lunes, 6 de diciembre de 2010

2322.- ION VINEA


Ion Vinea (Rumania, 1895-1964)
Escritor atípico en la literatura rumana y también entre los poetas de su generación, Vinea, contemporáneo y buen amigo de Tristan Tzara, el conocido fundador del dadaísmo y él mismo de origen rumano, prefirió no publicar sus versos hasta el año de su muerte; así que su único poemario, Ora fântânilor (La hora de las fuentes) aparece en 1964. Su lírica es inconfundible. Trató de unir un vanguardismo moderado con el clasicismo: culto a una forma poética perfecta. Todo expresado en el espacio de la elegía filosófica. A veces, se ha comparado su expresión-visión poética con la plástica intelectual del cubismo practicado por Georges Braque, porque en su poesía las imágenes abstractas logran en su totalidad una expresión plástica.


Versión al español y presentación: Rodica Grigore




Descenso

Una tristeza demora dentro de mí
como el otoño que se atrasa en los campos,
ningún beso pasa sobre mi alma,
ningún copo de nieve ha descendido a la tierra.

La canción triste, la más triste,
llega con la campana del ocaso
lo entiendes en la voz estéril de los gorriones
y responde desde la humildad de los cencerros del ganado.

Es la vida entera que duele así,
diariamente sobre el campo de las estepas,
entre los árboles que no alcanzan el cielo,
entre las aguas que siguen su lecho,
entre los rebaños que semejan su suerte en los campos
entre las hojas que se agitan en el viento.






Madrigal

Mi corazón es antiguo: un minuete
cautivo en el mecanismo de un juguete.
Lo escuchas e intentas escribirlo en su propia suerte
aunque de otra manera: apagando su suspiro vetusto.

Fijado en un pensamiento único,
la frágil canción da vueltas entre sus arcos
y deja como seña, un vuelo detenido,
su propio orín en los dedos de arcilla.

Un polen de tormenta en los cinco pétalos blancos,
sea, mi Señora, dulce su nimbo —
y perdona también al reloj desobediente
cuando llora todavía en tus manos.







Obsesión

Leitmotiv de mi organillo — Diana...
Suspiro enmohecido de la cañería amarilla,
un sueño marchito por entre mis cañas, —
tú flotas en el fondo de mis ojos cerrados,
vuelves atada a la rueda del pensamiento,
tormento dentro de otro tormento, ritmo dueño de la sangre.

El llamado venido desde las tinieblas muerde en secreto su mordaza,
sobre mi frente el hacha interior se agota,
en el alba toca el atardecer de la hoguera apenas consumida,
toda la espera arroja nuevos sacrificios sobre las ascuas.

Voy a conquistar tu sueño, Diana, desde lejos,
como el guardabosques que inunda la selva con su cuerno,
como el reloj a la sombra multiplicándose en hojas de bronce,
como la serpiente que silba en la hierba, azucena venenosa.

Sonámbula, tú resbalas sosegada sobre los altos tejados,
pero heridos por ese grito, el paso y el pensamiento
sobresaltan y te apartan en el desierto de mi vida.




http://www.letralia.com/transletralia/rumanos/02.htm

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