martes, 19 de agosto de 2014

MARINA CENTENO [12.944]


Marina Centeno 

Nace y radica en Progreso Yucatán México. Poemas de su autoría se encuentran en las Antologías: “Nueva Poesía y Narrativa Hispanoamericana”, “Antología Mexicana” y “Poesía Femenina” compiladas por el poeta de origen peruano Leo Zelada y Lord Byron Ediciones de Madrid, España. Su trabajo poético ha sido traducido al Catalán, Inglés, Rumano, Francés y Húngaro. Ha publicado en la Revista bilingüe multicultural “Contemporary Horizon” de la cual es colaboradora y que dirige el escritor rumano Daniel Dragomirescu. Parte de su trabajo se encuentra en la edición "CONTEMPORARY HORIZON’S ANTHOLOGY” compilado por Daniel Dragomirescu. 

Poemas de su autoría se encuentran en la edición No. 24 de la Revista digital “Ágora, papeles de arte gramático” que codirigen los escritores Fulgencio Martínez y Francisco Javier Illan Vivas. Parte de su trabajo están publicados en las páginas virtuales: “Arte Poética” del Poeta de El Salvador, André Cruchaga; “Mis Poetas Contemporáneos”del Poeta Argentino Gustavo Tisocco y “Botellas en el mar”del Poeta mexicano Irving Berlín.





“me hicieron como el llanto purísimo
como las náuseas y el rencor
como el abandono y la voz de las mendigas”
Efraín Huerta
 
 
Posparto 

Reclamo el estertor de los ovarios 
su abandono andropáusico 
su milicia de caldo al montar escenarios 
por el cuarto menguante 
que gotea los pasillos en tropiezo y coito 

Reclamo la habitación del intestino 
que alimenta lombrices maliciosas 
en blasfemia y sonrisa por los bordes del útero 

Reclamo el umbral del inicio 
Reclamo la espesura del bosque custodiando el ombligo 





Insecto

“Todo lugar serio que diga ceder un espacio a la poesía
debe estar infestado, o anidado, por al menos tres órdenes de insectos”.
Álvaro Guijarro García



Perdóname el nido de las sílabas
el  sonido del tacón contra el asfalto
cuando la  ciudad duerme su epidemia
se conduce al exilio de las voces
en salvaje ovación de los insectos
cruza el cerco y se plaga en el monte
Álvaro
bajo qué Ceiba dormirán los niños
ahora que la noche se aproxima
ofreciendo su pecho de nodriza
infecta en gérmenes
Bajo qué sol se tostará el agave
si el cielo se cubre de tormentas
ni de aquí ni de allá las entidades
se persignan del mal  -el mal se acerca-
Álvaro
cédeme un espacio en la mazmorra
para enseñar la lengua
y poner el graffiti de mi nombre
a la pared impresa en la vergüenza
yo mitigo en la línea de las fugas
para abrazar el hambre
y germinan serpientes en las uñas
porque tengo un sol en el poniente
que deshace oraciones





A beneficio de la duda
 
Estuvimos tentados
a quitarnos la ropa
-uno y uno dos-
no así el medidor de calor
pertenecía al mes de julio
y pasamos cerca
con los pájaros sueltos
y el cosquilleo de alas a medio meter
 



 
Coerción

En el pasamanos de las horas
exhausta en la limpieza
que adorna el inodoro
a tal forma que caigo
a viciar el témpano
en los huecos que ejercen
la coerción de mi decadencia 
 



 
Reincidencia

Tú y yo
reincidimos
como el oleaje
el néctar
y la fuente
sobre la piel
y el beso
que se deshace
al caer la noche
para comenzar
de nuevo...
 



 
Detalles y fotógrafo

No te muevas -dijo
deja que la fotografía se repele
hacia una puerta en resquicio
por donde acecha el morbo
de lo que logra la imagen
  en una comunicación de vandalismo
al sentir la rareza
que hace brusco el paisaje
 




 
Frente al espejo

Para saber quién soy
hube de mirar al espejo
los abruptos de la entrepierna
la caída de los senos
el ocaso del ombligo
amartillado en suspenso
El doblez y las esquinas
de las arrugas que nacen
en el picaporte del miedo
Lo itinerante del pelo
al enredarse en la nuca
un sin número de sueños
Lo vacío de mis hombros
en lo que carga el recuerdo
tras las huellas de mi espalda
en cicatrices de tiempo
El empate de caderas
que por la línea del culo
se abre de par en par
como las aguas al viento
luego del recorrido
de minucioso a violento
tracé una línea divisoria
entre el reflejo y el dedo
como una herida abierta
como una cala de agua
entonces hallé quien soy
perdida entre el laberinto
de órganos y excremento





El túnel blanco

Tu etapa de sigilo amenaza salinas
porque tu sombra se avienta hacia la luz
suicida en miasma

Pero te amo 
basta un túnel para esculpir la piedra
amedentrar el agua que viene como un río a inundarnos
para palpar su desnudez como el molino en quijotesco aire

Hay insolencia en manos al sudar temblores
aunque finjan los labios se mancha el cuerpo al explorarse

Esos hijos postreros del silencio
Los hijos nuestros hijos
nos eclipsan los ojos nos mastican los órganos
se derrama sangre en la espiral del blanco

Tengo un enemigo dormido entre la lengua
unos dedos en tinta de tristeza
para exprimir el llanto porque las rosas mienten
cuando se cuelgan lazos de sus extremidades
y se eriza la piel y sus raíces
al tragar fragmentos de tu nombre

Para verte llegar volver a verte
tendido en el camino
y que te nazcan cielos por mi vientre





La profanación 

Cae el abismo por las escalinatas 
cuando llega ventisca a profanar la torre 

Hieren los besos ocre
y una beata quietud 
levanta murallas en el monte 

Pincha la luz 
donde las mariposas acumulan recuerdos 
en migajas de flores y basura de hojas 

Un ídolo cae al precipicio 
y en el aire el eco se pronuncia 
hacia la anchura del camino 
que todo lo comprime en estaciones 

El futuro resbala hacia lo efímero 
al desbarajuste de voces 
que ensucian a los siglos 






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