martes, 3 de junio de 2014

MÓNICA BELEVÁN [11.862]




Mónica Beleván Baquerizo 

(Lima, Perú, 1982). Filósofa de formación. Ha vivido en Chile, Argentina, Brasil, Jamaica y Uruguay. Se ha desvivido también por muchos otros países, y por muchas otras causas. Es hija del embajador William Beleván Mc Bride, subsecretario de Comunidades Peruanas en el Exterior, del Ministerio de Relaciones Exteriores. Habla castellano, inglés, francés, latín, alemán y ruso. Escribe desde los 6 años y para ella es una ocupación a tiempo completo. Primer Premio de Cuento Crisol 2001. Ex locutora de noticias, con experiencia tanto televisiva como cinematográfica; desempeño como actriz, alter-guionista, cantante semi-profesional, conferenciante y modelo fotográfica. Autor de varios dispersos, algunos enormes inéditos, demasiados textos en inglés, y algún estudio sobre la Etiología del azar (Copé, 2007), asunto que parece preocuparle más de lo debido. De 2005 a 2006 escribió la columna Habla el martillo para la revista literaria Los Noveles. Ha sido incluida en las antologías Ellas (Volumen 2, Los Noveles, 2004), Peruanos iletrados (Los Noveles, 2004) y Seres de la noche (Ediciones Plenilunio, 2006). Ha colaborado en el número 730, abril de 2011, de Cuadernos Hispanoamericanos, dedicado a la literatura de hoy en Perú, con una colección de poemas bajo el título Tántalo y la esfinge y otros poemas.





Song of Experience

–C’est im-possible, dice Mauberley,
[Splitting syllables for emphasis]
No ser ya el epígono de somebody;
Dadas como están las cosas, dadas,
Es decir, las cosas como están –historically–;
Las cosas como son, things being what they are, et al.;
Las cosas como no pudieron ser, quizás,
Poniéndonos nosotros antes que a los genios,
Para que su genio nos supere (por detrás);
Y nada quede ya que lamentar
Sobre botellas que se me hace
Ca-da dí-a más di-fí-cil aplicar
Al ejercicio de la profesión telar
Que implica el urdir complots y tramas reales,
Por no poder ya, impotence! oh tragöedie!
Tramar ficciones.
Things being what they are, and where they are
Ma chère, no queda más que asesorarle:
Darling, I would recommend
You choose your masters most precisely
No sea que estos vayan a fallarle, como buena parte de
Las malas influencias de las que, en buena parte,
Uno sigue dependiendo para la supervivencia de la trascendencia
De nuestras versiones ínfimas de los enormes temas,
Las resoluciones píticas e insignificantes que otorgamos
A los materiales muertos e inmortales que en nada
Ya preocupan de verdad a gentes que no buscan la verdad
(Entre las que me incluyo, por saber que la verdad
N’existe pas).
Ocúpese, como nosotros, de encontrar la mejor forma
De vender lo poco que no tiene por vender
Por recobrar, del modo más altisonante –y hasta elevado, si pudiera–
La orfebrería del sofisma
Ocúpese, rapsoda, de hacer economías donde duelan
El éxito implica siempre un alto sacrificio
(El de los de/más).
Créame cuando le digo que ninguna detracción a su integridad será
Realmente terminal. El alma es como el rabo de la lagartija,
Que se regenera, por lo menos la primera vez, en trauma
Para su edification literaria; y a la segunda vejación,
En un scandale spirituel como para aplacar sus
Ínfulas más periodísticas; a la tercera,
En una rara sensación de insensibilidad
Que le permitirá acceder a –don de dones–







La ataraxia

En la estela de silencio que le dejará, en su estrépito,
La piroclastia recreativa y decreadora de los medios y las masas
Sepa prepararse usted
A tiempo y contra el tiempo, como Zaratustra en la montaña,
Antes de volver a descender entre los hombres
Por la pasamanería del infierno,
Y verá usted que esas gentes perecibles se han vuelto
Con el tiempo –y pese al tiempo–, tan hechas a usted
Que pronto encontrará los modos de satisfacerlas,
De periodizarlas, de in-sense-ibilizarlas
So to say.

Y es en vista de todo ello que le ordeno,
Le suplico, le aconsejo, que elija a sus maestros bien
No se deje seducir por nadie que le diga que las cosas:
No son como son, y no están donde están,
Y ante todo que usted, por sobre todo lo demás,
No es lo que es, porque lo es, y sabe que lo es
(¿verdad?)

–Pasando a otro tema, dice Mauberley, ahíto,
Se imagina what the world would be like if we thought in verse?








Loa a Leopoldo Panero(s)*

Eris

esperando al ciervo que vendrá
arrastrándose como un creyente
por entre las hojas
presa de su alambrado nodular
todo un cielo se abre paso ante la borrasca clavicorde de tus proesías
   libres del sarcófago del polvo y la certeza suficiente
   libres del aval de las costuras y los anaqueles
   lejos de la sangre que se transparenta en el torno cada vez más lento de
[arrebol]
tres montañas se perfilan como vanos de una noche tan atenta y objetiva
[como un cazador]


Eres por encima de la balacera de las flechas de una edad de piedras
[que susurran]
        camufladas de hojas muertas y de fleurs du mal

Eras por encima de los músculos que se retraen en la sonrisa de un
        Océano que levanta como faldas las encías del ultramar

Eros, este siervo ha venido, con sus últimos suspiros,
         a postrarse bajo el casco hendido de tu catedral.







Pompas fúnebres para Sforzinda

Canta, puta, canta
A las sepultureras de Orfeo
Ve si pueden darte lo que a mí me dieron
Boca, paladar, amígdalas y campanilla–
Física y metafísica de la poesía.

Ladra, zorra, ladra
A las demimondaines del áureo musageta
Ve si pueden ya quitarme
El martirio que tus ojos de saeta
Infligieron en éste, tu Sebastián.

Clama, perra, clama
A las cegadoras del soberbio citaropatriarca
Ve si pueden ellas darte
Lo que yo te ofrecí
Ve si pueden las sepultureras
Enterrarte, como yo te enterraré
En vida, y en letra, y sobre la superficie de la Tierra
Nadie te recordará si/no como al olvido
Más ilustre del peor poeta del país.







DOS ELEGÍAS HEBRAICAS

I

            Dicen que siendo presentada Salomé
 Con la cabeza del Bautista, ésta se llevó
            La mano al vientre y –cubriéndose el ombligo,
Aquel tornillo hereditario de la herrumbre y el error humano– declaró
                        Que Juan le parecía (nadie sabe bien porqué)
            Menos impresionante y más profano que antes.


II


    ´´–Cuán fiero, y en efecto, cuán afecto a mí
Fue Holofernes–´´, quien, a la usanza de sus siervos,
        Habría abrevado, dócil e inocentemente
                         Entre las piernas fuertes (demasiado fuertes)
            De Judit.






TÁNTALO Y ESFINGE

De la soberanía de lo bello
No se ha dicho nada que sacuda 
Al físico de esfinge, imperfecto (a la vez que imperfectible),
De cierta odalisca de Ingres,
Y del superávit de dos vértebras que exige
La estructura del deseo para
Dar con una provisoria solución a la mirada.

Mónica Beleván
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