miércoles, 8 de diciembre de 2010

2381.- JOSÉ CARLOS ARY DOS SANTOS




José Carlos Ary dos Santos 



(Lisboa, Portugal 1937-1984), poeta, declamador, cantante y comunista, fue una de las figuras emblemáticas de la Revolución de los Claveles portuguesa. Liturgia de Sangue (1963), fue su primer libro de poemas, al que siguieron Azul Existe, Tempo de Lenda das Amendoeiras y Adereços, Endereços (1965). Toda su poesía fue recogida en Obra poética de 1994. Entre sus discos mas famosos figuran Ary por si próprio (1970), Poesía Política (1974), Bandeira Comunista (1977) y Ary por Ary (1979).




Traducciones de Alex Fleites.








La liturgia de la sangre



Caminaremos con los ojos deslumbrados
y los brazos extendidos,
y en los labios inciertos llevaremos
el gusto a sol y a sangre de los sentidos.

Donde estuviéramos, ha de estar el viento
cortado de perfumes y gemidos.
Donde viviéramos, ha de ser el templo
de nuestros jóvenes dientes devorando
los frutos prohibidos.

En el ritual del verano descubriremos
los secretos de los dioses interdichos
y marcados en la testa exaltaremos
estatuas de héroes castrados y malditos.

.............................................................

¡Oh dios de la sangre! dios de la misericordia.
¡Oh dios de las vírgenes locas,
de los amantes con celo,
pon sobre el vientre tus manos de rosas,
unge nuestros cabellos con tu desvarío!

Desciende sobre nuestro cuerpo como un airado falo,
fustiga nuestros miembros como un látigo loco,
en una lluvia de fuego tórnanos sagrados,
inmola nuestros sexos a un arcángel rubio.

Persíguenos, atúrdenos, degüéllanos, castíganos.
Arráncanos los ojos, violéntanos las bocas,
tapiza de flores la calle que seguimos
y carga de aromas la brisa que nos toca.

Desnudos y ensangrentados danzaremos a la gloria
de nuestros esponsales eternos con el estío
y coronados de escarnios traeremos la victoria
de reírnos del mundo en un lecho vacío.









Retrato de Rimbaud

Pues conmigo en la cama es que yo te quería
morderte los sueños visibles y perversos
y ahorcado en los cuernos de la poesía
restregarme en las imágenes y en los versos.

Pues conmigo en la cama es que yo te quería
arco iris de letras flor de gritos
danzando hasta el espasmo de la alegría
el apasionado baile de los malditos.

Pues conmigo en la cama es que yo te quería
iluminado por el deseo abierto
de la bala que se ve no se vigila
que está cerca y parece tan lejos.








En la mesa del santo oficio

Tú les dirás, mi amor, que no existimos.
Que nacemos de la noche, de los árboles, de las nubes.
Que llegamos, amamos, pecamos y partimos
como el agua de la lluvia.

Tu les dirás, mi amor, que ambos nos reímos
de lo que dicen y piensan
y que nuestra aventura
está en el viento que pasa y que ya oímos,
está en nuestro silencio que perdura.

Tú les dirás, mi amor, que no hablaremos
y que enterramos vivo el fuego que nos quema.
Tú les dirás, mi amor, si fuera preciso,
que nos desperezaremos en la hoguera.









Poesía-orgasmo

De sílabas de letras de fonemas
se hace la escritura. No un verso.
Tiene que correr en el cuerpo de los poemas
la sangre de las arterias del universo.

Cada palabra ha de ser un grito.
Un murmullo un gemido una erección
que transporte de lo humano a lo infinito
al dolor al fuego a la flor a la vibración.

¿La poesía es de miel o de cicuta?
¿Cuando un poeta se interroga y escucha
oye ternura lucha espanto o espasmo?

Oye como quisiera que fuera la flor
hacer poemas es escribir amor
y poesía ha de ser orgasmo.









In Memoriam

Que la tierra le sea pesada.
Que se le pudra el cuerpo y los ojos queden vivos,
se le caigan los dientes y el hambre quede intacta
y el alma, si la tuviera, que la fustigue el viento
y arrase con ella la memoria grabada
en el recuerdo demente de los que lo lloran.

Que la mujer que fue de él oiga el viento en la noche,
lleno de huesos y de aullidos
y de garfios afilados
y que comparta su miedo con el primer intruso
y que el viento se insinúe entre las puertas cerradas
y registre en el cuarto
y suba por la cama
y le entre por la mirada como estiletes de acero,
le penetre en los oídos con agujas de ruido,
le enrede los cabellos con un nudo de sollozos,
le desfigure el rostro como un ácido en llama.

¡Que la mujer que fue de él oiga el viento en la noche,
que la mujer que fue de él oiga el viento en la cama!

Que al nombre que fue suyo lo persigan los ecos,
lo griten en el desierto las gargantas sedientas,
lo murmuren en lo oscuro los mendigos con frío,

lo clamen en las ciudades los niños con hambre,
lo solloce el amante que ha quedado impotente,
lo maldigan en el exilio las almas sin descanso.

Que su nombre sea una bandera negra,
un párpado enfermo,
un vómito de sangre.

Que el gesto que era suyo lo imiten las madres
que se retuercen de dolor
cuando abortan en las tinieblas,
lo diseñe la lumbre de los brazos amputados,
lo perpetúe las burlas de los jóvenes mutilados,
la danza del condenado que muere en la hoguera.

Que el gesto que fue suyo sea el puñal del loco,
el arma del ladrón,
el estigma del vencido.

Que la sangre que era suya la husmeen los perros
en las venas de sus hijos.
Que la sangre que fue suya se les vea en las manos,
Y les apriete el pulso como grilletes de lodo,
Les cargue la mirada con un soplo de infamia,
Les marque la cabeza con un escupitajo de fuego,
Les atormente los pasos como un peso de deshonra

Que la sangre que era suya sea el rictus de la tara,
La máscara de sal,
La venganza del pobre.
Y que el Exterminador, en su trono de azufre,
Lo haga agitar los cascabeles de la tortura
Hasta que el mundo lo olvide
Y nadie más lo llore.





Ary Dos Santos
por A.F.
Hoy nada parece decirnos el nombre de José Carlos Ary dos Santos (Lisboa, 1937-1984). Apenas unas pocas noticias en la red. Todas, registros de fechas y lugares más o menos significativos y enumeración de títulos de sus libros y canciones en anaqueles –donde se exhiben con fervor, con impudicia – los que compran la poesía por metros. Casi ningún rastro del hombre. Ni una sola valoración crítica.
Incluso la muy completa edición de su Obra poética, aparecida en Lisboa en 1994, apenas da señales del paso de Ary dos Santos por la sensibilidad y la cultura de toda una época. ¿Será que, acaso, los antólogos piensan que la poesía ha de defenderse sola, y que todo intento de enmarcar al autor en un contexto específico es, a la larga, reduccionista? Quiero así creerlo.
Los más enterados saben que Ary dos Santos está indisolublemente unido a la Revolución de Abril, también llamada Revolución de los Claveles, que es un nombre más simbólico aún. Este hecho, que en 1974 puso fin a más de cincuenta años de régimen represivo y colonialista en Portugal, encontró en él a un cantor decidido de amplio registro y hondo compromiso con las clases tradicionalmente desposeídas.
Antes, en 1966, se había afiliado al Partido Comunista Portugués, organización junto a la cual participa en las legendarias jornadas de poesía conocidas como «Canto libre perseguido». Su vinculación a la música –escribió más de 600 letras para canciones-, lo hizo inmensamente popular. No obstante, la obra de Ary dos Santos, se han apurado a señalar sus mejores críticos, ni se inicia ni se agota con la Revolución de Abril, aunque está traspasada por el magno acontecimiento, al cual él dio una verdadera dimensión literaria.
Hay consenso, no obstante, en que 1963 es el año de su maduración como escritor: A Liturgia do Sangue, poemario de intensidades y calidades innegables, confirma que aquel muchacho que había sido incluido en la antología del Premio «Almeida Garrett», en 1954, ha dejado de ser una promesa para convertirse en una verdadera voz actuante.
Proveniente de una familia acomodada, Ary dos Santos se lanzó desde muy joven a recorrer mundo, y alternó la desenfrenada carrera literaria con los más disímiles oficios. Obra y vida en él se hicieron una. Estaba felizmente animado por la certeza de que todo, absolutamente todo, es materia prima para el canto, y que el de poeta es tanto un ejercicio de observación como de participación. 
Sobre este tema ha dicho Paulo Sucena: «José Carlos Ary dos Santos se transformó (...) en una especie de trovador de su país y de su pueblo, cantando en las ciudades y en el campo, a los obreros y a los campesinos, rasgándose el pecho, como escribió Natália Correia, para mostrar un corazón que sangra con los infortunios del mundo. Tal vez esa manera de ser y de estar del poeta justifique alguna rabia que todavía hoy cae sobre su nombre y el silencio que sobre él algunos pretenden hacer descender sobre él».
Es cierto, en un mundo dado a la desmemoria, hay quien pretende aún despojar su obra de cualquier valor artístico. Son los mismos que, incluso, le niegan un papel de avanzada en cierta zona de la poesía amatoria lusa. Según la autorizada opinión de Nuno Judice, lo más interesante del trabajo de Ary hay que buscarlo en cierta filiación con el surrealismo portugués, por aquello de las imágenes delirantes en abierta concordancia con la beligerancia política; y en el denso entramado metafórico mediante el cual el poeta expresaba, de forma embozada aunque bella, su filiación gay, algo muy reprimido en la época, incluso por la llamada vanguardia política a la que el bardo pretendía pertenecer. 
Ary publicó en vida las siguientes colecciones de versos: A Liturgia do Sangue (1963), Tempo da Lenda das Amendoeiras (1964), Adereços, Endereços (1965), Insofrimento in Sofrimento (1969), Fotos-Grafias (1970), Resumo (1972), As Portas que Abril Abriu (1975), O Sangue das Palavras (1978). En 1984, el mismo año de su muerte, aparecieron VIII Sonetos. A ellas remitimos al lector deseoso de conocer, de viva voz, un canto que a todos interpela, que inquiere por todo, que problematiza la existencia – ¿qué más puede hacer un poeta? – con lucidez y belleza demoledoras.
Existe en Lisboa una calle con su nombre. Quizás en el futuro se le dediquen estudios, monumentos, se instituya un premio literario que lo «honre». Pero no podemos conformarnos. Es nuestro deber restituirle a Ary su puesto, en tanto contemporáneo imprescindible, en la marcha –perdón, no encuentro otra palabra- de los que no nos resignamos a que el mundo sea por siempre este muladar donde habitamos. 
¿Qué no fue un autor uniforme? ¿Cómo podría serlo, si su verso andaba a ras de vida, lejos de las redomas y los alambiques de los experimentadores «puros» de la lengua? Como diría León Felipe, el viento –para nosotros vale decir: el tiempo- es quien sellará «el buen pan, el buen vino y el poema eterno».






Traducción: José P. Serrato
http://circulodepoesia.com/nueva/2014/01/dos-poetas-portugueses-antonio-gedeao-y-ary-dos-santos/

¡Poeta castrado no!

Seré todo lo que digan
por envidia o negación
testarudo, dromedario
hoguera de exhibición
teorema, corolario
poema de revisión
ocioso publicitario
malabarista cabrón.
Seré todo lo que digan
¡poeta castrado no!

Los que entienden como yo
las líneas con que me muestro
reconocen lo que es mío
en todo cuanto yo ofrezco:
ternura como ya dije
siempre que hago un poema,
saudade que si partiera
me alagaría de pena;
y también una alegría
una bravura serena
en renegar la poesía
cuando ella nos envenena.

Los que entienden como yo
la fuerza que tiene un verso
reconocen lo que es suyo
cuando les muestro el reverso:

Del hambre ya no se habla
-es tan vulgar como un chancho-
mas, ¿qué decir de una bala
en los huesos de un muchacho?

Del frío calla la historia
-la muerte es blanda y letal-
¿qué decir de la memoria
de una bomba de napalm?

¿Y el resto que puede ser
un poema día a día?
-Un bisturí al crecer
en muslos de una judía;
¿un hijo que va a nacer
parido por la asfixía?
-!Ah, no me venga a decir
que fonética es poesía!

Seré todo lo que digan
por temor o negación.
Demagogo, mal profeta
falso médico, ladrón
prostituta, proxeneta
televisión, espoleta.
Seré todo lo que digan
¡poeta castrado no!




Poeta castrado não!

Serei tudo o que disserem
por inveja ou negação:
cabeçudo dromedário
fogueira de exibição
teorema corolário
poema de mão em mão
lãzudo publicitário
malabarista cabrão.
Serei tudo o que disserem:
Poeta castrado não!

Os que entendem como eu
as linhas com que me escrevo
reconhecem o que é meu
em tudo quanto lhes devo:
ternura como já disse
sempre que faço um poema;
saudade que se partisse
me alagaria de pena;
e também uma alegria
uma coragem serena
em renegar a poesia
quando ela nos envenena.

Os que entendem como eu
a força que tem um verso
reconhecem o que é seu
quando lhes mostro o reverso:

Da fome já não se fala
- é tão vulgar que nos cansa -
mas que dizer de uma bala
num esqueleto de criança?

Do frio não reza a história
- a morte é branda e letal -
mas que dizer da memória
de uma bomba de napalm?

E o resto que pode ser
o poema dia a dia?
- Um bisturi a crescer
nas coxas de uma judia;
um filho que vai nascer
parido por asfixia?!
- Ah não me venham dizer
que é fonética a poesia!

Serei tudo o que disserem
por temor ou negação:
Demagogo mau profeta
falso médico ladrão
prostituta proxeneta
espoleta televisão.
Serei tudo o que disserem:
Poeta castrado não!







Original es el poeta

Original es el poeta
que se origina a sí mismo
que en un verso es saeta
es pasmo o es cataclismo
que se ha arrojado al poema
como si fuera un abismo
y hace un hijo a las palabras
jugando al romanticismo.
Original es el poeta
capaz de escribir un sismo.

Original es el poeta
de origen claro y común
que siendo de todas partes
no es de lugar algún.
Lo que genera el propio arte
a fuerza de ser sólo uno
en que la suerte da parte
en devorar un ayuno.
Original es el poeta
que de todos se hace uno.

Original es el poeta
expulsado de la misa
por llegar a comprender
lo que es el llanto y la risa;
aquel que baja la calle
bebe copas, quiebra nueces
y agarra en quien tiene juicio
versos blancos y feroces.
Original es el poeta
que es gato de siete voces.

Original es el poeta
que alcanza el impudor
de escribir todos los días
como si hiciera el amor.
Que desnuda la poesía
como si fuera mujer,
en ella siembra alegría
de ser un hombre cualquier.






Original é o poeta

Original é o poeta
que se origina a si mesmo
que numa sílaba é seta
noutro pasmo ou cataclismo
o que se atira ao poema
como se fosse um abismo
e faz um filho ás palavras
na cama do romantismo.
Original é o poeta
capaz de escrever um sismo.

Original é o poeta
de origem clara e comum
que sendo de toda a parte
não é de lugar algum.
O que gera a própria arte
na força de ser só um
por todos a quem a sorte faz
devorar um jejum.
Original é o poeta
que de todos for só um.

Original é o poeta
expulso do paraíso
por saber compreender
o que é o choro e o riso;
aquele que desce á rua
bebe copos quebra nozes
e ferra em quem tem juízo
versos brancos e ferozes.
Original é o poeta
que é gato de sete vozes.

Original é o poeta
que chegar ao despudor
de escrever todos os dias
como se fizesse amor.
Esse que despe a poesia
como se fosse uma mulher
e nela emprenha a alegria
de ser um homem qualquer.





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