viernes, 1 de agosto de 2014

RONALD CASTILLO FLORIÁN [12.605]


Ronald Castillo Florián

Escritor y poeta peruano (Cañete, Lima 1979).Cursó sus primeros estudios de literatura en la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica, que interrumpió para estudiar filosofía en el Instituto Superior de Estudios Teológicos Juan XXIII, en Perú, y teología en Studium Theologicum, en Brasil. Actualmente termina su carrera de lengua y literatura en la Universidad Marcelino Champagnat. Editó, junto con el poeta Leoncio Luque Ccota, la revista virtual e impresa Trombosis Literaria. Ha publicado el poemario Príncipe esquivo (Casa Barbieri Editores, 2007). Obtuvo el premio Saint Jordi “Día del Libro” en Barcelona (España). Tiene inéditos varios cuentos y un poemario.





NO - SER
Ronald Castillo Florian



Prologo

Es innegable que la poesía peruana es altamente reconocida en todos los rincones del orbe, no por nada muchos poetas coterráneos, donde quieran que van son reconocidos por sus producciones literarias con un alto contenido poético siendo fuentes de múltiples investigaciones y tesis.

El 2000 no solo significa un nuevo milenio, si no también trae consigo una basta gama de escritores y poetas que sin lugar a duda seguirán ratificando al Perú como cuna y fuente de poesía.

Ronald Castillo no es ajeno a ello y siempre nos sorprende con su pluma ágil, desenfrenada, existencialista que esboza la realidad como si el todo y la nada confluyeran en un solo ritmo. Podemos experimentar en los poemas de Ronald que lo abstracto se hace concreto en cada pincelada que él esboza, su prosa tampoco es ajena a todo esto siendo así un mensajero de ese grito existencial que cada persona tiene.

Este pequeño folleto no es nada más que una gota de ese néctar prodigioso que Ronald produce y que nos invita adentrarnos a su arte. La Editora



MUERTE / muerte

Esa última noche en mi habitación casi inmóvil por la pesada carga del sentimiento asesino, no sabía qué hacer, ya lo había hecho, no había marcha atrás. Me lavé las manos con detergente, jabón, lejía, hasta con perfume para quitarme ese olor de muerte, pero nada era bueno, pues la muerte cuando se te pega no se quita con nada.

Lo curioso era que no tenía remordimiento por lo hecho y estaba contento de haber matado ese cuerpo que me agobiaba todas las noches con su hambre demencial y que yo no podía saciar.

Antes de ir al baño lo miré ahí tendido, suplicando aun después de muerto piedad, pero ninguna compasión pasó por mi mente, ni un mínimo sentimiento de conmiseración, todo lo contrario, estaba orgulloso con mi proceder, feliz con lo efectuado, aunque el olorcillo de muerte no me gustaba, estaba en mi cuerpo, en todo el ambiente, pero lo odiaba tanto, que así el olor me siguiese toda la vida sé que no lo vería nunca más, valía la pena el castigo a soportar a un ser que nunca quise conocer y que anhelé tanto.

Me había quedado sentado en mi cama, mirando mi reflejo por la ventana, era de noche, muy de noche y llovía suavemente, la noche era romántica, triste, pero ingratamente fría. No sabía qué más hacer, a pesar de haberlo eliminado deseaba que otra vez esté ahí, fregándome la vida, pidiéndome alimento, pero ya no estaba, no existía. Lo había dejado en la otra habitación desangrándose y prometí que lo dejaría ahí hasta que se pudriese.

De pronto oí un ruido extraño, un ruido nunca antes escuchado, y provenía de aquella habitación donde había ocurrido el crimen, tuve miedo, pero luego me armé de valor y me dije que el miedo es solo una cuestión mental, estúpida y de tontos. Me puse de pie de un salto y fui furibundo a la habitación, antes de abrir la puerta respiré hondo, cuando la abrí, aquel ruido había desaparecido, la luz estaba encendida, no recordaba haberla dejado así, entonces busqué aquel cuerpo nefasto y no estaba, busqué bien por todos lados y no lo hallaba, ni siquiera las manchas de sangre. Me quedé aturdido, no sabía qué pensar, me senté en la cama de aquella habitación sin entender ni jota de lo que estaba pasando.

Ahí sentado en procura de alguna respuesta, me empezó a invadir el sueño tanto que sin pensarlo me acosté en la cama donde lo había asesinado. Me quedé dormido, y de pronto sentí un dolor inmenso en el pecho, un dolor agudo, excitante, misterioso, abrí los ojos y ahí estaba él, encima mío, clavándome el mismo cuchillo con el que lo había matado, me miró y me dijo: Vine por ti papito, vine por ti, mientras lo clavaba mirándome con sus ojos de fuego. Luego, sacó el cuchillo de mi cuerpo y se lo clavó a sí mismo diciendo nuevamente: esto no debió salir de aquí.



DEMIURGO EN AGONÍA

soy demiurgo en agonía 
pasado sin futuro
recua sin motivo
abeja sin colmena
animal perdido en el averno
no hay más piedad que mi llanto
efímero desvergonzado
no tengo culpa
no tengo nada
todo es invento desgraciado.



REMINISCENSIA

cuando evoco la muerte
y le grito que no la necesito 
una urgencia me visita
aumentando de a pocos
la tristeza de mi c-o-r-a-z-ó-n.



RESPIRAR

qué es ese ruido lejano 
qué es ese silencio estúpido que gobierna la noche
qué es esta manía de escribirlo todo sin siquiera pensarlo 
qué es esta caricia nunca experimentada en mi rostro y que deseo tanto
qué y toda la vida qué son estos papeles injertados con mi piel con mi sangre
sudados de lamentos en cada letra ... tinta ... deseo
qué es esto que me gobierna siempre y siempre me hace misántropo…
es la alegría acaso la felicidad que todo el mundo anuncia
es acaso la risa esa desgracia que bendice los rostros
y atenúan las marcas del que vive mucho tiempo 
o serán esas ganas de devorar libros 
aunque no los entienda 
devorarlos por el hecho de devorarlos 
aunque indigesten el cerebro
o serán tal vez esas petulancias que escucho en las esquinas
que se alucinan la panacea
que dan lástima 
y que en un miserable pedazo de tela
humedece las tardes
frescándonos con ese vientencillo fresco
muy fresco
siendo pura mierda
fresca y limpia
y que todos
infinitamente todos
desean…



REALIDAD

viva la carne pútrida y enajenada
que sus huesos nos hieran la espalda
viva la muerte que nos acompaña
montándonos con liviana carga
nadie se acerque a mi vida 
que todos se vayan de mi cama
solo 
sin nada
callado y pudriendo las mañanas 
duermo con ojos abiertos
soñando milagros
que nunca veremos
porque somos odiados




no hay país ni gloria
solo tus labios
desde el pasado
te he amado 
y otras dos mil
he muerto dentro de ti

-----------------

en el rincón de la vida 
aletargado y sin tiempo 
miro al cielo:
¡soy un pecador! 
-blasfemo contento-







A manera de prólogo al "Príncipe esquivo" 

Por Leoncio Luque Ccota


En lo alto del día eres aquel que vuelve 
a borrar de la arena la oquedad de su paso
el héroe miserable que escapó del combate
apoyado en su escudo mira arder la derrota.

José Emilio Pacheco




I

La poesía es una cuestión de amor y principio, pero también de asombro e inteligencia; ejercicio y práctica de la memoria; principio o génesis que da nacimiento a la luz que es vida, y ésta ilumina con sus imágenes, un cuadro verbal y trascendente, complejo y deslumbrante. El mundo es un universo de imágenes que nos sugiere temas a tratar que el poeta no escoge, sino, sólo escribe como un dictado. Pero además, la poesía es un espacio donde se "prueban las cosas del mundo."(1) y se vive experiencias sensibles y preocupaciones que sólo se despliega en el mundo interior del ser humano. 

En pleno siglo XXI seguimos hablando de la soledad como integración, de la muerte como un acto imaginario y de emergencia, y del amor, como existencia amenazada, que nos comunica e incomunica y borra distancia y edades; pero nunca se extingue, sino vuelve a ser un tema recurrente, la más grande en la poesía peruana y universal. Y si parafraseamos a San Agustín; amar será primero y después de amar todo. Pero hoy observamos que el mundo globalizado excluye, al amor como sentimiento de primera necesidad, para presentarnos imágenes borrosas y confusas, llena de muerte y violencia que carga nuestra memoria de insolidaridad, donde la solidaridad huye de emergencia y entonces, sólo nos toca hablar del amor solitario, para salvar al AMOR a través del AMOR que recrea y nos cubre de indiferencia y nos azota. De esto y otros motivos habla este libro, como un manifiesto existencial de drama y amor, que concluye como una visión exploratoria a través del monóculo que todo poeta utiliza para redimirse o mitigarse. 


II

El Príncipe esquivo de Ronald Castillo Florián, es un poemario digno de ser escenificada en una obra de teatro, ya que los personajes construyen un mundo de ilusiones, frustraciones y esperanzas, que se cruzan como fantasma en el sueño de los lectores y caminan por caminos separados, pero el amor a la distancia los UNEN mediante símbolos prefigurados que se abren paso a paso, bajo el cielo de sus sueños, y que proyecta, además una luz que limpia el camino de la medianoche y sus desgracias, por un espacio de espera y detención del mundo. 

Es un poemario que se teje en el tiempo y nos enseña a esperar, pero a detener el tiempo a través de los ojos del amor que bajo la dicotomía de algunas palabras, se pierde a veces sin palabras sin sentido, pero al final, se celebra un encuentro de DOS en UNO para desaparecer "...en la frontera que aquí no dan libertad". La poesía de Ronald Castillo, es un libro que intenta romper el drama existencial de dos seres separados por el destino y que a través de ese destino estigma, se esperan los amantes como letanía en el tiempo, llena de esperanzas y desesperanzas que nos hace soñar que detrás de estas imágenes hay una historia viva que nos interpela y nos dice que al final de un túnel oscuro, que parece nunca acabar, existe una antorcha del amor que siempre nos guía al encuentro. 


III

Ronald Castillo Florián (Cañete,1979) poeta insular y místico, se presenta en la poesía peruana última, premunido de ese dominio de la memoria, imaginación e inteligencia, donde se vuelve un arquitecto de imagen totalizador, ya que construye un libro ensoñador, diseñado en cuatro visionales partes, para ser escenificado en nuestra imaginación, producto de los retratos o sueños irreales que va tomando cuerpo, a partir de la doncella abandonada "pura y encantadora", que se confiesa y enlaza a leer y confirma, que detrás de esas palabras hay un abandono y eterna espera. En la segunda parte del libro el príncipe se confiesa haber "recorrido caminos/en busca de un sendero" y llamadas, hasta el encuentro que se produce en la tercera parte del acto donde los personajes, se confunden "...en un cálido y enfermizo beso...", "Unido al tiempo" "como amor de esclavos" "Pero siempre/lejos/lejos/Lejos". Y finalmente, en la última parte del libro hay un verso que nos pregunta sin hacerlo, qué hay detrás de esas "fronteras que aquí no dan libertad" en un "pacto sublime". ¿Acaso el encuentro final es en el limbo o el cielo, que es lo mismo, como un lugar de descanso y paz?

"El príncipe esquivo", de Ronald Castillo Florián, se liga a la emoción, al amor y a la ternura. Cada lector hará su propia lectura, solo me queda decir que he leído con emoción, entrega y alborozada pasión y goce, lo que ha sido escrito con pasión y agonía, y palabras explosivas. 

A partir de la lectura de este poemario "El amor ha cambiado de rostro" Emilio Adolfo Westphalen.

(1) Odiseo Elitys 



Yo era doncella pura y encantadora
De mirada silenciosa y enamorada
Tenía sueños al alba
Y cantaba sonetos a la nada
Yo era la más tranquila de las almas
Que cautivaba con su mirada
A mis pies miles de amapolas
En cada paso me bendecían
Yo caminaba por el bosque
Y las flores me envidiaban
Muchos me declararon amores
Pero a cada uno rechazaba
Yo como todas las de mi raza
Esperaba al amado caído de las estrellas
Me bañaba con agua helada
Para tener la piel tersa y bella 
Para cuando llegase mi gobernante 
Recorra esta tierra virgen y encantada
              Nadie me dio un beso
              Nadie probó mis labios
              Tengo tanta miel reservada para él que está lejano,
              Que en el momento de su llegada
                                  “TOMARÁ TODO CON SU MANO””.
              Yo era nada en comparación de la luna
Pero era todo con la luna a mi lado
              Tejía momentos de laguna
Llorando en el prado:
              Ah! mi dulce amado te esperaba te esperaba te esperaba…





Ya tengo veinte años
Y sigo al pie de la vida esperando
Vivo en tierra extraña
Pero mi corazón con él se ha quedado
He viajado a la ciudad
Donde he conocido males
Y en persona la maldad
Aun así vivo sedienta
Por los besos de mi vida 
Y caricias que reclamo.
Paso hambre y desdicha
Sueño poco y lloro mucho
Grito al viento
Protesto el precio
Pero una esperanza lejana
Alberga mi corazón 
Aún sigo a la espera
De aquel silencio cautivo
Que es el dueño de mi amor. 

                  AUNQUE ME QUITEN LOS PÉTALOS
                  ME TRANSPLANTEN DE TIERRA
                  BEBIENDO OTRAS AGUAS
                  NO DEJARÉ DE SER BELLA
                  PORQUE AUN DONCELLA
                  Lo espero con calma, ternura y PACIENCIA.





He salido de un sueño 
Para albergar la pesadilla
Yo me creía niña
Y ahora resulta que ya no puedo
Fueron garras de lobo
Y corazón de coyote
Aquel que me tomó
Me tocó
Me hizo suspirar
Pero el amor no me enseñó
Yo creí que eras él
Yo pensé tenerte
Nunca aprenderé a discernir
Entre el amor y el placer
Porque ya van más de dos veces
Que creo conocerte
Me entrego
Me doy
Al final de tanta pasión
Solo es sexo y nada más que eso
¿Dónde están mis sueños?
¿Dónde mis anhelos?
Yo un día te soñé 
Y ahora no logro reconocerte
Qué has hecho de mí
Qué he hecho de ti
Tantos amantes me han explorado
Y ninguno fuiste tú
Antes tu imagen
La tenía como estampita
Ahora eres sólo un recuerdo
Que en desespero     me grita      me grita






Ya casi con el alma en vilo
Y con la toalla tirada
Desnuda y sin suspiros
Me he echado al alba
Ya muerta la esperanza
Ya fuera la inocencia
En este mundo donde no hay nada
Siento que muero de impotencia
Y qué importa si demoras
O qué importa si ya te quise
Sola y triste me doy cuenta
Que moviéndome de tal forma
Haciendo lo que no debo
Amo a más hombres
Pero yo no me quiero
Son apenas unos centavos
Por el placer de alegrar la existencia
Es mi profesión
Y otra mi procedencia
De amar
Amar
Con mucha lasciva
Puta me he vuelto
Por pensar que era sincera
Hombres y no hombres amo 
Miedo y lágrimas solo me gobiernan
De tanto esperarte y soñar que vendrías
Me guardé pura     tersa      limpia
Ahora
Con la falda raída
El corazón destrozado
El alma en mancha
Siento que no hay más pecado
Soy puta y lo confieso
Soy puta y por eso no me muero
No te hecho a ti la culpa
Pero tú eres el culpable
Te esperé sentada en mi barco
Como niña al salir la tarde
Me mudé de la ciudad
Pensando encontrarte
Pero la vida me hizo un nuevo reto
Me prefiguró en pensamientos obscenos
Y yo débil
Tal vez fuerte
Me entregué toda
Pensando hallar dueño
Y así ahora vieja y tendida
En mitad de esta esquina
Ya nadie me mira
La edad me ha vencido
Y las arrugas son mis amigas
Otras putas ni me miran
Porque soy el pretérito perfecto
Semejanza hasta con un perro
Me han hecho
Y a pesar de esta maldita suerte
De este bendito destino aún te espero    te espero     te espero
Quién mierda eres        por qué te colaste en mi sueño
Quién diablos eres
Por qué me hiciste creer que llegarías
Y de nuevo vuelvo a ser niña
Creyendo que estás en camino
Un no sé qué me dice 
Que la esperanza nunca muere
No muero pero mi cuerpo me duele
No muero pero siento los dientes desflorados
Puta y sin pecado
De centavo en centavo me regalo.
          VENDRÁS
                           VENDRÉ
          IRÁS
                           IRÉ
          CASI A PUNTO DE SEPARARME DE MÍ MISMA
          TE ESPERO EN ESTA AVENIDA
          ROTA Y DESTROZADA
          CON PIERNAS QUE SOLO DAN DESGRACIAS
          Pero IGUAL, TE DARÁN LA BIENVENIDA
          -Al menos con un sueño quiero MORir.-







Soy un asesino
Porque aprendí a matar el hambre
La sed no es problema
Porque siempre encuentro agua
A veces imaginaria
Reflejo de mis lágrimas
Así voy por este mundo
Buscando lo que he perdido
Sé que camino y camino
Que busco pero no consigo
Algo quiero
Algo me llama
¿Qué será?
No importa ando y sigo
A veces me levanto gritando un nombre extraño
Siento que recuerdo a alguien
Y que me falta un lado eterno
No conozco lo que QUIERO
Pero seré bien recibido
Hay alguien que me busca
Hay algo que he perdido

                 CUANDO UN CORAZÓN BUSCA PUEDE HALLAR
                 PERO SUMADO CON HAMBRE
                 LA PANZA SE PONE A PENSAR…

                 Garrotera empedernida en tullir el miocardio
                 Estío flema
                 Y legajos de pecado.






Pensando pensado
Amado
Amante
Verbo inusual
Adjetivo vocativo
Celeste manantial
Así he querido empezar este verso
Me voy preparando para cuando me dirija al patíbulo del amor
Voy entrenando y esforzando el corazón para latir
Ensayando las mejores sonrisas y los besos mas ardientes
Brillo de ojo que no parpadea ni se somete
Así me voy alistando para cuando la encuentre
Mil veces me dijeron que la ilusión es cojuda
Otras tantas me dijeron que lo mío es locura
Doblemente me repito que no soy demente
Y que el amor me toca triste pero dulcemente.
Corté rosas y me bañé en ellas
Con las espinas herí mi espalda
Tenía que aprender que el amor es dulce y amargo
Que lastima hasta que te llagas
Vi a lo lejos una roca partida
Sin dudarlo dos veces traté de unirlas
Un fuerte latido me decía que no era correcto
Así aprendí que es difícil hacer sonetos
Y tendido en el ácido de la madrugada
Tiritando de frío y contemplando las hadas
Fui almacenando calores sempiternos
Para cuando sea encontrado
Dar todo de mí hasta lo que no tengo.

                        VIVO y MUERO, siento y desfallezco
                        Ya no más los complejos    amor     AMOR DE LEJOS.







Vamos a imprimir nuestros labios en el universo
Vamos a incendiarnos los dos
Beberemos de nuestra sangre en pacto sublime
Hasta agotar los rezos de admiración
Luego sentaditos mirando el futuro que no existe 
Diremos palabras que jamás nadie pronunció
Mirándonos consumiremos nuestros cuerpos
Y nuestra última canción
Aquella que te cantaba al oído
Y que me reclamabas entre lágrimas
Poco a poco iremos durmiendo
Y te diré que siempre fuiste
                 
                     mi único amor…


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