PATRICIO RODRÍGUEZ
Llego el ‘80 con su familia. Nació en noviembre de 1955 en Santiago. Inmediatamente empieza a participar de la vida intelectual de La Serena; en las tertulias del Tito’s, en la fundación de la Sech. regional y en la del taller Lapislázuli, donde fue su secretario por algún tiempo, y ayudando así a generar un momento de mucha productividad y de trabajo colectivo.
Poeta participativo, de largas y fervorosas conversaciones: su pedagogía ha influenciado y alentado a promociones educacionales del valle de Elqui.
Patricio Rodríguez: académico, fonoaudiólogo, neurocientista. Trabajó en teatro y narrativa, fundador de Sech, dirige “Remma” en teatro y poesía en el ámbito universitario. Su lenguaje desenfadado, abierto, nos entrega a un poeta que abre el idioma. Pero no hay viento negro en su obra, a pesar que una mano oscura lo guía hacia la muerte. Se descuelga de lámparas, escucha un canto loco de caballos; su angustia “es un barco gigante que rompe puertas y ventanas, un nombre lunar, una manzana”. Su “exilio de solitario habitante de soles” le permite ver el mundo distinto. Pero “morir, es a veces, cuestión de horas”, a “menos que coma y beba la raíz misma de tus pechos”. Cántico frente a los poetas que oscurecen las aguas y que se cierran en sí mismos. Sabe que la poesía no es un juego, porque gato y ratón pueden encontrarse mordiendo su cola, ojo poetas. El siglo, el tiempo es una ráfaga, para algunos brumosa, caliente; quiere alcanzar “el corazón vital de este planeta”. “La caja en blanco me espera con las piernas abiertas”. Su intuición le dice que todo lo puede sacrificar, hasta el alfabeto. Si un hombre se levanta y camina por la hoja en blanco. Eso pretende la poesía: que el hombre sea el leiv motiv de la expresión poética, como Lázaro que camina al conjunto de la palabra. No se escapan signos, ni es un poeta ciego. Vive alerta al devenir del verbo. Camina al amanecer y ve todo encendido, siente que todo se abalanza a su paso: faroles, neones, lunas hombres, humos, basuras. “a vuelo de pájaros, selecciona el “rayo cegador”, el aspa veloz, un giro ciego de la magia; de un tajo abre sueños para que escape en la noche “la negra sangre del vuelo” que tiene esta pluma sagrada del creador. Patricio, poeta, no detiene su agua creadora. El último Selknam se detiene, aunque Karukinká esta solo, el poeta avanza hacia el futuro. [Por Edmundo Herrera].
Angustia nocturna
Hay un viento negro que circula
sombreando mis sueños.
Algo que asusta mis fantasmas,
espanta los perros,
llega,
ilumina, arrastra;
descolgándose en las lámparas,
empujándose, de a poco,
hasta las fronteras de la muerte.
Es un canto loco de caballos
lo que arrastra la noche
hasta mi casa.
Es un barco gigante
que rompe puertas y ventanas.
Es un manto incontenible,
una mancha enorme,
una ausencia,
un nombre lunar,
una manzana.
Yo espero día a día su llegada.
Con un ansia de exilio,
de solitario habitante
de los soles.
Sí.
Es un canto loco de caballos
lo que arrastra la noche
hasta mi casa.
A menos que tú
Morir,
es a veces cuestión de horas
de momentos.
Basta creo,
respirar profundo,
detener el vuelo,
mirar lejos en medio del frío,
perderte en las voces,
escupir tus ojos,
apagar tu sueño.
¡ Si ! Morir
es a veces cuestión de tiempo.
A menos
que corra y corra,
hasta verte caminando
en el viento mismo
de mi vuelo.
A menos
que corra y beba
la raíz misma de tus pechos.
A menos
que masque
la geografía misma de tus senos.
A menos que estalle
en tu principio
y construya en tu vientre
(lleno de niños, que yo espero)
¡ A menos que todo !
... A menos ... Morir,
es a veces,
cuestión de tiempo.
And
( Y. Para los no bilingües )
Y...
Hay poesía que de tan oscura,
no se la ve por ninguna parte.
Y...
Hay poesía que es tan íntima
("pero tan íntima")
que es ajena a sí misma.
Y...
Hay poesía que de tanto
jugar al gato y al ratón
termina por morderse la cola
hasta acabar.
La hojas en blanco
La hoja en blanco
me espera
con las piernas abiertas.
Yo,
impotente absoluto,
me dedico acrecentar la Metafísica.
A explicar la cuadratura del círculo.
La única verdad,
señores y señores:
es que no tengo con qué
comer el plato que me ofrece.
Lázaro
La poesía es un asco
garrapatas inútiles.
Jamás un verso
salvó a hombre alguno
de los que mueren
en cualquier rincón
oscuro
del planeta.
Ni lo hará hoy.
Ay
estoy dispuesto a olvidar
hasta la última letra del alfabeto.
Si un hombre.
Si tan solo un hombre
se levanta y camina
por este papel en blanco.
A vuelo de pájaros, lo único sagrado es La Pluma
Un rayo cegador
en la mano.
Un aspa veloz
un giro ciego.
Termina abriendo
de un tajo,
el vientre blanco
de sus sueños.
Suele de allí escapar,
noche a noche
la Negra
Sangre
de su Vuelo.
Fin de siglo
A todos los hombres
que tienen
el coraje de pensar.
Ni Cristo.
Ni Marx.
Ni Quetzalcoatl !
Quién?
QuiénQuiénQuiénQuién?
¡Entonces
Quién?
N. de la R.:
De Adam Smith: "El dedo de dios".
De los puntos Cardinales: El quinto.
De la Cruz: El Vertical.
De los Otros Signos: la Serpiente mordiéndose la cola.
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