Reynaldo Naranjo
Reynaldo Naranjo García (Lima, 6 de abril de 1936) es un poeta peruano. Tiene cuatro hijos, Roxana y Andrea Naranjo Gamarra, Stéphane Naranjo Sanchis y Gabriela Naranjo Barbarán. Junto a César Calvo, Javier Heraud, Arturo Corcuera, Mario Razzeto es una las figuras representativas de la denominada generación del sesenta. A ella se unieron Antonio Cisneros, Luis Hernández (poeta), Winston Orrillo. Naranjo fundó con Calvo y Alfredo Zitarroza, el poeta uruguayo, la Casa de la Poesía, en el romántico distrito de Barranco. Grabó con Calvo y el músico y guitarrista Carlos Hayre el ya histórico disco Poemas y Canciones. Su libro Júbilos obtuvo el Premio Nacional de Poesía 1965.
Ha sido jurado del Premio Casa de las Américas Cuba.
Es también fundador de diarios como La República, Hoy, la revista Múltiple Cultura peruana -junto a Germán Carnero Roqué- dirigiendo con éxito en la actualidad la revista especializada en periodismo y cultura general Talleres de Comunicación. El año 2004 edito 100 Años de Jorge Basadre .
El círculo invisible - 2007
En noviembre del año 2007 publica el libro El círculo invisible, importante publicación de la literatura peruana pues el libro reúne un conjunto de manuscritos de poetas peruanos, incluyéndolo, guardados por Magda Figuerola y dados a Reynaldo Naranjo antes de su muerte. Asimismo el libro incluye fotografías del importante fotógrafo Carlos "Chino" Dominguez.
En palabras del propio poeta, este libro es producto de "cuarenta años donde diez personajes, convocados por Magda Figuerola, compartieron excepcionalmente los mismos momentos, y sin darse cuenta, fueron diseñando su propio círculo con el testimonio de los manuscritos poeticos que fueron celosamente guardados por Magda."
Obras
Tiene publicados los siguientes libros:
Junto al amor
Violin desconocido
Las manos en el fuego
Los encuentros
Cuentopoesia
Historia de la noche
Júbilos
El círculo invisible
César Vallejo en el siglo XXI ( 2011 ),auspicio de la UCV.
Publicó un conjunto de relatos bajo el título El Garabato Exacto. Ha trabajado como periodista y editor en la revista Caretas, los diarios La República, Expreso, Correo y Hoy.
La Unesco le encargó la reconstrucción de los quince años de la vida de César Vallejo en Europa (publicado en la revista Culturas, vol. VII N02, París, 1980).
Mi corazón tiene montañas, mares, cielos y tantos habitantes… POEMAS DE REYNALDO NARANJO
De este horizonte ¿Qué me toca?
¿Cuál es el fuego
donde debo calentar mis manos
con todo derecho?
¿Cuál es el árbol que yo debo cuidar?
¿Qué montaña es la mía
la que yo debo subir
libremente
con todo derecho?
De Este a Oeste
se extienden alas, tierras.
Un viento de platina
se refugia en cada árbol.
Ruedan de Sur a Norte frutos.
Mil ríos tejen el verdor.
Sólo mi corazón es mío.
Mi corazón que tiene
montañas, mares, cielos
y tantos habitantes
como el país que moro.
(“País interior”)
Obreros y cemento
curiosos e ingenieros
ingresan a la gran mezcladora.
Mientras el ruido gira
va naciendo el gigante
hijo robusto
que ha de crecer
hasta el veintavo piso.
Danza de músculos
de cerebros y días.
Nos pararemos
en el piso más alto
tal los conquistadores
de las altas montañas.
Alzaremos los brazos
para tocar el cielo
y el flamante ascensor,
como nave dorada,
nos dejará en la tierra
con las manos vacías.
Vendrá la burocracia.
Gerentes, policías,
padrinos y ahijados.
Contratarán porteros
y nos serán cerradas
las puertas que pusimos.
(“A un edificio en construcción”)
En Júbilos, Lima, 1968
DE El círculo invisible
CARTA ÚNICA
Madre Adriana, buenos días.
Es Abril. En Grecia primavera
y en el Perú, tal vez.
Sólo miro el suelo de la carceleta
y en él mis viejas islas y mis mares,
pero alzo la mirada
y el encanto se rompe
contra el muro
idéntico a una ola.
Aquí no madre Adriana, no Euterpe, no Ismene.
Mustio mi corazón, la peña tiñe todo
y su color se extiende
como una mano
que va palideciendo
los lugares que toca.
A quien decir ya nada
si más que el mar
este idioma separa
A quién que enseñe a Andreas
a partir.
De este dolor a Grecia,
de esta ventana a Grecia,
¿Quién podría enseñarme a navegar?
JÚBILOS
Reynaldo Naranjo
Ediciones de Los Viernes Literarios
Noviembre 2015
CANTO A LOS FARDOS FUNERARIOS
Desenvolvamos
el cuerpo de los padres
Sentados en el fondo
de la tierra
esperaron
Para nosotros
fueron envueltas sus miradas
Para nosotros
fueron guardadas
vasijas y cosechas.
Para nosotros
fueron edificados
y derruidos
los hogares.
Para nosotros,
que somos el otro mundo de ellos.
Descubramos el rostro
en que hemos de reconocernos.
La poderosa mano
donde descansa
línea de la vida.
El pie detenido, la voz
que idéntica a la nuestra calla.
Toquemos la misma piel
que viste
a los humanos cuerpos.
Emocionémonos
con nuestro propio antiguo corazón.
Oh parientes de arcilla,
reunidos estamos
en la gran ceremonia.
El cántaro de la Luna
y el cántaro del Sol
mezclan el sagrado licor
en nuestras sangres.
JÚBILO PRIMERO
He heredado los frutos
de los primero árboles
La voz de los primeros pájaros.
La primera tristeza
Mis parientes no me han abandonado.
Mi cuerpo viene
de mano en mano
con el agua
de la primera sed.
YO entrego el cántaro de mi cuerpo
a la mano siguiente.
Bebed del hombre que camina
desde las cavernas
hasta las avenidas,
que pasa de los arboles al cosmos.
Siglos, siglos
en espiral, redondos.
La comarca se enciende todavía
al roce de su piedras:
Qué mi cuerpo se encienda
al roce de los cuerpos.
POEMA PRIMERO
Crece la hija
en cuyo pie prosiguen
los pasos más antiguos.
Los parientes descubren
urgente parecidos.
¡La misma boca!
¡Los mismos ojos!
¡El mismo corazón!
¡La misma sangre!
Y ella,
tan sólo a ella parecida, avanza.
.
Reynaldo Naranjo
Ediciones de Los Viernes Literarios
Noviembre 2015
CANTO A LOS FARDOS FUNERARIOS
Desenvolvamos
el cuerpo de los padres
Sentados en el fondo
de la tierra
esperaron
Para nosotros
fueron envueltas sus miradas
Para nosotros
fueron guardadas
vasijas y cosechas.
Para nosotros
fueron edificados
y derruidos
los hogares.
Para nosotros,
que somos el otro mundo de ellos.
Descubramos el rostro
en que hemos de reconocernos.
La poderosa mano
donde descansa
línea de la vida.
El pie detenido, la voz
que idéntica a la nuestra calla.
Toquemos la misma piel
que viste
a los humanos cuerpos.
Emocionémonos
con nuestro propio antiguo corazón.
Oh parientes de arcilla,
reunidos estamos
en la gran ceremonia.
El cántaro de la Luna
y el cántaro del Sol
mezclan el sagrado licor
en nuestras sangres.
JÚBILO PRIMERO
He heredado los frutos
de los primero árboles
La voz de los primeros pájaros.
La primera tristeza
Mis parientes no me han abandonado.
Mi cuerpo viene
de mano en mano
con el agua
de la primera sed.
YO entrego el cántaro de mi cuerpo
a la mano siguiente.
Bebed del hombre que camina
desde las cavernas
hasta las avenidas,
que pasa de los arboles al cosmos.
Siglos, siglos
en espiral, redondos.
La comarca se enciende todavía
al roce de su piedras:
Qué mi cuerpo se encienda
al roce de los cuerpos.
POEMA PRIMERO
Crece la hija
en cuyo pie prosiguen
los pasos más antiguos.
Los parientes descubren
urgente parecidos.
¡La misma boca!
¡Los mismos ojos!
¡El mismo corazón!
¡La misma sangre!
Y ella,
tan sólo a ella parecida, avanza.
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