JORGE GUITART
Nació en La Habana, Cuba (1937). Poeta, ensayista, traductor y profesor de Lingüística Hispana. Trabaja como catedrático en el Departamento de Lenguas Romances y Literaturas de la Universidad Estatal de Nueva York en Buffalo. Ha publicado los poemarios: Foreigner's Notebook (Buffalo, NY: Shuffaloff Press, 1993) y Film Blanc (Buffalo, NY: Meow Press, 1996). Sus poemas en español han sido publicados en las revistas: Punto Cardinal (1969, 1970), Envíos (1972), El Urogallo (1975), Caribe (1976, 2003), Kantil (1977), Contra Viento y Marea (1978), Verbena (1980), Liminar (1982), El Correo de las Palmas (1983), Término (1983, 1984), Chasqui (1983), Enlace, (1985) y Linden Lane Magazine (1983, 1984, 1986, 1991, 1995). Sus poemas en inglés han sido publicados en las revistas: The Potomac (1966, 1967), The Georgetown Quarterly (1970), Three Sisters (1972, 1973), Lyrik und Prosa (1976), Polis (1979), The Buffalo News (1979, 1981, 1982, 1983, 1984, 1985, 1986, 1987, 1988, 1989, 1990, 1991, 1992, 1993, 1994, 1995, 1997, 1999, 2000, 2001, 2002, 2003, Klingsor (1981), Escarpments (1981), Swift Kick (1982, 1987), Linden Lane Magazine (1982, 1984, 1986, 1990, 1991, 1993, 1995, 1997), Black Mountain II Review (1986), Buffalo Arts Review (1985), Arts in Buffalo (1988), The Dirty Goat (1989), Uhura (1991), The Snail's Pace Review (1991, 1992), Exquisite Corpse (1992, 1993, 1995, online 2000), The Reporter (1992), Situation (1992, 1993), Latino Stuff Review (1993), Rift (1993, 1994, 1995),First Intensity (1993, 1997), Brujula/Compass (1994); Open 24 Hours (1995); L6X (1995), Kiosk (1995, 1996, 1998, 1999, 2000), 100 Words (1997), Tinfish (1997), Chain (1997), The Carolina Quarterly (1998), Stories (2001) y Buffalo Report (2003). Sus ensayos han sido incluidos en las más prestigiosas publicaciones académicas de los Estados Unidos, al igual que sus traducciones literarias. Es un activo conferencista en el circuito académico, con un interés marcado por los temas lingüísticos, el bilinguismo y la literatura cubano-americana.
SIN ESPERAR HASTA MAS VER
Reza por las formas para que la irrealidad
pueda adueñarse del compás que queda.
El casco de la música protegerá
contra la transmigración de las almas,
lo orgánico de los órganos internos
contra la espiritualidad.
No es una imposición y los alrededores
provocan alegría en vez de alegorías.
Grita el testigo que tiene miedo de hacerse piedra
pero la luz no es el gran testigo
y no es en el cielo donde negras presencias
viven en la nieve empercudida.
¿Sabemos estar juntos y saber quiénes somos?
No, pero sí qué es ‘somos’y qué es ‘quiénes
(porque lo estudiamos)
y esto y lo otro y lo de más allá (no del más allá,
gracias).
Y aunque una boca bien formada informa,
claro que no de lo indecible
al que podría estar cantando
le han dibujado un rictus
Mas no han vedado el túnel
de la tranquilidad.
Y mi preciado bosque es mi gran ego.
HIMNO A LA LEGIBILIDAD
(fragmento)
El asesinato de la aseveración
el asaeteo de los asalariados
la asequibilidad del asedio
el ascenso del aseñorado
el arrullo del arrumaco
el asco al arzobispo
el aseguramiento de las asentaderas
el arrebol del arrinconamiento
el arrianismo del arrendatario
el arribismo del ascensorista
el arropamiento de los argentados
el arpa del arponado
el arañazo de la archivista
la arquitectura de los arrebatos
el arcángel de los arcabuces
el arrecucho del amedrentado
la bestialidad del becario
el besucón del bautisterio
las bellotas de la benignidad
la bayoneta del bebeco
el baúl del bautisterio
la beata de los bayuseros
el basamento de la bascosidad
el bígamo del bisoñé
la basílica de los bizcos
el blefarismo de los barrenderos
el bazar de benceno
los bobalicones de la bienal
CORAZÓN CONSTANTE Y SONANTE
cuando los virus no dejan ver
el retrato de la vanidad
no es el momento de espiar al mar
que se enmascara en su falta
de guturalidad
hay golpes como del odio de un mecánico
que rindiera culto a las plantas del patio
estar en una simple alegoría
con las pelvis de quienes no te hablan
pero en la falta de sideralidad
vuelve a raudales la delicia
por un error de mi madre la química
no se le ve cura a lo definido
en un diluvio de secreciones
una célula gris es vaca
de otras fúnebres
y las trasmisiones actuariales
no tocan el tegumento de las adolescentes
chocan los juegos de cubiertos
si antes se querían era porque desguazaban
la geometría de los celos
todo lo vestigial
volverá con las aves
aunque es lo vestigial
lo que previene
apariciones celestiales.
QUIÉN HUBIERA DICHO QUE YO
Quién hubiera dicho que yo
era el más o el menos verraco
si no quedaba nadie para decirlo.
En un país desconocido (por ignorancia nuestra)
llega riendo el hormigón armado.
¿Por qué si hay muchos que se van llorando,
tú te vas corriendo?
¿Porque te vas descuarejingando?
Es que por el jardín
avanza lenta la enfisemática
Con un catéter largo va a los canteros
y regresa sin Ruth mohabita.
No me hable así que no entiendo.
Relléneme que soy muñeca, me dice, fórreme de plata o mejor de platino,
y eso que usted es medio platirrino y tiene miedo de despejar equis.
MÁS QUE DURÓ LO QUE VIO
En el altar de colores
con lo que duró la degradación
se habrá desguazado la membrana.
El fin de un nombre
es el estado de los muertos.
Lo ajado anterior, penetrado al fondo.
Ay, cuántos ácidos entran en la intensidad
de lo denominado sucesivo.
Y si una sola nube hirvió las palomas,
no hubo una corneta que no se doblegaba.
Esta emanación de rajaduras
que el récord de drenajes calla…
Se vuelve a la pechuga del remordimiento.
Esta misma noche temblará el herido de papel.
Y la llamarada que brotó del henchido,
¿se vio o no se vio en lo que pudiera ser como es?
¿Sientes la nitidez de la molestia?
Que conste que fui un yo.
COMO QUIEN QUIERE LA COSA
Fúnebre el ciego no es factor
aunque la tinta de su ser no se ha evaporado.
por lo menos para mi conveniencia
y porque no vive con mis oídos.
Y en ti los lamentos no separan
al padrastro de su alacrán,
a la madrastra de su señora del amparo
que no es la mía ni la de mi garganta.
Dijo criterio en vez de cauterio
quien ahora se hace el alado
y no examina las convulsiones
de quienes quedaron fuera del potaje.
Vales lo que la fuerza de tu ropero.
Vendiendo se entienden las caras.
Al señor nadiral le ha pasado algo
porque la gracia no la secreta el seso.
En la historia una de senos caídos conjeturaba
que el rey era reina abriéndole la puerta al pájaro
que era un halcón para que de mala voluntad
ahuyentara a los compadrones.
De un capítulo en la historia de la ingenuidad
En la isla de C (entre A y B) hubieron de consagrarme a cierta víscera
de cierto ser imaginario. Fue por encargo de alguien que se vestía
como si fuera de un tercer sexo que existiera en su afiebrada mente
Por mi parte un día vi una familia verde pero era en un libro y lo cerré.
Abrío otro libro para sacar una estampita
que se había quedado huérfana. Sus padres de papel tenían el alma de cartulina.
Me acuerdo que en el cielo iban siringas dentro de pájaros
y emitían dialectos musicales dictados por la casualidad.
Quiero explicar que todos y todas hemos sido sucursales, sucursales de imanes
pero no me salen las palabras precisas puesto que mi boca dista leguas
del castillo de jabón de castilla. Pero me desquito diciendo que a alguien que haya
tomado chocolate y no haya pagado lo que debe, debe avisársele que la señora sabrosona
ya no se encuentra en la verbena de los vivos y que hay ahora un objeto singular
en la pluralidad de la experiencia. Soy yo, que me zarandean, imitando lo que hecho
con partes de mi cuerpo que son partes de mi existencia y no tanto de mi esencia.
Y ahora debo asegurarme de anotar todas las películas
que en la guía moral del cine tenían el número correspondiente
a vestidos y actitudes procaces, para mandarlas a buscar.
Himno azul
Ya salen de sus espumas los resquemores.
La antigüedad de la modernidad es deprimente.
Un aparato deshonrado da premios de honor.
Con el espíritu no se juega
porque se entroniza en los supervisores.
Ve más allá de tu sol vestido de nazi,
que además era, o es, nazi imperdonable.
Hay cosas inertes que son personas con derechos
y personas que son como cosas y están sin derechos.
Me has demostrado que me quieres como esclavo
de los cosacos que llevas dentro.
No entiendo que aquí no dejen sabotear a los santos.
Te dije que cayeras en la cuenta
y has caído despacio en un cuenco, en un valle florido
donde no has podido agarrar lo que te haya dado la real gana.
Soneto
Gobiernan dictados del ayer para el mañana con su inflexible masculinidad:
oleadas de axiomas y oleadas de carcoma,
de comezones,
de gigantescas desazones.
Los grandes disgustos los tienen grandes damas,
grandes gansas humanas sin ganas
de oír o de palpar como no sean tumores.
Los uniformes de lana pican y se oponen
a la franela junto a los pechos que deberían abrirse
a los talentos de por lo menos varios chulos.
Ya no reviven chulos en los templetes al lado del guayabo.
Se ve la boca cerrada del médico en su estuche
del médico ya cadáver y del paciente que es agente
de la inseguridad.
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