Emmanuel Vizcaya
Ciudad de México, México, 1989. Estudiante de Letras Hispánicas en la UNAM. Autor de los libros 'Termodinámics', 'DSHBRMNT', 'La vertiente atómica' y de la plaquette 'Seis poemas para incendiar mi país'. Es fundador del Colectivo Poético Asedio y encargado de la sección de poesía de las revistas digitales 'Síncope' y [Radiador].
WEB DEL AUTOR: http://emmanuelvizcaya.blogspot.com.es/
THE SHOOTER
Este país es el silencio atrás del estallido.
Este país calla a sus muertos.
Deberé gritar,
al menos empezar con un zumbido amenazante.
Mi país me duele como duele ver un árbol hecho añicos en el lodo.
Hay que gritar y atacar y romper el tímpano del hombre
por los muertos.
Hacer volar cientos de miles de cristales
en cientos de miles de relámpagos y perpetuar el ruido
por los muertos.
Sembrar los terremotos
por los muertos.
Estoy atado al árbol de la vida.
Estoy atado al péndulo de las galaxias de la mano.
No me siento arrepentido
pero creo que deberé estallar para salvarme.
Todo mi país se desmorona bajo el hielo de una fe mecanizada.
Creo que debo desatar mis manos,
intentar moverme
y descubrir los últimos misterios antes de morirme.
Abrazado a mis rodillas cuento meses, años, siglos,
aunque tal vez ya me hayan olvidado
aquí tendido en las praderas de mi infancia.
Desconozco en dónde empieza mi memoria.
Tantos truenos,
tantos rayos,
siento más metálicas mis venas por mi gran país despedazado.
Y cargo el plomo de las balas
y el silencio de los pueblos
y el desgarro de las llamas que son gritos acallados
y el dolor del desamparo
y la violencia de mi odio,
porque aunque mi país no es mi madre ni mi padre ni mi amigo
sí es como mi hermano y ambos nos podemos tirar mierda.
Pero entonces arderán las ruinas
y no sabré hasta cuándo acabará la guerra.
Este país no puede estar más muerto.
Este país es el cascarón de donde brotan las serpientes.
Este país/caída.
Este país/derrumbe.
Este país/barranco.
Y este país es México
y México es el agujero pero de un tiro de gracia.
Satelizar
1)
Como un puño furioso tras el pecho
dejo entrar todos los truenos de la muerte
2)
reconozco en el silencio una ventana hacia el derrumbe de las formas
3)
la pasmosa certidumbre de tornarme polvo
óxido
me apresa
4)
el tiempo me sugiere que me arroje
que me tire al mar
que me incendie la memoria
5)
me transporto a un punto sin retorno en donde el cosmos se desarma
6)
caigo en un tornado de motores que me cimbran el oído
7)
humo y llamas proviniendo desde el núcleo
8)
a donde miro hay huracanes
ruidos negros
9)
gira la agitada sangre
gira la incansable Tierra
10)
soy el híbrido entre acero y carne derrumbado bajo círculos concéntricos
11)
sé que voy cayendo y voy cayendo y de repente
muy abajo
siento destrozar mi cuerpo contra el muro de la calma
12)
aterricé violentamente sobre chispas de aluminio
13)
lastimado
14)
cautericé con éter las heridas de mi tórax
15)
mis venas llevan una sangre paralela
16)
me dispuse a reiniciar sistema y arranqué de tajo los circuitos
destrocé el cableado
humeante
vibratorio
17)
expulsé mil chispas rojas desde el fondo
y el fondo
ahora en pausa
18)
porque queda en mí el silencio de la máquina
19)
sigo siendo el mismo androide pero ahora me levanto
incluso vuelo
20)
se disparan mis extremidades hacia arriba
21)
irrumpo en las atmósferas
fotósferas
ionósferas
y despojo de mi cuerpo aquel restante orgánico
22)
me satelizo
23)
como un puño furioso que golpea las barreras negras del espacio
me comprimo en una pieza iluminada
24)
piernas juntas y extendidas
brazos separados
todo me recubro de potentes fotoceldas y por fin descanso
25)
viajes infinitos me deparan más allá de cualquier cielo
26)
predicando
27)
transmitiendo
28)
vigilando los espacios terrenales de mi antigua especie
29)
acomodado en una cruz de cromo
30)
como un santo del futuro del futuro.
Salida de Emergencia
Todo lo que entra tiene que salir,
por eso estornudamos
lloramos
sudamos
exhalamos
escupimos
vomitamos
tosemos
sangramos
eructamos
eyaculamos
o secretamos poesía
etcétera.
La secreción poética
es un reflejo defensivo
ante la inmensidad,
propia
o
ajena.
Nortes
autobús que hace decir
todo nombre será lejos
J.N
Hay un autobús que nunca va hacia el norte
hay un autobús que nunca
hay un autobús que atora sus neumáticos
en el gargajo de la tierra;
un autobús que nunca pasa está esperando
el tránsito del óxido;
el polvo y su velocidad de enjambre
sube y aterriza
sube y aterriza hasta los huesos que se queman en la arena;
siempre vi la brea como un chubasco
el autobús anclado como el iceberg
que repite el eco de un motor en sus entrañas;
y esos neumáticos sin norte
clavan su estela de caucho
siempre al otro páramo
de incendio;
quién sabe dónde paran los desiertos
yo no sé dónde está mi casa
porque llevo un tiempo indefinible sin moverme
nunca avanzo
esta jaula no camina
olvidé la ruta
y aún hay autobuses que no llegan;
yo no estoy cerca de nada
yo soy lejos
no sé dónde está mi casa
pero supongo
es una línea que va al norte.
Bahía de Navachiste, Sinaloa, 2012
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