José Luis Mejía Huamán
(Lima, Perú, 1969) es un escritor peruano. Estudió en el colegio Nuestra Señora del Carmen y luego cursó la carrera de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde obtuvo el título de Bachiller. Más tarde estudió la Maestría y el Doctorado en Literatura Peruana e Hispanoamericana en la misma universidad de San Marcos y, posteriormente, el Plan especial de Licenciatura en Educación en la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica del Perú. En México obtuvo los diplomas en Educación y en Filosofía otorgados por la Universidad Anáhuac. En su juventud fundó y editó Poetas en busca de editor, una revista de poesía que promovió el talento joven, más adelante fue co-editor de la revista internacional Francachela, impresa en Chile y Argentina. Desde 1998 escribe y distribuye periódicamente una columna llamada “Crodesli" (originalmente Crónicas desde Lima) que publica en sus blogs, eventualmente en algunos medios de habla hispana y en revistas virtuales (como por ejemplo: Letralia o el Boletín de Nueva York). Desde 1993 sus poesías han aparecido en diferentes diarios y revistas especializadas en distintos países del mundo tales como Perú, Chile, USA, Argentina, España, México, Uruguay, Colombia, Brasil, Puerto Rico y Francia; además de haber sido incluido en varias antologías hispanoamericanas. Tiene publicados diez libros entre poemarios, novelas para adolescentes y cuentos para niños. Ha ejercido, desde 1990, la docencia en sus diferentes niveles. Trabajó en el colegio Los Reyes Rojos y en el Colegio Americano en Lima Franklin Delano Roosevelt. Además ha sido profesor universitario en la Facultad de Teología Pontifica y Civil de Lima, la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas y la Universidad Anáhuac (en México D.F.). Se ha especializado en literatura en español (creación y análisis literario), y posee experiencia como docente del Bachillerato Internacional (Español A2, Lengua B, monografías, examinador). Actualmente reside en Indonesia y es profesor de español en el Colegio Internacional de Yakarta (JIS) (en inglés).
Libros para niños y adolescentes
Cuídate, Claudia, cuando estés conmigo [Be careful, Claudia, when you meet me] (Lima, Alfaguara-Grupo Santillana, red series, 2007; 225 pages. ISBN 978-603-4016-06-4)
Se nos perdió el alfabeto [The alphabet is lost] (Lima, Santillana Group, cuenta cosas series, illustrations by Ximena Castro, 2007; 49 pages. ISBN 978-603-4016-02-6)
Cartas a María Elena [Letters to Maria Elena] (Lima, Alfaguara-Grupo Santillana, red series, 2006; 183 pages. ISBN 9972-232-31-X)
Un tal Pedro [A certain Pedro] (Bogotá, Norma editorial, “Torre de papel” Collection, yellow series, illustrations by Carmen Garcia, 2006; 80 pages. ISBN 9972-214-66-4)
Números –para empezar a contar– [Numbers. To start counting] (Lima, Santillana Group, cuenta cosas series, illustrations by Ximena Castro, 2005; 38 pages., first re-printing, 2008, ISBN 9972-847-76-4)
La granja de don Hilario [Don Hilario’s farm] (Lima, Santillana Group, cuenta cosas series, illustrations by Ximena Castro, 2004; 48 pages., first re-printing, 2005; second re-printing, 2006; third re-printing, 2007; ISBN 9972-847-50-0)
¿Hay alguien allí? [Is someone there?] (Lima, Santillana Group, cuenta cosas series, 2010; 276 pages. ISBN 978-612-4039-80-5)
Libros de poesía
Sólo Sonetos Solos [Only Sonnets on their Own] (Santiago, Fuego de la Poesía Group, 2004; 144pp.)
Tal vez una primavera [Perhaps a spring] (Lima, Poetas en Busca de editor editions, 2002; 104 pages. Legal Deposit National Library of Peru Catalogue 1501162002-5872)
Para Atrapar Una Luciérnaga Amarilla [To Catch a Yellow Firefly] (Lima, Poetas En Busca de Editor editions, 1998; 87 pages. ISBN 9972-682-01-5).
SIEMPRE HACIA EL SUR
4.
Como una flor vacía no doy fruto
como pan sin migaja no alimento
como pájaro herido por el viento
me desbarranco más cada minuto.
Esta noche la noche viste luto
no hay Luna que custodie el firmamento
se enrarecen el aire y el aliento
y sólo me enveneno si disfruto.
El arco sin el iris -sin colores-
sin pétalo la flor -sin mar la playa-
la mariposa inmensa y los dolores.
El punto el paso el péndulo la raya
la madre el sol la sal los impostores
y siempre -siempre tú- por donde vaya.
6.
Hay en el comedor sueños perdidos
en la cocina hay hambre y en la sala
una alfombra que piensa y que resbala
en el gran carrusel de los vestidos.
Empiezo por los techos abatidos
por la blanca pared que me acorrala
por el oscuro suelo que me jala
al corredor sin fin de tus sentidos.
Hay una luz inmensa si me esperas.
Navego por tu sed si me acompañas.
En mi cuerpo germinan tus fronteras.
Empiezo a deshacer mis telarañas.
Empiezo a cabalgar en tus riberas.
Empiezo a sonreír cuando me extrañas.
8.
«Fue domingo en las claras orejas de mi burro...»
(César Vallejo)
Es domingo en mis uñas y en mis dedos
en el perro que duerme y en mi cama
en el bosque de olivos y en la rama
donde cuelgan mis labios y tus miedos.
Es domingo en la sangre y sus viñedos
en el vino de Dios que se derrama
en el sermón del cura y en el drama
de hostias y culpas y ánimas y credos.
Es domingo en mi reja y en mi ceja
en mi estómago frágil y en mi silla
en tu pisada que jamás me deja.
Es domingo en mi barro y en mi arcilla
en mi risa en mi cólera en mi queja
en tu estrella del Sur que piensa y brilla.
10.
Construyo un puente para tu venida
en el agua infinita de la espera
en el solo rincón donde la fiera
está de tanta flor como dormida.
Camino entre mis llagas y tu herida
piso tus nieves por salvar mi hoguera
y en tus cajones busco la manera
de cosechar la fe que no se olvida.
Hay una torre. Hay un crucifijo.
Hay un alfil un mar y un bucanero.
Hay ocho tentaciones y un cobijo.
Un martillo una espada y un herrero.
Un sabor un saber un acertijo.
Un resto de la aurora en que te quiero.
PALABRAS QUE NADA DICEN
«Pero ésta no es una historia
sino veinte palabras
que nada dicen.»
(Washington Delgado)
3.
Viene la pena en mareas
viene la rabia a caballo
viene tu voz si me callo
y escucho aunque no lo creas.
Me extravío en las tareas
de forjar este metal
y me quemo con la cal
de tu silencio perdido
y entre el grito y el olvido
soy distancia y mineral.
4.
Caminante sin camino
inútil tantas fatigas
en las tiendas enemigas
no hay posada ni buen vino.
Peregrina el peregrino
el viento borra sus huellas
y las mujeres más bellas
se arrugan y se deshacen
todos mueren todos nacen
todos menos las estrellas.
17.
Un amor hecho de trigo
hecho de espuma y moliendas
un amor entre contiendas
sin demanda sin abrigo.
Un millonario mendigo
que se aferra a tu costado
un bergantín encallado
en las arenas del miedo
un toro negro en el ruedo
un torero desarmado.
20.
Y nada más que la tinta
no tiene lo que le pido
ni la palabra el sonido
para marcarte distinta.
Por tu seda por mi cinta
por el sitio en que te espero
por tu mano el vertedero
donde bebe mi esperanza
porque un suspiro me alcanza
para decir que te quiero.
ARLEQUÍN Y ASCETA
Tengo la soledad de las estrellas...
Trasunto soledad en mis caminos
hago mi nido al borde de los montes
no tengo amigos santos ni asesinos.
Voy persiguiendo abismos y horizontes
como viejo ladrón entre las sombras
escondo multitud de polizontes.
Mis huellas en la arena o las alfombras
no tienen ni han tenido compañía
(ya veo que ni ríes ni te asombras...).
No busco ni el placer ni la alegría
ni el castillo ni el dios ni la princesa
ni el dragón ni la espada ni la arpía.
Todos encuentran pan sobre mi mesa
abrigo y protección bajo mi techo
y un beso de ternura quien me besa.
Sé que el camino es áspero y estrecho
sé que no abundan manantial ni trigo
sé que los buitres viven al acecho.
No pido credenciales al amigo
no sé de la piedad con los traidores
ni explico por qué voy por donde sigo.
Si tengo un alma es llena de colores
si tengo un corazón es extranjero
si tengo una caricia son las flores.
Tan sólo el mar es noble y verdadero
(en él mi padre como vieja historia
navega capitán y marinero...).
Hace diez años desprecié la gloria
y me vestí de polvo y de cometa
sin nombre sin razón y sin memoria.
He fracasado de arlequín y asceta
de sabio de ladrón de amable y malo
de encantador de amante y de poeta.
Te ofrezco estas miserias de regalo:
mi verso gris mi falta de talento
mi lástima mi pie cuando resbalo
mi terca fe mi pérdida mi intento...
AQUELLA QUE LUCE GUANTES
«Y escribe siete poemas en el ala de las luciérnagas
Aquella que luce guantes de encaje nocturnal
Y las medias de seda bordadas con helechos o azucenas...»
(Margarita Kurt)
5.
No recuerdo otro lugar
por donde fuera mi labio
tan inocente tan sabio
tan brillante tan Altar.
Jamás he vuelto a tocar
la fe de tanta inocencia
tanto fuego tanta urgencia
tanta pureza tan pura
tanta salvaje dulzura
tanta decente indecencia.
6.
Mano con mano hermanadas
en la eternidad del rito
labio con labio lo escrito
en tus estancias tomadas.
Dos violencias delicadas
dos palomas descubiertas
playas anchas y desiertas
simas que labra mi boca
tanto sol que me provoca
abrir mis manos abiertas.
19.
A nadie con más respeto
he tocado y retocado
a nadie más he probado
con más unción y más quieto.
Te regalé mi secreto
bebí tu néctar divino
toqué tu fondo marino
besé tu mayor altura
y descansé en tu figura
y me sacié en tu camino.
20.
Nada tengo pero tengo
y nadie soy pero soy.
Si de tus labios me voy
hasta tus labios me vengo.
Recordando me entretengo
con esperanza y sin fe.
Yo soy el ciego que ve
el que sabe pero calla
el que perdió la batalla
y sigue muerto de pie.
VOLVER... ¿Y PARA QUÉ?
2.
Si voy andando fábulas y montes
recorro tus poblados y sus cumbres
adivino tus miedos y distancias
busco el eco sonido de tus luces.
Piso muertos y piedras y silencios
y las ocho miserias que nos unen
y los ocho setiembres postergados
a fuerza de ciudades y derrumbes.
La audacia no me sirve en el desierto
no me sirven ni culpas ni virtudes
ni el muñeco de trapo ni el misterio.
No quiero que te sientes ni acostumbres
no quiero un nombre archivo del recuerdo
no quiero que otras manos te desnuden.
3.
Hay distancias que nunca son distancia
hay auroras que son atardeceres
hay caricias que son como pinceles
y pinceles que saben a palabra.
Una mano dormida que en tu vientre
despierta tu mujer y tu ventana
tus láminas de oro tu cuchara
y tu boca sin lenguas y sin diente.
Algo nace en la flor de invernadero
algo se muere en el jardín de Dios
algo se pierde sin salir del pecho.
De nuevo las cenizas y el alcohol
de nuevo somos leña para el fuego
y la historia vulgar de una canción.
11.
Mi padre me enseñó que la esperanza
nos ayuda a vivir y nos levanta
nos llena de Luciérnagas el cuerpo
y disipa las nubes y el secreto.
Mi padre me enseñó que la sonrisa
ni ofende ni maltrata ni lastima
libra del llanto salva de la pena
y es bálsamo y es cura y es defensa.
Mi padre me enseñó que el Sur existe
y que la Luna llena me persigue
y que ser verdadero es lo que importa.
Mi padre me enseñó que entre la sombra
la amistad y el cariño son el fuego.
Mi padre me enseñó que amar es bueno.
12.
«Porque la muerte porque apenas porque más:
porque algún día porque todos porque quizás...»
(Oscar Hanh)
Escribo porque soy simiente y barro
porque mi padre vive en las mareas
porque nunca son muchas las tristezas
por mi fe por mi Luna por mi paso.
Escribo por mi madre y mis hermanos
porque nunca saldrán de tanta ausencia
por la sed por el vino por la pena
por el viento que lleva mis naufragios.
Escribo por estar y no morirme
por la palabra y todo su misterio
por todo lo que tiembla y lo que vive.
Escribo porque busco y porque espero.
Escribo porque el verso me persigue.
Escribo porque sepas que te quiero.
Y SIN EMBARGO...
Y sin embargo te mantienes intacta, y sin embargo vivo.
Quién sabe si a golpe de rutina te moleste o moleste tu imagen o te borre o me borre la marca que escribimos; quién sabe si el rencor se vuelva frustración y desaliento y Luna y sombra y soledad y olvido; quién sabe si quebraron los cristales para que nunca extrañes lo que fuimos, para que alumbres otros horizontes, otros labios, otros días sin nombre, otras edades y otros acertijos.
Yo no puedo decir que te conozco o sé de tus espacios, que es lo mismo, sólo sé de tu rastro, de tu planta, de tu gesto sin mancha ni arquetipo, sólo sé que persigo tus verdades, que nunca mi verano será el mismo, que estoy por una letra equivocado y por una palabra mal vestido, que vive la Luciérnaga en el pozo, mientras la Luna calla porque digo.
Insisto, en nada te conozco, no tengo tu silencio ni tu frío, ni el humo que dibuja tus fantasmas, ni los ocho setiembres que repito, ni el abrazo, con todo lo que sobra, ni la puerta, con todo lo que abrimos, ni lo que ignora el tiempo y lo que callo, ni lo que doy sin letras cuando escribo, ni la postal, ni el sello, ni la carta, ni el nombre que se esconde en este libro, ni la seca ansiedad de nuestros muertos, ni la sola razón de nuestro juicio.
En nada te conozco, sin embargo, estamos en el mismo laberinto, en el mismo rincón donde empezamos y con los mismos fuegos que encendimos.
ENCIMA
Corrió
como la saeta
como quien salva la vida
corrió
tan desesperado
buscando alcanzar la cima
corrió
corrió como nadie
aunque sangraba la herida
corrió
pero nunca supo
que la muerte le iba encima.
LA LLUVIA
Cesó la lluvia
los truenos se callaron
los rayos no se agitan encendidos
la tormenta con todos sus bramidos
se ha marchado.
Cesó la lluvia
las nubes se alejaron
el sol mostró sus rayos refulgentes
y su imponente estruendo las corrientes
han calmado.
Cesó la lluvia
los pájaros cantaron
inundaron el monte de alegría
las rosas más hermosas florecían
relucientes.
Cesó la lluvia
y todos olvidaron
los bosques arrasados destruidos
los pobres animales sus aullidos
y sus muertes.
SIN INSTANTES
Herido pero sin sangre
culpable pero inocente
complicada y simplemente
miserable.
Cubierto con lo que queda
cuando ya no queda nada
fiera voz triste mirada
grandes penas.
Vencido sin atenuantes
ausentes piedras y lanza
sin fuerza sin esperanza
sin instantes.
GAVIOTA Y MAR
Sopla el viento en el mar y tempestuoso
el océano se yergue cual gigante
y la playa golpea tan constante
que ha vuelto arena un espigón rocoso.
El mar es un arcano fabuloso
que guarda los secretos del amante
que impulsa a la gaviota que razante
busca alimento en vuelo peligroso.
La gaviota y el mar son compañeros
ella es toda dulzura y él es fuerte
ella aletea con vigor ligero
él es enorme él es imponente
y son amantes son aventureros
y en cada beso juegan con la muerte.
SI LO CRUZAS
Corre corre sin descanso
corre que el puente está cerca
no te rindas no te entregues
no sometas la cabeza.
Sigue rápido corriendo
confía en tu fortaleza
que no puedan darte alcance
los que matan lo que sueñas.
Que no logren capturarte
y que jamás te sometan
no rindas nunca la espada
atraviesa la maleza.
Abre trocha entre los bosques
rompe todas las barreras
que no vayan a vencerte
ni tropieces en las piedras.
No hagas caso al que te jure
que serán mayores penas
las que tengas si te atreves
a levantar tu bandera.
No hagas caso al que amenaza
al que nos da la tristeza
al que quiere que tu vida
se quede por siempre a medias.
No renuncies a la lucha
ni a mirar en las estrellas
esa chispa que te guía
y te salva y te refuerza.
Corre corre sin descanso
corre que el puente está cerca
si lo cruzas yo te salvo
yo te doy lo que tú quieras
si lo cruzas vida mía
ya no hay nadie que nos venza.
CAE LA TARDE
Ruge el volcán y vomitando muerte
al fuerte y al cobarde los calcina.
Cae la tarde.
Es sangre el horizonte
del monte ya no queda ni la sombra.
Son muchos los testigos que te acusan
(la blusa se rebela entre tus pechos).
Insisto.
Cae la tarde.
Hay un halcón -herido y moribundo-
(hay un balcón donde jamás te encuentro).
Qué importa lo que digan
tu sangre me envenena
y tu veneno es bálsamo que alivia
con una pizca de terror
y pena.
NEGRA MARIPOSA
Tiende sus alas
remueve el viento
trae las tristezas
de tiempo en tiempo.
Tiene tejido
sobre su cuerpo
sólo una frase:
llegó el momento.
Vive de muerte
vive de miedo
tiene su nido
en el cementerio.
Sabe que viene
sabe que espero
sabe que busco
su color negro.
MARIPOSA BLANCA
Trae armonía
tiene en sus alas
todo el misterio
de la esperanza.
Tiene una herida
tiene una hermana
tiene una lucha
que nunca acaba.
Vive en la vida
de los que avanzan
tiene su nido
dentro del alma.
Sabe que espero
cada mañana
ver en mis penas
sus alas blancas.
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