Te dejaré que lleves...sanguinolento el sexo bajo un abrigo blanco.... de plumón
y la mano enjoyada con alguna otra mano de mujer cortada (quizás Norma J. Baker:
con los dientes blanqueados puntualmente en seconal)
que se te ajuste suave en la muñeca.

Rema y calla rema y calla chupa y rema
entre los ojos de buey del camaleón......veo un campo de algas trepadoras
de pulpos color vino y cabezas con pañuelos
que llenan de grafitis la lengua de tu voz
alzo esta cas/ja de música hasta la concha de tu oreja
escucha,......... son Les Quartiers de París:
una espiral de alcantarillas circulares
donde flotar en la stultifera navis.

La piedra de la locura, la piedra lunar, la piedra angular,
la piedra
filosofal
se puede extraer por la nariz y embalsamarte rápido
o puedes dejarte podrir emparedada en tu propio cuerpo
de junco de molino de trigo.....de mancuerna de espigas..... del arroz.

Del lodo
una capa infame
con incrustaciones de gusanos
medallones de almejas……crujiente frufrú de cuerpos de libélula:
serás de hierro entonces……un hierro al rojo vivo
que cunda entre los muslos cuando elijas
(ser Blanca Buda)

hasta que entre el invierno:
y seas de un verde ojos dormidos
un verde rabia de mujer y un verde
uñas de Sally Bowles
que en medio
de la nieve
calado
se atraviesa vertical: un árbol en vez de bulbo/a en flor.

Sobre el agua
del deshielo se podrán
rearmar para ti todas las muertes
caleidoscopio......con los iris......arrancados
en Yellowstone, THE GRAND PRISMATIC SPRING.

En corredores
púrpuras
y malvas:
soberbia
pudriendo lento
–como crece una alfombra
tejida a mano–
espinarás primero suave
y el oasis
irrumpirá violentamente por abril:
huertos de lilas
todas las lilas
vivas y muertas
a deshojar
en mayo.
Serás podada rigurosamente
prýgai, visná
(salta, salta, primavera)

acorralando

el jardín raja en ti.





LOS INV/FIERNOS POSIBLES

En un hibernardero
duermen
los posibles ventanas
y balcones
miran a un claustro verde...
dentro de un edificio
también verde
donde perdí una cinta
hace 25 años.

Salomé me han llamado, y Salma me han llamado, y Najla, Nadia me han llamado, me han llamado Roxana Wanda Zoe, Magidée Raymond Rimbo Sylvia Djuna Naghá, María Luisa Alejandra Teresa Willms del Montt, Julia o Julián, Rosalia (una rusalka balanceándose en columpios de lianas, peligrosa en las aguas, de las semanas de Pentecostés). Frondosos, sonrosados, nombres turgentes como espigas, con la pereza del cerezo, la explosión resinosa del azar. Ofelia, Rub¬én, Hamlet; Maryla, Marina y Anaïs: nombres esmaltados en las embocaduras, tocados con engastes de azurita y cinabrio, me llamé. Casi nunca desposada, tal vez, menos veces hombre que mujer, en los yermos del Valle de los Artesanos, cerca del Valle de las Reinas, y los Reyes: una delineante del Señor del Lugar de la Verdad, despierta entre edificios blanquecinos. En Medina del Campo y en Campo de Montiel, en Medina de Pomar, Medina-Sidonia, Medina de la flor del azahar.

Por alambiques-páramos, fue traído el aceite del orujo de Al Mansur a la almazara, limando en seco, desollando los encajes. No era aromático. Pero llegan a saber bastante bien, antes de mezclarse con el aceite virgen, los despojos de aceitunas malolientes, hábilmente triturados los residuos / de sus huesos y su piel.

Soy esta puerta. Septiembre por la tarde, hora de uvas y de olivos.







ISLARMADILLO

Bajo el ojo del huracán
en la fauce abierta del Caribe las islas se anillan como gusanos
con ojos alargados de carnero
a la deriva como carne de cañón

islas balando
desraizadas

islas violetas

isla como el morado de la zarzamora
isla como la malva
–artificial y hermafrodita
como la lila
–degollada
islas filosas de coralina
–que se cortan al combarse
blandas como el sargazo
–como el lagarto por debajo
islas de índigo
–líquidas como anémonas.

Hay una isla fugando
imitativa
isla girándula
el armadillo calvo, el armadillo gordo como un cerdo
que baja
por galerías en la tierra
su cueva en espiral como sus huesos
–un hueco redondo, un huevo–
es su blasón en la corteza.
El armadillo en la humedad
y el armadillo en la sombra de la tarde...... expandido.
La cópula un segundo
ensimismarse, sólo el esfuerzo de un suave tirón
de carne
trunca.

Bajo la luz ultravioleta / que ennegrece la plata
mirándose en las aguas de lavanda
quién pudiera pescar la joya blanca de la primavera.



del libro Anémona, inédito


FUR(N)IA

El ejercicio de la escritura apostado fuera de la escritura y escindiéndola con el rabo del ojo. Una cisura practicada en una escritura que se insiste furnia.

Huecos de araña, huecos de nariz, boca, cuencas de ojos, oídos, vulva, vagina, bahía de bolsa, ombligo, ano. E incluso el descubrimiento de intersticios bajo la lengua, entre los dientes y la encía, debajo de la rodilla, encima del codo, en la jabonera de las clavículas, en los 16 arcos entre dedo y dedo de los pies, en las axilas, en el vacío de las manos juntas y de las manos echadas hacia atrás, en las comisuras, en las arrugas de la frente, en los labios agrietados, en el hedor de las patas de gallina, en la hendidura de la entrepierna, bajo el peso de las trenzas y los senos, en la nuca rendida, en la blandura del tobillo, en los valles y altozanos del vientre, en la morada debajo de las uñas, en los pliegues ilegibles de las palmas de las manos, en las furnias rajadas del nudillo. Mujer agujereada, mujer (alfombra) arrollada, mujer (paracaídas) plegadura.

Mujer ubre y odre y útero. Mujer embocadura de río. Máter. Materia. Madreperla sobre madrépora. Madre-del-verbo. Ave María. Damajuana.

Un cuerpo que desea a otro que soba y orada. Lecho de arena y concha, para ser (des)hollado. Playa, puerto, embarcadero, varadero, abrevadero, aliviadero, bebedero de yeguas y de patos.

Huevo. Ovario. Canasto.

Mujer de mimbre, caña flexible, cáñamo, flauta dulce, espiga, lirio desmadejado. Mujer de estambre. Punta bordada de mujer....

El ejercicio de la escritura como un latigazo en la carne para abrir zanjas y liberar fluidos. Mujer orines, mujer sangre, mujer fécula, mujer leche. Avalancha riada. Arrollo murmullo. Espumarajo arcada. Balanceo de columpio mujer. Nanadora. Acunadora. Sanadora. Vaina.

El ejercicio no como la erección de un panóptico sino como una obturación, ensanchamiento de la dilatación del ser habitada, explorada, cavada, perforada, aserrada, rajada, acribillada, trepanada, traspasada, desabrochada, desvirgada, defenestrada, abierta. La mujer la porosa. La leporina, la li(e)bre, la leprada. Y el ejercicio como una amputación de lo que no tiene y sobra. Matadura del padre al excavar la raja. Matadura de la madre al ejercitar el equilibrio con las manos extendidas sobre el cordón umbilical, y saltar la cuerda, hacer pulsos, tobilleras y argollas de narigón, y jugar al ahorcado. Clava y clavadura. Encaje: con un ejercicio haciadentro y haciafuera de inserción y deserción. Furia y furnia.

Una escritura que se insiste ensenada tiene una rabia una península confesa, oracular. El armadillo que se encueva, que se acoquina, que se aova, que se empolla, puede empezar a vomitar garras lenguas tentáculos pezuñas. Extremidades. Palpos, pulpos. Vecindades. Mano en la oscuridad. Arañazos hilos. Lengua anhelante. Imán. Hambrunas. La escritura vaso constrictor, la escritura contenida, la escritura conteniendo ser la escritura abrazo. La voz de sirena corporizada perfume, pañuelito al viento, valla de publicidad. Mujer brazo gitano. Mujer brazo, duro, de la ley. Magnolia de acero. Magdalena desleída en el té, que atrae poderosamente… recuerdos. Lágrimas de cocodrilo. Estalactitas. Casimbas ojo del invierno. Mujer tijera, cuchillada, estaca, pica hielos, dientes de peineta, de sierra y de león. Mujer pasamontañas. Armadillo en chino: como el animal engalanado para cruzar la cordillera. Mujer muralla. Mujer fusta de cobra. Aviborada.

Mujer pócima. Una escritura que mata a la mujer alargando su veneno, si se deja crecer la lengua y se autosacia o penetra, como un ouroboros infernal. Hermafroditismo en el tacto. Una sensibilidad que se empoza y se amordaza con su propia tentación.
Saca tu lengua, mujer, de la carnada. Cierra la boca. Los negros no se ríen alto, las mujeres no se abren tanto para comer o bostezar. Tápate eso, cochina. Una escritura que se mira y cuyo clítoris crece de excitación verbal es de temer. La furia en furnia. Silenciada. No la furnia en furia. Llamamiento. Llamarada. Esa mujer anémona. Hágase una p/hiel líquida que apague a la ninfómana. Ábrase mujer linfa. Apurar el trago amargo, probar con la lengua una escritura sin muerte ni grito ni dolor. Sin hincar las rodillas… sobre granos de trigo. La letra con sangre entra. Déjate hacer. Dejarse hacer. Dejarse ser…





del libro El arte carnal, inédito

CASCANUECES O SALTO MORTAL DEL MANATÍ

Una hebra tirando de un carrete de hilo
un filo
acaso indefenso
solitario
que gira y tensa y va a enredarse en la maraña.

Así mi cuerpo-alud entrando en el amor
así jalándote
con la mano rapaz que descapulla
con la boca-cuchilla
que haría de Dios una descabezada mantis
un rescoldo
un muñón
un deslenguado eunuco.

En un salón de espejos y laberintos reflejados
el llanto locuaz del manatí
del cuerpo-madeja, el abatido tiovivo
penden hilos pegajosos de araña o de pelele
en la garganta y las narices –demoradas–
traigo un río de gusanos
un remolino de víboras
ensimismado el cuerpo se revuelca en sí
una boca espumosa persiguiendo una cola.

Cuando grazno erizada de preguntas
y brinco como el carnero
como veleta en pánico
no se descaman los hilos
no se parte la nuez
que queda dada a tu saliva
brillante
como una perla al centro de las valvas
como un ojo expectante
una nariz que aceza
el corazón de la col.

El pólipo
se te deshace solo entre los labios
cuando rozas
para explicarme tu estrategia:
cae el cuerpo y cae –sin fuerzas–
la cabeza.

Con las castañas de los dientes
con el pulso muerto
extirpas
el ramillete de sangre
¿qué mayor importancia lleva un coágulo?

Sé que arrasas trituras diluyes deslíes sorbes
los centros blandos de mí
los lechos de los ojos
las cuencas de las rótulas
toda raíz nudo que mane
encerrado en las valvas de la col.

Qué torres
levantarás donde se alzaba el dedo engarrotado
el eje de la espiral del caracol
cuando retires las pinzas:
tus manos-cascanueces
tu tembloroso cetro.
Qué reinos
levarás en la explanada
que queda quieta
balbuceante
esperando el embate.
Con qué ríos repoblarás los lechos
cuando sorbas lo seco
y yo dance todavía
enceguecida entre espejos
creyendo huir o que entras
en mi ingenio de hilos.

Qué desierta la noche del festín:
un armadillo
como una langosta abierta al medio
descansando en la mesa.




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