Américo Alfredo Torchelli
Es arquitecto, escritor y periodista.
Nació el 19 de enero de 1935. ARGENTINA
Ejerció su profesión de Arquitecto desde 1960 hasra el año 2000, en el pais, Venezuela y España.
Publicó en 1980 "En la selva por fin"; Primer Premio del Fondo Nacional de las Artes en la categoría cuentos, en 1982 su novela "Bosta de paloma", en 1987 su libro de poemas "De tarde" y en 1991 "Volverá, maquillada", poemas. En 1998 se publicó el libro "Trilogía Teatro Tango" con tres obras escritas en colaboración con Carlos Pais: El Hombrecito, Muñeca Brava y Pobre Tipo. También con Carlos País y Julio López, escribió el unipersonal "Dos extraños", estrenada en el "Teatro Corrientes", en 2001, "Che Madam", estrenada en 2001, en el Teatro Nacional Cervantes, "Llovizna gris", en el 2004, en el Teatro del Pueblo, en enero del 2002, se estrenó "El Hombrecito", en Segovia, España, con elenco español y en agosto del 2002 "Che Madam", en el Teatro Circular de Montevideo con elenco uruguayo. En 2005 estrenó "Tarde aprendí amar a los pájaros".
VEREDA Y UN VIOLÍN
¡Eh! ¡Vení, vení!
Desnudada con algas y frutillas
de la frente a la dulce
placidez de tus piernas
desde el volar y el gesto
al maquillaje descarado
del gemir.
duro y piano
Mi piano de teclado
exacto. Mi escalera
mi zapato derecho
el paso, lento el paso
gesto de retumbar. Mi gesto.
Una copa labrada de vino
risa y dolor, rotos en el espejo
la baraja despacio
jugando las deshoras, mi medida,
mi baraja. Mi dos.
Un amigo, mi mujer y mi abrazo
plin plon, mi piano de teclado
el punto del asado
la risa de los niños. Tu olor.
Mi medida allí no más
atrás del escalón
¡La gran puta! mi adiós
plin plon, mi piano, mi escalera
y allí no más el tiro
que lo agarre cualquiera, que lo mida
mi abrazo despedido. Mi tos.
Para arriba, mi zapato derecho
mi dos. Una copa labrada de vino
mi medida, tu mano, tu mentón
plin plon, mi escalera, mi paso
para arriba, plin plon
mi piano, mi medida.
Mi abrazo... esas cosas...
Esas cosas... plin plon.
Madreselvas
La palabra primero
No hay verdad
Sin palabra
Un sabor
Un aroma
Una palabra
Son la verdad
Tu sabor
Tu aroma
Tu palabra
Tu palabra verdad
Y tus pelos oscuros
Anunciando tu espalda
Donde blancas y bellas
Frágiles madreselvas
Comienzo
Abre la mañana
sobre flores húmedas
la risa de una niña
Quien mientras salta
Mostrando su blanca rodilla
Mira blancamente
Al niño que la absorbe
Embelesado
Tanto, tanto,
Que el embeleco se encariña
Y
Tantos años.
Y
Te estoy mirando.
Amores descarados de una tal Magdalena
el brillo y la firmeza
de las miradas
arrogantes y tensas
de jóvenes sacerdotisas
de amores descarados
audaces
mentirosos
impúdicos
sórdidos
las mujer en el centro
del amor tan carnal
del movimientos sordos
subversivo y sangral
mujeres elegidas
en destinos grisáseos
opacos, sucios yermos
desde donde se miran
epopeyas de un día
con cantos de alabanza
profanos y olorosos
sonido de distancia
herida por la luz
gritando en el final
¡oh mi amor! como ruegos
una vez
y otra vez
y otra vez ya sin luz
mojados y vencidos
por la silente cruz.
Colores
Bailarines
fantasmas de colores
amarillos, rojos, celestes
de colores de puentes
de fuertes
de pieles ardiendo
sobre puentes
para llegar
hasta el asombro,
con ojos de colores
y esas voces.
Esas voces
Fantasmas de colores
de cielos
rojos, azules, amarillos.
Colores de fantasmas
bailarines lejanos.
Niña
A Cecilia la mujer de Alejandro, mi hijo de la sangre,
la madre de Luca que nació el 6 de septiembre de 1992 y
según las creencias de entonces, nació para todos,
pero Luca y yo sabemos que nació para mí y seguirá naciendo todos los días, aún cuando yo no sea nada más que una palabra.
Abre pequeña,
tus mañanas brillantes, tus canciones.
Tus bocas de cien labios, tus simplezas.
Abre tus alas
tu misterioso espacio, tu sonido,
ábrelos porque empiezas.
Abre ya tus jugos, tu vergüenza
tu querido rincón, tu son
plon, plon.
Tu risa sin confín
tu pecho izquierdo saltarín
y el derecho, el delfín
plin, plin.
Abre niña tus piernas
y a volar con tus brazos de flores
abriendo tus ventanas
inundadas de voces
cantando por cantar.
¡Está abriendo ya están!
las ganas de parir
de una vez, más vivir
¡No es poco niña ni es el fin!
Seguirás pariendo y sin dolor
pequeñas luces y soles a montón,
colores ¡Un ciclón!
plon, plon.
Seguirás mi niña, no es el fin
sigue, sigue mi niña
... plin... plin
Cada tanto recuerda
en tus gasas de sueños,
pequeña, por favor
que sonríe en silencio tirado en un sillón
aquel oso ya viejo, de peluche marrón.
... plon... plon
Abuelo Alfredo
EL MÁRMOL
III
¿por qué te fuiste?
dejaste un vacío.
Raspones tristes.
IV
la vida sigue
hoy vi volar torcazas.
Ayer vi flores.
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