Jimena Antoniello
Jimena Antoniello nació en la ciudad de Montevideo, URUGUAY en 1978. Guionista de cine y televisión, narradora y poeta. Se encuentra radicada en Madrid desde el año 2003, pasando algunos meses del año en Los Angeles.
Estudió Letras en la Facultad de Humanidades de Montevideo y en La Universidad Complutense de Madrid, donde posteriormente obtuvo el diploma de Estudios Avanzados en Cristianismo Antiguo (Doctorado); también estudió Periodismo, Comunicación y Marketing, y realizó una especialización (Maestría) para guión en la Escuela de Imagen y Sonido CES de Madrid. Estudió Cinematografía en NYFA (New York Film Academy) en la ciudad de Los Angeles. Colaboró como redactora para revistas de cine y fotografía y trabajó en el sector privado en el area de Comunicación y Marketing. Actualmente trabaja como Guionista y Productora Asociada de una Web Serie en Los Angeles y sigue su trabajo como escritora y redactora.
Algunos de sus trabajos:
«Entropía del alma», Melón editora, Argentina, 2012. «Relatos de la Creación en el Cristianismo Antiguo: El Papel Asignado a la Mujer», Colección Avances de Investigación FHCE, Montevideo, Mayo 2011. Participó en la antología «22 mujeres», Irrupciones Grupo Editor, Montevideo, 2012.
Varios de sus cuentos y poemas fueron publicados en revistas de su país y del extranjero como: Revista Aldaba, Revista Palabras Diversas, Revista Alvaeno, Suplemento cultural El Derecho Digital, Revista Letralia, Revista Verbalina/A Contrapalabra, Revista Digital MiNatura, Revista Otro Cielo. Concedió una entrevista en Radio Sarandí, Montevideo 2013.
En poesía fue galardonada con el Premio Félix Francisco Casanova (España, 1999) y en narrativa con el IV Certamen de Relatos Hiperbreves de la Editorial Acuman (España, 2003).
Página web: www.jimenantoniello.com
Correo e: miargumento@gmail.com
Poesía de Jimena Antoniello
TESTIGO
He visto cómo
la pasión
quitaba el aliento
de mis amigos
amantes
aquellas tardes
de silencio impregnado
de tentaciones.
He sido testigo
iracundo
de las miradas de fuego
que atraían sus moléculas
dejando al universo
al margen de
los dos.
Observé,
muda,
la combinación
de placer
trémulo y callado
cuando espolvoreaban las olas
aquella dicha
que me mojaba los pies.
Y lloré
como espectador conmovido
la tarde
infame
en que él enjugaba su
desazón
cuando habiendo saboreado
la fruta
prohibida
de la felicidad extrema,
la realidad,
celosa,
les separó.
LUCIFER
Lomax.
Demonio eres
que con él te entiendes.
Y te acuestas
acariciando. Sonríes.
Sexo con sexo.
Fuego
de tu mano a
su vientre.
Espíritu salvaje
que enmascara
las
horas
de aquellas madrugadas.
Sujeto imprevisible.
Cosquilla grave en
los rincones de la piel
adormecida y feliz
por la promesa
torcida
de ese ser hermoso.
Demonio.
Veneno. Vicio.
Vicio, obsesión.
Vicio.
MESSAGE TO BEARS
¡Qué locura inventarte!
A esta hora,
a esta altura, después
de tantos veranos en desuso.
Venís
a invadir mis rincones
con sonrisas blancas.
Algún bufido envenenado,
que sueltas al alba
cuando extrañas los susurros
que te regalé.
Mi dominio es incierto
tras el halo de tu perfume.
Regalo, regalo
mi reino
por una
caricia tuya.
GRAVEDAD
Desde Marte veo mi luna
y observo tus ojos
incandescentes
parpadear en la oscuridad
regalándome su brillo.
Todo fuego.
Desde mi luna añoro
esos besos
que me diste en la Tierra
cuando éramos simples
mortales
que balbuceaban amor
a quemarropa.
Te sigo si
me sigues y
si te paras
me quedo
al borde del abismo,
y mis lunas.
No espero.
LO PROFUNDO
Se me escama la piel
por las cosquillas
rotas
de tus recuerdos
ardientes.
Me descalzo esperando
que acaricies
mis pies
mientras la hierba
acompaña los pasos
hacia un futuro incierto.
Te amé sin sentido
y con cada uno.
Como se adora a un dios
de rodillas,
muda.
Renací mil veces
con los besos
suaves
de tu lengua púber.
A esas horas
intempestivas todas.
1. Esquina
Había pensado en un rincón:
expectante, acurrucada, piadosa
y fuerte; en un rincón.
Un rincón que me supiera
a esquina para ver el mundo.
Desde
donde veo el mundo: atenta,
triste y voraz. Y se me antoja
el mundo como manifestación
sincolor de tu silueta convexa:
dulce virilidad que inquieta mi
cóncava esquinidad de mujer.
2.- Modo indicativo
Si pudiera,
si pudiese
tener la opción otra vez,
de que me invites
me invitaras
a cruzar palabras y un café.
Y sentarnos
en aquel bar de 18;
allá, en el lejano Montevideo.
No recuerdo si te dije
-te digo que
te quise,
te quiero;
te querré. Tal vez.
Pero lo pensé.
Creí entonces, aún lo creo,
jamás llegamos a entenderlo; entendernos.
Yo no lo hice
no lo hago.
Me pregunté mil veces,
lo cuestioné al destino.
Si alguna vez mientras dormías
vivía yo.
¿vivo?, te pregunto.
Un día me fui,
o me llevaron -es igual-.
No nos volvimos a ver.
Te quise un tiempo,
no te quiero.
O sí. O no.
Hay veces que pensaba,
pienso
que ya crecí
y vos envejeciste.
Entonces lo nuestro -si lo hubo-
terminó
(Premio Feliz Francisco Casanova)
Estoy aquí
Aquí estoy,
mirando los años, contando penas,
y arañando los números del almanaque
que me ven adormecida, nauseabunda,
varias veces derrotada.
Aquí estoy,
tejiendo los recuerdos con hilos invisibles
en este universo de rostros sin historia,
de presente cambalache,
de no llego a fin de mes.
Ya no intento arrancarte o acercarte
en la hora del descanso, ni
escribo poesías sobre el pupitre de trabajo.
Tampoco respiro el aire vacío y
olvidado de tu almohada.
No recuesto la cabeza en los
besos que me diste.
Y no me enojo, ni resoplo,
cuando cada tarde
a eso de las seis, la soledad
-increíble compañera fielme
hace masajes en el hombro.
Aunque se le escapa, y se disculpa,
alguna anécdota tuya; de tus
gustos, de tu risa renovadora,
de tu halagadora madurez.
Aquí estoy
mirando penas, arañando años,
y contando los números del almanaque;
para no seguir adormecida y con náusea.
Varias veces derrotada.
Aquí estoy,
sobreviviéndote.
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