JOVAN DUČIĆ
(17 febrero 1871-7 abril 1943)
Jovan Dučić. Nacido en 1871, es sin duda uno de los poetas más destacados de la época dorada de literatura yugoslava. El diplomático serbio nacido en la región de Herzegovina, fue autor de 19 libros relativos principalmente a la poesía. Exponente del modernismo, Dučić denota una influencia de los versos de Rodenbach, Verlaine y Baudelaire. Este poeta yugoslavo es recordado por su expertise en temas históricos y políticos de los Balcanes, además de su admirable poesía amorosa y de denuncia social.
El sauce del mar
La cumbre del mundo es un sauce sobre el mar,
sus ramas trenzadas son largas, verdes, frescas.
Semblanza de una ninfa que ha sido maldecida
para convertirse en un melancólico árbol que cruje.
Ella escucha la melodía de la montaña en la alborada,
la agonía del mar durante tardes silentes.
Situada y penetrada entre promiscuidades:
las nubes y el viento, las olas y el tiempo.
Y ella les susurra, cediendo lentamente
una hoja al aire, una rama a la mar,
y como un corazón desgarrado, quebrándose,
ella triste murmura una vida –el sauce se mira solo.
(Poema sin título)
El desierto se extiende largo y ancho-
En el ocaso, el oeste resplandece…incandescente en un destello…
Pero sobre él, nadie –sólo esqueletos
diseminados y expuestos en la arena.
Así, el alma de un hombre se enciende en un destello,
y el ánimo esparce su luz secreta;
un ánimo que usualmente nada ilumina
salvo un cementerio y un páramo interminable.
Los álamos
¿Por qué los álamos murmuran así esta noche,
con tan extraña y entera pasión? ¿Por qué murmurar así?
Una luna amarilla se ocultó detrás de los montes
distantes y oscuros como un presagio; como los sueños.
En esa muerte de noche que cayó sobre las aguas,
calmas y grises fueron la guía en la penumbra.
Sólo los álamos por encima de los aires
murmuraron, extrañamente murmuraron y temblaron contra el cielo.
…solo, junto a la noche de las aguas calmas, existo,
como el último de los hombres. En la tierra, frente a mí,
yace mi sombra. Asustado de mí esta noche,
asustado de mi propia sombra.
El encuentro
Cuando por primera vez la vi, el cielo era pálidamente gris,
y las últimas rosas morían silenciosamente.
Aguas de otoño murmuraban una duda abominable;
yo soñaba noche y día, yo era la melancolía.
Cuando mi juventud perdió la destreza
del gozo de pasiones y anhelos;
dentro de mi alma se situó la sombra de su ser;
tan pálida como la muerte, suave brillo de la luna.
O como el destello que penetra una catedral,
a través de las paredes que supuran agua
y vitrales multicolores que asemejan las olas,
cae el frío de una bóveda de otoño.
Su voz era música del quebranto
por ello pensé -escuchando continuamente-
sólo en el pasado y en el perene otoño
de cielos fríos y de un “adiós” amargo.
Su beso fue tan calmo como frío,
un gélido mármol; mientras su cabello rubio
propagaba melancolía en su fragancia
de un rosal cubierto por flores marchitas.
Y muchas veces, en mañanas pintadas de gris,
yo desperté de mis sueños- encadenado
o situado debajo de una cubierta de plomo,
nublados mis ojos, colmados de lágrimas.
Traducción: Javier Gutiérrez Lozano
AVE SERBIA
Твоје сунце носе сад на заставама,
Ти живиш у бесном поносу синова;
Твоје светло небо понели смо с нама,
И зоре да зраче на путима снова.
Још си уз нас, света мајко, коју муче;
Све су твоје муње у мачева севу,
Све у нашој крви твоје реке хуче,
Сви ветри у нашем осветничком гневу.
Ми смо твоје биће и твоја судбина,
Ударац твог срца у свемиру. Вечна,
Твој је удес писан на челу твог сина,
На мач његов реч ти страшна, неизречна.
Млеком своје дојке нас си отровала,
У болу и слави да будемо први;
Јер су два близанца што си на свет дала -
Мученик и херој, кап сузе и крви.
Ти си знак на небу и светлост у ноћи,
Колевко и гробе, у одећи сунца;
Ти си горки завет страдања и моћи,
Једини пут који води до врхунца.
Ми смо твоје трубе победе, и вали
Твог огњеног мора и сунчаних река:
Ми смо, добра мајко, они што су дали
Свагда капљу крви за кап твога млека.
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