Fernando Nachón
(México, 1957)
Escritor y poeta mexicano nacido en el Distrito Federal. Estudió en el Colegio de Ciencias y Humanidades que depende de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), para después titularse como médico cirujano en esa universidad. Autodidacta por naturaleza, influido en algún momento por Tristán Tzara y los dadaístas, y admirador de Ronald D. Laing y del antipsiquiatra David Cooper, en 1979 escribió su primera novela La esperanza de una angustia. Asistió al taller literario dirigido por el argentino Humberto Costantini y al de Elena Poniatowska, en donde aprendió no tanto lo que se debía de escribir, sino lo que no se debía de escribir.
Fue expulsado por mala conducta del Instituto Mexicano de Psicoterapia Psicoanalítica de la Adolescencia (IMPPA) y del Circulo Psicoanalítico Mexicano (CPM). Fue colaborador de las revistas underground La Regla Rota y La Pus Moderna.
En 1992 recibió un reconocimiento por parte de la Dirección General de Fomento Editorial de la UNAM y en 1995 publicó, por entregas semanales, El Libro Del Eterno Retorno en el diario nacional mexicano Unomasuno. Entre sus obras destacamos, Muñeca haz el favor de quitarte el sostén (1985), De a perrito (1986) y Diario de un pend*** (1988) compuesto por poemas explosivos, dos novelas cortas y quince cuentos.
Escribió una serie de cuentos cortos que nunca publicó titulada, Siempre que orino pienso en algo importante. Posteriormente autodefinió su nuevo estilo, ciencia ficción cavernícola (narrado en cuarta persona) surgiendo de ahí su novela Los Niños Bien (1998).
Actualmente está trabajando en una novela de terror Escalones de Hielo Gris y en una colección de ensayos epistemológicos titulado ¿Deben los filósofos fumar marihuana?.
DE MADRUGADA
Tristes notas musicales caen sobre mi oído,
la noche me envuelve como si yo fuera un tesoro.
Mi alma paciente —pero asmática— gira y me estrangula.
Estoy demasiado orgulloso de vivir.
Las deseosas luces de las estrellas
me alumbran una distancia inconcebible,
un vecino leerá una revista de aeronáutica y otro soñará que vuela.
Un murciélago que devora plátanos le dará de mamar a la nube oscura
El caminante del bastón de hierro no ha pasado frente a mi casa.
Todos parecemos ciegos de noche
Todos parecemos resucitados de noche.
El condenado cigarro
Morirá en la horca de mi boca
Y un silencio extremo
Pudrirá mi última tristeza.
HUESOS EN EL RELOJ
La arena de los huesos está en mi reloj
la veo sobre la mesa de noche.
También la veo en la mesa de día.
Mi sentido del humor viaja con el tiempo
pero cae mezclándose en una playa de torbellino abismal.
Luces encienden al tiempo
la oscuridad lo detiene.
El reloj está muerto.
LENGUAJE TOREADO
Como un torero me miro al espejo.
Cada lentejuela llama a la lucha.
Cada apretón en mi torso me hace toro.
Cada brillo es un punto y aparte.
Nada es cierto.
Tan solo juego con las palabras,
los puntos.
Las comas,
y los puntos suspensivos...
Que me permiten torear mi —casi estricta— soledad.
Puedo poetizar y creer que estoy muerto.
Le ofrezco una duda al futuro:
¿Seguiré escribiendo en el “mas allá”?
Me encanta torear mi soledad;
Aunque hace un par de horas
Por poco y me inserta su cuerno feroz.
Si me desespero, es porque ya me morí.
¿LA MUERTE ES OSCURIDAD?
Entierro un poco la luz del día en mi futuro ataúd.
El amor se equivocó conmigo ya que él tenía escamas de sirena y yo tan solo
las de un pez en agonía.
Una brújula deduce lo que es la muerte y poco a poco camino hacia el norte
de la vida. Donde no solo la música suena a mediodía, sino que mis huellas
son una fracción del día.
Amaré mis pasos o dejaré que la luz del día termine y así honorablemente le
de paso a la muerte.
Pero:
¿Quién puede asegurar que la muerte es oscuridad?
la muerte es un concepto de ojos cerrados.
¿Pero que hay de los que mueren con los ojos abiertos?
¿Habrán visto que la muerte es de día?
A mi que me entierren con los ojos puestos en un Dios. En un solo Dios que
se asemeje al día; al día que en la noche le da paso al día, a la brújula de
vida que le da paso a la vida.
No hay muerte, tan solo vida.
La palabra muerte me suena menos que la palabra "silla". ¿En donde me
sentaré a descansar? Pues en la orilla del río que da a la vida.
LAS HORAS SECAS
Las horas secas entrañan figuras
que desiertas emanan su tristeza corporal.
Simplemente las observo desnudo
con el alma idiota
y los párpados bravos.
¿Cuando fue que se secaron?
¿En que realeza quedaron tan perfumadas que se arrugaron?
¿Era un perfume desinfectante?
El hombre vive a semejanza
de su mascota.
Por desgracia las horas siempre han sido mis mascotas.
LENGUAJE
He terminado respirando incógnitas.
La ventisca se pasea por sobre la duda.
Y el lenguaje se hace vientre en los sueños.
¿Quien eres tú? Abstracción que se mide con el llanto;
¿por qué violas la vida? Como una sotana caminas mintiendo el día.
No hace ni un minuto y eras presente,
no hace ni una mujer y eras futuro.
Ahora eres pluma y me miras en el pensamiento
Ahora te has ido.
Ahora vuelves para volverme.
(Te toco con el oido muerto en sordera)
Dime: ¿Cómo voy a morir?
¿Cómo te van a usar para acabarme?
¿Como te tengo que amar para salvarme?
Flecha venenosa que intoxicas al tiempo.
Enfermo espectro que acabaste con la ceguera,
vuelve a tu cueva.
Déjame mudo, rómpeme en luz.
Quiero volver al agua.
POEMA DESCONTROLADO
Poema descontrolado que le añades vida a mi sangre,
ve al árbol a orinar, y escucha al pájaro trinar, pero
ya no seas vulgar.
Ve a rezar para que te conviertas en un buen poema,
y no tan solo estés aquí (caminándome como una tarántula de circo que se
cree amaestrada
pero que en verdad se siente sola).
La cara que pones —dudoso poema—,
es de ira,
mejor vete a tomar unos whiskis
y regresa en forma de novela.
UN ÁNGEL MORENO
Un ángel moreno con cuerpo de mujer
me libró de las blancas sábanas con que envuelvo mi tabaco
él se alarga en una frase
y me recompone el hipotálamo.
Palabras médicas inmunizan mi mente.
No puedo pensar en palabras como "amor" o "piel",
tan solo mi emoción de insecto-poeta
me deja entre "feromona" y "aguijón"
El amor duele,
con razón Cesare Pavesse (sí, el mismo que se suicidó)
decía en sus diarios que a diario se enamoraba de distinta mujer. (Que
redundancia tan triple mente romántica).
No se si el amor sea envolverse y auto fumarse
o si sea quemarse en cenizas
Jaime Sabines decía que Octavio Paz "se quedó en la casa de las palabras"
que el lo que quería era "comunicar" en sus poemas.
¿Quién se pone de acuerdo con lo que es la poesía?
Solo un ángel moreno con cuerpo de mujer es mi poesía.
Moriré quemado.
Sin anestesia.
Final tonto, para un amor tan grande.
VEJIGA
La vida es de papel
y el papel se ha vuelto electrónico.
La vida se ha vuelto electrónica y
mi vejiga forma parte del Todo.
Tendré que ser un cadalso misericordioso.
Una paradoja poetizada.
Una vejiga vacía.
20 POEMAS DESESPERADOS Y UNA CANCIÓN DE AMOR
BUS. Autor: Herman Nachón Melville
BUS
Voy adentro de una ballena.
Va llena de gente.
Es como ir en la tripa de un pez inmenso,
que me come las nalgas, los párpados y las luces.
Me he revivido cien veces en un trayecto de 10 kilómetros.
Las abusivas palabras dicen millas.
I´m sorry: Fui devorado.
Tranza. Autor: Henry Nachón James
TRANZA
Autor Henry Nachón James
Es inutil buscar un libro de poesía de mi autoría.
Hablé de ricos y de flores.
No cupe en la poesía.
La narrativa -cual inentendible frase- me expandió.
La luz me ciega como a todos los poetas,
algunos creen que perdí las gonadas,
otros que me enamoré de Inglaterra como de una mariposa.
Todos están equivocados,
y, por eso mismo, no escribí poesía.
La Canción de Amor. Autor: Pablo Nachón Neruda
Se hunde tu olvido del día en que estoy.
El tío anuda su corbata obstinada
Acompañado como los muelles en el auto.
Es la hora de volver, Oh acompañado!
Sobre mi hígado llueven frías cervezas
Oh cantina de escombros, feliz cueva de beodos!
En ti se acumularon las nenas y los guapos
De ti plegaron las alas los borrachos del canto.
Todo te lo chupaste, como la cercanía
Como el mar, como el miembro. Todo en ti fue
Alcoholismo!
Era la triste hora del asalto y el pecho
La hora del estrujar que dolía como un palo.
Ansiedad de pirata, furia de tufo ciego,
Turbia sobriedad de odio, todo en ti fue
Alcoholismo!
En la infancia de luna llena mi alma alocada y compungida.
Perdido descubriste, todo en ti fue un plagio!
Te asomaste al placer, te soltaste al deseo
Te alzo la pereza, todo en ti fue un plagio!
Hice levantar la muralla del sol
Anduve mas allá del peso y del tacto.
Oh carne ,carne mía, mujer que odie y halle
A ti en esta hora seca, invoco y guardo silencio.
Como un vaso rompiste la finura premura,
Y lo finito del recuerdo te bozo como a un vaso.
Era la negra, la negra compañía de las riñas
Y allí, mujer de odio me empujaron a tus brazos.
Era la red y el hastío, y fuiste la puta.
Era el duelo y la muina y tu fuiste la ambición.
Ah mujer. No se como pudiste soltarme
En el mar de tu alma, y en la cruz de tus falos!
Mi deseo de ti fue mas amable y largo,
El mas recto y sombrío, y el mas laxo y relajado.
Cementerios de hierbas, aun hay hielo en tus tumbas,
Aun los vecinos arden picoteados de cánticos.
Oh la boca amada, Oh los trenzados miembros,
Oh los hastiados dientes, Oh los puercos trenzados.
Oh la loca santidad de esperanza y esfuerzo
En que nos separamos y tranquilizamos.
Y la amargura, ruda como el hielo y la cocaína
Y la palabra apenas tragada en los sabios.
Ése fue mi destino y en el plagio mi anhelo
Y en el subió mi anhelo, todo en mi fue un plagio!
Oh cantina de escombros, en ti todo subía,
Que placer no exprimiste, que botes no te salvaron.
De tumba en tumba aun te measte y cantaste
De pie como un cochino en la proa de un barco.
Aun moriste en cantos, aun luchaste en co-
rrientes.
Oh cantina de escombros, pomo abierto y amargo.
Pálido tufo ciego, aventurado “ondero”
Descubridor devaluado, todo en ti fue un plagio!
Es la hora de parir, la blanda y fría niña
Que la noche suelta a todo honorario.
El cinturón tranquilo del río ciñe la plasta.
Surgen frías estelas, emigran blancos pájaros.
Acompañado como los muelles de un auto.
Solo la sombra trepada se retuerce en mis árboles
Ah mas acá de todo. Ah mas acá de todo
Es la hora de parir. Oh acompañado!
LAS ROSAS CAMINAN Autor: Fernando Pushkin Nachon
Las rosas caminan,
florecen y bla, bla, bla.
¡Chale! ¡Escribir y escribir!
Estoy aquí (inhumanamente) sentado.
pues no tengo amigos.
A mis mil años
sin hijos.
Con amigos que se deben a sus hijos.
Amigos divorciados que se tienen que chingar
para mantener
a sus hijos,
menos yo.
Suena a tragedia
pero más trágico es,
que me critiquen de bukowskiano
por cortar las frases.
Para mi (que no pienso traer a un humano más a este planeta)
ha llegado a ser sagrada la idea de la literatura.
¿Qué me quedaba?
Pues solo escribir ésto;
malo;
sin clase;
sin prosodia;
sin rapsodía,
pero sin mamadas.
CARACTER MADRIADO Autor: Fedor Nachoiewski
Mi castigo fue mi crimen.
En el calabozo del corazón de un personaje.
(En el catálogo del corazón de una piedra).
Como una larva crecí.
Me entregué a la policía.
Era culpable de todo.
Estuve en una Siberia antigua, perlada y porosa.
Salí, regresé a Moscú, crecí más.
Para escribir desde el subsuelo.
Todos los días en el metro (lleno de tigres que perdieron sus rayas)
enterré mis garras en la tinta y despedacé personajes.
Crié la metafísica de los caracteres.
Me volví loco.
SOY UNA MIERDA. Autor: Edgar Nachón Poe
El cuervo, con su plumaje negro, sobre la noche negra, sobre la negra ventana, me mostró su pico negro y atroz.
Me dijo:
"Te va a cargar la chingada al final de este poema",
y yo le respondí: "Nunca más";
me volvió a decir:
"¡Oh máscara turbia! ya te dije que te va a cargar la patas de cabra al final de este poema"
a lo cual yo le respondí: "Nunca más"
y así nos estuvimos largo rato
hasta que al final le dije:
"¡Ya sácate a la chingada pinche cuervo maldito que me tengo que ir al TABLEDANCE!
Y que me responde:
"¡NUNCA MAS!"
Se volvió de dos metros de altura,
me picoteó,
me masticó,
me tragó,
me cagó,
me reconstruyó
y me senté a escribir aquí.
COLOR ROJO. Autora: Sor Nachona Inés de la Cruz
Doce tonos
doce tomos
doce calaveras
doce versos
un puñal
un idiota:
Un autor.
Hombres necios que acusais
al autor sin razón.
Sin saber que sois la vocación
de aquello que culpais.
ABSURDOS TESTÍCULOS (Samuel Beckett Nachón)
Cuenta la historia que te olvidaste de ti. Que tus testículos se los comió Molloy. Tranquilidad de la estepa tenías ahí. Huyeron -por la fuerza- las ladillas certeras con certezas. Dientes de alhelí.
Por eso cuando Molloy te comió el chololoi cantaste al ritmo del uyuyuy.
Lengua es la que te sale de la boca; y te ahorca. (Cállate).
La plaza -gris- es la que te lleva a rascarte.
Perdiste los huevos, no los encuentras, por absurdo.
Eres una barda.
Agachate a recogerlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario