sábado, 24 de mayo de 2014

OLGA AGUILERA BUSTAMANTE [11.802]




Olga Aguilera Bustamante  

Nació en Chimbarongo, Chile el día 09 de Julio de 1933.
Fueron sus padres doña Olga Bustamante y don  Hipólito Aguilera M., conocido comerciante.  
Cursó sus primeros años de estudio en la Escuela de la localidad de Cuesta Lo González.  Luego ingresó al Colegio de la Inmaculada Concepción en San Fernando, terminando su Enseñanza Media en el Liceo de Niñas Eduardo Charme de esa ciudad.
Sus estudios superiores los realizó en Santiago, como alumna interna en la Normal Santa Teresa, desde donde egresó con su título de Profesora de Educación General Básica.
Dio sus primeras clases en la Escuela Nº 2, actual Colegio Santa Isabel La Católica de San Fernando, y luego en la Escuela Nº 7 del sector Convento Viejo, retornando  por un tiempo a la anterior, desde donde se traslada a la V Región junto a su esposo Don Carlos Maturana y sus cuatro hijos, continuando su labor docente en la Escuela Nº 26 de Valparaíso durante tres décadas.  Posteriormente retornan a la VI Región, a su lugar de origen en Cuesta Lo González, lugar donde residen actualmente.

Desde su infancia se sintió atraída por las palabras, y siendo ésta su vocación, su profesión de Profesora la instó aún más a volcar sus sentimientos y vivencias a través de las letras, comenzando un camino literario a través de la poesía, que le hizo sentir una especial fascinación por los sonetos.  Sus trabajos integran 9 publicaciones, y un décimo libro a punto de ser publicado.
Estos libros encierran parte de su vida, de sus sueños y alegrías, tristezas y esperanzas, y su visión muy personal de la naturaleza y del ser humano como ser interior.

El primer poemario de la poetisa “Canta Grillo”, presentado en la Secretaría Ministerial de Educación, fue publicado en Viña del Mar en el año 1994, y contiene una gama temática variada.
En 1996 publica “Sonetos de Realidad y de Sueños”, prologado por el escritor y crítico literario sanfernandino don José Vargas Badilla, quien afirma luego en parte de su comentario en el Diario Sexta Región: “Olga Aguilera Bustamante alejándose de las actuales corrientes poéticas, ha afincado su quehacer en el Soneto.  Domina el endecasílabo, lo maneja con soltura y con extraordinaria diafanidad”.

Luego sale a la luz “Poesía Breve” y “Aún es Tiempo”, y en el año 2001, la Ilustre Municipalidad de San Fernando financia la publicación del poemario “En Busca de mi Cielo”.
La Ilustre Municipalidad de Chimbarongo le publica en 1999 “En la Tierra que Habito”, sonetos en los que canta a parte de la Sexta Región.

Miembro desde el año 2001 del Grupo Colchagua de poesía, publican como integrantes la obra “Transparencias líricas”.
En el año 2002 entrega su trabajo poético en “La Casa Interior”, el año 2006 su última publicación “Montaña Arriba”, con una visión personal interior de superación, y una alabanza a la naturaleza, contiene también una selección de algunos poemas ya publicados. Actualmente prepara su décimo libro.

Su presencia literaria se acredita y consolida con los siguientes reconocimientos públicos:
Premio Municipal año 2000, por su gran aporte a la cultura.

Premio Municipal de Arte otorgado por la Ilustre Municipalidad de San Fernando, recibido en el año 2004.   
La Agrupación Literaria Regional de la V Región ALIRE premia la publicación de su libro “Sonetos de Realidad y de Sueños”.

La Sociedad Argentina Artes y Letras La Plata y la Comisión Argentina “Vates del 2000”, la han incluido en Antologías con poetas del MERCOSUR.
La revista Argentina POEVIDA seleccionó y premió el poema “No ha de Expirar de Sed la Rosa”.

El escritor porteño Alfonso Larrahona Kasten la incluyó en su Antología “El Soneto en Valparaíso” y también en “La Poesía en Valparaíso siglos XIX y XX”. La Municipalidad de Parral la incluye en el libro de homenaje al poeta Pablo Neruda “Cien años cien Poemas”, con motivo del centenario del nacimiento del vate.
Actualmente trabaja divulgando la cultura y la poesía como miembro activo en el Centro de Extensión Cultural Pablo Neruda de San Fernando.




Del libro “Sonetos de Realidad y de Sueños”

TU RECUERDO

En mi solar de diáfanas corrientes
se quedó tu recuerdo en mí prendido,
¿estás aquí, verdad que no te has ido
por los peldaños grises del presente?

Tu presencia descubro aquí en mi mente
igual que beso macerado en ansias,
te siento cerca, ajeno de distancia,
estás conmigo, aunque estés ausente.

Mientras la bruma las estrellas baña
recuenta mi reloj horas esquivas,
tu amada imagen mi ilusión engaña

Todo es espejismo, nada es cierto,
son mis sueños flotando a la deriva
a los que estoy atado aún despierto.





Del libro “La Casa Interior”, pensando en la casa de la niñez,
retorno y vida en ella.


DE TIERRA Y PIEDRA

Es verso de tierra y piedra,
piedra y tierra la palabra,
a veces esquiva y dura,
otras, pródiga y blanda.

De adobe son las murallas
que conforman mi morada,
cercos de piedra tapiada
los cuatro deslindes marcan.

Patio de ripio y arena
con flores y sombras de parra,
entre los pliegues del tiempo
dormitaba la palabra.






Del libro “Montaña Arriba”


ALTURAS

Que incesante búsqueda de alturas
otro camino en torno del planeta.
Se construyen torres que sobrepasan nubes
y rascacielos de asombrosa belleza.

La torre de Babel nos dejó su sello.
La vanidad humana
lo extravió desde lo alto.
Los egipcios hicieron las pirámides
aunque los siglos pasan
nos siguen sorprendiendo.

Se interrumpió el silencio
del niño del cerro El Plomo
¿desde qué tiempo sin nombre
estuvo allí dormido?

No nos pudo narrar
de su sino la historia
ni a su matriz de tierra
reiniciar su retorno.

Todo el Andes es altar,
catedral de los dioses,
allí también los incas
altares perfumaron,
tal vez en el susurro
de congelados vientos
pudieron venerar
las deidades que amaron.
¿Qué busca el hombre
de manera incesante?

La noche de los siglos
siempre va insatisfecha.
Buscamos las alturas,
permanencia de dioses.
Al intuir sus huellas
seguimos buscando.





Del libro “Sonetos de Realidad y Sueños”


TRUNCADOS DE ALAS

Cuando el tiempo fugaz de mi existencia
haya cumplido el plazo convocado
¿adónde irán mis versos destrinados
truncados de alas por mi ausencia?

¿En qué nube anclará mi poesía
a reunir sus versos deshojados?
¿Por mi ángel guardián serán cantados
vaciando al infinito mi alegría?

A la tierra será restituido
este cuerpo de barro decantado
y caja musical de mis sentidos.

Pero antes dormirá por unas horas
manos quietas y párpados cerrados
meditando la instancia redentora.






Del libro “Transparencias líricas”, esta es mi manera de ver mi poesía.


ORFEBRE

Un orfebre yo soy de mis escritos,
artista, artesano de poemas,
construyo y depuro cual diadema
el canto de mis versos infinitos.

Igual que en las manos laboriosas
pasean las ideas por mi mente
y entonces el orfebre hábilmente
se transmuta en genio de las cosas.

Y juega la palabra en el esquema
trazada en la mente soñadora
y trepa por sus redes seductoras.

Nutrida fantasía hecha poema
emerge floreciendo sin demora
en la instancia total y creadora.




Del poemario “En la tierra que habito”, este soneto es referido a Chimbarongo.


HABLEMOS DE CIUDADES Y POBLADOS

Hablemos de ciudades y poblados,
de Chimbarongo y de su nacencia,
su carta bautismal por excelencia
en noble pergamino está fraguado.

Hermosa sensación la de ir hurgando
y desandar el tiempo ya vencido,
pasado al que estamos adheridos
y hallar nuestras raíces germinando.

Tradiciones, costumbres y fortuna
bagage de amor que representa
el tesoro de un ancestral legado.

Y ese trecho de tierra que fue cuna
es el sagrado lienzo que se ostenta
al paso del futuro enarbolado.






Del libro “Aún es tiempo”, recuerdos de la infancia en la casa del campo, son presencia en los versos de Olga. 


ESAS TIERRAS DE MIEL

Esas tierras de miel y colmenares
que rondan en mi mente cada día
imperan en mi voz y poesía
inundando mis versos y cantares.

La calma reinante en los solares
me enseñó la música del agua,
el golpe del yunque y de la fragua,
la belleza del cielo y los altares.

A soñar en las tardes estivales
que duendes de distancias siderales
pintaban de color el universo.

Todo era belleza, todo hechizo,
el mundo un edén, un paraíso
¡cómo sacarla, entonces, de mi verso!




Del libro “En busca de mi cielo”, año 2001, el vuelo del colibrí, veloz, imperceptible, se introduce en el verso y emociona a la poeta.


COLIBRÍ

Cuelga del aire sujeto
de una flor el colibrí,
¡qué delicado y perfecto!
Belleza igual nunca vi.

Las plumas de su garganta
son color rojo rubí
y aunque ni siquiera canta
me conmueve el colibrí.

Bebe el néctar sin temor
de las flores del jardín,
del prado él es otra flor
color rojo carmesí.

Flota al viento colibrí
garganta rojo rubí.







Del libro "El Décimo Sueño"

He de unirme otra vez
a tus desvelos,
eternidad poblada
de fantasmas
soledades urdidas
de silencio
camino sediento
de pisadas.

Y habrá una noche más
llena de tiempo
navegando en las sienes
blanqueadas
horadando la piel
y los sentidos
despejando sueños
yacientes a tus plantas.

Y dormirán una vez más
las inquietudes
y los temores cobrarán coraje,
la esperanza nacerá
de nuevo
porque puente de luz
soy en tu viaje.








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