martes, 5 de agosto de 2014

RAMÓN CARMONA CARRASCO [12.688]


Ramón Carmona Carrasco

Ramón Carmona Carrasco (Chillán, 1927 - Santiago, 1999). Poeta y Profesor Normalista egresado de la Escuela Normal de Chillán. En 1960 obtuvo el Premio Alerce que otorgaba la Sociedad de Escritores de Chile (SECH) por su libro “Signos de Chile”.

Fuente: "Ramón Carmona Carrasco". Por Carib. (La Comuna de Chillán, 31 diciembre 1984).



MAPA DE CHILE

Mapa de Chile: violando las aldabas,
liberados los pasos en tu gama,
peregrino en los ojos y en los labios,
la memoria y el sueño desatados.
He palpado tu cuerpo y penetrado.

Sacié mi sed de ti.
pulsé las latitudes en fuga del camino;
gusté tu sal y tu pulpa dulce de Chile.
Dando tumbo en tus hitos derivé por los rios
y emigró en tus bandadas maravillado el vuelo .
Uncí a las nubes la sed de la pupila.
Boca abajo en la tierra ausculté tus latidos
con un péndulo hurgando en meridianos.
Hablo ahora en paz, el ansia detenida.
Vaga la voz, el pàrpado dormido.



Signos de Chile
Autor: Ramón Carmona Carrasco
Santiago de Chile: Alerce, 1961

CRÍTICA APARECIDA EN EL MERCURIO EL DÍA 1961-05-18. 
AUTOR: HERNÁN POBLETE VARAS

También es de Alerce la edición de este pequeño libro de versos, en el cual el autor opta por el estilo descriptivo para dar cuenta de las cosas que le han llamado la atención en el suelo nativo. El lenguaje es generalmente de cautelosa modestia; pero a veces se eleva hasta lo críptico, cual puede verse en este fragmento (pág. 15):



“Hay, aquel taumaturgo que entre alcanfor y alquimia
se bate con la muerte levantando la vida.
Hay el que encendiendo luminaria en las sienes
y aunque el duelo le muerda ondea la alegría.
Hay la verde sonrisa que se curva en las cunas
o desolla sus manos sangrando en las artesas,
y te tiende la flor del agua en la mañana.
Hay por fin en las calles los tumultos humanos,
la heroica resistencia que te lleva a la aurora”.




Obvio es decir que nada perdería la belleza de estos versos si el autor conviniera en que no se dice “desolla”, sino desuella.




CRÍTICA APARECIDA EN LA NACIÓN EL DÍA 1961-11-05. 
AUTOR: RICARDO LATCHAM

Entre los autores revelados en 1961, está Ramón Carmona Carrasco. El sesquicentenario de la Independencia ha suscitado una serie de esfuerzos por interpretar al hombre y al suelo chileno, al mar y al campo, a los héroes patrios que condujeron su destino. Amplia y promisoria corriente de versos, de cantos, de metáforas y centelleos épicos, en que rivalizan Alvarado, Rivera, Mario Ferrero y Carmona Carrasco, con “Signos de Chile”.

Su libro dice que nació en Chillán en 1927, es profesor primario, y tiene en prensa un volumen titulado “El tránsito y sus lámparas”.
Las Ediciones Alerce poseen el mérito de dar a conocer a muchos poetas que seguramente no tenían impresores.

Es el caso de “Signos de Chile”, donde el artista sabe utilizar “su tacto peregrino” y lo moviliza por el paisaje desde el norte reseco a la Patagonia donde la nieve crece tierra adentro. A veces, el lenguaje vacila y se crispa innecesariamente. Pero no es lo habitual, porque Carmona Carrasco en “Bosquejo de la efigie” sabe interesar y despierta la emoción elemental que emana de nuestro complicado territorio:


“Luego tus huesos en metal sonoro
de Norte a Sur hacen vibrar tu arboladura
tu andamiaje de cal y minería”.



Más adelante, en “El desierto en dos tiempos” y en “Llano central” se vertebra mejor el estilo de Carmona Carrasco al extraer el secreto de una “desolada comarca de exterminio”, o al evocar el campo “por viento Sur y Puelche recortado”. Siente también las voces humuldes y canta la dulce castaña, la mistela, el aromado pan de las cocinas, el sonrosado zumo y la tibia harina. Sin el huracán verbal de Pablo de Rokha ni la experiencia culinaria de Neruda, se aproxima al terrestre dominio en que sus versos impera. Nueva y positiva muestra de que lo popular sigue nutriendo a la poesía chilena y dándole una consistencia inconfundible.



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