viernes, 16 de mayo de 2014

LUIS ÁNGEL BARRETO [11.695]



LUIS ÁNGEL BARRETO 

(Maracaibo, Venezuela, 1979). Licenciado en Filosofía. Cursante de la Maestría de Filosofía en La Universidad del Zulia. Ganador del Certamen Mayor de las Artes y las Letras 2006 por el poemario Arqueología de olores otorgado por el Ministerio de la Cultura. Finalista en el III Premio Internacional de Poesía Joven La Garúa 2007 de Barcelona, España. Ha publicado los poemarios Arqueología de olores (2007) y Las máquinas simples (2014), ambos por la Fundación Editorial El Perro y La Rana. Aparece en las antologías Amanecieron de bala, publicada por esta casa editorial, En-Obra, publicado por la Editorial Equinoccio de la UCAB, la antología de jóvenes poetas de la Revista Poesía Nº 153 de la U.C. y en la antología Rosa Caribe de La Mancha Editores. Actualmente labora en el área editorial.






PERTENENCIAS 

Tienes un obús humeante 
tienes unas calles 
tienes tres ciudades a oscuras 
tienes un muerto, un cadáver persa. 
Tienes una gota de agua en la cara 
tienes varios peldaños de una escalera. 
Tienes todos los ojos cerrados. 
Tienes la madrugada con todas sus horas cortas 
tienes una infinidad de días. 
Tienes un iluso soplador de Murano. 
Tienes la lluvia, todas las lluvias. 
Tienes un clarín que no suena 
tienes prisioneros de plomo 
la desesperación estática del ajedrez 
la manía de mirar al cielo. 
Tienes la verticalidad de un susto 
tienes todos los jardines. 
Tienes una perla debajo de la lengua. 
Tienes la lejanía. 
Pero, a pesar de todo eso 
eres bastante parecida a las batallas perdidas.







ANIMAL 

Recuerdo que antes te esperaba en la periferia 
con mis miedos sumergidos en alcoholes 
bípeda y circular salías otra vez. 
Sin soportes 
de las deformidades del fuego 
con la lumbre en los dedos 
en reversa como el diablo 
como un largo desfile de tractores 
de bronce, convencida 
pajarraca aleonada que vuela un tiempo 
y se sienta en las ramas donde hay sombra. 
Eterna y hambrienta 
agujereando montañas para hacerlas volcanes 
como siempre, cercana, presentida 
deambulando con tus pesos 
sabiendo que es cuestión de tiempo 
sabiéndote mirada por las orillas 
bajo el sol de las primeras veces. 
Respirada 
bestia azul de rugidos 
que se ríe abriendo fauces y ventanas 
que se ríe porque sabe que se relame lo que en otro tiempo fue una herida. 






ADIVINANZA 

Qué es por dentro rojo 
por fuera, oscuro tornasol, como pluma 
áspero hacia arriba, hacia abajo suave amasijo 
salado, luego dulce, luego salado de nuevo. 
Atravesado desde arriba 
tajado con un corte vertical a veces oculto 
húmedo de negra humedad 
siempre percutido, siempre hurgado con mano impaciente 
en ocasiones, usado como máscara de oxígeno 
o como edredón tibio de carne 
si no hay prisa puede servir para dar olor a las estancias. 
Puede ser probado maduro o verdoso 
de mañana o de tarde 
sumergido en líquidos 
o escurrido sobre cualquier superficie con manteles o sábanas. 
Los hay también de otros colores, de otros relieves. 
Tiene agua y no es río. 
Tiene oscuridad y no es noche. 
¿Qué es? 







Desabotono el disparo 
limpio mi camisa del abrazo de la pólvora 
recojo mis partes regadas 
mi pellejo que luce transparente 
la mancha que me pertenece a mí solo a mí 
el destino 
el proyectil 
hoy no es el sueño lo que me apaga 
yo soy el desecho 
quien mañana solo estará imaginado 
ya me pienso sin manos 
sin ojos sin la voz 
duele 
me fui labrando una muerte mía 
esta no 
por eso tengo este rictus de extrañeza 






de Las máquinas simples (2014)



Inicio tocamientos
construyo barcos en botellas
respiro
eso suena
produce metálicos espasmos
busco verdor
estoy cerca
percuto despacio tu caja xilófona
palpo lo árbol de tu carne oscura
lo relámpago
lo vidrio
lo bala






Nada regresa intacto
tampoco tus manos ni el olor
todo está abierto ahora que no quiero pedazos
mañana te buscaré en el aire
tonada cantada en el futuro
tal vez desierta desnuda
y te miro
tan negra aire tan suave tan siempre sexo derramado
como silueta dormida que mira a las bestias y
su diáspora
predicha en el silencio de las lámparas que nos piensan
nada regresa intacto
ni siquiera tus órganos en reposo
que el jadeo nos proteja la fiebre
nos consagre la cólera de lo que te digo
que mis palabras
laman
tus
palabras






He venido como el humo
pájaro e invisible
llegué enorme a husmear cerrojos
tu perfume alcanza millones de años
es una forestación
un arca llena con mis animales
gozo el incendio de nuestra choza
pruebo el mendrugo de rabia que ocupa tu regazo
pero la culpa es toda tuya
me acercaste el agrietamiento
las vegetaciones
las acequias
cuando me broto por el polen
no hay candados que impidan mi oler capullos






Cuento tus partes
les voy poniendo nombres
son todas tantas
en lo oscuro son inmensas
son tibios y quietos rinocerontes
tienen humedad de orilla
son como cofres que guardan otros cofres






Es un constante acechar
es tener calma
aguardar con la quietud del amante
con la tardanza en la boca
disparar con mis ojos
no matar
herir
vengo como un sosegado cazador
como la miel que cae
así lento
el amante es un caracol
casi siempre






Acostado respiro
yo que fui acera o baldosa
ansío sudarte toda esta noche
derramar tu cuerpo en los caminos
esparcirlo en multitud de territorios
hacerlo mares de conchas desiertas
hacerlo migajas
hundidos veleros de juguete
destilar por las fisuras el humo de tu pie
cují en el corazón
tu corazón mi estribo mi casa
tañido que lustra mi exterior osamenta
que quiso haber sido barro
abrazando tu desfile en mi parte horizonte
mi parte plataforma memoriosa
lámina que espera la infancia de tu caminar descalzo






El sudor evidencia una candela cercana
quizás en el aire se agolpe una hondísima canícula
si hay oquedad hay casa
todo un océano para ser bebido
para ocultarse boca adentro
si hay calor hay piel con ornamentos
hay olor
lagunas en el cuerpo para respirar
ostras arrojando perlas a tu cuello salado






Me someto a la carne
bajo extrema crisálida me pongo
no pretendo exhumación
no quiero pulcritud ni abluciones
rastreo con lengua filtraciones en la piel
ese vaho que siempre brota de los poros
busco partes negras
busco especias y frutas
busco confinarme en la corteza
reclusiones
quiero no escapar
husmearte las sombras
los dobleces
ansío habitar bajo olor
probar un transpirar que sea perfecto






Tu sudor es precorporal
está antes
y habrá sido
sangre amarilla de naranja
leche de hoja y de corteza
sol por dentro
o por mar
primera llovizna tu sudor
intramundo
portafuego
abreporo
paralabio





Vivo en este escondite cualquiera
sigo expuesto al follaje
a la dureza de la misma parte
a este dibujo que es también de ella
al rugido que se disipa cuando regreso a la orilla
la misma orilla
siempre
me arrimo a la cumbre
a ponerle un rumor en la boca
como sembrar una piedra
disimularla
me desabro para que retoce a ritmo de gota que cae
me deshago a tientas
a golpes de olfato
me vacío de soplo
me desairo
después de horas de viento fuerte
casi puedo olerle su agonía mineral




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