Selva Dipasquale: nació el 8 de noviembre de 1968 en la Provincia de Buenos Aires, Argentina. Integra las Antologías de Poesía Joven Argentina: "En la fisura", Buenos Aires, Ediciones del Dock, 1995 (selección Daniel Freidemberg) y "Monstruos" publicada por el Centro Cultural de España (ICI) dependiente de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) y el Fondo de Cultura Económica (selección Arturo Carrera). En el 2001 obtuvo 2 becas en otorgadas por la Fundación Antorchas de su país: Taller de Poesía y Residencia en el Banff Center for the Arts (Canadá) durante los meses de septiembre a noviembre para finalizar un libro de poemas.
Publicó Teoría de la ubicación en el espacio (1994), Camaleón (1998), Paraselene (2005), Meditaciones en el bosque (2007) y La disipación (Ed. Recovecos, 2012)
RETRATO 1
para Alicia
Mientras come
mi amiga se relame
un poco
después de cada bocado.
Observo
a mi amiga.
No hay dudas
que su lengua
es la de quienes saben
descifrar
los jeroglíficos
del psicoanálisis.
Cuando mi amiga
se enoja,
se apasiona
o me demuestra
su fidelidad
va y viene
por la casa
batiendo
sus alas rojas,
verdes, azules.
Todas brillantes.
Y pone por la boca
unos huevos negros
que acumula
bajo un manto dorado
desde hace
muchísimos años.
Cuando mi amiga
me demuestra su amor
primero
me mira o
me señala; con un
ojo-aguja me pincha la piel
Detiene
su discurso un momento,
hace los sonidos
onomatopéyicos propios
de quien piensa y vuelve
a batir sus alas coloridas
cada vez más amorosas,
más sensibles.
Hace unos días
mi amiga se enamoró
y entonces le saqué esta foto:
Está sentada
en su propio diván,
de perfil izquierdo
peinando
suavemente
las plumitas
azules.
EL CAMALEÓN, MAMA
Una mañana en la selva
cubier-
ta de rocío
EL CAMALEON
murió.
Y ya no pudo saber
que su cuer-
po ERA
el de
u
n
Helado
Colibrí.
BANANAS INSURGENTES
Verte en un féretro viva
que un pure de bananas y miel
fuese tu pelo.
Que ese puré
se hiciera carne en tu piel.
Que tu pelo
fuese
finalmente:
BANANAS INSURGENTES
(cuernos blandos y brillantes).
Podrías ser famosa.
Pero no te interesa saberlo.
Si no hirieses
o anularas:
con ese color naranja.
DEPRESION
¿Por qué mi abuela mantenía extrañas y lejanas amistades?
En mi infancia, ella y yo, visitábamos a una familia numerosa. No recuerdo a ninguno de sus integrantes. Sólo el fondo de la casa: El Jardín. Y en el centro del terreno estrictamente rectangular:
Un Teléfono Público Negro.
La música del tubo descolgado alborota en el bodegón a los que todavía no nacieron.
Ellos se emborrachan, yo sonrío.
Diminutas chicharras negras intentan en el aire un rastro invisible y bajan a escarbar en mi piel.
Me sumerjo en la gama del lila y del rojo:
Por fin
la brisa
balancea
los fetos
de higueras y parras
SALTOS Y DESPRENDIMIENTOS
Si nos batiésemos a duelo
los huevos
que están en la heladera
elevarían
sus espíritus santos
Cada uno desde su trinchera
hasta transformarse
y hacernos ver
Los Molinos del Ultimo Sueño*.
*Los Sueños, de Akira Kurosawa:
la violencia de lo calmo y lo cristalino.
AULLIDOS DESDE UN CLAVO OXIDADO
El cuerpo se dobla
y el hígado chorrea.
El corcho que un clavo
cruzó.
Peso lo que pesa el metal.
Vivo.
Pase alguien la mano por aquí.
Nubecitas
dibuja
la pelusa del agua.
La Risa Casual de un Clavo:
eso vivo.
(MEDITACION - 18 DE ABRIL DE 1998)
MI ESQUELETO FLUORESCENTE MEDITA Y SE RIE
La pregunta
se graba
finalmente
en la Roca.
Nieva
sobre el mar.
La pregunta
se vuelve
Blanca.
Una voz
finalmente
me ha dicho:
-Explica el sexo.
Una mujer muere,
un bebé nace,
una y otra
vez.
De repente
una historia:
De una mujer que grita
De una mujer que se casa;
"Madre
que estás
vestida de blanco
pronunciando un sí
bajo la Luna-Macho Cabrío".
"Tu esposo muere
en ese país desconocido".
"Tu bebé
ensangrentado
ahora crece".
LLoro,
me amamantan,
me río.
Ahora
camino
en contra de las agujas del reloj.
Y las Bestias
que aparecieron
en mi oscuridad
se encuentran con
la Serpiente Pura.
Reptiles,
Rana,
Tortuga,
Víboras,
Leopardo,
Gato.
Escamas de una mujer gris.
Vuelvo al mar.
Una tormenta de arena
sobre la Roca:
¿Quién soy yo antes de ser yo?
Un alga
se pega y se despega
de la Roca.
Un alga.
Un Triángulo.
Una Pirámide.
Las puertas
de la Pirámide
se abren
y encuentro
a mi madre
momificada.
Un monje y
un bebé
se sacan
una máscara
y luego la cabeza:
El hueco vacio
de la Razón.
Desde ese hueco
una mano
me alcanza
una llave.
Las cerraduras
pasaron hace
un rato
velozmente.
Camino
en contra de las agujas del reloj.
En el camino
me encuentro
con mi padre
que también medita.
Su nuca
es transparente,
luego
todo su cuerpo
es transparente.
Mujer-Camaleón
Violeta.
Amarillo.
Verde,
Verde,
Verde.
¡Oh, Esqueleto mío!
Meditemos.
Meditemos
Seamos felices
y fluorescentes.
LA DISIPACIÓN
Cuando era joven
Oropélida
no pensaba en nada.
Con una lamparita
la madre
le iluminaba
tanto el cerebro
que le era
imposible
ver
sus propias ideas.
El padre
no le dirigía
la palabra.
Oropélida
sos una piedra
que se aleja
cuesta abajo
negra.
Tus gestos se endurecen
tu rostro se contrae
tanto como una palta
y parece que vas
con cierta prisa
hacia una dirección
desconocida
flameando de tu cuello
tules
en todas las gamas
del verde.
Que nada nos mire.
Que nada nos vea.
Que nada nos toque.
Que nada nos mire.
Que nada nos vea.
Que nada nos toque.
Que nada nos mire.
Que nada nos vea.
Que nada nos toque.
Que las cabezas de los vecinos
caigan.
Que los vecinos no tengan cabeza.
Que las cabezas de los vecinos se
sienten a la mesa.
Que todas las cabezas se amen
y hablen de mí.
Que sólo coman dulce de naranjas
amargo
y un ají
picante.
Cada noche iluminada
Lunar Azul cose
su tela
perfecta, blanca
resaltan
sus ocho
patas
tiemblan
y se desprende
una lágrima
de la luna
La luz horada un hoyo azul en el médano.
Pupé y yo estamos iluminados y flotamos.
Él me habla, hace círculos en la arena.
El mundo se da vueltas
y el cielo está
en la tierra.
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