ALEJANDRO MARRÉ
Guatemala, 1978 | Poeta, pintor y publicista. Su obra ha participado en diversas muestras de arte guatemalteco en galerías de Guatemala, México y Costa Rica. Ha sido incluido en antologías como Tanta imagen tras la puerta: poetas guatemaltecos del siglo XXI (URL, 1999); Voces de Posguerra: Antología de poesía guatemalteca (Fundarte y Embajada de Suecia, 2001), en libros colectivos y experimentales Terrorismo moral y ético (Ediciones Mundo Bizarro, 1997), Automicidio Semántico (Ediciones Mundo Bizarro, 1998), Pastel de Moscas (Ediciones Mundo Bizarro, 1997-2002). Están en imprentan los poemarios Times New Roman y Denso. Sigue preparando maletas para cualquier viaje inesperado y continúa en la interminable búsqueda de novia.
esclavo de las horas pico,
adicto a la desolación
me considero un hombre maduro,
tendencioso a la rutina,
a los sueldos mínimos.
alegre le he vendido el alma al mundo,
como un animalito de circo
que poco asombra a los payasos.
vi al tiempo instalarse en las comas torcidas del teclado,
y vi también cómo las palabras se hacían prisa.
vi mis dedos bailando ineptos al compás de los silencios,
y vi también el papel en blanco destilando cierta paz, una duda;
las estupideces sin testigo y las respuestas automáticas del escribidor insomne.
vi a dios en el capítulo 24 de mi novela rosa y vi el resto de las cosas,
encerradas como de costumbre en ese encierro de no ver;
y hacerlo todo tan literalmente.
me citaré a mí mismo
para no meter las manos en la melancolía prestada de algún muerto,
para no entender nada más que lo que no entiendo;
o para saber que lo que sé
me concierne únicamente a mí, que no sé nada...
o simplemente para no pagar la cuentas de los otros,
de los anteriores a esos otros y de los otros anteriores a esos otros anteriores.
seguiré sin pretensiones ni citas al pie de página,
desnudo como un ignorante, que sólo puede jurar por sí mismo.
regresar al desvarío de las horas transitadas,
retomar el estandarte de las paradojas
y doblarme en partes como torcido a la fuerza, de golpe;
sin avisos de prensa, sin megalomanía y ecce hommos.
sin la palabra determinada por las bocas determinantes,
sin esa parafernalia de las miles de putas en pleno sortilegio.
tan solo el regresar adormecido con el ansia de las cinco menos cuarto,
como amaneciendo del sueño,
y el sol aún es una probabilidad.
mañana directo a mi muerte mañana,
mañana rumbo,
la historia lenta,
la ensoñación de las estatuas enmohecidas,
la rutina de los dioses ebrios, silenciosos.
mañana mis padres, los fantasmas,
mañana yo mismo de rodillas,
mañana todo, mañana nada.
mañana piedad ante la vida mañana,
mañana esperando el pasado mañana,
muerto con todos mis tiros de gracia,
con todas mis persecuciones,
con todos mis coches prestados,
camas prestadas, cuerpos prestados,
rostros, tiempos, momentos,
tumbas, lágrimas,
todo mañana,
antes de pasadomañana.
mañana recuerdos de cualquier cosa,
temblar bajo las sábanas dormidas,
la lentitud de los ritmos siguientes desde el estar acostumbrado al sueño,
la inconsistencia permaneciendo entera.
mañana cualquier cosa,
hoy...
hoy no entiendo nada;
ando,
permanezco,
transito por las cosas que aún no han sido bautizadas.
ayer...
ayer nada, lo de siempre;
chocar interminablemente contra la vida.
Selección de poemas del libro
"Sagrada Carne (Poemas Zombies)" de Alejandro Marré
Colección: Patechucho
Arte exterior: Karina Castillo y 13
Fecha de publicación: Agosto 2014
Soy quietud por momentos,
contemplación.
Cuando el manjar espera en las calles,
veo carne en las aceras,
carne sin vida,
carne fácil.
El éxtasis de un beso antes de la cena,
sentir tus huesos, tus extremidades.
El éxtasis son tus células
completamente dispuestas en mi boca.
Muéstrame tus escopetas recortadas,
déjame sentir tus balas expansivas,
tus perdigones, tu pólvora.
Tus defensas son del tamaño de tu miedo.
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