miércoles, 14 de mayo de 2014

CARLOS ILDEMAR PÉREZ [11.674]



Carlos Ildemar Pérez 

(Maracaibo, Venezuela  14/07/1964). Licenciado en Letras mención Investigación y Crítica (LUZ, 1991). Poeta, narrador, dramaturgo, ensayista y titiritero. Profesor de la Escuela de Letras de LUZ, donde desde 2005 ejerce como Director de Escuela, llevando a cabo una brillante gestión que ha rescatado esa institución. Entre sus publicaciones destacan: Los heredarios (1988, Vice-Rectorado Académico de LUZ) merecedora del III Concurso Literario, Mención Poesía. Estrictis de la muchacha más cercana (1991. Dirección de Cultura de LUZ), Flores para cuando María Calcaño regrese (1992, Vice-Rectorado Académico de LUZ) merecedora del V Concurso Literario, Mención Poesía; Sermones para vivir aquí (1993, EDILUZ); Papá civil (1993, Dirección de Cultura de LUZ), Olas para niños navegantes (2000, EDILUZ); ¡A que no me come el gato! (2000, Astrodata). Tráglaba jetoria (2004, Fondo Editorial Libro Libre); El señor Homo Sapiens se hace a la vida de poeta, (2005, SERBILUZ); Olas para niños navegantes. Jushi’wuin napu’lajatu tepi’chi samántuli jirro’kupuna wuin. (2005, Fondo Editorial Libro Libre); La mano de obra. Poetología autocrítica del proceso creador (2007, Ediciones del Vicerrectorado Académico de LUZ); Chiquirriticos Musicantes  (2009, Fundación Editorial El Perro y la Rana) y Provinciano Cosmico (2011).



Mijito a este solazo
Yo me lo sé de memoria

Mijito en vez de vivir ardemos
Mijito de mí
De mi lado más mío
De mi adentro mejor

Como ya no podía tenerte
Fui embrazada por el cielo

Vais a seguir mijito
Aquí el sol nunca morirá
Pero nosotros tampoco








SEÑA DE LOS USOS

Sin perder el modo de cada extremo
Va por día en su último
Digan lo que quieran en parte o en persona
Del grano al infortunio

Para marcar el peso y la joroba
De vivir ya no se existe
El ombligo y su desencanto
De esa tierra como la lleva
En las comisuras

Otra muerte más para este muerto
A brincar sobre lo inmediato
Se alza según el ritual de las flores
A éstas las pateamos alegremente
Con el dolor debido
Cantamos algunas alabanzas
Que aún no sabíamos cantar
Medimos a todos con la hoja de la puerta
En cada despedida
Trabajamos a dios ciertamente
Y Hubo la inocencia completa





DOÑA ÁNGELA ELENA HERNÁNDEZ DE PÉREZ

“Lo más mejor
El patio
Eso que está ahí
Pa vos aunque no esté
Donde el alma muchacho
Te se cayó”





TABÚES HABITABLES

El asunto es de pura animalidad
somos tú y yo y la poética.
Victor Valera Mora


Está un poeta viviendo en tu casa
a la cocina nunca le ha vuelto
a funcionar el horno
Tienes y tenéis
un poeta durmiendo en la casa
los bombillos del jardín están
quemados desde el neolítico
Hallase un poeta vagando
impune rupestre en la casa
la grama se pudrió por el agua
de la manguera que ese mencionado señor
debió cerrar años ha

Existe uno en la casa como yo
los enseres y seres del lugar
están por desaparecer
abandonadísimos
la fiebre mundana de las pequeñas
y miserables deudas que te llegan al cuello

Tótem
guirnalda y cornucopia en más
de un tomo de declaraciones
soy precisamente en la extensión
de tus pasos
orate y gran llorón desnudo en la penumbra
erizado o energúmeno por verte
versificada en tomo de palomas góticas
que llevan misivas en sus picotazos de orfebre
escribo para ganarme
el idioma de tu saliva
para dormir bajo tu peso de hembra
¿aún no lo veis ?

Absoluto estoy
aquí a plenitud
gota a gota como la urgencia
del corazón en trasnocho que empuja
al pie de la letra su daga impuesta
y te idolatro con todo
el verso alborotado de mis verbos

En la luz indispensable
corporal que eres
acecho implacable al estilo
de una guerra avisada
¿cuándo empezarás de una vez a soñar
qué hacer
con tanto yo encima?

Me tenéis enconchado en tu casa
peor que una palabra malasangre
a viva voz e impune
y que no sé por cuál esperanza
resignación aberración etcétera
sigues sin destronar de tus afluentes






diolkis franos
CIRTERE apesla
ñamla tuisme
miacla ulmerce
felsan acekes
lejan caryen
resco guirta
kasdin charsa
pierbas rabasci
jerdace nuersos
lurios firruntas
nasmia suste
dulabris ulsas
resla darcios
toican klicar
larofan tancios
niskerátiles






Aunque vinimos en romería

Desde todas las distancias
Al Palacio porque habíamos triunfado
Ni se le pudo ver

El recién elegido y comitiva
Están ocupadísimos
Bailando en el salón de los espejos
Con sus acicaladas esposas

Nos pusieron del tamaño del empujón
Ya estábamos de alas chocando
Contra las copas de todo

Regresamos a nuestras regiones
A saber que al levantar el rostro
El sol seguirá siendo
Rumor de pan salado
En nuestra sed

Aprenderemos a ocurrir
Mucho más alto que el cielo
A leer las intenciones en el aire

Se acumulará el regocijo pleno
Del nomeolvides después
Seremos
La última palabra







F

Miren a este señor honorífico
Sus intenciones están por encima del sol
Protegido en su flux
Visita el barrio
Su dedo gordo rojo
Nos toca el corazón
y con un como de palo de polo la lengua
En el blanco formato del IVSS
Escribe
El sabio dictamen de nuestra pobreza





F.1

En alguna de estas puertas
Debe ser
Buenos días
¿Está el doctor?
¿En la otra puerta?
Gracias
Ya duele de girar la muñeca
Haría falta usar
Nuestra ascendencia y descendencia
Y la de otros también
En descubrir al señor honorífico
Sus rayos equis
¿En la otra?
Gracias








F.2

Por encima del sol junto a su maletín
Viene caminando el señor honorífico
Se acomoda los lentes
Respira resignación
Empieza a saltar
Lo salpica el barro
Que lleva a nuestras casas





F.3

El señor honorífico
Se da aires
Con el flux y la manía de bueno
Al doctor José Gregorio Hernández
La única diferencia
Es que no se para con las manos a la espalda
Las cruza en el pecho
Como algunas veces
El indio Guaicaipuro






F.4

En el papel del IVSS
Las indicaciones salvavidas
Están por encima del sol y de nosotros
A pesar de todo
Se hace familia
Prende la cocina
Tapa los huecos de las paredes
Entonces afuera duermen
Las cucarachas y el viento
Su mayor favor se improvisa
Al limpiar la pequeña
y redonda grosería
Que se oculta
Entre nalgas






FÁBULA Y MARÍA

Fuiste marcando la arena
Con huellas de alga
Para que alguien te buscara en el amor
Rápido te embrujó el inesperado ruido
De cascabeles de la ola
Escuchaste platillos confundidos
Con el silencio del mar
Estaba pendiente
Extasiado
Músico de tu presencia mojada
El semidios
El fauno rostro de coral
Que había salido del fondo
Completa
Te Besaba






Irá desnuda a mirar frutas al mercado
Comentario escrito en la boca del barrio
Era cierto la más cercana
Sentada meciéndose en el columpio
Arrullando la muñeca de trapo
Aunque para el barrio sea nada más que embuste
La muchacha con el vestido y las sandalias romanas
Pasando tarantines y guacales
El desnudo se guardaba dentro de nosotros
Si salía
Era para ponerse cielo de nuestra parte
Cielo en la tristura






VIII

No sabemos pero las paredes
Tienen sus palabras
Hacemos sólo con colocar
La oreja y desciframos
Sus murmullos
Sus comentarios
A esto se debe que abuela
Nos haya tenido que mudar de pieza
Pues una vez escuchó c1arito
Que la pared decía que el día menos
Pensado se tiraría encima de nosotros
Para que la dejásemos de miar




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