Antonio Prete
(Cupertino, Italia, 1939) es un crítico literario, profesor, poeta y escritor italiano.
Biografía
Nacido en Salento, con el cual mantiene un fuerte vínculo y donde vivió hasta la consecución de los estudios clásicos, Antonio Prete se ha licenciado en letras y se ha especializado en filología italiana en la Universidad Católica de Milán. Después de varios años de enseñanza en la escuela secundaria, entró en la Universidad de Siena, donde enseña Literatura Comparada. Ha sido "profesor visitante" en la Universidad de París III, París VIII, Montpellier, Canterbury, Salamanca, Universidad de Brown, Yale y en otros lugares. Ha colaborado con revistas literarias y filosóficas como "Aevum" y "Per la critica". Entre sus campos de interés, Giacomo Leopardi, Baudelaire y Edmond Jabes, en el que se le considera un especialista.
Obra[editar]
La distanza da Croce, Celuc, Milano 1970
Il realismo di De Sanctis, Cappelli, Bologna 1971
Critica e autocritica. Metodi letterari e pratica sociale, Celuc, Milano 1971
Il pensiero poetante. Saggio su Leopardi, Feltrinelli, Milano 1980; 19962; 20063
Chirografie. Variazioni per Mallarmé, Barbablù, Siena 1984 (cuentos)
Edmond Jabès, Canzoni per il pasto dell'orco, Barbablù, Siena 1985
Il demone dell'analogia. Da Leopardi a Valéry: studi di poetica, Feltrinelli, Milano 1986
Dialogo su Leopardi. Natura, poesia, filosofia, Bruno Mondadori, Milano 1986 (con Salvatore Natoli)
Le saracinesche di Harlem, L'Obliquo, Brescia 1989 (cuentos)
Prosodia della natura. Frammenti di una Fisica poetica, Feltrinelli, Milano 1993
L'ospitalità della lingua. Baudelaire e altri poeti, Pietro Manni, Lecce 1997
Finitudine e Infinito. Su Leopardi, Feltrinelli, Milano 1998
L'imperfezione della luna, Feltrinelli, Milano 2000 (cuentos)
Sottovento. Critica e scrittura, Pietro Manni, Lecce 2001
Trenta gradi all’ombra, Nottetempo, Roma 2004 (cuentos)
Della poesia per frammenti. Prose scelte, Anterem, Verona 2006 (Premio de poesía Lorenzo Montano)
Menhir, Donzelli, Roma 2007 (poesía)
I fiori di Baudelaire. L’infinito nelle strade, Donzelli, Roma 2007
Trattato della lontananza, Bollati Boringhieri, Torino 2008
L'ordine animale delle cose, Nottetempo, Roma 2008 (cuentos)
Un anno a Soyumba, Pietro Manni, Lecce 2008 (cuentos)
All’ombra dell’altra lingua. Per una poetica della traduzione, Bollati Boringhieri, Torino 2011
La lectura
Cubre el mantel la mesa de cocina
de losanges celestes y rosados,
la lámpara a petróleo balancea
al viento que con música de grillos
entra por la ventana,
“ven a dormir”, y la voz de mi madre
es, desde el otro cuarto, el hilo
que baja de la luna,
sombra en la pared blanca encalada,
estoy leyendo a Lorca o a Jiménez,
en la bóveda a estrella está la lagartija
a punto de saltar sobre un insecto,
corre el Guadalquivir más allá
de las viñas en filas,
de los olivos que rodean el campo,
van hacia el río saltando las muchachas,
como cervatillos por sobre la maleza
“de qué me olvido, madre,
qué me olvido”, entre los eucaliptos
el viento juega al ebrio, se abre allá la llanura
/ de Córdoba,
lejana y sola, el viento abraza la casa roja,
abraza los pensamientos, los estrecha
en un tiempo que tiene un respirar de plantas,
los encierra en la estancia blanca
de cal, donde se duermen,
mientras los años corren y corren en el mundo. ~
Versión de Ida Vitale
Niente riposa nella lingua
Fa naufragio la parola che dice
il mare, poi come sughero sale
verso l’immenso, si fa grido e fremito.
Le sillabe, scompigliate dal vento,
si cercano, sibilando s’adagiano
nella frase, carezzate dal senso.
Corre la nube, insegue le vocali
per farsi forma e luce, poi si scioglie
in pioggia sopra la terra riarsa.
Niente riposa nella lingua, fugge
da ogni cosa verso quella dimora
dove il verbo sparendo s’inazzurra
e il silenzio è finestra all’infinito.
TRATADO DE LA LEJANÍA
Selección de textos extraidos de la obra de Antonio Prete "Tratado de la lejanía", traducida al castellano por Juan Antonio Méndez para la editorial Pre-textos.
http://tratadodelalejania.blogspot.com.es/
CRÓNICA DE UNA MIRADA
En la experiencia del exilio, el movimiento de las miradas se convierte en interrogación profunda; el desarraigo no busca protecciones al margen del lenguaje, que con frecuencia es la única balsa en el mar de la extranjeridad y la soledad.
PERSISTENCIA DEL AZUL
El exorcismo de lo infinito busca innumerables formas nuevas. Las poéticas del arte -entre vanguardias históricas y recurrentes y el corazón de los periódicos retornos a lo clásico- tratan de vez en cuando la lejanía como simulacro o como cita sofisticada de la perspectiva perdida, o como desbordamiento todo él recogido en lo cerrado de una estancia, en las líneas de un objeto, en la fijeza de una mirada, en la elegancia de un dibujo.
La persistencia del azul -en función de similitud con lo lejano, más que como significante de lo lejano- evidencia el nexo con la tradición. Que es un nexo de regalo, irónico, de ineludible herencia, de afectación. Un catálogo del azul contaría, a lo largo de la aventura de múltiples y contradictorias experiencias pictóricas, la historia de una paradójica fidelidad, confirmada, naturalmente, por las traiciones.
EN LOS LÍMITES DE LA HISTORIA
Los grandes libros de las antiguas religiones mediterráneas y los de las orientales incluyen también el límite en que la historia se une a la imaginación, y a ese límite se asoman poblaciones perdidas.
ATRAPADAS EN LA LEJANÍA
Pero las estrellas están atrapadas en su lejanía, en su inefabilidad (otra vez Rilke: "(...) die sind besser unsäglich"). No forman parte de la lengua del hombre, más aún: son, precisamente, lo que la palabra no puede acoger, no puede nombrar.
UN PUNTO SE APROXIMA
El punto, a medida que se aproxima, se vuelve cada vez más brillante. Por un lado, adquiere forma un blanco indistinto. Por otro, se define un blanco diferente. Son las alas del "pilotocelestial" que conduce "más de cien espíritus" hacia la orilla, salmodiando las palabras del exilio, de su final: "In exitiu Israël de Aegypto". Cuanto más se acerca el "pájaro divino", más clara resulta su figura, hasta resultar cegadora, insostenible a la vista
LOS REINOS DE LO INEXPLORADO
Dar un nombre a lo que no lo tiene porque es desconocido, cercar lo ilimitado, disponer en un orden espacial y geométrico lo misterioso y seguir ofreciendo, todavía, una tierra a lo monstruoso y un cielo a la divinidad de los cuerpos astrales, significa buscar seguridades ante el pavor provocado por lo insondable. Y significaba dar cabida a lo fabuloso en un dibujo y señalar también dónde se extienden los reinos de lo inexplorado.
LA PATRIA DEL POETA
La nube es una representación de la metamorfosis. Su forma apenas fija, cambia. La patria del poeta -lo decía el poeta alemán Jean Paul- es una patria de nuebes, una Wolkenheimat. El horizonte hacia el que corren las nubes es el otro país, el "autre monde": un país cuyo perfil está totalmente diseñado en el interior del poeta y, al mismo tiempo, es un espejismo, se muestra como el auténtico habitar y se halla envuelto en la niebla de lo desconocido. Sueño, idea, música de otro lugar que transforma su encanto en linea de horizonte a partir de la cual puede criticarse el tiempo presente, la crueldad y la ausencia de "apertura" que habita el tiempo presente.
MADRE, QUÉ SE ME OLVIDA?
Cada partida es un adiós, aunque a veces impronunciado. Se parte del tiempo vivido en un lugar, de las voces y de las imágenes de ese tiempo, de nuestra propia imagen, como era en ese tiempo. Si, como dice la conocida sentencia, partir es morir un poco, lo que se deja morir de nosotros es ese tiempo que nos ha pertenecido y, con él, la vida de cuantos cruzaron su existencia con la nuestra.
ANTROPOLOGÍA IMAGINARIA
El conocimiento de poblaciones lejanas ha sido anunciado e inmediatamente acompañado, y hasta quizás favorecido, por la representación fantástica. Una antropología imaginaria ha descrito geografía y costumbres, lenguas y ritos de lejanas tierras. (...) ... lo fabuloso, lo excesivo, lo extraordinario han coincidido en este antiquísimo y moderno ejercicio que narra la lejanía, los hombres y los usos que la pueblan, las extravagancias y lo impensado que la hace resplandecer en una fascinación siempre renovada. ¿No es, acaso, en el insuprimible deseo de viaje, en esa enfermedad que Baudelaire llama "horror al Domicilio", donde basan su existencia los países fantásticos, las poblaciones imaginarias?
EN EL HORIZONTE DE UN MECANISMO
Miniaturización y familiarización lúcida del cosmos: la lejanía, de la cual queda el azul a modo de última y fría referencia, es una pequeña escenografía que quiebra el ilusionismo naturalista porque pone los dos soles y las dos lunas en el espacio de un mecanismo gobernable (el cable puede encender y apagar ambos astros). Los emblemas de la antigua y la moderna melancholia -sol negro, luna negra- han sido colocados en el espacio y, al mismo tiempo, lúcido, de una objetividad carente ya de toda emoción delante del "natural": la pintura ya no está en el horizonte del sur-naturel de Baudelaire -que era, todavía, distancia de la naturaleza, una distancia interactiva e interpretativa-, sino que se halla en el horizonte de un mecanismo que contamina las referencias, incluso las que provienen del repertorio del mismo autor.
UNA HISTORIA LÍQUIDA
María Zambrano en su libro Los bienaventurados ha descrito la fisonomía interior de quien vive en esta condición concreta de exilio. El profundo sentido de orfandad, por ejemplo. La presencia de los padres, de la tradición misma, ha desaparecido. La historia ya no te pertenece, siempre tienes la sensación de flotar por encima: una historia líquida, huidiza, que no te sostiene. La experiencia del desarraigo hace del exiliado alguien proclive a las visiones: esta disposición es, al mismo tiempo, distracción, divertissement interior, actitud melancólica y búsqueda de una proximidad con el lenguaje y sus límites.
LÁGRIMAS DE DESPEDIDA
La lágrima, fruto único del amor: la pasión amorosa, con los románticos, ha asignado a las lágrimas la tarea de una lengua más fuerte que la lengua, el poder de compendiar todos los matices de un sentimiento impetuoso, alegría y presagio del final mezclados (...) La hora del adiós es la escena que fija las voces, gestos, rostros dirigidos a un tiempo en que la distancia, en la repetición agridulce del recuerdo, modula los contornos, los timbres, hasta su disolución, hasta su transformación en extraño e impalpable aspecto, fluctuante entre lo real y lo ilusorio, entre el recuerdo y la imaginación (...) Mantener abierto el espacio de la nostalgia puede que signifique hospedar esas imágenes en el lenguaje.
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