miércoles, 12 de septiembre de 2012

7793.- FERNANDO VAN DE WYNGARD

Fernando Van de Wyngard y Andrés Morales




FERNANDO VAN DE WYNGARD (CHILE)


EL VALLE DEL MURCIÉLAGO



LIBRO PRIMERO, 1981
*
mirad ..cómo un par de horizontes apuntala tanto cielo


*
me sospecho a mí mismo
y extiendo mis palabras para medirme en ellas

soy lo que soy ..o algo sucede


*
tiemblo
en un intento por palpar el nicho
que ocupo


*
ensaya otro juego
esta vez más triste por tu muerte

circúndame

soy o no soy más triste esta noche?


*
advierto el silencio que emana de todas las cosas

y permanezco


*
atiendo el abismo

y escucho desde detrás de las cosas
para distinguir el galope del fantasma cuando huya



LIBRO SEGUNDO, ABR – JUL 1982



*
soy un animal herido
que aúlla en medio de todos los lenguajes

ya no hay nada al fondo de mis manos
no hay luna
no hay sable
sólo un silencio que se dispone por la sangre

la sombra pienso resbala de mi rostro al tuyo
como un alargamiento de los silbidos de la tarde
como un batir de miradas ciegas
que se extienden y se pliegan para cubrir la distancia de los sueños

si desciendes a la altura de mi voz
podrás sentir cómo la historia horada la espalda del hombre
busco erguirme
pero soy la bandera derribada por tu muerte
sacudido por todas las aguas



*
dónde acabo yo y dónde tú comienzas 
a la entrada del invierno.
dónde mi muerte resbala hacia las heladas
riberas de tus ojos,
sin que se detenga el escurrir
de la sangre por tus celdas.

no hay estación alguna para el deseo
pero están mis ojos trepando
por tu silencio, ahora.

una lanza más grande que mi muerte
derriba todos los tiempos
cada vez, en la arena de tu pecho.
una brecha, oscura como el llanto
te bordea la mirada


*
nadie se tenderá en tu sangre
mientras yo vaya abriendo el vuelo
más allá del silencio
con el vientre devastado

el peligro se prolonga por el costado
de tu lecho como un eje
de miradas oblicuas
que son una sombra sobre ti

sin embargo no hay viento que intersecte
tu propia mirada
sino el abismo de mi trono
que hincha tus palabras con el eco

depredador. en lo alto de tu frente
incendio

como una ola de acero en la mirada
para abrigar el deshielo de tus noches
que a cada golpe de miedo, resucita.


*
hermano a media luz, detente,
dos pasos antes de la muerte,
escúchame.

eres una morada de astros
si tuerces la espalda
por debajo de la línea de fuego de las miradas,
una horda
sobre la mampara de los días,
sin embargo, cuando la sangre viene y te despierta,
hueles a centellas desconocidas,
a carabina hincada en el mármol de tu vientre,
a esqueleto de voces
reunidas en el llanto de la tarde.

no hay apuro para el otoño de tus ojos.
sólo desmantelar el silencio, como una rueda,
y avanzar sobre la espada

eres una mirada que se oxida
en mi lomo.


déjame empuñar la llamarada
de tu muerte
para abrir una raza.
tú sabes que hay frío en mi palabra.

hermano a media sangre,
no me escuches.

todo lo que te diga
no es sino carne encumbrada
por el jadear de mi voz,
que se ahueca cada día otro tanto
como tu sombra.

en mi frente revienta el oleaje
de todos los cielos congregados al borde de tu muerte,
porque no hay nadie que te cubra de peces
cuando el hambre del tiempo 
te arrincone.



LIBRO TERCERO, SEP – DIC 1982



*
sé que estás ahí,
delante, ..en silencio

pero no puedo alcanzarte.

ya ves, o no debes saberlo, pienso,
estoy cantando a lo lejos
con la sangre ensombrecida
por el paso turbulento del destino

tú te levantas ..sobre las mismas muertes
y otras muchas ..que no alimentan
la sombra de mi voz. ..mis hermanos
yo.

me descompongo a tu encuentro


*
en medio de las generaciones ..estoy
desierto y solo.

soy la piedra levantada
por la historia
sobre la que descansa el arco de otras ausencias


*
aquí estoy ante mí mismo
asombrado de ti,
quedo,
abierto como un gusano sobre el filo de la carne

fustigado por el rayo
indeclinable del destino


*
la sangre se eleva a nuestras espaldas
como un relámpago de piedra y de pupila
y de océano entumido
para tambalear entre los juncos de la aurora

yo en cambio me sumerjo
más alga que el primer rugir de las aguas,
descendiendo. .. ladrido a ladrido
por la hoguera de tu muerte

no me mires, porque yo, rompeolas,
estoy herido:
el filo de la noche ha abierto en mi hueso
un paladar y una veta de sangre
que alumbren el chasquido de la tierra rotando en el vacío.

no. ..no me mires. .. ni caves un túnel
de pájaro ardiente hacia mí
porque vengo temblando desde el huevo
con una grieta de hielo bajo el hambre.

calla tu mirada de alambre
ojo muerto.

una gota de piedra cae por tu esófago
como una sordera 
arañándote con sus garras de ceniza.

eres un río de animales muertos
que baja por los pastizales de la tarde
cuando el viento de sal
desola las cumbres de la carne
con su galope de fuego

el puma del ocaso se cierne sobre tu frente
y te cierra la incendiada cadena de la sangre
con su lengua de arena.


*
una savia oscura como un relincho
sube hasta el puñal de estrellas que incendia tu mano.

tú te arrojas por el agreste desfiladero de la tarde
abriéndote paso entre las raíces de los rayos
como una larva de bronce, como una balsa
de carbón abrasado que rastrea la sombra
con su olfato de bruma.

una hebra de gritos entre las rocas.


*
fantasma,
caigo por tus ojos inevitablemente
hasta la orilla de otro sueño.

fantasma, finalmente, ..no hay nada
detrás de tu marcha, .. y la materia se reclina
hacia el fondo de esta ausencia
como un grito que no acaba

¿cuántos hay sepultados en ti?

tu cuerpo es una fuga.
fantasma, fantasma, ..qué tristeza desola 
de lado a lado tu mirada vacía.

sin mirarme dime, amigo mío,
¿por qué te vas de mí?
tienes frío y no lo sabes.

o es que no te vas
y soy yo más bien el que me yergo
junto a lo dado
y parto en medio de ti

te siento respirar en la sombra
cuando te acercas mucho y pones tu garra
silenciosa sobre mi hombro ..y la distancia
de la vida se curva sobre nosotros.

no hay nada entre tú y yo
más que un desconocerse el uno por el otro.
quizá no seas sino mi ceguera.

yo ante el acantilado de la sangre
tiemblo
y ese temblor llena el oscuro recinto
que tú eres
sin más, como un trueno
desencadenando la duda en cada paso

y entonces yo, disgregado
invadiendo la pura posibilidad del deseo
me desdoblo para encontrarte.

desciendes. ..tú desciendes.
el pulso de la muerte se acelera
dentro del túnel de tu existencia
y permanezco silente
porque no puedo desembarazarme del vacío
que crece por mi frente.


la sombra penetra en mí
y se extiende por mi sangre
como un doblamiento.

en la perspectiva del silencio.


pero yo. yo no soy esto
sino fuerza,
una brusquedad que desgarra al tiempo
para sobrevenir,
apartando todo lo que no es
como galopes de ausencia

soy lo implacable del deseo


una grieta oscura
descorre el amontonamiento de las cosas
y surge el hambre, surjo yo
en medio de lo apagado del vacío
y este despertar de materia embravecida
se levanta
por la espalda del dolor,
hecho suerte y palabra.
amenaza también.

Santiago, 1983-1984




LO INMINENTE

Publicado en agosto de 2005, bajo el sello “Laboratorios Caja Negra”, Santiago de Chile





a aquéllos ..... a aquéllas ..... a aquéllos

definitivamente encontrados
los unos resueltos ..... dados los otros




en el espontáneo flujo del metal fuera del espacio de su arte
derramado ..y tras el límite craneano
en sólida tremendura y áfona . la quididad se establece





diciendo(se):
neuronas ..reuníos en una cadena de fuego
arded
como una sola y gran herida . y seña
de que he encontrado salvas ..las creaturas




algunos dentro de oquedades y las oquedades conteniendo
agonizamos desconocidos




como si el género nos lanzara sin orden en la bravura estructural
de la hoguera ..y faltos de sí constituidos ..y aún perimetrales
cuidando en juros la llegada del quien viene roído por sus fasmas
vamos despejando camino al respirar cárneo de la locura


digo- roído por sus fasmas y demás mordeduras en que llega a ser
a veces el instante





recintos perdidos son ..en buena cuenta .. los fosfóricos
acontecimientos que embanderan la edad y la furia


¿a cuántas fechas del socorro?
nos escuchamos dando gritos retrospectivos






la escena se desagrega .. .. torcido ya el curso del marear

mientras unos yacen .. definitivos
(los) otros.. cuyo vértice se enciende.. contra su sombra genital
arrojan despidos.. los vueltos del átomo que cesan y sobrecogen




los unos irreparables .. fermentos de los otros .. que acontecen
dejan sus sillares para alzarse convenidos y en nuevas geometrías
conversos .. expulsos detrás de sí .. contemporáneos de sus crías
y de las crías de éstas .. ad infinitum.. todos presentes y caníbales
no bien .. facultados de prevenir es que están en camino .. puestos
y tallados en la potestad de saberse






la memoria gira infinita sobre un hecho nuclear vacío e inexistente
desfondados vamos en travesía ante la hondura en que suele caber
la totalidad del lenguaje relampagueando.. la cura.. y una tardía
observación arquitectónica del trapecio.. del que nos prodigamos
llameando como serpientes -el qué vaya acaeciéndonos sea lo neutro
de lo cual no llevamos nota






nostálgicos .. unos.. expuestos al flujo corpuscular del recuerdo
de esos otros .. aguardan peligrantes de su ser.. haciendo terreno
allí .. donde los más pierden el sentido.. y los propios su propiedad
mas de dónde .. repito de dónde el ánima espacia su orden.. su fase 
con los ojos suyos idos .. saltados como peces voladores fuera
del océano endiablado en órbitas elementales esta corporalidad
va manifestando su rango .. en la maniobra de la propia.. súbita
consideración .. hasta caer de sí.. ya de tal manera .. desoída


JULIO DE 1996




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